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Derechos animales

Elbeik, España y la Unión Europea: cuando se toca fondo

Los animales a bordo del buque Elbeik han dejado de sufrir. Para ellos, la muerte se convirtió en una bendición, por muy desgarrador que suene.

Los animales a bordo del buque Elbeik han dejado de sufrir. Para ellos, la muerte se convirtió en una bendición, por muy desgarrador que suene.

Muchos cadáveres seguían a bordo cuando el Elbeik atracó en Cartagena, España, mientras que otros 179 fueron descuartizados durante el viaje y arrojados al Mediterráneo, según explicó el capitán del buque. 

El capitán había declarado inicialmente a las autoridades españolas que los animales se encontraban en buen estado de salud y bienestar, pero luego reconoció que sus condiciones se habían deteriorado progresivamente debido a la larga travesía de tres meses, y que la tasa de mortalidad aumentó a medida que se prolongaba el viaje.

“Terneros muertos y hacinados, sin posibilidad de tumbarse, conviviendo todos en el interior de un barco sucio y oxidado de 54 años, muy próximos entre sí, rodeados de una acumulación fétida y tóxica de heces y orina. Apretujados en su estrechura, con extremidades fracturadas, sedientos, moribundos, moviéndose con dificultad entre los cadáveres de los no habían soportado las condiciones del viaje y no pudieron evitar la muerte”. Estas demoledoras palabras son parte de un informe veterinario elaborado por inspectores del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, (MAPA), sobre el estado de los 1.776 terneros que viajaron hacia Turquía a bordo del buque Elbeik.

En su informe, los funcionarios relatan que “en al menos tres corrales se aprecian animales muertos y semienterrados en el estiércol de sus congéneres. Los terneros muestran signos de haber sufrido un viaje prolongado en malas condiciones, apreciándose una evidente pérdida de peso que en casos extremos llega a la caquexia (desnutrición extrema), problemas oculares, dermatológicos y motores. Muchos de los bebederos automáticos no funcionan y los sistemas de tuberías presentan fugas y roturas, por lo que los animales estaban sedientos”.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España es el mismo organismo estatal cuya incompetencia administrativa — un error en los certificados de origen de los animales — ocasionó el problema. En una declaración oficial publicada el 27 de febrero sobre la carga del Karim Allah, el gobierno español comunicó su decisión de prohibir el regreso a España de los 895 terneros transportados en ese barco. El comunicado busca responsabilizar a Turquía, aunque sin profundizar en sus razones ni aportar documentación. Turquía, en tanto, se limitó a prohibir el desembarco de los animales transportados no solo en el Karim Allah, sino también en el Elbeik, aduciendo que, según los documentos, los terneros provenían de sectores con brotes de lengua azul. 

Las sospechas contra Madrid se ven acentuadas por su hermetismo, incluso después de haber recibido una petición formal de información enviada por el Comité de Investigación sobre Transporte Animal creado por el Parlamento Europeo al ministro de Agricultura de España, Luis Planas. Por si esto fuera poco, el sábado 27 de marzo surgió una nueva bandera roja cuando el ministerio en cuestión prohibió a la eurodiputada Anja Hazekamp abordar el buque Elbeik para inspeccionar la situación de los animales, a pesar de contar esta con autorización del capitán del barco. 

Todo indica entonces que Madrid intentó primero disimular su propia ineptitud, para luego intentar encubrir las consecuencias. El transportista, propietario del Karim Allah, declaró en febrero que “el Estado español nunca ha pretendido resolver el problema y velar por el bienestar de los animales”. 

La pesadilla de los terneros del Karim Allah y el Elbeik demuestra que no se puede garantizar el bienestar de los animales durante los viajes de larga distancia y que, en situaciones de crisis, las intervenciones son imposibles o ineficaces, especialmente cuando se trata de la exportación fuera de la UE.

No se sabe si los animales fueron siquiera alimentados en sus últimos días. Es bastante improbable, ya que su destino estaba sellado desde hace mucho tiempo, y todo lo relativo a ellos sólo ocasionaría un gasto adicional. Ahora, la disputa en España pasa por quién paga los costes de la matanza y la eliminación de los cadáveres. En un sistema indolente y cruel, donde los animales son simples mercancías, las verdaderas preocupaciones gravitan en torno al dinero. 

En Sociedad Vegana hacemos, por la presente, un llamamiento a la Comisión Europea para que investigue a fondo e identifique y sancione a los individuos responsables de violar la legislación de la UE en materia de salud y bienestar animal. Dirigimos también un ruego al gobierno español, para que recapacite y coopere con la investigación, corrigiendo así sus maniobras de ofuscación y bloqueo en contra de la eurodiputada.

Tal vez haya un asomo de esperanza. La semana pasada el Eurogroup for Animals escribió bajo el titular “No Animal Left Behind: Cómo 2021 podría ser el año en que cambiemos el futuro de los animales de granja”, que “la cuenta atrás está oficialmente en marcha”, en alusión a su campaña a favor de una mejor legislación sobre el bienestar animal. 

Eurogroup for Animals, junto con sus 70 miembros de toda Europa, pondrá de manifiesto los fallos y la escasa aplicación de la actual legislación sobre bienestar animal y pedirá a la Comisión Europea que se comprometa a revisar toda la legislación, “sin dejar a ningún animal atrás”. 

Las organizaciones firmantes tienen 7 demandas, que abarcan diferentes aspectos del bienestar animal. Una de ellas tiene relación con el trágico destino sufrido por los animales a bordo del Karim Allah y el Elbeik: “Cada año, millones de pollos, ovejas, cabras, caballos, cerdos y bovinos son transportados vivos dentro de la UE y a terceros países. Los viajes pueden durar varios días o incluso semanas, exponiendo a los animales al agotamiento, deshidratación, lesiones, enfermedades e incluso la muerte. Las investigaciones llevadas a cabo por los miembros de Eurogroup for Animals han descubierto en repetidas ocasiones graves infracciones del Reglamento de Transporte de la UE”. El documento menciona el caso específico de los citados barcos. 

Esperemos que la campaña consiga crear conciencia y sensibilidad entre los políticos europeos, y que tal sensibilidad se traduzca en la abolición del transporte de animales vivos. Esto, a su vez, podría inspirar a otras naciones, a otros gobiernos, a instaurar políticas similares. 

Nos sumamos a la petición a las instituciones de la UE, de utilizar la actual revisión de la normativa con miras a poner fin al transporte de larga distancia de animales vivos, permitiendo únicamente el transporte de carne. 

Idealmente, todo el comercio de carne debería ser cosa del pasado, pero esa es otra historia.

Héctor Pizarro
Sociedad Vegana
info@sociedadvegana.com

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