Mientras la ciudad duerme, un rifle de postones asoma por una ventana. Su dueño, cómodamente instalado en pantuflas, ejerce su pequeña cuota de poder sobre las criaturas más débiles del jardín.
El “francotirador de pijama” se acomoda en su sillón, rifle de postones en mano. Desde la comodidad de su ventana, espera pacientemente a sus víctimas – conejos silvestres que tienen la desgracia de cruzar su jardín. El arma, de bajo calibre, raramente mata al instante. Los animales heridos se retuercen en agonía hasta que el cazador sale, fríamente, a desnucarlos para terminar con su sufrimiento.
Los cuerpos demacrados de estos conejos apenas ofrecen sustento – son criaturas escuálidas, y nuestro cazador debe roer los huesos para extraer la poca carne que tienen. Pero no es hambre lo que motiva esta cacería – su refrigerador está bien abastecido. Es algo más primitivo: el placer de ejercer poder sobre seres más débiles.
La naturaleza, no obstante, tiene una forma peculiar de enseñarnos sobre la fragilidad de nuestra posición en la cadena alimenticia. ¿Qué sucedería si nuestro “halcón de interior” se encontrara en el extremo receptor de esta misma lógica predatoria? ¿Cómo reaccionaría si un depredador más fuerte lo seleccionara como objetivo?
La lógica del depredador urbano
En nuestras ciudades, los grandes depredadores naturales han sido reemplazados por otro tipo de cazadores: aquellos que acechan en calles oscuras y seleccionan víctimas para despojarlas de sus pertenencias o su vida. La lógica es sorprendentemente similar – identificar un objetivo vulnerable y tomar lo que desean.
Nuestro “héroe del postón”, tan valiente desde su ventana, sería probablemente el primero en clamar por justicia, en llorar su condición de víctima, en exigir protección si se encontrara cara a cara con un depredador más fuerte, como un asaltante armado. La hipocresía de esta postura es evidente: quien encuentra placer en causar sufrimiento innecesario debería, al menos, tener la honestidad intelectual de aceptar la misma lógica cuando se aplica en su contra.
La hipocresía de la victimización selectiva
¿Qué diferencia fundamental existe entre el “francotirador de sofá” que dispara a conejos indefensos y el depredador urbano que lo selecciona como víctima? Ambos actúan bajo la misma lógica predatoria: el más fuerte ejerce su poder sobre el más débil. La única diferencia real es quién ocupa la posición de poder en cada momento.
Más allá de la depredación
La verdadera evolución moral consiste en reconocer que tenemos la capacidad de elegir no participar en este ciclo de violencia innecesaria. Pero si algunos, como nuestro cazador, insisten en perpetuar el sufrimiento simplemente porque pueden hacerlo, supongo tendrían al menos la decencia de aceptar “la lógica del depredador” en todas sus manifestaciones – incluso cuando se encuentran en el extremo receptor de esa misma violencia que tan alegremente infligen a otros.
La próxima vez que nuestro “cazador con pantuflas” apunte su rifle hacia estos conejos indefensos, quizás debería reflexionar sobre su propia vulnerabilidad en un mundo donde la ley del más fuerte aún prevalece en ciertos rincones oscuros de nuestras ciudades.
Un grupo de empresarios financia la liberación de 43 macacos que escaparon de un cruel laboratorio.
Un grupo de empresarios ha decidido financiar el traslado de 43 macacos que escaparon de un laboratorio en Estados Unidos. Este acto de solidaridad no solo representa una segunda oportunidad para estos animales, sino también una llamada a reflexionar sobre el uso de seres sintientes en la ciencia.
Recientemente, estos macacos lograron escapar, desatando una ola de esperanza para quienes luchan por los derechos de animales explotados en laboratorios. Esta fuga simboliza la búsqueda de libertad de seres inocentes sometidos a prácticas que vulneran su integridad física y emocional. El apoyo financiero para llevarlos a un santuario es un paso vital hacia un entorno que respete sus necesidades y les ofrezca dignidad y paz.
El sufrimiento invisible de los animales en laboratorios
En nombre de la ciencia, los macacos y otros animales son sometidos a procedimientos dolorosos, a menudo sin resultados aplicables a humanos. Métodos alternativos, como modelos computacionales y cultivos de células, no solo son más seguros y éticos, sino también científicamente superiores.
La vida en laboratorio, marcada por aislamiento y privación, genera una profunda angustia psicológica en estos seres. Desde la perspectiva de los derechos animales, la experimentación en animales es innecesaria y cruel, un sufrimiento que nuestra sociedad no debería tolerar.
Un nuevo hogar para los macacos
El traslado de estos macacos a un santuario representa una esperanza y muestra de compasión humana. En un santuario, tendrán espacio para moverse y socializar, lejos del miedo y el dolor de la vida en laboratorio. Los santuarios no son zoológicos ni lugares de exhibición, sino refugios gestionados por personas dedicadas a ofrecerles una vida digna y segura.
Reflexión y cambio en la experimentación animal
Este caso nos recuerda la necesidad urgente de alternativas éticas a la experimentación animal. La biotecnología y los avances en inteligencia artificial ofrecen soluciones libres de crueldad, adoptadas ya por instituciones y empresas progresistas. Estos métodos no solo ahorran vidas, sino que también proporcionan datos más precisos para el tratamiento de enfermedades humanas.
Un llamado a la acción
La historia de estos macacos es una inspiración para seguir luchando por un mundo sin crueldad animal. Cada vida cuenta, y cada esfuerzo por reducir el sufrimiento es un paso hacia una sociedad más ética. Como defensores de los derechos animales, debemos alzar la voz por quienes no pueden hacerlo y presionar para cambiar leyes y prácticas científicas.
La huida de estos macacos y el esfuerzo por darles un nuevo hogar invitan a reflexionar sobre el futuro que deseamos construir. Apostar por la empatía y el respeto no solo es una victoria para los animales, sino también un avance en nuestra evolución humana. Hoy, más que nunca, debemos comprometernos a crear un mundo donde la ciencia y la compasión puedan coexistir y donde el sufrimiento animal sea cosa del pasado.
Un nuevo estudio demuestra que comer carne roja y procesada incrementa hasta en un 15% el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Según un estudio publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology, comer carne roja aumenta el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. La investigación demuestra la importancia de la dieta en el desarrollo de la diabetes.
La diabetes tipo 2 se produce cuando el organismo no utiliza correctamente la insulina, lo que provoca un aumento del azúcar en sangre. Esto impide que las células absorban glucosa para obtener energía, lo que eleva los niveles de glucemia.
En el estudio participaron 31 grupos de personas de distintas zonas. Se analizaron adultos mayores de 18 años que informaron sobre su dieta y si habían sido diagnosticados de diabetes de tipo 2. Se excluyó a las personas con diabetes o con datos incompletos para mantener la precisión del estudio. El análisis examinó cómo los distintos tipos de carne influían en el riesgo, teniendo en cuenta el índice de masa corporal (IMC) y otros factores. El estudio utilizó un metaanálisis para tener en cuenta las diferencias entre los grupos.
Comer carne roja con frecuencia está relacionado con un mayor riesgo de diabetes. Comer 50 gramos de carne procesada al día aumentó el riesgo de diabetes tipo 2 en un 15% en diez años. Comer 100 gramos de carne roja no procesada, como un filete pequeño, aumentaba el riesgo en un 10%. Comer 100 gramos de carne de ave al día aumentaba el riesgo en un 8%. Los datos eran menos consistentes en el caso de las aves de corral que en el de las carnes rojas y procesadas.
El análisis incluyó datos de casi dos millones de personas, con un seguimiento de su salud durante 10 años. Se identificaron 107.271 casos de diabetes tipo 2. El estudio reveló que las personas de distintas regiones comen cantidades diferentes de carne. Los europeos comían más carne procesada, mientras que los estadounidenses comían más carne de ave. La investigación demostró que los riesgos de comer carne eran los mismos para los distintos grupos de personas. Esto demuestra que los resultados son relevantes en todo el mundo.
La profesora Nita Forouhi, de la Unidad de Epidemiología del Consejo de Investigación Médica (MRC) de la Universidad de Cambridge, declaró: «Nuestra investigación demuestra que comer carne roja procesada y no procesada aumenta el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2». Afirmó que los consejos de salud pública deberían limitar el consumo de carne, especialmente la procesada, para reducir el número de personas que contraen diabetes de tipo 2. Forouhi afirmó que, aunque el estudio muestra más sobre cómo afecta el consumo de carne de ave a la diabetes, la relación aún no está clara y se necesita más investigación.
Este amplio estudio demuestra que lo que comemos es muy importante para prevenir la diabetes. A medida que aumenta el número de personas que padecen diabetes de tipo 2, comer menos carne roja y procesada podría ayudar a reducir el número de personas que la contraen.
La sinceridad de Chris Packham sobre una acción de la que se arrepiente resuena profundamente en mí, ya que yo también he participado en prácticas cuestionables de turismo animal de las que ahora también me arrepiento, como galopar imprudentemente a caballo hasta posar con un caimán inmovilizado.
Chris Packham, naturalista británico de renombre, defensor del medio ambiente y presentador de televisión conocido por su trabajo en el programa Springwatch de la BBC 2, ha escrito recientemente un artículo que invita a la reflexión sobre la ética del turismo animal. Como persona que ha dedicado su vida a la conservación de la vida salvaje y a la educación, las palabras de Packham tienen un peso considerable en la conversación sobre cómo interactuamos con los animales cuando viajamos.
En su artículo, publicado por The Guardian el 23 de julio, Packham admite un error cometido en el pasado: montar en elefante en un safari con su hijastra. Explica que en aquel momento le pareció que era la única forma segura de ver tigres en su hábitat natural. Pero con la perspectiva que da el tiempo y un conocimiento más profundo del bienestar animal, ahora se da cuenta de que la experiencia buscaba la satisfacción humana a expensas del bienestar de los elefantes.
La honestidad de Packham sobre sus acciones pasadas resuena profundamente en mí, ya que yo también he participado en prácticas de turismo animal cuestionables de las que ahora me arrepiento. Dos experiencias en particular me causan especial remordimiento:
Fiasco de equitación en un balneario
Durante unas vacaciones juveniles en la playa, me apunté con entusiasmo a montar a caballo, una de las muchas actividades turísticas que se ofrecían. Cegado por la emoción e ignorante de la inmensa responsabilidad que conlleva manejar una criatura tan magnífica, tomé una serie de decisiones lamentables.
A pesar de mi inexperiencia, impulsé al caballo al galope, persiguiendo temerariamente una descarga de adrenalina. Mi inexperiencia me llevó a cometer errores de novato: tirar demasiado fuerte de las riendas, cambiar mi peso de forma errática y, en general, tratar a este ser sintiente como poco más que una máquina de emociones.
La despreocupación de los encargados del caballo era igualmente llamativa. Su única prioridad parecía ser si yo podía pagar, mostrando una flagrante indiferencia tanto por el bienestar del animal como por mi propia seguridad.
Como señalé, reflexionar sobre esta experiencia me llena de remordimiento. Reconozco el estrés innecesario y el peligro potencial que infligí a ese noble animal. Mi egoísta búsqueda de emociones eclipsó por completo cualquier consideración por la comodidad o el bienestar del caballo. Este recuerdo me sirve para ilustrar cómo la ignorancia y la desconsideración pueden llevarnos a explotar a los animales para nuestra efímera diversión.
Insensatez en una granja de caimanes
En un viaje a una granja de caimanes, participé en lo que ahora reconozco como una oportunidad fotográfica abusiva. Posé con un pequeño caimán cuyas mandíbulas estaban atadas con una cuerda y me coloqué a la indefensa criatura alrededor del cuello para parecer «intrépido» en un selfie turístico. Lo absurdo de la situación está ahora dolorosamente claro: no había nada de valiente en manipular un animal inmovilizado para tomar una fotografía.
Estas experiencias, como el paseo en elefante de Packham, parecían inofensivas o incluso emocionantes en su momento. Sin embargo, representan un aspecto inquietante del turismo animal que da prioridad al entretenimiento humano sobre el bienestar y la dignidad de los animales.
Como Packham afirma elocuentemente en su artículo: «Ninguna emoción de cinco minutos o posterior publicación en las redes sociales que obtengamos de un encuentro con un animal vale una vida de sufrimiento para ellos». Este sentimiento resume perfectamente la necesidad de reevaluar nuestro enfoque de las interacciones con los animales cuando viajamos.
¿Qué podemos hacer para ser turistas más éticos con los animales? Packham hace varias sugerencias valiosas:
1. Utilicemos nuestro poder adquisitivo con prudencia, negándonos a gastar dinero en experiencias que puedan causar sufrimiento a los animales.
2. Investiguemos antes de participar en actividades relacionadas con animales.
3. Informemos de incidentes de crueldad animal en atracciones turísticas a las autoridades u organizaciones animalistas.
4. Busquemos alternativas éticas, como observar a los animales en su hábitat natural o visitar santuarios legítimos.
Mis acciones hicieron germinar valores veganos
Tras adoptar un estilo de vida vegano hace 12 años y dedicarme desde entonces a promover los derechos de los animales, ahora recuerdo los episodios mencionados con profundo pesar. Las dos criaturas inocentes y sensibles que utilicé irreflexivamente para mi entretenimiento no se lo merecían. Aunque podría alegar ignorancia y estupidez juvenil como defensa, sé que eso es insuficiente. Como muchos de quienes adoptan el veganismo, viví un momento decisivo en el que me di cuenta del daño que infligimos a los animales, no sólo por el consumo de productos animales, sino también por tratarlos como meros accesorios para nuestra diversión. Estas experiencias, entre otras cosas, alimentan ahora mi pasión por defender el bienestar y los derechos de los animales.
Debemos examinar críticamente nuestras interacciones con los animales y tomar decisiones conscientes que respeten su valor y dignidad inherentes. Nuestros fugaces momentos de entretenimiento nunca deben ser a costa del bienestar o la libertad de un animal.
El Ecoparque de Buenos Aires ha pasado de ser un zoológico motivado por el lucro a un santuario centrado en la conservación que prioriza el bienestar animal y la sostenibilidad medioambiental.
En una notable transformación, el Zoo de Buenos Aires ha pasado de ser un centro de entretenimiento con fines de lucro a convertirse en un ecoparque centrado en la conservación, uniéndose así a una tendencia creciente en el país sudamericano, que da prioridad a la conservación y rehabilitación de la fauna salvaje por encima del entretenimiento público. Este giro supone un cambio significativo en el funcionamiento del parque y se enmarca en un movimiento más amplio hacia planteamientos más éticos y sostenibles en la gestión de la fauna silvestre.
El Ecoparque de Buenos Aires sirve ahora de santuario para la fauna salvaje con necesidad de cuidados y rehabilitación en toda Argentina, escribe el 19 de junio el periódico británico The Guardian. El parque alberga también el mayor biobanco del continente, que conserva el material genético de 120 especies en suspensión criogénica. Este compromiso con la conservación y la investigación se ha ganado el apoyo tanto del público como de la comunidad científica, que reconoce a Ecopark como un socio vital en la protección de la biodiversidad del país.
La transición de zoológico a ecoparque comenzó en 2016, tras la creciente desaprobación pública de los anticuados recintos del zoológico y su enfoque en la exhibición de animales para el entretenimiento. En los últimos siete años, el ecoparque ha retirado más de 1.000 animales, con destino a santuarios de todo el mundo, lo que refleja su compromiso de dar prioridad al bienestar animal. En la actualidad, sólo quedan en el parque unos pocos “animales heredados”, debido sobre todo a su avanzada edad y a las dificultades asociadas a su traslado.
Dolores Medina, coordinadora de conservación y vida salvaje del parque, subraya el cambio de prioridades: “Como zoológico, la conservación quedaba relegada a un segundo plano frente a su principal objetivo, ganar dinero. Ahora, no tenemos animales aquí con el propósito de ser mostrados al público… Trabajamos por la conservación de las especies pero también para concienciar a la gente de cómo están afectando a los animales”.
La transformación va más allá de los propios animales: varios edificios históricos del parque se han restaurado y reconvertido en oficinas, cafeterías, centros educativos y un hospital de animales de última generación. La antigua casa de los babuinos, por ejemplo, sirve ahora de centro de tratamiento para animales salvajes accidentados de toda Argentina.
El ecoparque de Buenos Aires no es el único en este movimiento, ya que zoológicos de Mendoza, Córdoba y Medellín también se están transformando en ecoparques o parques de conservación. Esta tendencia regional se debe en parte a la disminución del número de visitantes en comparación con los zoológicos de Europa y Norteamérica y a las crecientes críticas del público.
El Ecoparque de Buenos Aires sigue abierto a los visitantes, aunque con un límite diario restringido de 2.000 personas. Ahora se centra en la conservación y el rescate, con numerosos programas destinados a recuperar especies amenazadas como los guacamayos rojo y verde, los cóndores andinos, los tapires y las tortugas gigantes. El parque también colabora con organizaciones como Rewilding Argentina y la Fundación Bioandina para reintroducir animales en sus hábitats naturales y promover la conservación de ecosistemas críticos.
Lo que pensamos en Sociedad Vegana
Aunque los zoológicos han desempeñado históricamente un papel en la educación pública y la conservación, la práctica de confinar a grandes animales que naturalmente viven en libertad, a espacios reducidos, solo para el entretenimiento humano, plantea importantes problemas éticos. Animales como los elefantes, las jirafas y los grandes carnívoros están biológica e instintivamente condicionados para recorrer grandes territorios, participar en complejas interacciones sociales y mostrar comportamientos naturales que no pueden reproducirse en cautiverio. El confinamiento de los zoológicos tradicionales a menudo provoca trastornos físicos y psicológicos en estos animales, que se manifiestan en comportamientos como deambular desorientados, la automutilación y la depresión.
En cambio, iniciativas como la transformación del Zoo de Buenos Aires en un ecoparque representan un enfoque progresista y humanitario de la conservación de la fauna silvestre. Estos ecoparques dan prioridad al bienestar de los animales, centrándose en la rehabilitación, conservación y reintroducción de especies en sus hábitats naturales. Al pasar del entretenimiento a la conservación y la educación, estas instalaciones no sólo mejoran la vida de los animales, sino que contribuyen a una mayor sostenibilidad medioambiental.
A medida que aumenta la concienciación pública sobre el bienestar de los animales, se hace cada vez más evidente que el modelo tradicional de zoo es anticuado y problemático desde el punto de vista ético. La adopción del concepto de ecoparque, como demuestra el ecoparque de Buenos Aires, es un paso adelante encomiable. Es coherente con un planteamiento más compasivo y basado en la ciencia para interactuar con la fauna silvestre y protegerla, garantizando que las generaciones futuras puedan apreciar la riqueza de la biodiversidad sin comprometer la salud y la dignidad de los animales que pretendemos proteger.
Ilustración: fotogramas, presentación de la iniciativa “UTOPÍA, historia de una transformación” en YouTube.
Una amplia investigación de Animal Rising ha sacado a la luz alarmantes escenas de crueldad y abandono animal en más de 40 granjas del Reino Unido que forman parte del programa RSPCA Assured Scheme, uno de los programas de bienestar animal más importantes del país.
La Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA) se enfrenta a un gran escándalo tras la publicación de una exhaustiva investigación sobre el estado de sus granjas RSPCA Assured. El reportaje, realizado por la organización Animal Rising, incluye material filmado en más de 40 granjas del Reino Unido que forman parte del programa RSPCA Assured, uno de los mayores programas de bienestar animal del país.
Las perturbadoras imágenes revelan escenas de crueldad y abandono animal, como pollitos moribundos en granjas industriales y cadáveres de cerdos abandonados durante varios días en cobertizos inmundos. Los resultados de la investigación han puesto en tela de juicio el programa RSPCA Assured, diseñado para garantizar un alto nivel de bienestar animal.
Chris Packham, presidente de la RSPCA, ha calificado las imágenes de “indefendibles” y ha instado a la organización benéfica a suspender el programa. Peter Egan, ex vicepresidente de la RSPCA, también ha condenado las imágenes, afirmando que los resultados son profundamente desconcertantes y ponen en tela de juicio todo el sistema.
Esta revelación sigue a otras investigaciones sobre las granjas RSPCA Assured llevadas a cabo por grupos como Animal Justice Project y VIVA! El sistema RSPCA Assured ha sido descrito anteriormente por un juez del Tribunal de la Corona como “efectivamente fraudulento”.
Rose Patterson, codirectora de Animal Rising, ha pedido a la RSPCA que abandone por completo el plan Assured: “Esta es la prueba definitiva de que la cría de animales nunca se puede hacer amablemente”. Insiste en que la organización benéfica más antigua y respetada del mundo en defensa de los animales ha perdido el rumbo y debe decidirse a dar la cara, proteger a los animales y abandonar el sistema Assured Scheme cuando se acerca su 200 aniversario.
Animal Rising, un movimiento social que aboga por una nueva relación con todos los seres y un futuro ecológico seguro, promete una campaña de acción sostenida hasta que la RSPCA abandone su certificación fraudulenta. El grupo reclama principalmente la transición a un sistema alimentario seguro y sostenible basado en las plantas, junto con un programa masivo de reforestación.
Las muertes masivas de salmones en Mowi ponen de manifiesto el grave coste de ignorar el bienestar animal, ya que las heridas y la mortalidad de los peces se reducen a una cuestión de ganancias.
En las atribuladas instalaciones de Mowi en Oksen, Noruega, un alarmante 75% de la población de salmones fue “degradada” este invierno debido a graves heridas y lesiones, como las que se ve en las siguientes fotografías, publicadas el 9 de mayo en un artículo de la Corporación de Radiodifusión de Noruega, NRK, con información del periódico financiero de ese país, Dagens Næringsliv.
Esta cruda realidad salió a la luz tras una inspección no programada de la Autoridad de Seguridad Alimentaria, Mattilsynet, en la costa de Trøndelag, revelando salmones con graves y múltiples heridas. Las declaraciones de la gerencia de Mowi, sumado a su historial documentado de sufrimiento animal, dejan en evidencia que la principal preocupación de este gigante de la salmonicultura no es el evidente sufrimiento de los salmones, sino el impacto en sus flujos de dinero y valoración bursátil.
