Categories
Derechos animales

La Suprema Corte  de México determina que las corridas de toros no son patrimonio cultural

El alto tribunal ha invalidado el decreto del Estado de Nayarit que protegía los espectáculos taurinos y las peleas de gallos como bien inmaterial.

El alto tribunal ha invalidado el decreto del Estado de Nayarit que protegía los espectáculos taurinos y las peleas de gallos como bien inmaterial.

Luego de varias semanas de audiencias, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó la víspera un decreto de Nayarit que declaraba las corridas de toros y las peleas de gallos como patrimonio cultural inmaterial. El alto tribunal ha votado por declarar inconstitucional el decreto, entre otros argumentos, porque los animales son “merecedores de un trato decente”.

La decisión de la SCJN no ha sido una sorpresa. Las discusiones en las últimas semanas iban encaminadas hacia dar la razón a la asociación civil Contigo Tepic, que promovió un amparo contra el decreto que fue aprobado en Nayarit en 2019. La resolución ha sido propuesta por el ministro Alberto Pérez Dayán y aprobada con cuatro votos a favor y uno en contra de la ministra Yasmín Esquivel Mossa. En primer lugar, la SCJN considera que Nayarit no tiene “la facultad para emitir este tipo de declaratorias sobre patrimonio cultural”, puesto que dependen del Gobierno Federal, escribe EL PAÍS.

 “Las peleas de gallos y la fiesta taurina, al traducirse en actividades que generan sufrimiento, agonía e incluso la muerte de especies sintientes, de manera innecesaria o injustificada, resultan incompatibles o irreconciliables con el derecho humano a un medio ambiente sano y, por ende, no son susceptibles de tutela bajo los llamados derechos culturales”.

Con ello, los magistrados consideran que es incompatible proteger del maltrato a estos animales y al mismo tiempo dar las ayudas financieras y educativas, que recibe una actividad cuando es bien cultural inmaterial, para fomentar los espectáculos.

Por increíble que parezca, uno de los argumentos esgrimidos por los taurinos durante las audiencias fue que “el toro bravo, que vive y es criado para las corridas de toros, se extinguiría si no tiene otro uso y ahí si sufriría daño el ecosistema”.