La casa de moda Dolce & Gabbana ha confirmado que suprimirá las pieles y la angora de todas sus futuras colecciones.
Dolce & Gabbana ha tomado una decisión compasiva y comercialmente acertada, de prohibir las pieles y la angora, que se ajusta perfectamente a los tiempos que corren. El nuevo razonamiento es que ninguna buena persona quiere vestir la piel y el pelaje de animales atormentados.
Tanto si las pieles proceden de un animal criado en una granja peletera como de uno atrapado en la naturaleza, su utilización para la confección de prendas de vestir causaba un inmenso sufrimiento a un ser vivo y sensible.
La mayoría de los animales utilizados por la industria peletera pasan toda su vida en jaulas estrechas, donde se pasean frenéticamente de un lado a otro, roen los barrotes y se mutilan.
Otros son atrapados en trampas de acero, que se cierran sobre sus patas, a menudo cortando hasta el hueso, causando un dolor insoportable y pérdida de sangre. Algunos intentan mordisquear sus propias patas para escapar. Si los animales atrapados no mueren por la pérdida de sangre, infecciones o ataques de otros animales, los tramperos los estrangulan, les disparan o los pisotean hasta que mueren.
En las granjas de angora, los conejos suelen estar en jaulas pequeñas, sucias y estériles y son trasquilados hasta cuatro veces al año. Durante este aterrador proceso, a menudo se les sujeta físicamente mientras los trabajadores les arrancan el pelo, haciéndoles chillar de dolor.
Las empresas que venden pieles son cómplices de esta crueldad. Negarse a vender pieles es la única manera de ayudar a eliminar el sufrimiento de los animales explotados por el comercio de pieles, por lo que cientos de grandes diseñadores y minoristas -como Armani, Burberry, Chanel, Gucci, Macy’s, Prada y Versace- ya las han prohibido.