La grave situación en Oksen no es nueva; los registros tanto de los informes de sacrificio como de las cifras de biomasa presentadas por Mowi durante el invierno boreal confirman un problema de larga data. Particularmente en la instalación de Oksen, cerca de Sotra, los informes dejaron en evidencia tasas de mortalidad excesivamente altas y cuantiosas lesiones en los peces, exacerbados por lo que Mowi describió como “condiciones desafiantes” debido a la presencia inusual de parásitos a lo largo de la costa.
La narrativa presentada por Mowi, centrada principalmente en lo que denomina “retos operativos y esfuerzos de mitigación”, contrasta fuertemente con los sombríos datos revelados. Solo en enero, un asombroso 61,51% de los peces de un centro de producción murieron. La tasa de mortalidad acumulada a finales de febrero se situó en el 28,6%, con importantes discrepancias entre los informes de la empresa y las cifras oficiales. Durante la tercera semana de febrero, el 80% de los salmones estaban tan dañados que no podrían ser comercializados.
Un escrito enviado a Mowi por la Autoridad de Seguridad Alimentaria de Noruega critica la respuesta tardía de la empresa ante la creciente crisis, señalando que las principales intervenciones para sacrificar a los peces con “bienestar comprometido” (un eufemismo que quiere decir “cuantiosas heridas causándoles grandes sufrimientos”), deberían haber comenzado mucho antes. Tal ineptitud pone de relieve una desconcertante falta de consideración por el sufrimiento animal, eclipsada por deliberaciones procedimentales y financieras.
Además, la clasificación de los peces por parte de Mowi en diferentes categorías de calidad ilustra aún más un panorama inquietante: una parte sustancial del salmón, clasificada como no apta para la venta directa al consumidor debido a heridas y lesiones, requiere ajustes de procesamiento antes de que pueda siquiera considerarse para el mercado o la exportación.
Informes veterinarios y opiniones de expertos, como los de Trygve Poppe, ex catedrático de la Facultad Noruega de Ciencias Veterinarias, sugieren que estos problemas no son incidentes aislados, sino parte de un patrón problemático de descuido del bienestar animal en las instalaciones. Poppe critica la falta de adaptabilidad de la industria a los desafíos del mundo real, que invariablemente repercuten en el bienestar animal.
Ola Helge Hjetland, Director de Comunicaciones de Mowi, declaró: “Desafortunadamente, no es sorprendente que esto venga de Poppe, pero es muy decepcionante”. Esta respuesta evidencia una táctica de Mowi por desacreditar a Poppe, al intentar descalificarlo en lugar de abordar lo que el experto plantea sobre el problema de fondo. Hjetland continuó con un argumento que ya es habitual: “Mowi se toma muy en serio el bienestar y la salud de sus peces. Por razones éticas, de sostenibilidad y financieras, va en nuestro propio interés que los peces crezcan y tengan la mejor vida posible. Por lo tanto, invertimos cuantiosos recursos en investigación y desarrollo para aumentar la supervivencia y mejorar el bienestar de los peces”. Esta consabida afirmación se alinea con la igualmente usual práctica de la industria de etiquetar el sufrimiento animal como meros “desafíos operativos”. En tal sentido, las proclamadas “preocupaciones éticas” de Mowi rayan en lo absurdo dadas las realidades reportadas.
A medida que los reguladores, como la Autoridad de Seguridad Alimentaria, exigen nuevos planes operativos a Mowi para evitar episodios recurrentes de alta mortalidad y bienestar comprometido, se hace evidente la necesidad de una revisión radical de las prácticas y prioridades en Mowi. La situación requiere una respuesta inmediata y transparente que priorice el bienestar animal sobre las ganancias financieras.
La semana pasada, escribimos sobre las sombrías realidades de la industria salmonera noruega, reveladas en un reportaje de la Corporación Noruega de Radiodifusión, NRK. La industria, que se caracteriza por el inmenso sufrimiento animal y el daño ecológico que ocasiona, obliga al salmón a soportar vidas miserables en jaulas superpobladas e infestadas de enfermedades, mientras que parásitos como piojos del salmón prosperan en estas condiciones. Técnicas como la desparasitación térmica, donde los salmones se someten a temperaturas que para una especie de agua fría equivalen a ser hervidos vivos durante interminables segundos, resaltan la crueldad extrema involucrada, que a menudo resulta en la muerte o lesiones graves. A pesar de algunas tímidas iniciativas de Mattilsynet para eliminar gradualmente tales prácticas debido a preocupaciones sobre el bienestar animal, las presiones de la industria la llevaron a revertir su propuesta, lo que subraya un problema sistémico de maltrato animal y negligencia ecológica motivado por el lucro, con la complacencia de la entidad reguladora. En cuanto a la autoridad política, factores como el crecimiento económico, la creación de empleos y la consiguiente recaudación tributaria, sumadas al intenso lobby de esta poderosa industria, determinan su pasividad, o mejor dicho, su complicidad.
En los prístinos fiordos de Noruega, una oscura realidad acecha bajo la superficie. La industria salmonera del país, la mayor del mundo, se asienta sobre una base de inmenso sufrimiento animal y destrucción ecológica.
Lisa representa a los millones de salmones confinados y obligados a nadar en círculos en las estrechas jaulas de las piscifactorías noruegas. Desde el momento en que es arrojada al mar, Lisa sufre una vida de miseria. Las condiciones de hacinamiento son un caldo de cultivo para enfermedades y parásitos, incluido el infame piojo del salmón.
Laura, el piojo del salmón (Lepeophtheirus salmonis), simboliza en el reportaje de NRK las desenfrenadas parasitosis que asolan las piscifactorías noruegas. Laura prospera en un entorno antinatural y densamente poblado que debilita la resistencia de sus hospedadores. Su presencia es consecuencia directa de los desequilibrios ecológicos fomentados por las prácticas de la industria acuícola.
Para combatir los piojos, los piscicultores someten a los salmones a un cruel procedimiento denominado “despiojamiento térmico”. Los peces son arrojados a agua calentada hasta los 28-34°C. Para una especie de agua fría, como el salmón, es un tormento inimaginable, parecido a ser hervido vivo. En su reportaje, NRK presenta una filmación de las desesperadas contorsiones de un salmón sometido al tratamiento. Muchos salmones mueren o sufren graves heridas durante el despiojamiento térmico. Los supervivientes quedan debilitados y vulnerables a las enfermedades.
La crueldad del despiojamiento térmico es innegable, al punto que en 2019, la Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria (Mattilsynet) anunció planes para eliminar gradualmente la práctica debido a preocupaciones sobre el bienestar animal. Sin embargo, en un sorprendente vuelco, la agencia cedió a la presión de la industria y abandonó la prohibición en 2021. Ahora incluso avala el escaldado del salmón como “viable”, priorizando el lucro sobre la prevención de la crueldad animal.
El sufrimiento infligido por el despiojamiento térmico se ve agravado por la ineptitud de los trabajadores. Los salmones estresados son bombeados bruscamente a los barcos de tratamiento, sufriendo a menudo más lesiones por colisiones o atascándose en las tuberías. En uno de los casos documentados por NRK, los trabajadores “olvidaron” llenar de agua las tuberías, con lo que los salmones fueron extraídos en seco. El mantenimiento deficiente de los equipos también provoca tratamientos chapuceros que prolongan la agonía de los peces.
Las escaldaduras no son el único tormento que sufren los salmones. Las enfermedades proliferan y provocan desde la ruptura del corazón hasta la putrefacción de la carne. Los piojos de mar mordisquean la piel de los peces, causándoles heridas en carne viva. En las jaulas superpobladas e inmundas, las infecciones se extienden como un reguero de pólvora. Los salmones que no son “sacrificados” rápidamente permanecen en la miseria, languideciendo a causa de llagas abiertas, deformidades y fallos orgánicos.
Sólo en la piscifactoría de Lisa perecieron más de 60.000 salmones en cuestión de meses, víctimas de virus, bacterias, hongos y parásitos. NRK entrevistó a una veterinaria que estudió anteriormente la industria y que ahora, presa del remordimiento, comenta: “Siento que he contribuido a que muchos salmones ahora sufran malos tratos. Ha sido muy duro pensar en ello. Aún me culpo por no haber sido lo suficientemente previsora”.
Sin embargo, movidos por la codicia, los piscicultores siguen atiborrando a más peces y manteniéndolos vivos a toda costa. Cada kilo extra significa un mayor lucro, sin tener en cuenta el precio de la agonía. Los salmones demasiado enfermos para terminar vivos el proceso de engorda son “sacrificados de urgencia”, un destino que a menudo se prolonga durante días debido a los procedimientos involucrados.
Esta es la desgarradora realidad que se esconde detrás de cada filete de salmón noruego de piscifactoría: una industria basada en el maltrato sistemático de animales a gran escala, todo ello para satisfacer una demanda sostenida, e incluso creciente desde mercados asiáticos y árabes. Como escribió el ecologista Patrick Curry: “La destrucción ecológica y el maltrato de los animales están integrados en las estructuras de la economía global moderna. Combatirlos exige enfrentarse cara a cara con todo su horror y reconocerlos por lo que son”.
Nosotros, como consumidores, tenemos el poder de oponernos a esta crueldad desmedida. No nos dejemos engañar por el lavado verde de la industria: no existe la cría de salmón “sostenible” o “humanitaria”. La opción más eficaz es no consumir salmón.
Con las abundantes opciones vegetales disponibles, podemos disfrutar de comidas deliciosas y nutritivas sin financiar el maltrato animal. Los salmones son criaturas sensibles que merecen vivir libres de tormento y sufrimiento. Conociendo la verdad que se esconde detrás de esta industria, vale la pena preguntarnos: ¿merece la pena el coste en agonía que supone saborear fugazmente su carne?
El camino está claro: es hora de boicotear la cría del salmón y todos sus productos. Al hacerlo, retiramos nuestro apoyo financiero y dejamos claro que no toleraremos una crueldad animal y un desprecio por los ecosistemas marinos tan flagrantes. La vida de los peces depende de ello, y nuestra propia humanidad así lo exige.
Las palabras de Michele McCowan: “No me siento superior por ser vegana. La verdad es que soy vegana porque no me siento superior a los demás” son una profunda inspiración. Quiero compartir con ustedes que el veganismo es un estilo de vida que no se basa en la arrogancia, sino en la elección compasiva de extender el respeto y la bondad a todos los seres.
En las innumerables conversaciones sobre el veganismo, es común la impresión errónea de que quienes elegimos este camino lo hacemos desde una posición de superioridad percibida. Esta narrativa, a menudo articulada de diversas formas, percibe a los veganos como antipáticos enjuiciadores desconectados de la realidad. Sin embargo, esto no podría estar más lejos de la verdad, especialmente en mi experiencia y en la de muchos otros que han elegido este camino por razones más bien ancladas en la humildad y la compasión.
Michele McCowan ofrece una claridad alentadora: “Soy vegana porque no me siento superior a los demás”. Este sentimiento resuena profundamente en mí, encapsulando la esencia de por qué adopté el veganismo, hace unos 11 años. No se trata de arrogarme superioridad ni de ser más iluminado que los no veganos; se trata de reconocer que no tengo más derecho a la vida y a la felicidad que cualquier otro ser de este planeta.
La base de la empatía
En esencia, el veganismo es un ejercicio de empatía. Es una práctica diaria de ponerse en los zapatos -o quizá en las pezuñas, patas y garras- de los vulnerables y los que no tienen voz. Implica reconocer el dolor y el sufrimiento que nuestro estilo de vida puede infligir a otros seres y decidir tomar un camino que minimice el daño. Esta decisión surge de un sentimiento de humildad, reconociendo que en el gran entramado de la vida no somos más que un hilo entre muchos, cada uno merecedor de respeto y bondad.
Un cambio más allá de la dieta
Para muchos de nosotros, lo que empezó como un cambio dietético evolucionó rápidamente hacia algo mucho más profundo: un enfoque holístico de la vida que busca la armonía con el mundo que nos rodea. El veganismo va más allá de lo que ponemos en nuestros platos; influye en todos los aspectos de nuestras vidas, desde la ropa que llevamos hasta los productos que apoyamos. Es un testimonio de nuestra creencia en un mundo donde la compasión se impone a la comodidad, y las consideraciones éticas guían nuestras elecciones.
Desafiando el complejo de superioridad
La idea errónea de que los veganos se sienten superiores a los demás menosprecia los fundamentos compasivos del veganismo. Pasa por alto la introspección, la vulnerabilidad y la determinación necesarias para desafiar las normas sociales y tomar decisiones que van en contra de la corriente. Adoptar el veganismo no consiste en elevarse por encima de los demás, sino en alinearse con un profundo nivel de respeto y empatía hacia todos los seres, independientemente de su especie.
Invitación a la empatía
Con este artículo, les invito a mirar más allá de los estereotipos y malentendidos sobre el veganismo. Es una llamada a explorar las raíces profundas y empáticas que motivan a muchos de nosotros a vivir de esta manera.
Como dice Michele McCowan, no se trata de superioridad, sino de solidaridad y empatía con seres sintientes. Ya sea usted vegano, vegetariano u omnívoro, la esencia de esta opción es algo que puede unirnos a todos: una empatía compartida y el deseo de un mundo más bondadoso y, por cierto, más sostenible.
En la búsqueda de una conexión más profunda con lo divino, a menudo ignoramos el impacto espiritual de nuestras preferencias alimentarias. Este artículo examina cómo el veganismo, más allá de sus beneficios para la salud y el medio ambiente, puede fortalecer nuestra relación con Dios y enriquecer nuestra vida espiritual
Nuestros hábitos alimentarios son algo más que una cuestión de gusto o nutrición; reflejan nuestros valores, nuestra relación con el mundo que nos rodea y, en última instancia, nuestra conexión con lo divino. Esta perspectiva invita a una profunda reflexión sobre la forma en que nuestras decisiones alimentarias se alinean con nuestras creencias espirituales, instándonos a reconsiderar el impacto del consumo de productos animales en nuestra relación con Dios y lo divino.
Intención divina: Las plantas como sustento de la humanidad
Desde las primeras escrituras, muchas enseñanzas religiosas destacan la generosidad de las plantas como sustento de la humanidad. La Biblia, por ejemplo, menciona en Génesis 1:29: “Os doy toda planta que dé semilla sobre la faz de la tierra y todo árbol que tenga fruto con semilla. Os servirán de alimento”. Este pasaje subraya una preferencia divina por la alimentación basada en plantas, alineando nuestras elecciones dietéticas con la compasión y el respeto por todos los seres vivos.
El dilema ético: los animales como seres sintientes y la creación divina
Una interrogante problemática surge cuando consideramos la naturaleza de los animales y su lugar en la creación divina: ¿Por qué Dios daría a los animales la capacidad de sentir, sufrir, vincularse con otros, mostrar afecto, proteger a su familia y ser sintientes, y luego permitiría que los humanos los explotaran, maltrataran y mataran para alimentarse? Si aceptamos que Dios dotó a los animales de la capacidad de sentir dolor y emociones, infligirles un sufrimiento innecesario mediante el consumo de carne se convierte no sólo en un acto de crueldad, sino en una profunda contradicción espiritual.
El concepto de un Dios benevolente es incompatible con la violencia y la crueldad innecesarias. Cuando tenemos la opción de elegir alimentos vegetales -fácilmente accesibles y nutricionalmente adecuados-, optar por la carne es optar por la violencia. Esta decisión consciente de causar sufrimiento cuando existen alternativas nos aleja de los atributos divinos de la compasión y la bondad, que son fundamentales en la mayoría de las enseñanzas religiosas.
La compasión como camino hacia la conexión divina
Para quienes ven la espiritualidad como un viaje hacia el acercamiento a Dios, la compasión es un paso fundamental. El adagio “Si eres religioso, no hagas daño a la creación de Dios: elige siempre la compasión y hazte vegano” resume esta perspectiva. Sugiere que todo acto de bondad hacia los animales es un acto de reverencia hacia el Creador, que fomenta una conexión más profunda y significativa con lo divino.
Al ampliar nuestro círculo de compasión para incluir a todos los seres sensibles, nos alineamos más estrechamente con los atributos divinos del amor y la misericordia. Esta conciencia ampliada puede conducir a un profundo sentido de unidad y propósito espiritual, mejorando nuestra conexión con lo sagrado en todos los aspectos de la vida.
El veganismo como práctica espiritual
Abrazar el veganismo puede verse como una forma de práctica espiritual, que purifica tanto el cuerpo como el espíritu. Hay quienes sostienen que consumir productos de origen animal crea bloqueos energéticos en el cuerpo, lo que dificulta el crecimiento espiritual. Al adoptar una dieta basada en plantas, podemos despejar estas vías, permitiendo una conexión más directa con la conciencia superior o lo divino.
Además, el veganismo como estilo de vida representa un compromiso con la no violencia y el respeto por la vida. Esto concuerda estrechamente con el principio de ahimsa (no dañar) de muchas tradiciones espirituales orientales, así como con el concepto cristiano de custodia de la creación divina. Al elegir no participar en el ciclo de violencia y explotación inherente a la cría de animales, honramos la chispa divina presente en todos los seres vivos.
La responsabilidad medioambiental como deber espiritual
Muchas tradiciones espirituales enfatizan nuestro papel como administradores de la Tierra. Dado el significativo impacto medioambiental de la agricultura animal, elegir un estilo de vida vegano puede verse como un acto de custodia medioambiental, honrando al planeta que nos sustenta a todos. Al reducir nuestra huella ecológica mediante una alimentación basada en plantas, cumplimos con nuestro deber espiritual de cuidar la creación de Dios y preservarla para las generaciones futuras.
Un llamado a la alineación espiritual
La elección de consumir carne animal va más allá de la mera preferencia dietética; es una profunda decisión moral y espiritual. Optar por el veganismo alinea nuestras acciones con la compasión y el respeto por la vida que propugnan muchas enseñanzas religiosas. Al elegir nutrirnos con alimentos vegetales, honramos el don divino de la vida en todas sus formas, fomentando una conexión más estrecha y armoniosa con Dios.
Al reflexionar sobre nuestras elecciones alimentarias, elijamos la compasión, no la crueldad, y esforcémonos por vivir de un modo que refleje verdaderamente la naturaleza benévola y amorosa de lo divino. Este cambio hacia un estilo de vida basado en las plantas no se trata sólo de lo que comemos; se trata de cómo elegimos plasmar nuestros valores espirituales en todos los aspectos de nuestra vida.
Expertos académicos califican de “desconcertante” la ausencia de la reducción del consumo de carne en el plan climático de la ONU, lo que pone de relieve un vacío crítico a la hora de abordar el cambio climático.
La reciente publicación de una hoja de ruta de las Naciones Unidas para hacer frente a la crisis climática y combatir el hambre ha suscitado un intenso debate en círculos académicos. La polémica se debe sobre todo a la flagrante ausencia de mención alguna a la reducción del consumo de carne como medida estratégica, algo que los académicos califican de “desconcertante”. Este sentimiento se ve agravado por el aparente desprecio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) por el potencial de las proteínas alternativas, como las derivadas de fuentes vegetales, para mitigar el impacto ambiental tradicionalmente asociado a la ganadería.
Un grupo de expertos, expresando su preocupación en un comentario para la revista Nature Food, puso de relieve sus recelos ante el descuido de la FAO. Señalaron que la hoja de ruta, a pesar de su exhaustivo esbozo de 120 acciones para hacer frente al doble desafío del cambio climático y el hambre, no incorpora una metodología clara para la selección de estas acciones ni proporciona una lista definitiva de contribuyentes. Esta falta de transparencia y claridad metodológica plantea interrogantes sobre la base en la que estas acciones se consideraron preferibles a otras, en particular la reducción del consumo de carne en las naciones ricas, una estrategia respaldada por multitud de estudios científicos por su doble beneficio para el clima y la salud humana.
La respuesta de la FAO a estas críticas fue subrayar que la crítica de los expertos no abordaba plenamente la profundidad y amplitud de las recomendaciones del informe. Sin embargo, las revelaciones de antiguos funcionarios de la FAO, recogidas por el periódico británico The Guardian, sugieren un patrón de resistencia dentro de la organización a reconocer plenamente el papel de las emisiones de metano procedentes de la ganadería como un factor significativo en el calentamiento global. Esta reticencia parece contradecir el consenso científico de que alcanzar el objetivo climático internacional -limitar el calentamiento global a 1,5C por encima de los niveles preindustriales- requiere alteraciones sustanciales en nuestros sistemas de producción de alimentos. En concreto, la ganadería es responsable del 12%-20% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, al tiempo que utiliza el 83% de las tierras agrícolas para producir sólo el 18% de las calorías del mundo.
La hoja de ruta de la FAO, presentada en la Cumbre del Clima de Cop28, plantea que los cambios en la dieta son indispensables para la salud humana y planetaria. Sin embargo, las medidas que propone eluden la cuestión de reducir el consumo de carne y productos lácteos, especialmente en los países en los que prevalece el consumo excesivo. En su lugar, la FAO aboga por mejorar la eficacia de las técnicas de cría de animales.
Los expertos, entre ellos Cleo Verkuijl, del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo (EE.UU.), han expresado su asombro por el olvido en la hoja de ruta de una de las medidas más evidentes para alcanzar los objetivos medioambientales y sanitarios. La infravaloración de las proteínas alternativas resulta especialmente desconcertante para estos expertos, dadas las pruebas cada vez más concluyentes de su menor huella medioambiental en comparación con la carne tradicional. La postura de la FAO, que considera escépticamente que las carnes de origen vegetal son deficientes desde el punto de vista nutricional sin aportar pruebas sustanciales, ha sido recibida con críticas.
Reforzando esta perspectiva, un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) destacaba los sustanciales beneficios medioambientales que podrían obtenerse si se opta por alternativas a la carne y los lácteos. Matthew Hayek, profesor de la Universidad de Nueva York, lamentó la falta de transparencia metodológica y de datos concretos de la FAO para respaldar su afirmación de que unos pequeños ajustes en la gestión ganadera podrían bastar para alcanzar los objetivos climáticos. Argumentó que reducir el consumo de productos animales podría aliviar de forma significativa los desafíos a los que se enfrentan nuestros sistemas alimentarios, incluyendo la necesidad de aumentar la provisión de alimentos al tiempo que se minimizan las emisiones de gases de efecto invernadero y se mejoran los resultados en materia de salud y nutrición.
