Las pruebas con animales en nuevos productos farmacéuticos ya no serán necesarias para la aprobación por parte de la FDA, gracias a una ley firmada por el presidente de EE.UU., Joe Biden, a finales del mes pasado.
“La Ley de Modernización 2.0 de la FDA agilizará la innovación y sacará al mercado medicamentos más seguros y eficaces con mayor rapidez, eliminando trámites burocráticos innecesarios. Se trata de un paso hacia el fin del sufrimiento y la muerte innecesarios de los sujetos de experimentación animal”, declaró un legislador estadounidense.
People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), la mayor organización mundial de defensa de los derechos de los animales, celebró la nueva normativa como un triunfo, calificándola de “cambio radical en la forma de desarrollar fármacos y tratamientos”.
Hasta ahora, la FDA necesitaba realizar ensayos con animales antes de autorizar un medicamento, primero en un roedor y luego en un no roedor, siguiendo la legislación vigente promulgada hace unos 70 años. Sin embargo, esto ha sido denunciado como duro, letal y “científicamente inservible”, en opinión de PETA.
Wayne Pacelle, presidente de Animal Wellness Action y del Center for a Humane Society, lo describió como un “mandato gubernamental arcaico y paralizante de experimentación animal de nuevos fármacos”.
Sin embargo, la experimentación con animales para nuevos medicamentos no queda prohibida. Más bien, ya no es obligatoria, y las empresas pueden ahora elegir métodos de ensayo alternativos.
PETA ha ofrecido anteriormente una de estas vías, denominada Acuerdo de Modernización de la Investigación. Este marco ofrece una hoja de ruta y una estrategia para mejorar la forma en que los profesionales de la salud exploran los medicamentos y las terapias contra las enfermedades. Considera que la mejor forma de lograrlo es financiar exclusivamente la investigación relevante para el ser humano, en lugar de tácticas infructuosas como los ensayos con animales.
PETA cree ahora que, con esta estructura existente y la nueva ley en vigor, puede reunir apoyos para instar a “ese dinosaurio de agencia, el Instituto Nacional de Salud (NIH)”, a que “se apunte al programa” y “deje de despilfarrar miles de millones en investigaciones infructuosas con animales”.
En Sociedad Vegana celebramos este anuncio. La experimentación de medicamentos en animales es equivocada porque causa dolor y sufrimiento a los animales utilizados. Además, la fisiología animal no siempre puede ser extrapolada directamente a la fisiología humana y, por lo tanto, los resultados de dichas pruebas no son automáticamente aplicables a los seres humanos. Consideramos moral y éticamente incorrecto explotar a los animales de esta forma, ya que son seres sintientes que tienen la capacidad de experimentar dolor y sufrimiento. También creemos que las tecnologías modernas, como el modelado informático basado en el aprendizaje automático y la IA, harán que sea completamente innecesario probar fármacos en animales.