Envalentonados por el gobierno de Emmanuel Macron, políticos de extrema derecha sabotearon una votación parlamentaria presentando 500 enmiendas que agotaron el tiempo disponible.
Francia abandonó el jueves su intento de prohibir las corridas de toros, después de que un proyecto de ley presentado en el Parlamento por legisladores de izquierdas para prohibirlas fuera retirado tras el sabotaje de la sesión parlamentaria por parte del gobierno y políticos de derechas.
La Asamblea Nacional francesa, con 577 escaños, parecía dispuesta a votar el proyecto de ley que habría ilegalizado este “deporte tradicional”. Pero después de que los legisladores de la extrema derecha presentaran más de 500 enmiendas, muchas de ellas destinadas a obstaculizar la votación, el diputado responsable del proyecto de ley lo retiró.
Aymeric Caron, diputado de izquierdas y defensor de los derechos de los animales, fue citado por los medios de comunicación franceses culpando “obstrucciones parlamentarias” que finalmente desbarataron el proceso.
La opinión pública francesa sigue estando firmemente a favor de la ilegalización de esta práctica tradicional, pero ya se esperaba que el proyecto de ley fuera rechazado numerosos legisladores, temerosos de enemistarse con los enclaves taurinos del sur del país.
“Creo que la mayoría de los franceses comparten la opinión de que las corridas de toros son inmorales, un espectáculo que ya no tiene su lugar en el siglo XXI”, se citó a Caron en declaraciones a la agencia de noticias francesa AFP a principios de este año.
El presidente Emmanuel Macron también se ha mostrado en contra del proyecto propuesto, ya que su gobierno pidió a los miembros de la coalición centrista gobernante que no apoyaran el texto de la oposición, aunque muchos miembros de su partido están a favor de prohibir las corridas de toros. Consultado sobre la intención de prohibir esta barbarie, Macron señaló: “Desde mi punto de vista, no es una prioridad actual”.
La opinión de Macron no refleja el sentir ciudadano. Según un sondeo de Ifop realizado por el Journal du Dimanche, casi el 75% de la población francesa apoya la prohibición de las corridas de toros.
Por su parte, el Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas informó que cada año se matan alrededor de 1.000 toros en las tradicionales corridas francesas. “Después de cada estocada, el toro se encabritaba. Era horrible. No entendía por qué la gente había acudido a verlo”, afirma Nathalie Valentin, que asistió en una ocasión a una corrida de toros y luego abandonó el lugar conmocionada. “Ya no estamos en la era del circo; estamos en 2022”. Los toros tienen que soportar unas condiciones increíblemente duras y un agotamiento mental y físico extremo antes de ser estoqueados hasta la muerte en un baño de sangre ritual durante la lidia.