Además, los expertos criticaron el informe de la FAO por omitir cualquier referencia al enfoque “Una sola salud”, que busca integrar la salud humana, animal y medioambiental. Advirtieron que algunas de las intervenciones sugeridas por la FAO, como cambiar la carne de vacuno por la de pollo e intensificar la ganadería, podrían exacerbar los riesgos asociados a la resistencia a los antimicrobianos y las enfermedades zoonóticas.
Quisiera comenzar este artículo con una reflexión sobre la transparencia y la industria cárnica.
En Sociedad Vegana nos esforzamos por desvelar las realidades de las industrias que explotan sistemáticamente a seres sensibles (cárnica, láctea, avícola, acuícola, etc.) y su impacto en el bienestar de los animales, en la salud de las personas y en la sostenibilidad del planeta. Hoy, el algoritmo de YouTube me recomendó un convincente video en el que aparecía una ponente presentada como “Kate Cooper”, experta en marketing. En el video, la ponente revela las tácticas manipuladoras empleadas por la industria alimentaria para influir en las percepciones y elecciones de los consumidores, especialmente en relación con los productos de origen animal.
Inmediatamente me cautivó el contenido y las ideas que ofrecía, especialmente por tratarse de una “insider” del sector. Por lo tanto, me propuse escribir un artículo basado en la información presentada por “Kate Cooper”. Sin embargo, al indagar un poco, descubrí que la ponente no era una experta en marketing como se decía, sino una actriz llamada Kate Miles. Esta revelación me hizo reflexionar y me obligó a reconsiderar el tema.
En Sociedad Vegana estamos abocados a informar, lo que conlleva un compromiso irrestricto con la verdad y con la verificación de las fuentes de la información que publicamos. En ese contexto, es imperativo ser transparente sobre las fuentes de información y evitar tergiversar las credenciales o la experiencia de las personas. Aunque el contenido de la charla de “Kate Cooper” indudablemente contiene verdades valiosas sobre las prácticas de la industria cárnica, creo que sería engañoso presentar la información como si procediera de una auténtica conocedora de la industria.
Al igual que ocurrió con la industria tabaquera en el pasado, las industrias dedicadas a la explotación animal tienen un largo historial de engaño y desinformación, apoyado en estrategias de marketing y lavado de imagen. Las empresas tabaqueras mintieron durante décadas sobre los efectos perjudiciales del tabaco hasta que las pruebas fueron abrumadoras. La industria cárnica sigue ocultando la verdad sobre las crueles realidades del sector y su impacto en la salud pública y el medio ambiente.
Estimo que como sociedad, y como consumidores, debemos permanecer vigilantes y exigir transparencia a las industrias que conforman nuestro sistema alimentario. Necesitamos denunciantes valientes y personas conocedoras de la industria que den la cara y expongan la verdad, arrojando luz sobre las tácticas manipuladoras y los costes ocultos de la explotación animal.
Luego de esta aclaración sobre el video en cuestión, quisiera abordar algunas formas, entre muchas, en que la industria de la explotación animal manipula la percepción pública.
Privados de su naturaleza: La cruel realidad tras la cría moderna de cerdos
En el mundo del marketing alimentario, la industria cárnica se ha convertido en una experta en manipulación y propaganda, empleando un lenguaje e imágenes cuidadosamente elaborados para dar un barniz positivo a sus prácticas. Uno de los ejemplos más sorprendentes de este engaño es la forma en que la industria retrata el paso de la cría tradicional de cerdos a los sistemas modernos e intensivos, enmarcándolo como una muestra de progreso e innovación.
Cuando pensamos en la cría de cerdos, a menudo nos vienen a la mente imágenes de campos embarrados y entornos naturales. Sin embargo, la industria cárnica ha trabajado incansablemente para cambiar esta percepción, promoviendo la idea de que trasladar a los cerdos a instalaciones de hormigón es un avance positivo. Pero tras esta fachada de supuesta limpieza y progreso se esconde una verdad inquietante sobre la privación de los instintos y comportamientos naturales de estos animales.
La maquinaria de marketing de la industria cárnica busca presentar las prácticas modernas de cría de cerdos como limpias, eficientes y vanguardistas. Al hacer hincapié en las supuestas ventajas de confinar a los cerdos en recintos de concreto, pretende calmar las preocupaciones de los consumidores sobre el bienestar animal. Sin embargo, un examen más detenido de estos sistemas revela el profundo impacto perjudicial que tienen sobre el bienestar físico y mental de estos animales inteligentes y complejos.
La industria cárnica redefine el bienestar animal
En el ámbito del marketing alimentario, la industria se ha vuelto experta en manipular las percepciones de los consumidores para mantener una imagen positiva de sus prácticas. Un ejemplo de ello es la forma en que retrata el cambio de los métodos de cría tradicionales a los modernos sistemas de cría intensiva. Mediante un lenguaje y unas imágenes cuidadosamente elaborados, pretende convencer a los consumidores de que trasladar los cerdos de los campos embarrados a instalaciones de hormigón es una señal de progreso e innovación.
La industria hace hincapié en la noción de limpieza, sugiriendo que al sacar a los cerdos de su entorno natural y colocarlos en recintos de hormigón “limpios”, están protegiendo a los animales del “asqueroso y sucio barro” y de las “enfermedades que acechan en él”. Esta narrativa es especialmente evidente en los materiales educativos dirigidos a los niños, como los libros para colorear, que presentan a los cerdos en entornos supuestamente estériles y controlados como un avance positivo en la cría de animales.
Sin embargo, esta representación del progreso es una fachada engañosa que oculta las verdaderas implicaciones de estas prácticas de crianza modernas. En realidad, al confinar a los cerdos en instalaciones de hormigón, la industria está privando a estos animales inteligentes y sensibles de sus instintos y comportamientos naturales. Los cerdos son criaturas con instintos que incluyen escarbar, cavar agujeros y hacer nidos.
En su hábitat natural, los cerdos realizan una amplia gama de actividades esenciales para su bienestar físico y mental. Escarbar, por ejemplo, es un comportamiento profundamente arraigado que les permite explorar su entorno, buscar comida y expresar su curiosidad natural. Del mismo modo, la capacidad de cavar agujeros y hacer nidos es un aspecto crucial del comportamiento porcino, sobre todo para las cerdas que se preparan para parir. Estas actividades instintivas no sólo proporcionan a estos animales una sensación de bienestar y seguridad, sino que también desempeñan un papel vital en sus interacciones sociales y estructuras jerárquicas.
Al confinar a los cerdos en recintos de hormigón, la industria elimina estos elementos esenciales de su existencia natural. El entorno artificial de los sistemas de cría modernos niega a los cerdos la oportunidad de experimentar los comportamientos que definen a su especie. Esta privación les provoca estrés, frustración y angustia psicológica, ya que los animales no pueden expresar sus instintos naturales ni satisfacer sus necesidades inherentes.
La afirmación de la industria de que sacar a los cerdos de los campos fangosos reduce su exposición a enfermedades es una simplificación engañosa. Si bien es cierto que ciertas enfermedades pueden ser más frecuentes en entornos al aire libre, el confinamiento de alta densidad de cerdos en granjas industriales crea su propio conjunto de riesgos para la salud. La proximidad de los animales en estos sistemas facilita la rápida propagación de las infecciones, haciendo necesario el uso generalizado de antibióticos para controlar los brotes de enfermedades. Esta dependencia de los antibióticos tiene importantes consecuencias para la salud pública, ya que contribuye al aumento de bacterias resistentes a los antibióticos.
Además, las condiciones de hacinamiento en las granjas industriales no solo afectan el bienestar de los animales, sino que también pueden convertirse en un caldo de cultivo para enfermedades potencialmente pandémicas. Un ejemplo notable es el brote de influenza H1N1 en 2009, también conocido como “gripe porcina”. Se cree que este virus surgió de las granjas industriales de cerdos en México, donde las condiciones insalubres y el hacinamiento permitieron que el virus se propagara rápidamente entre los animales antes de saltar a los humanos.
Es irónico que durante la pandemia de Covid-19 se nos obligara a los humanos mantener el distanciamiento social para prevenir la propagación del virus, mientras que en los criaderos de cerdos, bovinos y aves, los animales están confinados en espacios extremadamente reducidos. Estas condiciones de hacinamiento no solo causan un tremendo sufrimiento a los animales, sino que también crean un entorno propicio para la aparición y propagación de enfermedades, incluyendo las zoonóticas.
La ganadería industrial, con sus prácticas de confinamiento intensivo, uso excesivo de antibióticos y falta de medidas de bioseguridad adecuadas, supone una grave amenaza para la salud pública. Los patógenos que surgen en estas condiciones tienen el potencial de propagarse rápidamente entre los animales y, en algunos casos, de cruzar la barrera de las especies e infectar a los seres humanos.
Entonces, los intentos de la industria cárnica de presentar la retirada de los cerdos de su entorno natural como un desarrollo positivo son una estrategia de marketing calculada para calmar las preocupaciones de los consumidores y mantener la ilusión de progreso. Al centrarse en los supuestos aspectos de limpieza y prevención de enfermedades de las prácticas ganaderas modernas, desvían la atención del profundo impacto perjudicial que estos sistemas tienen en el bienestar animal.
Desenmascarando las mentiras sobre el cruel confinamiento de las cerdas en jaulas de gestación
El argumento presentado por la industria porcina para justificar el confinamiento de las cerdas en jaulas estrechas es un claro intento de ocultar una realidad cruel y poco ética bajo una fachada de preocupación por el bienestar animal. Afirmar que las decisiones sobre los métodos de estabulación se basan principalmente en “datos científicos sólidos” y en las “aportaciones de los expertos veterinarios” es una falacia, ya que numerosos estudios han demostrado los efectos negativos del confinamiento intensivo en la salud física y mental de los cerdos, especialmente en las cerdas confinadas por meses en jaulas de gestación.
En realidad, mantener a las cerdas en jaulas donde ni siquiera pueden moverse no tiene nada que ver con optimizar su salud, seguridad o comodidad. Estas prácticas están diseñadas para maximizar la eficiencia y los beneficios económicos a expensas del bienestar animal. Las cerdas son seres inteligentes y sensibles que requieren espacio adecuado para moverse, explorar y participar en comportamientos naturales. Confinarlas en espacios extremadamente reducidos les causa un tremendo estrés, frustración y sufrimiento, lo que puede llevar a problemas de salud física y trastornos del comportamiento, llegando incluso a enloquecer.
Además, afirmar que “lo más importante es el cuidado individual que se da a cada cerdo” es una burla cuando las cerdas están hacinadas en jaulas donde ni siquiera tienen espacio para darse la vuelta. En estas condiciones, las necesidades básicas de las cerdas, como el movimiento, la interacción social y la expresión de comportamientos naturales, se ven anuladas.
No es realista esperar que la industria cárnica admita sus prácticas y motivación verdadera, que es el lucro. Continuaremos, por lo tanto, escuchando sus falsedades sobre el bienestar animal.
En última instancia, el verdadero poder lo tiene el consumidor. Las personas tenemos la capacidad de discernir. Si vemos la foto de la cerda inmóvil en la jaula de gestación y la industria porcina nos dice “lo hacemos porque nos preocupa su felicidad”, entonces es fácil sacar nuestras propias conclusiones.
En el silencio conmovedor que precede al alba, los defensores de los animales se reúnen, unidos por un propósito común: las vigilias por los animales.
Estos encuentros, llenos de emoción y solidaridad, son mucho más que simples actos de protesta; son la expresión más sincera de la empatía humana, una oportunidad para reconocer y honrar las vidas de aquellos seres que, en breve, se convertirán en parte de un sistema que los invisibiliza. Las vigilias son un poderoso llamado a la acción, un momento para reflexionar sobre las verdades incómodas de nuestra sociedad y el valor intrínseco de cada vida que nos rodea.
Las vigilias por los animales son acontecimientos profundamente conmovedores que encarnan la compasión y la empatía inherentes al espíritu humano. Sirven como conmovedor recordatorio de las vidas individuales que a menudo no se ven ni se reconocen dentro del sistema alimentario. Estas vigilias no son meras reuniones; son una forma pacífica de protesta, un momento compartido de reconocimiento a los animales en su último viaje.
En el centro de cada vigilia está la confrontación con una dura realidad: el reconocimiento del sufrimiento y el encuentro cara a cara con seres que con demasiada frecuencia se consideran meras mercancías. Es un momento para dar testimonio de que cada animal, como nosotros, tiene el deseo de vivir y de evitar el dolor.
Al permanecer en vigilia, los activistas envían un poderoso mensaje de solidaridad, amor y esperanza. Es una oportunidad de ofrecer una caricia suave, una palabra amable o simplemente un momento de reconocimiento a estos animales. Estos actos, aunque pequeños frente a un sistema industrializado, forjan una profunda conexión entre humanos y animales, desafiando a otros a considerar la profundidad de lo que se pierde cuando los animales son reducidos a productos.
El impacto de las vigilias por los animales va más allá de los participantes; su objetivo es inspirar el cambio e iniciar una conversación sobre los derechos de los animales, la compasión y las implicaciones éticas de nuestras elecciones alimentarias. Cada vigilia puede ser un catalizador para la transformación, animando a los espectadores y a la sociedad en general a imaginar un mundo en el que todos los seres sean respetados y valorados, no por lo que pueden proporcionar, sino por lo que son.
En esencia, las vigilias por los animales son una llamada a despertar la conciencia de la humanidad, a impulsar un movimiento hacia un mundo más justo y misericordioso, un mundo en el que la empatía supere a la apatía, en el que la bondad sustituya a la crueldad y en el que se aprecie cada vida.
Filmaciones exponen condiciones deplorables y reiterativas en granja porcina del Reino Unido.
Una investigación encubierta ha revelado condiciones desgarradoras en la granja porcina Cross Farm en Holsworthy, Devon, Reino Unido, escribe el periódico británico The Guardian. Las imágenes y videos captados por Glass Wall Films revelaron cerdos que sufrían situación de abandono extremo, que incluía casos de canibalismo, heridas sangrantes y supurantes sin tratar y confinamiento en corrales inmundos. La granja, propiedad de WJ Watkins and Son, ha sido acusada de permitir un “sufrimiento inimaginable” en condiciones que contradicen claramente los estándares legales y de bienestar promulgados por el esquema de garantía Red Tractor, del que forma parte.
En una revelación angustiosa, las imágenes encubiertas mostraron cerdos en espacios estrechos y sucios, con algunos animales visiblemente desnutridos y otros con graves heridas sin tratar. La investigación, que se extendió a lo largo de cuatro noches no consecutivas, puso de manifiesto problemas sistémicos, lo que llevó a la organización animalista Advocates for Animals a denunciar la situación ante las autoridades competentes.
Según The Guardian, no es la primera vez que Cross Farm es objeto de investigación. Una visita realizada por Animal Equality en 2017 dio cuenta de un cuadro similar de abandono, con cerdos confinados en estructuras maltrechas, obligados a yacer en sus propios excrementos. Algunos animales fueron encontrados con grandes hernias en corrales con otros cerdos, mientras que las cerdas preñadas se mantenían en corrales de hormigón, sin comodidad alguna, lo que pone de manifiesto un patrón recurrente de desprecio por el bienestar animal.
Christopher Shoebridge, de Glass Wall Films, expresó su conmoción por la ausencia de las mejoras prometidas, describiendo el estado de la granja como inalterado, o incluso empeorado. La documentación del equipo sobre las condiciones de la granja ha planteado interrogantes críticas sobre el bienestar de miles de cerdos a lo largo de los años y la eficacia de la supervisión estatal o del propio gremio.
Además de los inquietantes hallazgos, el equipo documental informó que los cadáveres de cerdos, observados durante su primera visita, permanecían en los corrales días después, descompuestos y parcialmente comidos por otros cerdos. Las imágenes también mostraban corrales inundados de desechos y cerdos hacinados hasta el punto de la inmovilidad.
Las pruebas condenatorias van más allá de la simple negligencia y ponen en tela de juicio la reputación del Reino Unido en materia de altos estándares de bienestar animal. Las revelaciones coinciden con el estreno de “Pignorant”, un documental en Amazon Prime que cuestiona los supuestos estándares de bienestar en la industria porcina del Reino Unido y expone el controvertido uso del CO2 en el sacrificio de cerdos.
La National Pig Association reconoció que las imágenes mostraban prácticas “por debajo de los estándares”, aunque cuestionó la autenticidad de la grabación y defendió las prácticas estándar de la producción porcina. La asociación afirmó que Cross Farm ha cooperado con las investigaciones y ha cumplido con todos los estándares requeridos.
La gravedad de la denuncia lleva a recordar el caso de las granjas porcinas de Noruega, donde el abuso contra los cerdos es perpetrado a vista y paciencia de las autoridades. Ver artículos de referencia.
Qué pensamos en Sociedad Vegana
El canibalismo entre cerdos, como se observó en Cross Farm, es un comportamiento anormal, principalmente inducido por factores de estrés como el confinamiento en espacios reducidos, la exposición a ruidos súbitos y el manejo inadecuado por parte de los cuidadores. Además, en madres porcinas, matar a sus crías se asocia con condiciones de hacinamiento, la introducción repentina a jaulas de parto sin aclimatación previa, y fluctuaciones hormonales significativas, conductas que se alejan radicalmente de su comportamiento natural bajo condiciones ideales de bienestar. La persistencia de estas prácticas en granjas avaladas por Red Tractor cuestiona la eficacia de tales certificaciones en asegurar el bienestar animal.
El sistema de certificación Red Tractor, que promueve altos estándares en producción, incluyendo seguridad alimentaria, bienestar animal y protección ambiental, enfrenta críticas ante evidencias de maltrato animal, uso indebido de antibióticos y contribución a la contaminación ambiental en granjas certificadas. Esta situación exige una revisión crítica y una posible reevaluación de los métodos de inspección y cumplimiento, para garantizar que las prácticas certificadas reflejen genuinamente los estándares prometidos.
El caso de Cross Farm ilustra la necesidad de reforzar y, posiblemente, rediseñar los procesos de verificación para que la certificación sea un reflejo auténtico de las prácticas implementadas en el terreno.
La confianza en esquemas de certificación como Red Tractor reposa en su capacidad para aplicar y hacer cumplir sus estándares de manera efectiva.
La inacción no solo perpetúa el maltrato y la negligencia hacia los animales, sino que además erosiona la credibilidad y la finalidad de los programas de certificación, reduciéndolos a simples herramientas de mercadotecnia destinadas a tranquilizar a los consumidores, en vez de ser verdaderos estandartes de calidad y ética en la producción de alimentos. Esta situación desvirtúa el propósito original de las certificaciones, convirtiéndolas en promesas vacías en lugar de compromisos reales con prácticas sostenibles y humanitarias.
Ilustración: En un corral, los cerdos son incapaces de moverse debido al hacinamiento, con alrededor de 20 a 25 cerdos apiñados en un pequeño espacio. Fotografía: Advocates for Animals.
La incorporación de diversos alimentos vegetales en las dietas puede disminuir los síntomas de la apnea del sueño y mejorar la salud en general, según los investigadores.
Una reciente investigación ha puesto de manifiesto el importante efecto de una dieta basada en plantas en la reducción del riesgo de apnea del sueño, una afección caracterizada por la interrupción de la respiración al dormir. El estudio, realizado por el Dr. Yohannes Melaku, de la Universidad Flinders de Adelaida (Australia), y publicado en ERJ Open Research, revela que las personas que consumen una dieta rica en verduras, frutas, cereales integrales y frutos secos tienen un 19% menos de probabilidades de sufrir apnea del sueño que las que ingieren menos de estos alimentos.
La investigación también subraya la variación en la reducción del riesgo entre sexos, con los hombres experimentando un beneficio más pronunciado de una dieta basada en plantas para mitigar el riesgo de apnea del sueño. En la apnea del sueño, relacionada con diversos problemas de salud como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y la depresión, influyen factores como la obesidad, los hábitos de vida y atributos físicos como la circunferencia del cuello. Esta afección, que se calcula que afecta a 1.000 millones de personas en todo el mundo, suele requerir pérdida de peso y ajustes del estilo de vida para su tratamiento.
El estudio, que analizó los datos de 14.210 participantes en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de EE.UU., clasificó la ingesta alimentaria en alimentos vegetales sanos, alimentos vegetales menos sanos y alimentos de origen animal. Los hábitos alimentarios de los participantes se evaluaron junto con un cuestionario para valorar la probabilidad de padecer apnea del sueño.
El Dr. Melaku destacó el papel crucial de la calidad de la dieta en la gestión del riesgo de apnea del sueño, señalando los beneficios potenciales de los alimentos antiinflamatorios y ricos en antioxidantes para reducir factores como la inflamación y la obesidad, que contribuyen a esta afección. Los resultados abogan por intervenciones dietéticas personalizadas para atender las necesidades individuales de quienes padecen apnea obstructiva del sueño.
La profesora Sophia Schiza, de la Sociedad Respiratoria Europea, subrayó la importancia de incorporar a la dieta una gama variada de verduras, frutas y cereales integrales. Hizo un llamamiento para que las opciones dietéticas saludables estén al alcance de todos, subrayando los amplios beneficios para la salud de tales hábitos nutricionales.
El nauseabundo olor detectado en Ciudad del Cabo procedente de un buque brasileño de ganado ha suscitado importantes dudas sobre las prácticas de transporte de animales vivos.
Los habitantes de Ciudad del Cabo experimentaron durante el fin de semana un olor penetrante y desagradable, descrito como “amoníaco puro” que acabó siendo atribuido a un buque de exportación de ganado vivo atracado en el puerto. Este buque, que transporta 19.000 reses de Brasil a Irak, dio lugar a una amplia investigación por parte de las autoridades locales. Los esfuerzos iniciales apuntaron a posibles fugas del sistema de alcantarillado, lo que llevó a la activación de un dispositivo de salud medioambiental. Finalmente, las investigaciones señalaron al barco Al Kuwait como fuente del olor.
Las organizaciones de defensa de los animales han destacado este incidente como un claro indicio de las extremas condiciones que soportan los animales en este tipo de viajes. El Consejo Nacional de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (SPCA) de Cabo de Buena Esperanza, ha expresado su vehemente oposición al transporte marítimo de animales vivos. Por ello, envió un consultor veterinario para evaluar el bienestar del ganado a bordo del Al Kuwait, buque ganadero de bandera kuwaití. Las conclusiones de la SPCA revelaron importantes problemas de bienestar, como la acumulación de heces y amoníaco, que contribuyen a crear un entorno muy angustioso para los animales. “Este olor es indicativo de las terribles condiciones que soportan los animales, que ya han pasado dos semanas y media a bordo, con acumulación de heces y amoníaco. El hedor a bordo es inimaginable, pero los animales se enfrentan a ello todos los días”, declaró la NSPCA en un comunicado. Las impactantes fotografías que ilustran esta nota ponen de relieve la situación en el barco.
