Una sentencia judicial proporciona otro respiro al sector de los alimentos vegetales en medio de las arremetidas de la industria cárnica contra el etiquetado de los alimentos.
La causa se interpuso en respuesta a una directiva del Laboratorio Cantonal de Zúrich, que supervisa la seguridad de los alimentos y el agua en Zúrich (Suiza). En ella se ordenaba a una empresa vegana llamada Planted Foods que evitara utilizar terminología como “pollo” y “cerdo”. El laboratorio legaba que, al utilizar en sus envases nombres alusivos a la carne animal, “Planted Foods estaba engañando al público”.
La resolución fue revocada por el Tribunal Administrativo de Suiza en diciembre de 2022. Según la sentencia, el uso por parte de Planted Foods de los términos “vegano” y “vegetariano” indica que sus productos no son de origen animal. Además, frases como “pollo” reflejan el uso previsto del producto.
Planted Foods inició paralelamente un sondeo para medir la opinión pública sobre el tema. El fabricante de alimentos vegetales encargó un estudio a 777 personas, donde se constató que el 93% de los encuestados sabía que “Planted Chicken” (Pollo Plantado) es un producto vegano.
Otros estudios han arrojado resultados comparables. Según una encuesta exhaustiva publicada por la organización de concienciación alimentaria ProVeg, el 80% de los clientes del Reino Unido cree que los alimentos etiquetados como veganos, vegetarianos o de origen vegetal “claramente” no incluyen carne animal.
Además, los gobiernos que intentan imponer prohibiciones de etiquetado de productos de origen vegetal se han topado con importantes críticas. Aunque el intento de censurar a Planted Foods no fue un ataque a escala nacional contra el envasado de alimentos veganos, Francia y Sudáfrica intentaron en 2022 establecer prohibiciones generalizadas del etiquetado vegano que hiciera alusión a carnes.
En general, la industria cárnica ha alegado que el uso de etiquetas “cárnicas” para productos de origen vegetal, como “hamburguesas vegetarianas” o “albóndigas sin carne”, puede confundir a algunos consumidores. A su juicio, las etiquetas pueden hacer creer a la gente que los productos contienen carne cuando no es así, y esto puede ser una fuente de confusión o frustración para las personas.
Sin embargo, varios estudios, entre ellos un artículo publicado en el Journal of Food Science and Technology, concluyeron que la mayoría de los participantes entendían que un producto etiquetado como “salchicha vegetariana” era un alimento de origen vegetal y no contenía carne, y que el uso de términos relacionados con la carne es una forma habitual de describir el sabor y la textura de los productos de origen vegetal.
En Sociedad Vegana, nos gustaría añadir que el sentido común juega un papel importante a la hora de comprender el significado de las etiquetas de los productos alimentarios. En general, creemos que la mayoría de los consumidores entiende que un producto etiquetado como “vegano” o “vegetariano” no contiene carne. Asimismo, el uso de términos como “hamburguesa vegetariana” o “albóndigas sin carne” puede ser una forma de que los fabricantes comuniquen que un producto tiene un sabor o una textura similar a los productos cárnicos, lo que puede resultar atractivo para algunos consumidores que buscan alternativas vegetales a la carne.
Por último, puede ser una buena idea que los fabricantes de “carne” de origen vegetal contrarresten los ataques legales de la industria cárnica utilizando un etiquetado más explícito, como “no contiene carne” o “100% de origen vegetal”. De ese modo, también se asegurarán de estar transmitiendo a los consumidores que un producto está, felizmente, libre de ingredientes de origen animal.