Una investigación ha demostrado que la sustitución de la carne por alternativas veganas puede aumentar los niveles de bacterias beneficiosas para el intestino.
Estudio científicamente válido ha revelado que los consumidores de carne que sustituyen sólo cinco comidas a la semana por alternativas vegetales a la carne pueden mejorar su salud intestinal.
El estudio, titulado “Impact of Plant-Based Meat Alternatives on the Gut Microbiota of Consumers: A Real-World Study”, se publicó en Foods, una revista de acceso abierto revisada por expertos en ciencias de la alimentación.
La investigación hizo un seguimiento de 40 participantes de entre 18 y 55 años durante cuatro semanas. La mitad de los participantes siguió comiendo normalmente y los demás sustituyeron un mínimo de cuatro comidas a la semana por productos veganos de Meatless Farm.
Los investigadores recogieron regularmente muestras de heces de los participantes y compararon los cambios en la composición y la funcionalidad de la microbiota intestinal entre los dos grupos.
Los resultados mostraron que el consumo de 5 comidas a base de plantas a la semana en lugar de platos con carne produjo un aumento pequeño pero estadísticamente significativo de los niveles del grupo de bacterias que produce butirato, que es beneficioso para el intestino. El butirato es un ácido graso que promueve la buena salud digestiva y disminuye la inflamación para prevenir enfermedades. Constituye una de las principales fuentes de energía para los colonocitos, por lo que es crucial para la salud gastrointestinal.
Los niveles reducidos de butirato también están relacionados con enfermedades como la diabetes de tipo 2, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
Durante el estudio, los participantes demostraron un aumento de la ingesta de fibra de 19g de media a la semana. Es probable que este alto contenido en fibra, junto con otros aspectos del perfil nutricional de los productos, haya sido la causa principal del aumento de la producción de butirato.
El estudio también detectó una disminución de las bacterias tenericutes, potencialmente dañinas, lo que indica que el consumo de alternativas a la carne puede provocar cambios holísticos en el ecosistema microbiano del intestino.
Otros efectos positivos señalados por los participantes fueron la mejora de la consistencia de las heces y la mayor regularidad de los movimientos intestinales.