La angustiosa situación de Ciudad del Cabo no es un incidente aislado. Recientemente, un buque que transportaba más de 16.000 cabezas de ganado vacuno y ovino a Oriente Medio estuvo varado en el mar durante casi un mes. El gobierno australiano denegó posteriormente una solicitud de reexportación de los animales por una ruta alternativa, alegando preocupación por su salud y bienestar.
Este incidente nos trae a la memoria la terrible experiencia de los terneros a bordo del Elbeik, que cubrimos extensamente hace tres años (ver artículos de referencia). Fue una saga que pone de manifiesto la profunda inhumanidad inherente al comercio de exportación de animales vivos. El viaje del Elbeik, que terminó en Cartagena, España, reveló una cruda realidad: muchos animales no sobrevivieron al viaje, y los que lo hicieron soportaron un sufrimiento inimaginable, solo para ser sacrificados y sus cuerpos incinerados.
El caso del Elbeik, en el que los terneros fueron hacinados en condiciones de suciedad y hacinamiento, sufriendo deshidratación, desnutrición y enfermedades, ofrece una imagen vívida de una industria que opera a expensas de seres sensibles. La gestión inepta, insensible e ignorante de la situación por parte de las autoridades españolas, agravada por sus intentos de ofuscar y desviar responsabilidades, pone aún más de relieve los fallos sistémicos que permiten que se produzcan tales atrocidades.
El comercio de animales vivos, ejemplificado por los viajes del Al Kuwait de Brasil a Irak y el trágico viaje del Elbeik, de España a Turquía, constituyen un crudo testimonio de la inhumanidad inherente a tales prácticas. Estos incidentes no sólo revelan el tormento físico y emocional infligido a estos animales, sino que también reflejan un fracaso ético generalizado a la hora de reconocer y proteger su bienestar. Es imperativo que la comunidad internacional, incluidos los organismos reguladores y los gobiernos, tomen medidas decisivas para poner fin al transporte a larga distancia de animales vivos. Debemos avanzar hacia un mundo en el que ya no se tolere semejante crueldad.
Es tentador desentrañar la lógica de quienes se comparan con depredadores salvajes para justificar sus elecciones dietéticas.
Luego de sonreír al ver una caricatura que se burlaba de la analogía entre el consumo humano de carne y los instintos naturales de un león, tuve una reflexión. El dibujo, que mostraba a un hombre declarando su naturaleza carnívora, comparándose con un león, mientras tomaba un café con leche -un comportamiento poco característico del león con el que se compara-, me hizo reflexionar sobre las falacias que a veces utilizamos para justificar nuestras preferencias alimentarias.
Con el satírico dibujo como base, consideré los argumentos subyacentes que a menudo no se cuestionan en nuestro discurso sobre el consumo de carne. La comparación de nuestros hábitos alimentarios con los de un león es un paralelismo tentador, porque implica arroparnos con “la intención de la naturaleza”. Sin embargo, esta lógica es fundamentalmente errónea.
Ilustración: vegansidekick.com
La naturaleza no se rige por los mismos marcos morales y éticos que guían a las sociedades humanas. Un león caza por necesidad, obligado por los instintos que rigen su supervivencia. No sopesa las implicaciones éticas de su dieta, simplemente come para vivir. En cambio, los humanos tenemos la capacidad única de reflexionar sobre nuestros actos y sus repercusiones. No nos regimos únicamente por la supervivencia, sino por la conciencia, la cultura y la elección.
La falsa equivalencia que se establece entre nosotros y los depredadores salvajes pasa por alto esta divergencia crítica. Nuestras elecciones alimentarias no se limitan al imperativo de la supervivencia. Tenemos el privilegio de acceder a una plétora de fuentes nutricionales, y este privilegio conlleva la responsabilidad de tomar decisiones informadas y éticas. La carne que consumimos se obtiene a menudo por medios muy distintos de la imagen de un depredador cazando en la naturaleza: está envuelta en las complejidades de la industrialización, el impacto ambiental y el bienestar animal.
Además, si tenemos en cuenta nuestra salud, la necesidad de carne en nuestra dieta no está tan clara como algunos argumentos nos quieren hacer creer. La ciencia de la nutrición ha demostrado que una dieta vegetal bien planificada puede contribuir a un estilo de vida sano y ofrecer todos los nutrientes necesarios a la mayoría de las personas.
Al reflexionar sobre la caricatura, me di cuenta de que no sólo se burlaba de un argumento superficial, sino que nos invitaba a profundizar en las consideraciones éticas que a menudo pasamos por alto. ¿Por qué nos aferramos a la analogía del depredador cuando estamos tan lejos de la vida de un león? ¿La imagen de la naturaleza en estado puro justifica las complejidades de las opciones dietéticas modernas?
El argumento incluso puede ser extendido a otras actividades naturales para los leones, como matar a las crías de las hembras para así poder aparearse con ellas. Pero claro, nadie cuerdo usaría esa realidad para justificar su propio comportamiento.
Caricaturas como la comentada sirven de catalizador para la introspección y el cuestionamiento de las narrativas convenientes, pero falsas, que tanto nos gusta construir. Me recordó que nuestras elecciones en la mesa van más allá de los instintos primarios de supervivencia. Son un reflejo de nuestros valores, nuestra comprensión de la nutrición y nuestro compromiso con el mundo que habitamos; en definitiva, de nuestra capacidad de sentir compasión por seres inocentes, y de ser consecuentes con tal compasión. Al final, no se trata de lo mucho que nos parezcamos al león, sino de alinear nuestras acciones con nuestro discurso ético.
En la dieta del león siempre hay una víctima: la presa. En la nutrición humana no tiene por qué ser así.
Al revocar la prohibición de las corridas de toros, Ciudad de México hace caso omiso de la creciente concienciación mundial sobre la sensibilidad animal y respalda una tradición arraigada en el sufrimiento y la explotación de los animales.
La reciente decisión de la Suprema Corte de Justicia de revocar la prohibición de las corridas de toros en Ciudad de México ha suscitado reacciones encontradas, marcando un momento significativo en el actual debate sobre los derechos de los animales y las tradiciones culturales. La capital, conocida por su gran plaza de toros, va a reanudar la denominada “fiesta brava”, una decisión que ha reavivado la preocupación entre los defensores de los derechos de los animales y ha complacido a los aficionados a este espectáculo.
La prohibición inicial, aplicada en junio de 2022 a raíz de una denuncia de la organización Justicia Justa, se basaba en la preocupación por la violencia y la crueldad contra los animales. Esta organización, que forma parte de un extenso movimiento mundial contra las corridas de toros, argumentó que estos eventos exponían a los residentes a un ambiente malsano. A pesar de la prohibición, las corridas de toros siguen siendo frecuentes en la mayor parte de México, aunque están prohibidas en varios estados y ciudades debido a acciones judiciales.
Jorge Gaviño, diputado del Congreso de la Ciudad de México y promotor de la lucha contra la tauromaquia, considera la decisión del tribunal un revés para los derechos de los animales. Sin embargo, se muestra optimista respecto al futuro, ya que observa un descenso de la popularidad de este deporte a medida que aumenta la concienciación pública sobre el sufrimiento de los animales. Gaviño, junto con otros grupos, tiene previsto presentar nuevos llamamientos para detener las corridas de toros.
Según Humane Society International, en las corridas de toros mueren anualmente unos 180.000 toros, y muchos más resultan heridos en actividades relacionadas. La organización destaca el prolongado sufrimiento que padecen los toros en estos eventos.
La sentencia del Tribunal Supremo, dictada por unanimidad, declaró que el demandante no había demostrado el “daño inminente e irreparable” causado por las corridas de toros. La sentencia también subraya que prohibir este deporte vulneraría los derechos de las personas implicadas en el sector.
Qué pensamos en la Sociedad Vegana
La tauromaquia es una práctica tradicional muy criticada por su crueldad y su falta de respeto al bienestar animal. El quid de la polémica radica en el trato que reciben los toros, que no sólo son sometidos a un inmenso dolor físico, sino también a estrés psicológico durante los eventos. En las corridas, los toros son provocados y atormentados, lo que conduce a una muerte lenta y agonizante que se ofrece como espectáculo. Esta forma de entretenimiento, arraigada en una época anterior a la comprensión moderna de la sensibilidad animal, ignora flagrantemente el sufrimiento infligido a estos animales. El dolor y la angustia experimentados por los toros no son meramente incidentales, sino que forman parte integral del espectáculo, que glorifica la dominación y eventual ejecución de un ser sintiente por diversión.
La decisión del Tribunal Supremo de México de anular la prohibición de las corridas de toros representa un retroceso significativo en el movimiento mundial hacia el reconocimiento y el respeto de los derechos de los animales. Esta sentencia contrasta con la creciente concienciación y reconocimiento de la sensibilidad animal y la obligación ética de evitar el sufrimiento innecesario. La continuación de las corridas de toros no sólo perpetúa el trato inhumano de los animales, sino que también socava los esfuerzos para promover la compasión y el respeto por todos los seres vivos. Es un paso atrás en un mundo cada vez más comprometido con el bienestar animal, que pone en entredicho los avances progresivos logrados en otras regiones donde tales prácticas han sido justamente condenadas y abandonadas.
2024 podría propiciar avances prometedores en el ámbito de los derechos de los animales y la tecnología alimentaria. Estos avances no son meros pasos, sino saltos cualitativos hacia un futuro en el que el trato ético de los animales esté profundamente arraigado en nuestra sociedad.
A medida que se acerca 2024, crece la esperanza de que el nuevo año marque un avance significativo en el bienestar animal. Avances recientes, como los mencionados en este artículo, indican un cambio positivo hacia un trato más ético de los animales. No se trata sólo de cambios graduales, sino de transformaciones que reflejan una mayor concienciación sobre los derechos y el bienestar de los animales.
La llegada de la carne sin sacrificio animal
Winston Churchill, conocido entre otras cosas por sus ideas visionarias, hizo una predicción clarividente sobre el futuro de la producción de alimentos en su ensayo de 1931 titulado “Dentro de cincuenta años”, donde especulaba sobre los avances tecnológicos y su posible impacto en la sociedad. Una de sus predicciones se refería al cultivo de la carne: “Nos libraremos del absurdo de cultivar un pollo entero para comernos la pechuga o el ala, cultivando estas partes por separado en un medio adecuado”.
Con ello, Churchill previó la posibilidad de cultivar tejidos animales en un entorno de laboratorio, prediciendo esencialmente el concepto moderno de carne cultivada en laboratorio. Esta idea, concebida hace décadas, anticipó un cambio significativo en la producción de alimentos, alejándose de la ganadería tradicional y adoptando métodos más sostenibles y éticos de producción de carne.
Casi un siglo después de la previsión de Winston Churchill sobre el cultivo de carne, empresas como Upside Foods y GOOD Meat están haciendo realidad esta visión. La aprobación de los productos de pollo cultivado con células por el Departamento de Agricultura de EE.UU. supone un paso revolucionario en la búsqueda de alternativas sostenibles y éticas a la carne convencional. Estos avances en la agricultura celular podrían transformar nuestra forma de concebir la producción de carne, ofreciendo la esperanza de un futuro libre de la crueldad de la ganadería industrial.
Cambios globales en la política alimentaria
La creciente inversión de los gobiernos de todo el mundo en iniciativas alimentarias basadas en plantas es un prometedor indicador del cambio de actitud hacia la producción sostenible de alimentos. La importante inversión de Dinamarca en el desarrollo de la alimentación vegetal, junto con iniciativas similares en Corea del Sur, Alemania, Canadá y la región española de Cataluña, refleja un creciente reconocimiento de la necesidad de transformar nuestros sistemas alimentarios. Este cambio no sólo es crucial para el bienestar de los animales, sino también vital para hacer frente a los desafíos climáticos globales.
Proposición 12: un hito legislativo
En 2019, los estadounidenses de California dieron un paso decisivo al aprobar la Proposición 12, que obliga a que los huevos, la carne de cerdo y de ternera que se vendan en el estado procedan de animales criados en condiciones más humanas, esencialmente libres de jaulas. Fue una victoria notable para el bienestar de los animales de granja, que afectó a una parte sustancial del suministro de carne y huevos de Estados Unidos. La reciente decisión del Tribunal Supremo de respaldar esta ley en una ajustada votación de 5 a 4 significa una protección histórica para millones de animales, garantizando su libertad de los confines de las jaulas hacinadas.
Reflexión personal
Después de más de una década como vegano, la idea de consumir cualquier forma de proteína animal, incluida la carne cultivada en laboratorios, me resulta completamente ajena. Mi preferencia por las opciones basadas en plantas ha ido creciendo con los años. Aún disfruto con platos como las hamburguesas, las pizzas e incluso las salchichas. Pero darse este gusto no busca reproducir el sabor y la sensación de la carne. Lo que me atrae es el formato. Hay algo intrínsecamente agradable en la experiencia de comer una hamburguesa, la combinación de texturas y sabores en un alimento que se puede sostener con la mano. Lo mismo ocurre con la pizza o los hot dogs: no se trata de imitar a la carne, sino de disfrutar de su familiar formato. Lo mismo, pero veganizado. Para mí, las alternativas vegetales proporcionan toda la satisfacción sin concesiones éticas. Aquí es donde la carne cultivada en laboratorio entra en juego para la mayoría. Representa una solución perfecta para quienes disfrutan del sabor de la carne pero son cada vez más conscientes de sus implicaciones no solo éticas, sino también medioambientales. Consumir carne cultivada en laboratorio eliminará una dimensión fundamental del consumo tradicional de carne: que hay una víctima implicada, el animal. Para quienes la comen, es solo un momento de placer sensorial; para el animal, es toda su vida. Esta nueva tecnología permite a los amantes de la carne disfrutar de sus sabores y texturas preferidos, al tiempo que se adhieren a un estilo de vida más compasivo y sostenible.
En este contexto, también es propio reconocer el potencial de las proteínas animales cultivadas en laboratoriocomo solución para la alimentación de mascotas. Así, esta innovación ofrecerá una solución práctica al dilema ético al que se enfrentan los veganos que tienen mascotas como perros y gatos, que obviamente necesitan proteínas animales. Indudablemente, al comienzo estas carnes cultivadas serán costosas y, por lo mismo, prohibitivas como alimento para perros y gatos, pero en la medida que se masifique la producción, ocurrirá lo mismo que con todas las innovaciones tecnológicas: su precio será asequible.
También hay retrocesos, jurídicos y políticos, como lo que vimos este año en mi país, Chile, donde el gobierno decidió arropar a la industria láctea, menoscabando de paso la innovación en tecnología alimentaria. Sin embargo, los avances globales de los últimos años, especialmente lo que vemos venir para 2024, denotan sólo el principio. Estamos en el camino hacia un futuro más ético y sostenible, y cada paso que damos, ya sea a través de acciones legales, innovación tecnológica o elecciones personales, nos acerca más a ese objetivo. Sigamos avanzando, explorando nuevas posibilidades y creando un mundo más justo para todos los seres.
A propósito de lo anterior, y como es habitual por estas fechas, les invito a considerar su participación en Veganuary, un movimiento mundial que anima a las personas a probar el veganismo durante el mes de enero y, en lo posible, en adelante. Esta iniciativa busca promover y educar sobre esta perspectiva y estilo de vida, haciendo hincapié en sus beneficios para la salud, los animales y el medio ambiente. Veganuary es algo más que un reto de un mes; es una oportunidad para explorar un estilo de vida compasivo y sostenible, y tal vez, encontrar un nuev estilo de vida que resuene con los valores compasivos y éticos de la mayoría.
“La innovadora aplicación de inteligencia artificial de IBM podría marcar el fin de las pruebas de medicamentos en animales y transformar las normas éticas de investigación”, escribe Sophie Kevany, de Sentient Media, citada por Diario TI. Al respecto, se informa que investigadores de IBM están colaborando en el desarrollo de un modelo de inteligencia artificial (IA) que se presenta como una alternativa a los ensayos con animales. Este modelo busca eliminar la necesidad de utilizar animales en pruebas de laboratorio, que frecuentemente implican sufrimiento y efectos adversos graves.
Históricamente, las pruebas de toxicidad en animales han sido criticadas por sus deficiencias éticas y la falta de medidas de alivio para los animales. En contraste, el modelo de IA desarrollado por equipos de EE.UU. y la India promete pruebas de toxicidad más precisas, aprendiendo de datos moleculares de miles de moléculas y eliminando la necesidad de experimentación continua en animales. “Según Sophie Kevany, este enfoque representa un cambio significativo en la evaluación de la seguridad de los medicamentos”.
Este modelo de IA se distingue por su metodología única, que utiliza el concepto de “positivos pertinentes” y “negativos pertinentes” para determinar con precisión la toxicidad. Shiranee Pereira, una de las desarrolladoras del proyecto, destaca que esta innovación podría eliminar la necesidad de datos derivados de animales en el futuro. Además, Kevany señala que, aunque los organismos reguladores aún recurren a los ensayos con animales, las tecnologías digitales han demostrado ser superiores en reproducibilidad y precisión.
La transición hacia métodos de ensayo sin animales también implica un cambio normativo, como señala Procter & Gamble, que aboga por una reevaluación de la legislación sobre seguridad química y registro. Larry Carbone, veterinario, reconoce el potencial del nuevo modelo pero señala que la aceptación reglamentaria aún puede depender de ciertos datos de ensayos con animales.
En conclusión, el desarrollo del modelo de IA por IBM representa un avance significativo hacia métodos de ensayo más humanos y precisos, aunque su adopción total aún enfrenta desafíos normativos y de confianza en la tecnología, escribe Sophie Kevany, citada por Diario TI.
Qué pensamos en Sociedad Vegana
La IA está emergiendo como una fuerza poderosa que podría significar el principio del fin para la crueldad contra los animales en los laboratorios. Esta transformación se apoya en varios factores clave.
Primero, la precisión y eficacia de los modelos de IA en la predicción de la toxicidad y la eficacia de los medicamentos están avanzando rápidamente. El ejemplo más reciente es la tecnología de IBM, donde el modelo de IA utiliza datos históricos de miles de moléculas para predecir la toxicidad en humanos, lo que demuestra ser más preciso que los métodos tradicionales basados en animales. Esta precisión no solo mejora la calidad de la investigación sino que también reduce la necesidad de experimentación animal.
Segundo, la adopción de tecnologías como órganos en un chip y modelos de tejidos humanos en 3D proporciona alternativas viables a la experimentación animal. Estas tecnologías replican la fisiología humana de manera más precisa que los modelos animales, lo que las hace ideales para pruebas toxicológicas y de eficacia.
Tercero, hay un cambio creciente en la actitud pública y regulatoria hacia la experimentación animal. Un estudio de 2018 realizado por la organización Cruelty Free International reveló que el 74% de los ciudadanos de la Unión Europea se oponen a los experimentos en animales. Este cambio en la opinión pública está presionando a las empresas farmacéuticas y a los reguladores para que busquen alternativas éticas.
Finalmente, los organismos reguladores están comenzando a aceptar datos de IA en sus procesos de aprobación. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) han mostrado interés en integrar enfoques basados en IA para la evaluación de medicamentos, lo que podría reducir significativamente la dependencia de la experimentación animal en el futuro.
La IA tiene el potencial no solo de mejorar la precisión y eficacia en el desarrollo de medicamentos sino también de poner fin a la crueldad contra los animales en los laboratorios. Aunque todavía estamos en las etapas iniciales de esta transición, los avances tecnológicos y el cambio en la percepción pública y regulatoria indican un futuro prometedor en el que la IA reemplace en gran medida la necesidad de experimentación animal.
Por cierto, la imagen con que ilustramos este artículo fue generada por IA (Dall-e).
El episodio comienza de manera ligera con el “Jueves de espaguetis” de la familia Smith, pero rápidamente se adentra en un terreno más sombrío cuando Morty descubre la agobiante verdad que se esconde tras los famosos espaguetis de Rick. Este descubrimiento les lleva a un planeta donde la gente se transforma en espaguetis a la boloñesa al suicidarse. Lo absurdo del planteamiento se utiliza para ahondar en la ética de la industria cárnica, planteando interrogantes sobre la moralidad del consumo de productos animales. El episodio desafía brillantemente a los espectadores a enfrentarse a la dura realidad del consumo de carne a través de una óptica de ciencia ficción. Presenta una poderosa narrativa que yuxtapone el fugaz placer gustativo de la carne frente al sufrimiento de por vida de los animales.
La temática gravita en torno a una analogía de la vida y la muerte de los seres vivos -humanos o extraterrestres- utilizados como alimento, conminando a los espectadores a considerar la existencia de cada ser viviente desde su nacimiento hasta su sacrificio. Por extensión, nos invita a imaginar la vida de un animal como un individuo con su propia historia: empezando como una cría recién nacida, que crece enfrentándose a una existencia agobiante y confinada en granjas cárnicas abarrotadas y, finalmente, sufriendo un final traumático en un matadero. Esta perspectiva nos presenta la realidad, a menudo ignorada, de cómo nuestras elecciones alimentarias repercuten en la vida de seres sintientes.
El episodio plantea dos opciones en respuesta a este dilema ético. La primera es tener presente el ciclo vital de los animales que comemos, desde sus inocentes comienzos hasta su sombrío destino.
La segunda opción es la ignorancia deliberada, en la que uno puede elegir ignorar cómo se producen los alimentos de origen animal y disfrutarlos sin conflicto ni cuestionamiento moral. Esta dicotomía ilustra crudamente la lucha entre la conciencia ética y la conveniencia de permanecer ajenos a cómo llegan algunos alimentos a nuestras mesas.
“That’s Amorte” también lleva su crítica a las estructuras sociales que facilitan y se benefician de esta desconexión ética. Satiriza el papel del capitalismo y la codicia corporativa en la perpetuación de prácticas poco éticas en la industria alimentaria. El episodio utiliza hábilmente su ambientación de ciencia ficción para reflejar cuestiones del mundo real, destacando cómo el lucro a menudo eclipsa las consideraciones morales en nuestras elecciones alimentarias.
Qué pensamos en Sociedad Vegana
El episodio “That’s Amorte” de Rick y Morty presenta una importante oportunidad para la tercera alternativa que abre el dilema ético planteado por Rick y Morty: adoptar un estilo de vida vegano. Esta elección representa un enfoque proactivo para resolver el conflicto moral y la disonancia cognitiva asociados al consumo de productos animales.
La disonancia cognitiva, en este contexto, se refiere al malestar psicológico que se experimenta cuando las acciones de uno no están en armonía con nuestras convicciones éticas. Por ejemplo, muchos están conscientes del sufrimiento infligido a los animales para la producción de carne, pero aún así siguen consumiendo productos animales. Esta incoherencia entre comprender la crueldad subyacente y participar en ella comiendo carne crea un estado de conflicto interno. Otro dilema paralelo a la disonancia cognitiva es el especismo, que también hemos abordado en estas páginas.
La alternativa vegana que proponemos elimina la disonancia cognitiva al alinear las elecciones dietéticas de cada uno con el compromiso de reducir el sufrimiento animal. Al elegir el veganismo, los individuos deciden activamente no contribuir al ciclo de dolor y explotación que soportan los animales en el sistema de producción de alimentos. Esta elección subraya una postura ética cabal, que prioriza la compasión y el respeto por todos los seres sensibles por encima de los placeres sensoriales fugaces.
Poner de relieve la naturaleza innecesaria del consumo de productos animales es fundamental en este debate. En la sociedad contemporánea, con su amplia gama de alimentos vegetales nutritivos y satisfactorios, el consumo de productos animales es más una cuestión de gusto y hábito que una necesidad nutricional. El placer momentáneo que se experimenta al comer carne palidece en comparación con la vida de sufrimiento que soporta el animal.
Hacerse vegano, por tanto, no es sólo una cuestión de preferencia dietética personal, sino una poderosa declaración contra la explotación innecesaria de los animales. Representa una decisión consciente de romper con las prácticas que causan sufrimiento innecesario a seres sensibles e inocentes, reconociendo que cada animal, como cada ser humano, tiene su propia historia vital única y merece vivirla plenamente.
The Guardian ha informado sobre los planes de la industria de la carne para presentar una narrativa pro-cárnica en la próxima conferencia climática COP28. Enfrentada a las críticas por sus importantes emisiones de gases de efecto invernadero, la industria pretende presentar la carne como un “alimento sostenible”. Esta iniciativa está siendo liderada por grandes empresas como JBS y grupos influyentes como la Global Dairy Platform y el North American Meat Institute.
Los documentos de la Alianza Mundial de la Carne (GMA), filtrados a The Guardian, revelan un esfuerzo concertado para promover la perspectiva de la industria respecto al impacto medioambiental. Estos documentos sugieren que la industria está tratando de desafiar las opiniones predominantes sobre el daño medioambiental causado por la producción de carne y lácteos, en particular haciendo hincapié en lo que denomina “el papel de la carne en el mantenimiento de suelos sanos a través de la agricultura regenerativa”, a pesar del escepticismo científico sobre su eficacia a largo plazo en el almacenamiento de carbono.
Esto significa que la industria cárnica se está preparando estratégicamente para contrarrestar la narrativa de que reducir el consumo de carne es esencial para los objetivos del cambio climático. Planean utilizar su presencia en la COP28 para influir en los debates y en los responsables políticos, aprovechando las oportunidades de patrocinio que ofrece la conferencia y desplegando mensajes clave. Este enfoque incluye presentar las dietas basadas en plantas como extremas y presionar para que se incluya la carne en los debates sobre seguridad alimentaria y nutrición.
Existe una discrepancia significativa entre los niveles de consumo de carne en las distintas regiones, con los europeos y los norteamericanos consumiendo mucho más que la media mundial. La argumentación de la industria también pasa por alto el hecho de que las cuestiones relacionadas con el hambre y la malnutrición suelen estar motivadas por problemas de acceso a los alimentos y de distribución, más que de producción.
Además, la influencia de la industria se extiende a la política gubernamental, con grandes cantidades de dinero público que apoyan a los ganaderos de carne y productos lácteos frente a las fuentes alternativas de proteínas. Esta cómoda relación entre los gobiernos y la industria suscita dudas sobre la eficacia de las intervenciones del lado de la demanda para reducir el consumo de carne.
Los esfuerzos de la GMA forman parte de una tendencia más amplia en la que las grandes partes interesadas a menudo eclipsan las voces de los pequeños agricultores y ganaderos en los debates sobre el clima. A pesar de realizar una importante contribución a la producción mundial de alimentos, estos grupos reciben una mínima parte de la financiación climática y de la representación en los foros mundiales.
Una desgarradora noticia de la industria porcina de Noruega saca a la luz, una vez más, fallos sistémicos y niveles escandalosos de crueldad animal en el país nórdico.
Un nuevo caso de crueldad animal reportado el 30 de octubre por la radiotelevisión noruega NRK revela cómo un granjero de Trøndelag, en el norte de Noruega, dejó sufrir y morir en el abandono a unos 1.500 cerdos desde noviembre de 2021, poniendo nuevamente de relieve la ineptitud de la autoridad supervisora, la inacción política y la insuficiencia judicial (ver artículos relacionados).
El 9 de enero de 2023, la policía local y Mattilsynet -la Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria- encontraron inicialmente lo que creían eran 200 cerdos muertos en una granja. Investigaciones posteriores demostraron que la situación era mucho más grave: aproximadamente 1.500 cerdos habían muerto debido a falta de alimentación y agua, y 76 cerdos supervivientes tuvieron que ser eutanasiados debido a graves problemas de bienestar. El granjero, que admite parcialmente su culpabilidad, atribuye su negligencia a dificultades personales y financieras, como problemas de salud y deudas crecientes. Las condiciones de la granja degeneraron hasta el punto de que los cerdos empezaron a comerse unos a otros por inanición. Otros perecieron ahogados en sus propios excrementos.
Este último caso representa un nivel de sufrimiento inimaginable, agravado por la decisión del granjero de mantener ocultos estos horrores a su familia y vecinos. Aunque el caso sigue bajo escrutinio legal, sirve como sombrío recordatorio de lo que puede ocurrir cuando un granjero simplemente se desentiende de sus animales.
Ecos de incidentes pasados: El caso de Kåre Skogstad
Casos anteriores, como el de Kåre Skogstad, resuenan en esta tragedia. Skogstad dejó a 32 vacas de su propiedad en total abandono durante meses en 2021, haciéndoles incluso ahogarse en sus propios excrementos. Lo sorprendente no fue solo la mínima condena a siete meses de prisión, sino que el juez le permitió seguir criando vacas, únicamente imponiendo una limitación al número de animales que Skogstad podría tener bajo su responsabilidad. Casos como éste dejan al descubierto la falta de vigor del sistema judicial noruego a la hora de hacer cumplir las leyes de bienestar animal, o sancionar delitos consumados, una tendencia que persiste en la actualidad.
Escollos normativos y judiciales
Lo que une estas historias es el enfoque displicente de los organismos reguladores noruegos, especialmente la autoridad alimentaria Mattilsynet. Conocido por su ineptitud, el organismo público ha fracasado repetidamente a la hora de realizar inspecciones adecuadas, si es que las ha realizado, dejando espacio para que se desencadenen estas tragedias. Tras las revelaciones del periódico Dagbladet en 2021 sobre las condiciones deficientes en las granjas porcinas, se esperaba que Mattilsynet intensificara sus inspecciones y supervisión. Lamentablemente, no ha sido así. Entre las razones argumentadas en uno de los países más ricos del mundo figura la “falta de fondos”, para poner orden en el asunto.
Indiferencia política
Más allá de los fallos normativos y judiciales, el ámbito político noruego ha mostrado una alarmante indiferencia. Tal postura quedó encapsulada por Olaug Bollestad, quien siendo Ministra de Agricultura declaró tras un abrumador reportaje de NRK en 2019 que revelaba las deplorables condiciones de las granjas porcinas, estar “enfadada y decepcionada”. En 2021, después de que otro documental de la NRK titulado “Promesas Incumplidas” revelara un empeoramiento de la situación, manifestó estar “verdaderamente irritada”. En enero de 2023, de regreso en el Parlamento noruego como diputada, dijo estar “increíblemente decepcionada”.
Estos cambios de humor anuales de Bollestad no tuvieron impacto tangible alguno en la situación de las granjas porcinas en Noruega. La retórica repetitiva de la entonces Ministra no hizo más que subrayar la falta de voluntad política para introducir cambios. En lugar de instigar la reforma, el gobierno parece estar en un estado de decepción inerte, permitiendo que las tragedias persistan. El bienestar animal debería ser una cuestión no partidista, y sin embargo apenas araña la superficie en los debates legislativos. La lentitud de las reformas permite la perpetuación de estas tragedias.
Conclusión
Noruega está atrapada en un ciclo paralizante de fracaso normativo, indulgencia judicial y apatía política, cada uno de los cuales refuerza al otro, haciendo que el cambio sistémico sea cada vez más difícil de alcanzar. Como ponen de manifiesto los casos recientes, la consecuencia de esta disfunción no es meramente teórica; se cuenta en vidas animales de sufrimiento absoluto, generación tras generación, siendo evidente la total quiebra de las prácticas agrícolas éticas.
A nuestro juicio, es hora de que Noruega reevalúe y reconstruya su enfoque del bienestar animal, desde las sentencias judiciales hasta los controles reglamentarios y el compromiso político.
Los retrocesos en la política de la UE sobre la carne, y el congelamiento de iniciativas a favor de la alimentación basada en plantas, demuestran el poder de los grupos de presión de la industria.
The Guardian publica el 27 de octubre un extenso artículo relacionado con la denominada Dublin Declaration of Scientists on the Societal Role of Livestock (Declaración de los científicos de Dublín sobre el papel social de la ganadería), denunciando los numerosos vínculos que sus autores tienen con la industria cárnica. Esta declaración, que apoya la producción y el consumo de carne, se ha utilizado para captar a altos funcionarios de la UE e influir en la política en contra de las recomendaciones medioambientales y de salud pública para reducir el consumo de carne.
Según el reportaje investigativo de The Guardian, la declaración fue redactada principalmente por investigadores y organizaciones con vínculos financieros con los productores de carne. Uno de los autores calificó el veganismo de “trastorno alimentario” y ha dado charlas a un destacado grupo de negacionistas climáticos. La declaración se lanzó en una cumbre organizada y financiada por una agencia agrícola del gobierno irlandés conocida por trabajar en estrecha colaboración con la industria.
The Guardian revela que la declaración comparte contenidos con un documento de posición preparado para la ONU por grupos de marketing cárnico. La declaración menciona artículos científicos cuestionables publicados en una revista entre cuyos patrocinadores se encuentran asociaciones de la industria cárnica. Las “pruebas” citadas en el documento son criticadas por expertos independientes por ser selectivas, de mala calidad y por no reconocer los daños bien establecidos de los sistemas ganaderos actuales.
La declaración se asemeja a los conocidos manuales de propaganda de la industria bajo el disfraz de ciencia. Busca restar importancia al papel de la ganadería en el cambio climático, a la vez que propone resistirse a las iniciativas de salud pública y sostenibilidad orientadas a frenar el consumo y la producción de carne. Todo ello a pesar de las abrumadoras pruebas de que reducir el consumo de carne es esencial para alcanzar los objetivos climáticos y de sostenibilidad.
Según The Guardian, el lobby de la carne ya ha utilizado la declaración para influir en altos funcionarios de la UE, como el comisario de Agricultura, el polaco Janusz Wojciechowski. Se la presentaron directamente a él y a su equipo, quienes la calificaron como “la primera ciencia práctica que han visto”. Desde entonces, los reglamentos proyectados por la UE para promover las dietas basadas en plantas y poner fin a los fondos para la comercialización de la carne se han enfrentado a retrasos indefinidos o se han abandonado por completo.
En opinión de The Guardian, esto pone al descubierto el amplio poder de presión de la industria cárnica, que utiliza la ciencia poco fiable para sofocar el progreso en cuestiones medioambientales acuciantes. Destaca la necesidad de transparencia sobre cómo grupos como éste difunden información errónea para proteger sus intereses en contra del bien público.
The Guardian destaca que los expertos coinciden casi unánimemente en que los niveles actuales de consumo de carne son insostenibles. La continua oposición a reducir la ganadería daña la biodiversidad, impulsa la deforestación y hace casi imposible la estabilización del clima. También fomenta el consumo excesivo de productos relacionados con las enfermedades cardiacas, el cáncer y la resistencia a los antibióticos.
La declaración busca defender el mito de que un alto consumo de carne es necesario o incluso saludable, en contra de toda evidencia. Confunde intencionadamente la ciencia para proteger beneficios comerciales por encima de los límites de sostenibilidad planetaria.
Los expertos consultados por The Guardian sostienen que la política pública debe basarse en investigaciones independientes y revisadas por expertos, no en afirmaciones sesgadas de entidades con claros conflictos de intereses. La reducción de la carne beneficiará a la salud pública y a la sostenibilidad ecológica. Los científicos y los funcionarios públicos tienen la obligación de defender honestamente estos intereses, no de obstruir el progreso para apaciguar a las ricas corporaciones y sus grupos de presión.
Qué pensamos en Sociedad Vegana
El abrumador consenso de la ciencia rigurosa y basada en datos contradice directamente las afirmaciones de la declaración de Dublín. Numerosos estudios de alta calidad y rigor científico han demostrado de forma concluyente la masiva contribución de la ganadería al cambio climático, el deterioro del medio ambiente y los riesgos para la salud pública. Este cúmulo de investigaciones revisadas y validadas por expertos se contrapone frontalmente a los documentos selectivos y vinculados a la industria que se utilizan para reforzar las conclusiones sesgadas de la declaración. Cuando la ciencia realizada de forma independiente no se ajusta a sus intereses, la industria cárnica y los investigadores aliados recurren a propagar información errónea bajo la apariencia de autoridad académica. En realidad, la ciencia rigurosa no deja lugar a dudas de que los sistemas ganaderos actuales son insostenibles y que es imperativo reducir el consumo de carne.
Asimismo, el inmenso sufrimiento animal que provoca la ganadería industrial ofrece una razón adicional para poner freno a estas prácticas insostenibles. Los animales confinados de forma intensiva soportan unas condiciones de incomodidad y angustia extremas, todo ello para maximizar la eficiencia de la producción y el lucro. La declaración de Dublín ignora por completo esta dimensión ética, al referirse a los animales como simples productos. Cuando la verdadera ciencia no se alinea con sus intereses, la industria cárnica recurre a distorsionar los datos o a pagar a científicos para que oculten las verdades inconvenientes. La declaración parece ser sólo el último ejemplo de priorizar el crecimiento de la industria sobre el bienestar animal, la salud humana y el medio ambiente.
Según el reportaje de The Guardian, Ana Granados Chapatte, de Animal Task Force, declaró que involucrar a su organización en la declaración de Dublín contribuiría a que ésta “siguiera siendo una iniciativa científica… aunque Animal Task Force sea del sector privado”. Terminó esta afirmación añadiendo un emoji de una cara guiñando un ojo. El emoji da a entender que Granados no estaba siendo del todo franca y que admitía, en privado, los vínculos de su organización con la industria a pesar de restarles importancia públicamente. Sus palabras y el guiño dejan en evidencia que el interés real de Granados es servir al sector ganadero dándole un barniz de legitimidad académica.
Asimismo, The Guardian cita una entrada del blog de la Alianza Mundial de la Carne (GMA) donde su autor, quien no se identifica con su nombre, dice haber asistido a una reunión vía Zoom en la que se promocionaba la declaración de Dublín mientras consumía “un filete bastante grande”. Este alarde ante la cámara, y su posterior mención en el blog, no es solo un acto infantil, sino busca dejar en claro la actitud de GMA ante la crisis climática y el papel que el consumo de carne tiene en ella. Las maniobras de Ana Granados Chapatte y del bloguero anónimo de GMA dejan en evidencia que los verdaderos motivos de la declaración son el interés propio de la industria, y no la ciencia, la sostenibilidad del planeta o la salud humana.
El sabor agradable de los productos veganos y la sostenibilidad deberían ser el doble objetivo de las marcas alimentarias.
En el reciente Foro de Alimentación Sostenible 2023 celebrado en Londres, Reino Unido, expertos del sector se reunieron para debatir y elaborar estrategias sobre cómo transformar nuestro actual sistema alimentario en uno más equilibrado, seguro y sostenible. El evento sirvió de sólida plataforma para debatir la mejor manera de alinear la industria alimentaria con los objetivos de sostenibilidad.
Según Gemma Tadman, Directora de Comunicación Empresarial de ProVeg International, una galardonada organización de concienciación alimentaria comprometida con la sustitución de los alimentos de origen animal, el foro aportó una serie de ideas clave.
En primer lugar, la transición del sector energético hacia la sostenibilidad sirve de modelo para la industria alimentaria. Al igual que ocurre con la transición energética, cambiar el sistema alimentario debe ser un esfuerzo concertado en el que participen gobiernos, ONG y todas las demás partes interesadas. El Foro destacó que los consumidores están cada vez más preocupados por el impacto medioambiental de sus elecciones alimentarias y están dispuestos a apoyar un sistema alimentario más sostenible.
En segundo lugar, las reformas de las subvenciones son de vital importancia. Se criticó el actual desequilibrio en la financiación, que favorece a la agricultura animal frente a las alternativas sostenibles. La reorientación de las subvenciones podría tener un impacto significativo en el precio y la disponibilidad de las opciones basadas en plantas, fomentando así una transición más rápida hacia un sistema alimentario sostenible.
En tercer lugar, el sabor es un factor clave en las dietas sostenibles. Las decisiones de los consumidores no se basan únicamente en la huella medioambiental, sino también en el sabor del producto. Las marcas que se esfuercen por ofrecer tanto sabor como sostenibilidad estarán mejor posicionadas para triunfar en el mercado.
Por último, la industria basada en plantas está experimentando lo que puede llamarse una “evolución natural”. A pesar de los relatos sobre la ralentización de las ventas, los expertos del sector como Tadman creen que esta fase ayudará a eliminar las marcas que no cumplan las expectativas de los consumidores, dejando espacio para que las que sí lo hagan dominen el mercado.
Tadman también señaló que un futuro más sostenible requerirá la colaboración y la acción de los actores de la industria alimentaria. Esto resuena bien con la misión de ProVeg International de sustituir el 50% de los alimentos de origen animal por alternativas vegetales y cultivadas para 2040.
Kristján Loftsson, el anciano propietario de la tristemente célebre empresa islandesa de caza de ballenas Hvalur, sigue encabezando la despiadada masacre de los gentiles gigantes rorcuales comunes, a pesar de las protestas de científicos y ecologistas.
Envalentonada por las lagunas de la prohibición de la caza de ballenas, Islandia sigue desafiante, permitiendo la despiadada caza de rorcuales. Sin embargo, a medida que aumenta la oposición mundial, la economía podría finalmente conseguir lo que años de protestas no han conseguido: acabar con el reinado de terror de 50 años de Kristján Loftsson contra los rorcuales comunes en peligro de extinción frente a las costas de Islandia.
Un artículo firmado por Daniel Boffey para el periódico británico The Guardian, despachado desde la capital islandesa Reikiavik, dirige la atención hacia Kristján Loftsson, el último cazador de rorcuales comunes de Europa. El artículo ofrece una visión completa del complejo panorama que rodea la caza de ballenas en Islandia, a la vez que plantea cuestiones éticas acuciantes que no pueden pasarse por alto. A continuación, con base en el artículo de The Guardian presentamos nuestra propia perspectiva sobre las prácticas inhumanas que conlleva la caza de ballenas y la urgente necesidad de ponerle fin.
Durante más de medio siglo, Loftsson ha desafiado descaradamente no sólo los acuerdos internacionales sino también el sentimiento público y las medidas reguladoras nacionales. “Que me comparen con el capitán Ahab en Moby-Dick es un honor”, dice Loftsson, de 82 años de edad, en alusión al célebre ballenero de ficción de la novela de Herman Melville de 1851.
Islandia sigue siendo una notable excepción a la prohibición de la caza comercial de ballenas impuesta por la Comisión Ballenera Internacional, uniéndose a las filas de Japón y Noruega. A diferencia de Noruega, que caza rorcuales aliblancos -considerados poblaciones estables-, Islandia se centra en los rorcuales comunes. Esta última especie, actualmente catalogada en peligro de extinción por el WWF, ha sufrido debido a la implacable persecución de Loftsson. El controvertido cazador dirige Hvalur, la única empresa ballenera de Islandia, desde 1974, tras la muerte de su padre. Hvalur persigue insidiosamente al vulnerable rorcual común, el segundo animal más grande del mundo, que desde 2018 también figura en la Lista Roja de la UICN como especie en peligro de extinción.
La despiadada matanza de esta temporada terminó el 30 de septiembre con la muerte de 23 indefensos rorcuales comunes. La licencia actual de Hvalur, que les permite sacrificar brutalmente hasta 161 rorcuales comunes al año, expira en diciembre de este año. Mientras que la ministra de Pesca Svandis Svavarsdottir ha sugerido que ésta podría ser la última temporada ballenera de Islandia, el despiadado Loftsson sigue confiando en que estos atroces asaltos a la naturaleza continuarán.
Las flagrantes violaciones del bienestar de los rorcuales por parte de Hvalur han sido especialmente atroces esta temporada. En mayo, se informó de que las ballenas tardaban hasta dos agonizantes horas en morir tras ser bárbaramente arponeadas por los cazadores de Hvalur. Después, el 7 de septiembre, un indefenso rorcual fue encontrado vivo y retorciéndose en agonía media hora entera después de haber sido atravesado por un arpón explosivo. Fue necesario un segundo disparo despiadado para acabar con la pobre criatura.
El conservacionista islandés Arni Finnsson comentó a The Guardian que sin la obstinada sed de sangre de Loftsson, la caza de ballenas en Islandia habría terminado hace mucho tiempo. Las encuestas muestran que sólo el 29% de los islandeses apoyan la continuación de esta industria cruel y poco rentable que empaña la reputación de su país. Sin embargo, el envejecido ballenero no muestra signos de poner fin a su reprobable reinado de terror contra los rorcuales comunes y planea desarrollar “pastillas de carne de ballena” como una especie de depravado suplemento nutricional.
También cabe señalar que Japón compra el 90% de la carne de ballena que vende la empresa de Loftsson. Esto no sólo es indicativo de que aún existe una importante demanda internacional de un producto éticamente controvertido, sino que también involucra a Japón en la perpetuación de un comercio que tiene importantes consecuencias medioambientales y éticas.
La desfachatez de Kristján Loftsson quedó patente cuando aceptó ser entrevistado por el periodista de The Guardian bajo la condición de que este comiera carne de ballena durante la entrevista. El reportero, con mucho tacto, rechazó la oferta, que consistía en carne cruda o grasa fermentada de ballena.
Tras más de 50 años lucrándose con la espantosa matanza de estos hermosos e inofensivos gigantes, hace tiempo que es hora de que Loftsson consigne su operación ballenera al ignominioso basurero histórico al que pertenece. Islandia debe rechazar la barbarie del cruel pasado de la caza de ballenas, seguir las pruebas científicas y la compasión, y prohibir permanentemente la futura caza de ballenas en sus aguas.
Mientras que Instagram aplica rigurosamente prohibiciones a las fotografías que muestran amamantamiento, la plataforma hace la vista gorda ante perturbadores vídeos de crueldad animal.
Las plataformas de meta, en particular Instagram, han sido muy criticadas por su aplicación incoherente de las directrices comunitarias. Aunque estas plataformas no han dudado en prohibir el acceso a usuarios por contenidos aparentemente inocuos -desde fotos de amamantamiento y mujeres en bikini, hasta arte dibujado a mano-, han permitido que vídeos de crueldad animal profundamente perturbadores sigan siendo accesibles a su amplia base de usuarios.
Las opiniones de expertos de grupos de defensa de los derechos de los animales como PETA y Protección Animal Mundial, citadas por Yahoo News Australia, sugieren que ese contenido no sólo es poco ético, sino potencialmente perjudicial para la comunidad en general. La justificación de Meta para no eliminar estos vídeos, que muestran escenas tan horribles como animales jóvenes siendo metidos en frascos, atados, asfixiados e incluso atacados por perros, se centra en su compromiso con el “diálogo libre y abierto”.
Cabe destacar la naturaleza profundamente perturbadora y explícita de los videos cuya publicación está permitida por Instagram. Meta, que censura celosamente imágenes donde se atisben pezones de mujeres, no tiene inconveniente alguno en que sus usuarios publiquen videos de animales siendo ahogados y asfixiados. En un clip especialmente desgarrador, un indefenso bebé mono es atacado por una jauría de perros mientras un humano graba el incidente y se ríe. Estos vídeos no sólo sirven para insensibilizar a los espectadores ante el sufrimiento de los seres sintientes, sino que también proporcionan una plataforma para aquellos que se dedican a la crueldad animal, fomentando indirectamente dicho comportamiento.
Meta reconoce que los vídeos “pueden ser hirientes en algunos contextos”, pero argumenta que no violan las directrices de la comunidad. Esto lleva a plantearse seriamente la postura ética de la plataforma, sobre todo teniendo en cuenta que, según Yahoo News Australia, el propio personal de Meta ha admitido encontrar perturbador el contenido.
La argumentación de Meta no ha sentado bien a muchos usuarios que han compartido sus experiencias de ser vetados o bloqueados por lo que consideran razones triviales. Una modelo de Sídney entrevistada por Yahoo News Australia dijo haber sido bloqueada dos veces en el plazo de un año por publicar contenido ligeramente revelador, a pesar de haber cumplido con las directrices de Instagram. Estos baneos han sido perjudiciales para su carrera, haciéndole perder posibles ingresos y oportunidades.
Además, a la escritora Carly Sophia, de Sídney, le suspendieron la cuenta tras compartir un “dupe de belleza”, una alternativa legal a los cosméticos de alta gama. Se quejó de que Meta parecía dar prioridad a las grandes empresas sobre los creadores de contenidos individuales, lo que provocó importantes pérdidas económicas y trastornos en las comunidades en línea.
Con ello, la aplicación incoherente de las políticas de la plataforma ha tenido un impacto tangible en los usuarios que dependen de Meta para su sustento, como los propietarios de negocios que han perdido cuantiosas sumas en ingresos potenciales debido a prohibiciones inexplicables. Pero quizá lo más preocupante sea la aparente disposición de la plataforma a pasar por alto cuestiones que plantean importantes interrogantes éticos y morales, como la distribución de contenidos de crueldad animal.
Un nuevo informe del Animal Welfare Institute y otras organizaciones cuestiona las tradicionales aseveraciones de que la caza de ballenas en las Islas Feroe es humana y sostenible. El informe utiliza argumentos empíricos para cuestionar las implicaciones éticas y medioambientales de esta práctica.
A pesar de la promesa pública de las Islas Feroe de limitar la caza de delfines a 500 animales al año -promesa realizada en julio de 2022 tras una protesta mundial por la matanza de 1.423 delfines el año anterior-, la región no ha cumplido su compromiso. Los últimos datos muestran que el número total de cetáceos sacrificados este año ha superado incluso la media anual, lo que pone en duda la sinceridad de las intenciones declaradas por el gobierno de limitar la caza. Este incumplimiento no sólo da una mala imagen de la administración feroesa, sino que acentúa las preocupaciones éticas que rodean a esta práctica, reavivando así las críticas y el escepticismo internacionales. El incumplimiento de las cuotas autoimpuestas arroja dudas sobre la credibilidad de las promesas de las Islas Feroe y renueva la preocupación por el bienestar y la sostenibilidad de las poblaciones de ballenas de la región.
Tras la última cacería impulsada por las Islas Feroe el pasado viernes, que provocó la muerte de 42 calderones, el Animal Welfare Institute (AWI) y otras seis organizaciones líderes en bienestar animal y conservación marina han publicado un informe exhaustivo. El documento (PDF de 11 páginas), examina las cacerías de arrastre anuales. Desafía las afirmaciones de que las cacerías son humanas, sostenibles y forman parte de la cultura feroesa.
Esta última cacería eleva el número total de ballenas y delfines matados en las Islas Feroe este año a más de 900, muy por encima de la media anual de 685 ballenas.
El informe, titulado Unraveling the Truth: Whale Killing in the Faroe Islands (“Desentrañando la verdad: la matanza de ballenas en las Islas Feroe”), examina críticamente las principales justificaciones de la caza continuada de calderones tropicales y otros pequeños cetáceos en este territorio autónomo danés situado entre Escocia e Islandia, en el Atlántico Norte. Conocida como grindadráp, esta caza centenaria ha sido ampliamente publicitada y criticada por la comunidad internacional.
Entre 2010 y 2020, se mataron una media de 685 calderones y 114 delfines al año en las Islas Feroe. La carne se distribuye entre los isleños y a veces se vende en tiendas de comestibles y restaurantes locales. Antes de la última cacería, este año ya se habían matado al menos 846 calderones. Además, [en septiembre de 2021 se mataron más de 1.400 delfines de flancos blancos del Atlántico en un solo día](https://www.bbc.com/news/world-europe-58555694), lo que provocó una fuerte condena de la Unión Europea y la indignación de la opinión pública.
La caza implica que una manada de ballenas o un banco de delfines son conducidos por una línea de embarcaciones hacia la costa y hacia zonas de matanza designadas. Una vez que los animales alcanzan aguas poco profundas, se les sujeta con anzuelos de punta redonda clavados en sus espiráculos y se les arrastra hasta la orilla. A continuación, se mata a cada ballena o delfín con un cuchillo o una lanza espinal afilada, que se introduce en la zona del cuello, detrás del espiráculo. Este método puede paralizar al animal, pero no garantiza su muerte inmediata ni su insensibilidad al dolor.
Las principales conclusiones del informe cuestionan las opiniones y prácticas tradicionales:
– Una encuesta de Gallup realizada en abril de 2022 reveló que el 69% del público feroés se opone a la caza de delfines, mientras que sólo el 7% expresó su firme apoyo.
– Una revisión reciente en Frontiers in Veterinary Science concluyó que los métodos utilizados en estas cacerías son moral y éticamente inaceptables, dada la conocida sensibilidad de estos animales.
– Las afirmaciones de que estas cacerías son sostenibles pasan por alto las bajas tasas de reproducción de los calderones y la destrucción de unidades sociales enteras, que contribuyen a la insostenibilidad de la práctica.
– Los métodos de caza modernos, incluido el uso de embarcaciones motorizadas y técnicas de comunicación avanzadas, se han desviado significativamente de los métodos históricos o tradicionales, lo que socava los argumentos a favor de la preservación cultural.
Una persona no identificada ha liberado a miles de visones de una granja de Pensilvania, EE.UU. Mientras las autoridades se afanan por recapturar a los animales, el incidente sirve de crudo recordatorio de las nefastas condiciones de las granjas de visones.
Hasta 8.000 visones han escapado de una granja del municipio de Rockefeller, en Pensilvania, escribe el periódico The Guardian. Según un informe de la policía estatal de Pensilvania, el incidente fue propiciado por una persona no identificada que abrió un agujero en la valla de la granja en la madrugada del domingo. Las agencias estatales y el personal de la granja han participado en un esfuerzo coordinado para recapturar a los animales, la mayoría de los cuales se cree que han sido atrapados el martes 19 de septiembre.
Aunque el motivo de la fuga masiva sigue sin estar claro, la Fur Commission USA, organismo nacional que representa a los criadores de visones, ha condenado el incidente. “Este acto no es sólo un ataque a una única granja, sino un golpe a las comunidades rurales y al ecosistema circundante. La granja atacada es una actividad legal y certificada que sigue unas directrices estrictas para el trato humanitario de los animales”, afirma la Comisión en un comunicado. Esta declaración se hace eco de su postura sobre un incidente anterior en Ohio, donde calificaron la liberación de hasta 40.000 visones como “un acto devastador de violencia, crueldad animal y vandalismo”.
Lo que pensamos en Sociedad Vegana sobre la hipocresía de la Fur Commission USA
Las declaraciones de la Fur Commission USA exudan un aire de preocupación por el bienestar animal que es incompatible con la industria que representa. Contrastemos sus afirmaciones con la realidad de la industria de la piel de visón. Tras la careta del “trato humanitario de los animales” se esconde una realidad espantosa. Los visones son criaturas semiacuáticas, naturalmente adaptadas a una vida de libre movimiento, natación e interacción social. Sin embargo, en las granjas peleteras se les condena a estrechas e inmundas jaulas de alambre donde se les priva de sus necesidades básicas de comportamiento.
Los métodos de sacrificio también son atroces, y están diseñados para preservar la calidad de la piel en lugar de minimizar el sufrimiento de los animales. El gaseado y la electrocución anal son técnicas habituales, ninguna de las cuales garantiza una muerte rápida o indolora. Es una flagrante contradicción que la Fur Commission USA exprese su consternación por la “crueldad animal” cuando la industria que defienden está plagada de prácticas que son el epítome de la crueldad.
La industria de la piel de visón es un ejemplo flagrante de irresponsabilidad ética, que reduce a seres sensibles a meras mercancías al servicio de la moda y el lujo. Aunque la Fur Commission USA habla de “violencia, crueldad animal y vandalismo”, su preocupación en realidad es motivada por las pérdidas económicas y la imagen pública, más que las implicaciones éticas de confinar y matar animales para obtener un beneficio estético. Esta dualidad en sus declaraciones expone una brecha significativa entre sus pretendidos valores y el sufrimiento tangible que perpetúa su industria. En otras palabras, un nuevo ejemplo de hipocresía corporativa; las cosas por su nombre.
Estamos comprometidos con un futuro mejor para los animales y las personas apoyando el Plant Based Treaty. Descubra cómo esta iniciativa internacional se alinea con nuestros pilares de bienestar animal, salud humana y sostenibilidad.
En Sociedad Vegana apoyamos incondicionalmente la misión y los objetivos del Plant Based Treaty (Tratado Basado en Plantas). Como plataforma dedicada a la promoción del veganismo y el trato ético de los animales, nuestro trabajo coincide plenamente con los objetivos de esta importante iniciativa. Al dar nuestro apoyo, pretendemos amplificar la llamada a la acción del Tratado dentro de las comunidades hispanohablantes de todo el mundo, abogando por la transformación radical e imperativa de los sistemas alimentarios.
En un mundo que se enfrenta a un cambio climático sin precedentes, nos corresponde replantearnos nuestras prácticas habituales. La agricultura animal, una de las principales responsables de la degradación medioambiental, necesita atención urgente. El Plant Based Treaty no sólo reconoce este problema acuciante, sino que establece un marco de acción claro basado en tres principios clave: Abandonar, Redirigir y Restaurar.
Abandonar: Respaldamos el llamamiento del Tratado para detener el cambio en el uso de la tierra, la degradación de los ecosistemas y la deforestación para la producción ganadera. Conservar los recursos vitales de la tierra y los hábitats naturales es un requisito previo para un futuro sostenible.
Redirigir: Sociedad Vegana apoya una transición activa de los sistemas alimentarios basados en animales a sistemas basados en plantas. Nos comprometemos a seguir utilizando nuestra plataforma para educar y animar a las comunidades de habla hispana a adoptar una dieta basada en plantas, contribuyendo así a los esfuerzos globales por un planeta más sano y sostenible.
Restaurar: Apoyamos que el Tratado se centre en la restauración activa de los ecosistemas clave, en particular la repoblación de los entornos naturales y la restauración de los bosques. Como parte de nuestra labor de sensibilización, seguiremos destacando la interconexión entre el veganismo y la restauración medioambiental.
Creemos que el Plant Based Treaty proporciona una hoja de ruta factible que complementa el Acuerdo de París de la CMNUCC al situar los sistemas alimentarios en el centro de los planes de acción climática. Al respaldar este Tratado, Sociedad Vegana pretende servir de conducto para la difusión de sus principios, promoviendo un estilo de vida basado en plantas como una opción viable, ética y saludable.
Esperamos contribuir al éxito del Plant Based Treaty e instamos a los gobiernos nacionales y a otras organizaciones a que le presten la atención y el compromiso que merece.
Apoye hoy el Plant Based Treaty: Defienda un futuro sostenible
Únase a nosotros en esta jornada transformadora hacia un mundo más sostenible y compasivo. Su voz importa y juntos podemos lograr un impacto indeleble. Si le motiva nuestro compromiso de crear un futuro mejor a través de una vida basada en plantas, le invitamos a respaldar oficialmente el Plant Based Treaty. Sólo le llevará un momento sumar su voz a esta importante iniciativa internacional. Apoye el Tratado aquí.
Según un informe del Instituto para el Bienestar Animal, la “despoblación” de animales de granja es una práctica controvertida y a menudo inhumana que ha sido objeto de escrutinio. A diferencia de la eutanasia, cuyo objetivo es proporcionar una “buena muerte”, los métodos de despoblación suelen causar un sufrimiento extremo y prolongado. La práctica suele utilizarse durante brotes de enfermedades, pero también se ha recurrido a ella debido a interrupciones de la cadena de suministro, como se vio durante la pandemia de COVID-19. Especialmente alarmante es el uso de un método conocido como Ventilation Shutdown Plus (VSD+), que provoca muertes por insolación que pueden durar horas agonizantes.
Estas son las principales conclusiones del informe
Sacrificio no “humanitario”: Uno de los métodos más controvertidos es el Ventilation Shutdown Plus (VSD+), descrito por causar un sufrimiento prolongado y extremo a los animales. Este método no está reconocido como aceptable por organizaciones internacionales de sanidad animal como la Organización Mundial de Sanidad Animal.
La Liga Humana describe el procedimiento Ventilation Shutdown Plus (VSD+) de la siguiente manera: “El calor sube rápidamente en un cobertizo sin ventanas ni aire. Sin ventilación corriente, no hay alivio para las crecientes temperaturas, especialmente cuando aire caliente y húmedo es bombeado desde el exterior. Para los pollos atrapados dentro, cada vez es más difícil respirar. Finalmente, tras soportar horas de sufrimiento, las aves se asfixian y mueren en agonía. Este escenario es real, y los resultados son intencionados. El Ventilation Shutdown Plus (VSD+) es un método brutal de dar muerte a toda una bandada -o rebaño- de animales de una sola vez”.
Métodos alternativos: El informe señala que “existen alternativas más humanas, como el gaseado con dióxido de carbono y con gases inertes, pero no se utilizan de forma generalizada, lo que sugiere que se prioriza el coste o la comodidad sobre la ética”. En esta página podrá informarse sobre el método del gaseado con CO2.
Consideraciones económicas por encima de las éticas: El USDA y otras agencias reguladoras suelen dar prioridad a los intereses económicos sobre el bienestar animal. La práctica habitual del “sacrificio sanitario” implica el sacrificio de millones de animales no infectados para evitar la propagación de la enfermedad.
Cuestiones relacionadas con la cadena de suministro y la conveniencia: En la pandemia de COVID-19 se produjo el sacrificio masivo de animales sanos debido a alteraciones provocadas por el hombre en la cadena de suministro. Los métodos elegidos para la despoblación fueron a menudo más expeditivos que humanos.
Apoyo institucional: La Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA) y el USDA han avalado oficialmente métodos como el VSD+ a pesar de las importantes preocupaciones éticas y de bienestar, lo que plantea dudas sobre la responsabilidad institucional.
Falta de transparencia: El uso de métodos de despoblación controvertidos a menudo sólo se hace público a través de solicitudes de la Ley de Libertad de Información, lo que demuestra una preocupante falta de transparencia.
Necesidad cuestionable: Muchos de los animales sometidos a despoblación no están enfermos ni suponen una amenaza inmediata, lo que plantea dudas sobre la necesidad de medidas tan extremas.
Qué pensamos en Sociedad Vegana
Un estilo de vida vegano contribuye directamente a reducir el sufrimiento de los animales de varias formas, sobre todo al disminuir la demanda de productos de origen animal. Al hacerse vegano, usted no sólo se niega a apoyar el trato inhumano de los animales – como los métodos de sacrificio descritos en el artículo del Animal Welfare Institute – sino que también promueve activamente alternativas más éticas, sostenibles y humanas. Si más personas adoptaran un estilo de vida vegano, la escala de la agricultura animal disminuiría, reduciendo los incidentes de sacrificios masivos y las malas condiciones de vida de los animales de granja.
Aunque la dimensión ética es razón más que suficiente para adoptar un estilo de vida vegano, también es dable considerar la salud humana. Una dieta vegana bien planificada puede ser extremadamente beneficiosa. Numerosos estudios sugieren que una dieta basada en plantas se asocia a un menor riesgo de enfermedades cardiacas, hipertensión, diabetes de tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Las dietas basadas en plantas suelen ser ricas en fibra, vitaminas y fitonutrientes, y tienden a ser más bajas en calorías y grasas saturadas. La Asociación Dietética Americana y la Asociación Dietética Británica han declarado que “las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las veganas, son adecuadas para todas las etapas de la vida y para los deportistas”.
Por ello, un estilo de vida vegano sirve a un doble propósito: es tanto una elección ética que reduce el sufrimiento de los animales como una elección consciente de la salud que puede conducir a un mayor bienestar. La convergencia de los beneficios éticos y para la salud constituye un argumento convincente para considerar la transición a un estilo de vida vegano y contribuir a un mundo más compasivo y saludable.
Un nuevo y convincente vídeo de YouTube aborda el acalorado debate sobre las fuentes de proteínas animales frente a las vegetales.
En un nuevo vídeo, Chris Macaskill, de Plant Chompers, ofrece una visión en profundidad del acalorado debate sobre las fuentes de proteínas animales frente a las vegetales. Si está pensando en comer más sano y minimizar al mismo tiempo su impacto medioambiental, es probable que este análisis científico le resulte esclarecedor. He aquí las razones clave por las que la proteína de origen vegetal parece superior, según explica Macaskill en su vídeo:
1. Salud a largo plazo. Una extensa revisión de más de 800 estudios realizada por científicos internacionales concluyó que la carne procesada es un carcinógeno probado. También catalogaron la carne roja como probablemente cancerígena. Su informe cita pruebas contundentes de que el hierro hemo abundante en la carne favorece la aparición del cáncer. Por el contrario, grandes estudios demuestran claramente que sustituir la carne roja por proteínas vegetales como los frutos secos, las legumbres y la soja reduce el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiacas. La carne también carece de la fibra protectora, los antioxidantes y los fitoquímicos beneficiosos que se encuentran de forma natural en las plantas.
2. Desarrollo muscular. Una prueba bien documentada hizo que levantadores de pesas tomaran suplementos de proteína de soja y otros suero de leche, mientras igualaban otros parámetros como el total de calorías y el entrenamiento. A pesar de las pretensiones de las comunidades culturistas de que las fuentes animales son mejores para el músculo, el grupo basado en plantas ganó una masa muscular y una fuerza equivalentes a las de los consumidores de carne. La conclusión fue que con una ingesta total de proteínas adecuada, la fuente real no importa para los individuos sanos. Muchos atletas y entrenadores se están adaptando ahora a las proteínas en polvo de origen vegetal e informan de los mismos beneficios sin la hinchazón o la intolerancia que a veces se observa con las proteínas de origen lácteo.
3. Necesidad proteica. Contrariamente al bombo publicitario sobre la deficiencia generalizada, las investigaciones demuestran que la mayoría de las personas ya obtienen suficientes proteínas de su dieta. Aunque una mayor ingesta ayuda a desarrollar los músculos en individuos muy activos, los estudios muestran que en el caso de las personas mayores vulnerables, sólo el ejercicio de resistencia mejoró la fuerza y la función física – la proteína extra no ofreció beneficios añadidos. Para los adultos sedentarios y los niños, el exceso de suplementos proteicos en lugar de una nutrición general a partir de alimentos vegetales integrales podría ser perjudicial.
4. La industria cárnica y su manipulación de la opinión pública. Dado que la industria cárnica invierte mucho en relaciones públicas y grupos de presión, deberíamos escudriñar quién financia y promueve los estudios que alegan la superioridad de la proteína animal. Un análisis cuidadoso revela cómo muchos artículos populares sobre nutrición exageran las supuestas deficiencias proteicas para promover agendas específicas. Cualquier afirmación en torno a la nutrición debe estar respaldada por una investigación rigurosa e imparcial.
Macaskill concluye que, para la mayoría de las personas, las fuentes vegetales de alimentos integrales ofrecen fácilmente proteínas más que suficientes. Existen razones de peso para reducir en gran medida o eliminar el consumo de carne: la ética, la compasión por los animales, la sostenibilidad medioambiental, la utilización de los recursos y, sobre todo, la salud a largo plazo. Tanto el bienestar animal como la salud pública se beneficiarían de las fuentes vegetales como forma principal de satisfacer las necesidades proteicas. Nuestras elecciones alimentarias repercuten no sólo en la salud humana, sino en el bienestar del planeta.
Chris Macaskill, creador de Plant Chompers, y presentado a menudo en Plant Based News, aporta rigor científico y honestidad intelectual a sus vídeos en los que explora las pruebas en torno al veganismo y la alimentación basada en plantas. Licenciado en Bioquímica por la Universidad de Minnesota, Chris adopta un enfoque mesurado en sus análisis, evaluando cuidadosamente los estudios y comprobando las fuentes de referencia. A diferencia de muchas personalidades de YouTube, evita el sensacionalismo y revela sus propios sesgos por adelantado. El compromiso de Chris con los hechos por encima de las exageraciones facilita la credibilidad de sus contenidos. Cuando un tema complejo como el de las proteínas es propenso a la desinformación por todos los flancos, la equilibrada perspectiva científica de Chris ofrece a los espectadores una visión digna de confianza. Su sólida base científica brilla en las sesudas investigaciones presentadas en el canal Plant Chompers.
Entonces, ¿hacia dónde nos dirigimos? Tras revisar las pruebas, tal y como las presenta, por ejemplo, Chris Macaskill, las plantas merecen una clara preferencia como nuestras fuentes de proteínas. Las lentejas, porotos, los frutos secos y los cereales integrales deberían constituir el núcleo de nuestra ingesta de proteínas. Es importante informarnos sobre nutrición y, para el caso de los veganos, tomar suplementos de B12. Lo cierto es que estudio tras otro demuestran los beneficios para la salud, el rendimiento y la sostenibilidad de las fuentes de proteínas vegetales de calidad. Nuestros cuerpos, el planeta y, por cierto, los animales, nos lo agradecerán.
Aparte de dar palizas a madres preñadas, Holden Farms alimenta a las cerdas con intestinos y heces de sus propias crías.
Durante una investigación exhaustiva de dos años de duración, el grupo de defensa de los animales, Animal Outlook, detectó y documentó numerosos casos de crueldad animal en las instalaciones de cría de cerdos de Holden Farms en Utica, Estados Unidos. Los hallazgos detallados están disponibles en esta página.
Posteriormente, en septiembre de 2021, el Animal Legal Defense Fund inició una demanda contra Holden Farms en virtud de la Ley de Reclamaciones Falsas. La demanda, alega que la granja engañó al gobierno cuando solicitó un préstamo de 2,57 millones de dólares, y una posterior solicitud de condonación del mismo, afirmando que no había violaciones de la ley. Esta demanda se mantuvo en secreto por el Departamento de Justicia de EE.UU. hasta hace poco, escribe MSNBC.
Las grabaciones de la investigación han revelado supuestamente que las cerdas madre recibían patadas y palizas de forma rutinaria, y que también se veía a trabajadores de la granja atormentando a los cerdos. En particular, se grabó a dos trabajadores arrojándose un lechón entre ellos.
Además, la investigación de Animal Outlook puso de relieve una práctica inquietante conocida como “retroalimentación”. El grupo observó a trabajadores alimentando a cerdas madre con una mezcla de órganos de lechones fallecidos, fluidos corporales y heces. Esta práctica, que no es infrecuente en la industria porcina, infringe supuestamente la normativa de Minnesota contra la alimentación con desechos, que puede consultarse en este sitio.
Algunos expertos agrícolas, pagados por la industria porcina, creen que la “retroalimentación” (o “exposición oral controlada a antígenos”) es beneficiosa. Básicamente, sugieren que puede mitigar la propagación de enfermedades en las granjas y reforzar las defensas inmunitarias del cerdo. La práctica de la “retroalimentación” en la cría de cerdos, consistente en hacer que cerdos sanos ingieran desechos biológicos procedentes de cerdos infectados para aumentar su inmunidad, ha suscitado numerosas críticas. A muchos defensores del bienestar animal les preocupa la ética de exponer deliberadamente a los animales a agentes patógenos, lo que podría causarles angustia y sufrimiento. Desde el punto de vista sanitario, si no se ejecuta correctamente, la retroalimentación podría propagar inadvertidamente la enfermedad en lugar de contenerla, especialmente si las enfermedades mutan o si hay una introducción accidental de un nuevo patógeno. Además, la práctica puede plantear riesgos para la seguridad alimentaria si los animales que participaron en un programa de retroalimentación portan residuos de enfermedades al ser sacrificados y entran en la cadena alimentaria humana. Los problemas legales surgen en jurisdicciones donde está prohibido alimentar a otros animales con residuos animales. Además, la retroalimentación puede empañar la percepción que el público tiene de la ganadería, afectando a la reputación y la confianza del mercado.
Las autoridades del estado de Minnesota advierten de los peligros de los residuos de alimentos que contienen carne, que podrían ser portadores potenciales de enfermedades.
Durante la investigación, los representantes de Animal Outlook observaron múltiples incidentes de lechones que caían por los huecos del suelo, provocando su trágica muerte en fosas llenas de desperdicios y lechones en descomposición.
La demanda acusa a Holden Farms de continuas violaciones de la Ley Federal de Protección de la Salud Porcina, de las leyes contra la crueldad de Minnesota y de la normativa estatal contra la alimentación con desperdicios.
En respuesta a la demanda, Holden Farms comunicó a través de WCCO que están examinando las alegaciones. El abogado Matthew Berger, que representa a Holden Farms, subrayó que la parte acusadora, un grupo de activistas por los derechos de los animales, está desplegando una estrategia legal que busca “atacar a la comunidad ganadera”.
Cabe destacar que Holden Farms, originaria de Northfield, Minnesota, es el 16º mayor productor de carne de cerdo de Estados Unidos.
Aparte de los enormes beneficios para la salud humana, para producir un solo litro de leche de vaca se necesitan 628 litros de agua. En cambio, la leche de soja sólo necesita 28 litros.
¿Está pensando en cambiar la leche de vaca por la de soja? Explore las razones de peso para adoptar un estilo de vida sin lácteos y descubra por qué la leche de soja es la mejor opción en comparación con la leche de vaca.
“La leche de soja está rodeada de muchos conceptos erróneos, sobre todo en lo que se refiere a sus beneficios para la salud”, afirma Kate Fowler, de Vegan Food and Living. “Nuestro objetivo aquí es desmitificar estas ideas preconcebidas comparando esta bebida de origen vegetal con la leche láctea tradicional”.
Aunque no es un producto lácteo, Fowler señala: “La leche de soja es una alternativa fantástica para quienes no pueden o prefieren no consumir leche láctea. Los estudios demuestran que sólo una o dos raciones diarias de leche de soja pueden ofrecer un valor nutricional equivalente al de la leche de vaca, lo que la convierte en una opción segura para el consumo diario.”
La leche de origen vegetal puede parecer una tendencia reciente, pero Fowler explica que “la leche de soja tiene una larga historia, y su primer uso documentado se remonta al siglo XVII.”
A continuación, Fowler escribe sobre los beneficios de la leche de soja desde 7 perspectivas.
Nutrición
Según Fowler, “la leche de vaca y la de soja comparten una cantidad similar de proteínas completas: aproximadamente 3,5 g por 100 g”. Sin embargo, señala, “la leche de soja contiene muchas menos grasas saturadas y cero colesterol. Además, ofrece fibra, un elemento esencial para una digestión saludable del que carecen los lácteos.”
Fowler añade: “La mayoría de las marcas enriquecen su leche de soja con vitamina B12, calcio y yodo, lo que la convierte en una conveniente fuente de nutrientes, especialmente para los veganos.”
Antibióticos
Hablando de la ganadería lechera, Fowler revela: “La alta prevalencia de mastitis, una dolorosa infección en las ubres de las vacas, hace inevitable el uso de antibióticos. Los residuos pueden acabar en la leche, fomentando potencialmente la resistencia a los antibióticos”. En cambio, “la leche de soja está completamente libre de antibióticos”.
Intolerancia a la lactosa y alergias
“Una parte significativa de la población adulta mundial es intolerante a la lactosa”, advierte Fowler. “El consumo de lácteos puede desencadenar síntomas como hinchazón, calambres estomacales y diarrea, a menudo sin que el individuo se dé cuenta de que la lactosa es la culpable.” Y explica: “Como la leche vegetal carece de lactosa, un cambio a la leche de soja puede aliviar estos problemas casi de inmediato.”
Cáncer
Fowler reconoce que “cada vez preocupa más el papel de los lácteos en la promoción del cáncer” y añade que “en cambio, la leche de soja, de la que antes se creía erróneamente que causaba cáncer por su contenido en fitoestrógenos, ahora se sabe que tiene un efecto protector contra varias formas de cáncer.”
Emisiones causantes del cambio climático
Compartiendo un estudio de la Universidad de Oxford, Fowler señala que “la leche de vaca tiene más de tres veces las emisiones de la leche de soja debido a la producción de metano y los requisitos de uso de la tierra.”
Uso de la tierra y deforestación
Fowler explica cómo, “según el mismo estudio de Oxford, la leche de vaca requiere más de 27 metros cuadrados de tierra para producir 100g de proteína, mientras que la soja necesita poco más de dos metros cuadrados.” Y continúa: “Este uso desproporcionado de la tierra por los productos animales impulsa la deforestación, afectando a las poblaciones de animales salvajes y a la biodiversidad.”
Uso del agua
Fowler cita un estudio mundial que señala que “se necesitan 628 litros de agua para producir un solo litro de leche de vaca. En marcado contraste, la leche de soja sólo requiere 28 litros. Dada la creciente escasez mundial de agua, esta diferencia es crucial”.
Además de las observaciones de Fowler, nos gustaría añadir que la leche de soja no es la única en la escena de las leches vegetales. Es importante señalar que la leche de soja es sólo una de las muchas alternativas disponibles. La leche de almendras, la leche de avena, la leche de arroz y muchas otras también ofrecen excelentes perfiles nutricionales y comparten muchos de los mismos beneficios que hemos comentado aquí, como ser ecológicas, una opción viable para quienes tienen intolerancia a la lactosa y, lo que es más importante, no implican sufrimiento animal. Al igual que con cualquier otro alimento, siempre es una buena idea variar las opciones y disfrutar de la amplia variedad de leches vegetales disponibles, sabiendo al mismo tiempo que se está tomando una decisión que no daña a los animales.
Nuestra entrada de blog “Explotando la inocencia a cambio de likes: YouTube y la necesidad de una opción para denunciar el maltrato animal” motivó una indignada reacción de uno de nuestros lectores, quien se preguntaba por qué habíamos elegido China en particular, como ejemplo de lo que denominó “crueldad percibida hacia los animales”. Con esto, el lector se refería a nuestra mención del empaquetamiento de crías de cerdo en unas instalaciones chinas, para ser despachadas y vendidas como mascotas.
Aunque estamos de acuerdo en que los videos de YouTube son una representación selectiva de la realidad, y pueden no reflejar actitudes o comportamientos sociales más generales, es un hecho que los contextos culturales tienen efectivamente un papel en la modelación de las interacciones de los humanos con los animales.
Creemos, por lo tanto, que los factores culturales influyen en las percepciones y acciones en materia de bienestar animal. En todo el mundo, las actitudes hacia los animales pueden variar significativamente, influidas en gran medida por una mezcla de normas sociales, creencias religiosas, circunstancias económicas y prácticas tradicionales.
Observando algunos de los videos virales, a menudo encontramos un patrón recurrente. Ciertas interacciones, sobre todo las que aparecen en filmaciones procedentes de Asia, especialmente de países como China y Japón, parecen mostrar ocasionalmente un nivel diferente de preocupación o, mejor dicho, indiferencia, por el bienestar animal. Por ejemplo, el video que mencionamos, sobre el embalaje de crías de cerdo en cajas de cartón para su comercialización como mascotas, donde la angustia de los animales implicados es claramente evidente, resulta perturbador para muchos – excepto para quienes lo publicaron.
En este contexto, es dable mencionar otro ejemplo de prácticas culturales que repercuten en el bienestar animal, y potencialmente en la salud humana: los “mercados húmedos” típicos de diversas partes de Asia. Estos mercados, arraigados en la tradición, son lugares donde se vende para el consumo una gran variedad de animales vivos, tanto salvajes como criados en granjas. Las condiciones de estos mercados son realmente desconcertantes para cualquier observador externo, al mezclarse imágenes de extremo sufrimiento y confinamiento animal con olores propios del flujo de sangre, orina, heces y agua en unas condiciones estrechas, e insalubres por definición. Aunque estos mercados forman parte de tradiciones culturales ancestrales, es evidente, y está demostrado, que también conllevan importantes riesgos para la salud pública. Se ha implicado a estos mercados como focos de enfermedades zoonóticas, es decir, aquellas que pueden saltar de los animales a los seres humanos. Se estima, por ejemplo, que la pandemia de Covid-19 se originó en un mercado húmedo de Wuhan, China.
Lo anterior pone de relieve la urgente necesidad de un diálogo global honesto sobre la intersección del bienestar animal, las prácticas culturales y la salud pública, dirigida a crear soluciones que, necesariamente, moderen ciertas tradiciones culturales y al mismo tiempo den prioridad al bienestar animal y a la seguridad sanitaria mundial.
Teniendo presente el imperativo de ser prudentes al hablar de culturas, queremos recalcar que estas observaciones no pretenden ser generalizaciones sobre ninguna cultura o nacionalidad en particular. En efecto, en Sociedad Vegana tenemos un enfoque amplio e imparcial en nuestra cobertura. Afirmamos inequívocamente que ninguna cultura, tradición o nacionalidad está exenta de nuestro escrutinio cuando se trata del bienestar animal. La inmensa mayoría de nuestro contenido hasta la fecha ha puesto de relieve la sórdida realidad de la cría, explotación, transporte y sacrificio de animales en países occidentales como el Reino Unido y España, así como tradiciones culturales brutales como el rodeo chileno o las corridas de toros que prevalecen en España, México y Colombia.
Además, no hemos dudado en denunciar las llamadas “tradiciones gastronómicas” que implican una crueldad sistemática con los animales, como la alimentación forzada de gansos para el foie gras de Francia, o la salmonicultura escocesa. También hemos criticado abiertamente a gobiernos, como el de Noruega, cuando han mostrado negligencia e incompetencia en la protección de los animales, o a otros, como el de Estados Unidos, que ha capitulado ante las instrucciones que recibe del poderoso lobby de la industria cárnica.
Creemos firmemente que la lucha contra la crueldad hacia los animales es universal y trasciende fronteras y contextos culturales. Nuestra misión es arrojar luz sobre todas las formas de maltrato animal, independientemente de dónde se produzcan o de quiénes sean sus autores. La crueldad contra los animales no tiene nacionalidad; es un problema global que requiere atención, concienciación y acción globales.
Para concluir, si bien es cierto que los contextos culturales pueden influir en nuestras interacciones con los animales, la empatía y la preocupación por el bienestar animal no son exclusivas de ninguna cultura o región. El cambio es posible; una dieta basada en plantas es beneficiosa para la salud humana y la sostenibilidad del planeta. Es nuestra responsabilidad colectiva como ciudadanos del mundo promover la bondad y el respeto hacia todos los seres vivos, independientemente de nuestros orígenes culturales.
La inquietante proliferación de montajes de enternecedores vídeos de interacciones entre animales lleva a preguntarse: ¿cómo es que quien grabó el vídeo estaba en el “lugar adecuado en el momento preciso”?
Las plataformas de video como YouTube y TikTok se han convertido para mucha gente en fuentes de contenido conmovedor, a menudo con simpáticas escenas de animales y rescates heroicos. Sin embargo, no todo lo que parece inocente y alentador en la pantalla es lo que parece. Entre estos millones de vídeos felices, ha surgido una tendencia inquietante: la escenificación de la “ternura animal”.
Con frecuencia cada vez mayor, algunos usuarios suben a Internet vídeos que muestran a animales en situaciones aparentemente espontáneas que resultan adorables, o incluso heroicas. Consideremos un vídeo en el que aparece un golden retriever rescatando a un gatito de un arroyo peligroso colocando un tablón, o unos buenos samaritanos liberando a un perro pegado al suelo con un fuerte adhesivo. Sin embargo, si lo examinamos más detenidamente, surgen algunas preguntas importantes: ¿cómo es que la persona que grababa estaba en el “lugar adecuado en el momento adecuado”? Si la persona que filmaba al gatito estaba lo bastante cerca para captar la escena, ¿por qué no intervino directamente para ponerlo a salvo, sino que esperó a la oportuna intervención del golden retriever con un tablón? Esto sugiere que la persona de la cámara sabía lo que iba a ocurrir, lo que constituye una prueba fehaciente de que se trataba de una situación escenificada. ¿O cómo es que un perro queda pegado al suelo con adhesivo? A veces, incluso hay diferentes ángulos de la misma toma, lo que sugiere que varias personas estaban filmando al mismo tiempo. ¿Son estas situaciones tan espontáneas como parecen, o están orquestadas deliberadamente para conseguir visitas, “me gusta”, suscripciones y dinero?
La desafortunada verdad es que muchas de estas situaciones no son actos aleatorios de bondad o instinto animal, sino montajes artificiales que explotan la angustia animal. Estas situaciones manipuladas son, en esencia, una forma de crueldad animal. Los animales no pueden consentir en participar en estas situaciones y a menudo se les somete a entornos antinaturales o estresantes que les causan confusión, ansiedad y miedo.
La explotación no se detiene en la escenificación de la ternura. También son frecuentes los casos de crueldad directa, celebrados como si fueran simpáticos o divertidos. Un ejemplo desolador es el de una planta de embalaje de China, donde se muestra a crías de cerdo introducidas de una en una en cajas de cartón, listas para ser despachadas a los compradores. A pesar de pánico patente que demuestran estos cerditos, el procedimiento es presentado como entrañable: son mascotas. Uno solo puede imaginarse la angustia que experimentan las crías durante el procedimiento de transporte.
Paralelamente, hay auténticos vídeos en Internet que muestran a héroes de la vida real arriesgando su seguridad para salvar a animales de incendios devastadores o de morir ahogados. La diferencia entre estos actos reales y desinteresados y los videos escenificados es motivo de reflexión.
Como consumidores de contenidos online, es nuestra responsabilidad discernir y cuestionar la autenticidad de los vídeos que consumimos, denunciar los contenidos sospechosos y evitar compartir vídeos que parezcan escenificados o explotadores. Esta responsabilidad es aún más crucial si tenemos en cuenta que la acumulación de “me gusta”, “visualizaciones” y “comentarios” incentiva a los creadores a seguir produciendo vídeos similares, perpetuando un ciclo de explotación animal. Nuestra fascinación por la ternura animal debería apoyar su bienestar en lugar de contribuir inconscientemente a su sufrimiento.
Esto nos lleva al papel de las plataformas como YouTube. Aunque YouTube ofrece un mecanismo para que los usuarios denuncien los vídeos que infringen sus directrices, ninguna de las categorías actuales, como “contenido sexual”, “contenido violento o repulsivo” o “contenido odioso o abusivo”, cubre explícitamente el maltrato animal. Instamos a YouTube y a otras plataformas similares a que revisen y amplíen sus opciones de denuncia de contenidos para incluir categorías explícitas de posible maltrato o crueldad animal.
Al fin y al cabo, estas plataformas deben parte de su popularidad a los vídeos de animales adorables. Por tanto, parece apropiado que tomen la iniciativa en la protección de esos mismos animales frente a la explotación y el daño. Nuestro llamamiento a YouTube es claro: Por favor, añadan una opción para denunciar el posible maltrato animal. Si lo hacen, sentarán un precedente para que otras plataformas lo sigan, creando un entorno digital más seguro para todos los seres.
A pesar de una reducción del 8%, las violaciones al bienestar animal en la importación de corderos y terneros vivos a Israel siguen siendo un problema.
El Ministerio de Agricultura de Israel ha divulgado recientemente datos que evidencian un problema constante y sostenido de violaciones al bienestar animal en el transporte de corderos y terneros vivos al país. A lo largo del primer semestre del año, Israel ha importado 502.493 corderos y terneros en vivo, de los cuales 69.871 han sido trasladados a la Autoridad Palestina. Aunque estas cifras reflejan una reducción del 8% en comparación con el mismo periodo del año anterior, las preocupaciones de los grupos de defensa de los animales no disminuyen.
La organización de derechos de los animales, Animals Now, enfatiza la continuación de estos envíos bajo condiciones absolutamente inadecuadas. Los animales son expuestos a enfermedades, a condiciones de viaje severas y a sufrimiento innecesario, a lo que se suman riesgos directos para la salud pública. La entidad ha venido denunciando las terribles condiciones que los animales soportan durante su travesía, escribe The Times of Israel.
En 2018 se hicieron intentos para legislar contra estas embarcaciones inhumanas, liderados por el legislador de Likud, Miki Zohar, intento que se vio frustrado al celebrarse elecciones anticipadas. Intentos posteriores para aprobar proyectos de ley similares han sido infructuosos, dando lugar a la continuidad de las importaciones de animales vivos.
Un informe del Contralor del Estado de Israel, publicado en mayo de 2020, corroboró varios testimonios acerca de las condiciones inhumanas de estas embarcaciones, generando alarma pública acerca del bienestar de los animales. El documento detalló condiciones adversas como ventilación inadecuada, temperaturas y humedad extremas, falta de alimentos y agua, y animales forzados a vivir entre sus propios desechos fisiológicos.
El Contralor del Estado criticó además la falta de seguimiento a las denuncias de violación al bienestar animal, así como el fracaso para mejorar las condiciones y garantizar el cumplimiento de las regulaciones. Hizo un llamado a una respuesta más eficaz para tratar la potencial propagación de enfermedades zoonóticas.
En una revisión del Comité de Auditoría del Estado de la Knesset, el presidente Mickey Levy expresó su asombro ante estos hallazgos, instando al director general del Ministerio de Agricultura a reunirse con los representantes del Contralor del Estado para atender los serios incumplimientos.
A pesar de las preocupaciones, representantes de los principales importadores de ganado de Israel, incluyendo a Hatem Dabah de la Compañía Dabah, insisten en que sus barcos cumplen con todos los requisitos reglamentarios. Sin embargo, Lior Harish de la Barra de Abogados discrepa, argumentando que el sufrimiento de los animales en estos envíos constituye una violación a la legislación de bienestar animal.
Las preocupaciones constantes sobre el bienestar animal subrayan la necesidad urgente de medidas legislativas y de mejorar las regulaciones para el cuidado de los animales.
Qué pensamos en Sociedad Vegana
La información proveniente de Israel, como el trágicamente célebre caso del buque Elbeik, de 2021 (ver artículos de referencia), demuestran una vez más la incompetencia humana cuando se trata de proteger el bienestar animal. En lugar de prevenir sufrimientos, estos procedimientos comerciales han infligido un inmenso dolor a animales inocentes, al no existir una legislación apropiada.
El caso del Elbeik en España alcanzó ribetes grotescos dado el pasmoso nivel de ineptitud e indolencia administrativa. Un error en los certificados de origen de los animales llevó a un viaje de tres meses que resultó en el sufrimiento sostenido y, finalmente, la muerte, de miles de animales. Las autoridades españolas intentaron desviar la culpa hacia Turquía, país comprador de los animales vivos, y ocultar así su propia mediocridad.
Estos incidentes subrayan la urgencia de una acción legislativa y una mejora en las regulaciones de bienestar animal. Las condiciones inhumanas durante estos transportes demuestran que la garantía del bienestar animal en viajes de larga distancia es prácticamente inexistente. Los organismos responsables deben considerar estos casos como una llamada a la acción para abordar y rectificar estos graves problemas.
Ilustración: imagen compuesta con base en capturas de pantallas del periódico The Times of Israel.
En el siglo XIX, ser dueño de seres humanos era considerado un modelo de negocio legítimo y generador de riqueza, a pesar del terrible sufrimiento que infligía a aquellos que estaban esclavizados. Nuestra actual práctica de la agricultura animal será vista con el mismo horror e incredulidad en el futuro.
En la era moderna, la práctica de la esclavitud, en la que un ser humano es dueño de otro, se considera con razón detestable y ha sido prohibida en todas las sociedades civilizadas. Hace unos días vi por segunda vez la película “Django sin cadenas”, cuyas escenas resaltan las grotescas injusticias que antaño no sólo se aceptaban, sino que incluso se celebraban como signo de prosperidad y posición social. Sin embargo, ¿qué pasaría si pudiéramos contemplar nuestras normas sociales actuales desde la perspectiva de un futuro lejano? Más concretamente, ¿podría llegar un momento en que nuestro trato actual a los animales se considerara igual de chocante y repugnante?
En el siglo XIX, la apropiación de seres humanos se consideraba un modelo de negocio legítimo, creador de empleo y generador de riqueza, a pesar del terrible sufrimiento infligido a quienes eran esclavizados. Hoy en día, la mayoría de nosotros repasamos ese periodo con horror e incredulidad, preguntándonos cómo una sociedad completa pudo aprobar una explotación tan brutal.
Del mismo modo, nuestras prácticas actuales de agricultura animal serán vistas algún día con el mismo tipo de horrorizada incredulidad. Consideremos, por ejemplo, la industria láctea. Este acaudalado sector se basa en un sistema de impregnación forzada y continua de las vacas, la separación de los terneros de sus madres poco después de nacer y el ordeño incesante de las desconsoladas madres. Cuando la producción de leche de las vacas disminuye, son enviadas al matadero, sus cuerpos convertidos en productos cárnicos baratos.
Esta dura realidad se enmascara con imágenes idílicas de vacas contentas pastando en prados verdes, proporcionándonos felizmente su leche. Pero al igual que los propietarios de las plantaciones del pasado, que pintaban un cuadro de esclavos “felices”, esta representación se contradice con la cruda realidad.
En estos momentos, puede resultar difícil para muchas personas establecer paralelismos entre la esclavitud humana y la explotación de los animales. Al fin y al cabo, los animales son vistos como “seres inferiores”, y utilizarlos para nuestras necesidades y deseos se percibe como algo natural y esencial. Antaño también se consideraba natural y esencial que ciertas personas fueran dueñas de otras.
Considero importante tener presente que la ética evoluciona. En el futuro, la idea de explotar seres sintientes para nuestro uso (estético, gastronómico o recreativo), independientemente de su especie, se considerará profundamente errónea. Al igual que ahora reconocemos la dignidad y el valor inherentes de todos los seres humanos, llegará un momento en que extenderemos esa noción ética a toda vida sintiente.
Este concepto puede parecer radical o incluso absurdo ahora, pero también lo era la idea de abolir la esclavitud humana en el siglo XVIII. Era una institución profundamente arraigada y legítima. Se necesitaron visionarios, rebeldes y humanitarios para desafiar el statu quo y marcar el comienzo de una nueva era de libertad y justicia.
Hoy nos encontramos a las puertas de otro cambio ético monumental. Un movimiento creciente de individuos en todo el mundo está reconociendo la sensibilidad de los animales y abogando por sus derechos. Como hemos aprendido de la historia, el cambio no sólo es posible, sino inevitable.
Les invito a proyectarnos en el futuro, donde los humanos podrán contemplar los capítulos de nuestra historia con una mezcla de incredulidad y vergüenza – de que hubo un tiempo en el que permitimos que se infligiera tal crueldad a otros seres sensibles por la mera conveniencia de satisfacer nuestras papilas gustativas o mantener tradiciones ancestrales.
Sin embargo, este futuro sólo puede hacerse realidad a través de nuestras acciones de hoy. Cada uno de nosotros tiene el poder de ayudar a dar forma a esta nueva era de compasión, empatía y justicia para todos los seres. La pregunta es, ¿somos lo suficientemente valientes para dar ese paso? Porque si algo nos ha enseñado la historia es que lo imposible puede convertirse en la nueva normalidad.
Le escribo para referirme a las declaraciones hechas por usted a los medios de comunicación chilenos en el marco del litigio en curso entre NotCo y la Asociación Gremial de Productores de Leche, Aproval.
Como observador de la evolución del sector alimentario, considero fundamental considerar este caso en el contexto más amplio de los cambios en las preferencias de los consumidores, junto a imperativos éticos y medioambientales. Vivimos en una era de cambio e innovación, donde empresas como NotCo buscan satisfacer las nuevas demandas de los consumidores y contribuir a la sostenibilidad medioambiental. Desarrollan alternativas de origen vegetal que satisfacen no sólo a las personas con problemas dietéticos, sino también a los consumidores, cada vez más sensibilizados en materia medioambiental. Sugerir que “deberían hacer algo más creativo” en su elección de nombres, como usted ha declarado, parece infravalorar sus esfuerzos innovadores.
En cuanto a su sugerencia de llamar a la leche vegetal “jugo cremoso de soja”, quisiera comunicarle, Sr. Ministro, que el término “leche”, en el contexto de la leche de origen vegetal, lleva décadas, incluso siglos, siendo aceptado en todo el mundo, y los consumidores entienden la diferencia entre la leche de origen animal y sus alternativas de origen vegetal. La “leche de almendras” se conoce en Europa desde la Edad Media, en tanto que el primer producto comercial conocido como “leche de avena” fue lanzado en Estados Unidos en la década de 1940.
Por ello, y aunque entiendo la motivación subyacente que le lleva a referirse a las leches vegetales como “jugo cremoso de soja”, es prudente aceptar que el término “leche” se ha utilizado universalmente para referirse a un líquido nutritivo cremoso ya sea de origen animal o vegetal.
Es más, si aplicáramos su lógica y optáramos por la denominación de “jugo cremoso de soja”, también deberíamos estar preparados para ser igualmente rigurosos, y referirnos a la leche de vaca como “secreciones mamarias de bovinos”. Creo que este término descriptivo, aunque técnicamente exacto, no sería del agrado de la industria láctea, del mismo modo que decir “jugo de plantas” no es justo para las leches vegetales. El debate debería centrarse menos en la semántica y más en la calidad, la nutrición, la sostenibilidad y la ética de estos productos.
Como señalaba, aunque puedo entender que la naturaleza de su cargo incluya la protección de las industrias establecidas, probablemente estará de acuerdo en que el gobierno no debería suprimir la innovación que es crucial para el crecimiento y la competitividad global de nuestra nación. La competencia debe inspirar la mejora de los productos y servicios, no coartar las alternativas.
Para quienes, como usted, defienden la industria láctea tradicional, debería haber espacio para un equilibrio entre los antiguos paradigmas y la innovación. Fomentar una perspectiva más integradora de la competencia podría conducir a soluciones creativas que beneficien a todas las partes interesadas, incluidas las empresas emergentes de tecnología alimentaria y, lo que es más importante, a los consumidores.
Reflexionando sobre sus comentarios, y para enfatizar mi punto de vista, es dable abordar una realidad terminológica similar: “harina de pescado”. Este término incorpora “harina”, concepto principalmente asociado a la molienda de trigo y otros cereales, pero también al procesamiento de pescado. Considero importante reconocer que el lenguaje evoluciona con los cambios sociales y tecnológicos, incluidos los cambios en los métodos de producción de alimentos. La sola idea de una demanda de productores de harina de trigo contra los productores de harina de pescado, disputándoles el nombre genérico, resulta descabellada. Por cierto: ¿qué pasa con la “leche humectante”? ¿Es la industria cosmética la siguiente en sus prioridades ministeriales? Y ni hablar de la Vía Láctea. Abordar estas cuestiones requiere una comprensión coherente y abierta de cómo el lenguaje refleja nuestro cambiante panorama alimentario.
El debate incluso va más allá de ofrecer más opciones a los consumidores; reconoce el importante daño medioambiental de la ganadería tradicional y la necesidad urgente de instaurar prácticas más sostenibles. El objetivo de su gobierno no debería ser salvaguardar intereses creados a costa de suprimir la innovación. Se trata de que nuestro país progrese colectivamente hacia un futuro más sostenible y, me atrevo a decir, compasivo.
El veganismo es una filosofía cuya ética emana del reconocimiento de los derechos de los animales, siendo el principal de ellos el derecho a no ser explotados. Al proponer una transición total de la producción de leche de origen animal a la de origen vegetal, tal perspectiva se combina con la sostenibilidad para el planeta y una mejor salud humana. El sufrimiento que soportan las vacas y otros animales destinados a la producción láctea en los sistemas de ganadería industrial es inmenso y profundamente desolador. En segundo lugar está la sostenibilidad, donde las investigaciones ponen constantemente de relieve el grave impacto medioambiental de la agricultura animal, que incluye a la industria láctea. Estas operaciones contribuyen sustancialmente a las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación y la contaminación de acuíferos, entre otros problemas medioambientales. Además, al considerar la salud humana, es un hecho científico que las dietas basadas en plantas reducen el riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes y ciertos tipos de cáncer. Las leches de origen vegetal ofrecen una alternativa nutritiva y bienvenida para las personas con intolerancia a la lactosa o alergias a la leche, y abastecen a un número creciente de consumidores que eligen dietas basadas en plantas por diversas razones. Así pues, abogar por el fin de la industria de la leche animal no es un rechazo a lo que usted denomina tradiciones milenarias, sino un llamamiento en favor de un futuro más respetuoso, saludable y sostenible.
Las preocupaciones sanitarias no acaban ahí: Es sabido que la leche de origen animal, sobre todo la de vaca, puede contener trazas de hormonas, antibióticos y células somáticas, comúnmente denominadas “pus”. Aunque toda la leche, incluida la leche materna humana, contiene de forma natural hormonas como el estrógeno y la progesterona, la intensidad con la que se ordeña a las vacas durante embarazos cíclicos hace que su leche tenga niveles hormonales más elevados, lo que podría afectar al equilibrio biológico del consumidor. La industria láctea combate estas infecciones con antibióticos, lo que también es motivo de preocupación por la posible presencia de residuos de antibióticos en la leche que consumimos y su posible contribución a la resistencia a los mismos. En cuanto a las células somáticas, éstas comprenden una mezcla de células inmunitarias, células de la piel y bacterias, y aumentan en respuesta a infecciones como la mastitis, lo que convierte su presencia en una incómoda realidad de la ganadería lechera. Al respecto, el Colegio Médico Veterinario de Chile escribe en su sitio web que “El recuento de células somáticas (RCS) es uno de los indicadores de la calidad de la leche. Cuando este índice se incrementa, lo hace en respuesta a bacterias patógenas como Staphylococcus aureus, causante de mastitis. Una vaca totalmente sana muestra recuentos de aproximadamente 50.000 células/ml de leche, variando este número entre 5.000 y 200.000, aunque el número de células puede cambiar según el estadio de lactación, y aumenta según la vaca se hace más vieja”. En otras palabras, un litro de leche proveniente de una vaca sana tiene 50 millones de células somáticas.
Estas cuestiones subrayan los beneficios de las leches vegetales, que están libres de pus, hormonas y antibióticos.
Confío en que estas perspectivas contribuyan a sus conocimientos como autoridad de gobierno y a una reevaluación de su postura en esta materia.
Ilustración: Fotograma, video ‘Exponiendo a la Industria Láctea’ (35 segundos de duración) de Animal Save Movement. Fotografía de NotMilk (c) NotCo.Fotografía de Esteban Valenzuela (c) Ministerio de Agricultura de Chile.
En un giro calificado de sorprendente por observadores, la Corte Suprema de Estados Unidos ha respaldado una norma de bienestar animal, votada por los ciudadanos, venciendo a los cabilderos corporativos que se oponían a ella.
La decisión llega en medio de una creciente tensión entre la industria cárnica y un amplio espectro de consumidores, defensores de los animales, granjeros, chefs, minoristas y otros que exigen un cambio en las prácticas de crueldad animal. Este triunfo destaca la relevancia del activismo de base y reafirma el papel de la democracia en la protección del bienestar animal.
Jim Hightower, columnista de OtherWords y destacado comentarista de radio y orador público, ha escrito un artículo de opinión, que hemos traducido y reproducimos en Sociedad Vegana con su autorización:
Resulta curioso que una industria opte por atacar a sus propios consumidores como estrategia de marketing
No obstante, eso es exactamente lo que está haciendo la industria cárnica dominante — presidida por gigantes como Tyson, Smithfield, JBS y Hormel, que controlan casi el 70 por ciento del mercado porcino en Estados Unidos.
‘Solo calla y cómete tu tocino’, gruñe la industria.
Este berrinche corporativo se dirige al creciente movimiento de consumidores, defensores de los derechos de los animales, granjeros, chefs, minoristas y otros que están indignados y repugnados ante la forma en que ‘Big Pork’ lucra a expensas de la crueldad hacia los animales.
‘¡Este asunto no les compete!’ exclaman enfurecidos los ejecutivos, cabilderos, abogados y políticos a sueldo que administran este sistema tortuoso.
Pero organizaciones valientes como Human Society han logrado adentrarse en las fábricas industriales de animales, filmando escenas horrendas de miles de cerdas preñadas encerradas durante 16 semanas en jaulas de gestación tan pequeñas que los animales no pueden siquiera darse la vuelta. En 2018, estas impactantes revelaciones llevaron al 60 por ciento de los votantes de California a aprobar una iniciativa que prohíbe el uso de estas crueles jaulas.
Añadiendo estupidez plutocrática a su codicia, los magnates porcinos luego demandaron al pueblo de California. Sí, estos acaparadores de la industria del cerdo se atrevieron a decir que la democracia no debe entrometerse en las ‘prácticas comerciales correctas’.
Poco importa que muy pocos de nosotros, los ciudadanos comunes no corporativos, consideremos que el sufrimiento animal sea una práctica correcta. Incluso la Corte Suprema, a menudo indulgente con las corporaciones, se sorprendió ante las pretensiones de la industria de tener el poder absoluto para dictar el menú al público.
Este es un claro ejemplo de cómo el activismo de base puede tener un impacto significativo. Para seguir participando e informándose, visite humanesociety.org.
Por Jim Hightower
Ilustración: Jim Hightower, en OtherWords. Fotografía de cerdas en jaulas de gestación vía Wikimedia Commons. Imagen compuesta vía Canva.
En una sentencia judicial dictada la semana pasada, la industria láctea chilena triunfó contra NotCo por su uso del término “Not Milk”. Curiosamente, esta maniobra legal involuntariamente ha puesto en el centro de atención no sólo la marca NotCo, sino también las propias prácticas del sector.
Vista la causa, el tribunal determinó que NotCo había aprovechado injustamente estrategias publicitarias, posicionando su producto como un “sustituto de la leche”, al tiempo que presentaba la leche de bovino como “perjudicial para la salud y dañina para el medio ambiente”. Como resultado, se prohibió a NotCo utilizar el término “Not Milk” y se le condenó a pagar las costas judiciales del caso.
Aunque coincidimos en la necesidad de garantizar una competencia leal y defender principios comerciales éticos, la sentencia plantea algunas cuestiones y puntos de controversia importantes.
La palabra “leche” y su carácter no exclusivo
En muchas culturas, la palabra “leche” no ha sido exclusiva de los productos lácteos. Los consumidores están familiarizados desde hace tiempo con términos como “leche de coco”, “leche de almendras”, “leche de soja” o “leche de avena”. La sentencia parece ignorar este contexto lingüístico y cultural moderno, y más aún contemporáneo, en el que “leche” no se asocia estrictamente a las secreciones mamarias de mamíferos.
Por su parte, el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española tiene diversas definiciones de la palabra “leche”, incluyendo las siguientes:
1. f. Líquido blanco que segregan las mamas de las hembras de los mamíferos para alimento de sus crías.
2. f. leche de algunos animales que se emplea como alimento de las personas.
3. f. Jugo blanco obtenido de algunas plantas, frutos o semillas. Leche de coco, de almendras.
4. f. Cosmético de consistencia espesa, generalmente de color blanco. Leche hidratante.
Hay varios otros ejemplos, entre ellos, el uso de palabras como “mantequilla” e incluso “harina”, que establecen un precedente para un uso extendido de la terminología alimentaria. “Mantequilla” se utiliza para “mantequilla de maní” o “mantequilla de almendras”, mientras que “harina” se extiende más allá del trigo para incluir “harina de maíz”, “harina de arroz” y “harina de almendras”. Este precedente indica que los términos tradicionalmente asociados a los productos de origen animal se aceptan desde hace tiempo para las alternativas de origen vegetal, en muchas culturas y países. En sentido inverso, también existe el precedente de la “harina de pescado”.
Perspectivas contrastadas: El fallo restrictivo del tribunal chileno frente a la acogida de la leche de origen vegetal por parte de la FDA
Mientras que la sentencia del tribunal chileno contra NotCo supone un paso atrás en varios niveles, es alentador ver que otros países – incluso aquellos donde la industria láctea constituye un formidable grupo de presión política – están cambiando su enfoque para reflejar mejor la evolución de las preferencias de los consumidores y el creciente cúmulo de evidencia científica.
Tomemos como ejemplo Estados Unidos, donde la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) publicó en febrero pasado un borrador de directrices que permiten que las bebidas de avena, soja, almendra y otras de origen vegetal sigan utilizando el término “leche”. Según la FDA, los consumidores entienden la diferencia entre estas alternativas a la leche de origen vegetal y la leche de animales. El término “leche”, como señalan, está ahora “fuertemente arraigado en el vocabulario de los consumidores cuando describen y hablan de alternativas de origen vegetal”.
Este enfoque no sólo respeta la inteligencia del consumidor, sino que también reconoce la dinámica cambiante de la industria alimentaria. Las directrices de la FDA, que también recomiendan a los fabricantes que etiqueten voluntariamente la diferencia nutricional entre sus productos y la leche de origen animal, buscan sortear el “aumento significativo” de alternativas lácteas de origen vegetal en el mercado y garantizar que los consumidores dispongan de la “información que necesitan para tomar decisiones nutricionales y de compra con conocimiento de causa”.
Lo anterior evidencia una forma de avanzar que da cabida a la innovación, reconociendo la importancia de la elección y la transparencia para los consumidores. Pone de relieve que mientras algunos pueden aferrarse a viejos paradigmas, otros están dispuestos a adaptarse y dar cabida al futuro de la alimentación.
Consideraciones lingüísticas y el precedente legal que podría establecerse
Teniendo en cuenta que la sentencia se dictó en Chile, es crucial prestar atención a la dimensión lingüística del caso. El lenguaje utilizado para la denominación del producto, “Not Milk”, es el inglés, en lugar del español (“No Leche”), lo que crea ambigüedad en cuanto a qué convenciones lingüísticas son válidas para el fallo. Al reconocer este contexto lingüístico, podemos comprender mejor los entresijos de la sentencia y su posible impacto.
Además, la sentencia sienta un precedente amenazante. Dado que la línea de productos de NotCo incluye “Not Cheese”, esta decisión podría potencialmente abrir las puertas a nuevas acciones restrictivas en Chile contra los nombres de los alimentos de origen vegetal, en este caso el queso, amenazando con limitar la innovación y la capacidad de elección de los consumidores.
A la luz de estas consideraciones, parece prudente que NotCo recurra esta sentencia. Más que un caso corporativo, esta situación exige una reevaluación más profunda de los límites del lenguaje y la innovación dentro de la industria alimentaria. Pone de relieve una comprensión equilibrada de los términos tradicionales y sus connotaciones en evolución, respetando tanto el uso histórico como la necesidad de flexibilidad lingüística para dar cabida a la innovación.
La sentencia, aunque supuestamente busca defender la competencia leal y los principios comerciales éticos, puede frenar inadvertidamente el avance de la industria alimentaria. Así pues, resulta crucial que se entable un diálogo justo y abierto sobre estos temas, que respete la inteligencia del consumidor y los contextos culturales, históricos y lingüísticos de la terminología alimentaria.
Detrás del velo mercadotécnico de los lácteos: la pavorosa realidad de la producción lechera y la necesidad de un cambio radical
Esta sentencia hace oportuno reflexionar críticamente sobre la industria láctea, algo que a menudo se pasa por alto en el debate público. La producción láctea se ha identificado cada vez más como una práctica ecológicamente insostenible que, además, provoca un sufrimiento sistemático a gran escala, a generación tras generación de animales. Los productos lácteos proceden de una industria que sólo puede calificarse de aborrecible. Explota y maltrata sistemáticamente los aparatos reproductivos de las madres y sus crías, sometiéndolas a años de abusos continuos. Estos seres sensibles no son considerados individuos sino meras unidades de producción. La propia terminología de la industria describe de forma escalofriante a las vacas lecheras como “gastadas” tras unos seis años de ordeño incesante, momento en el que son enviadas al matadero. Del mismo modo, sus terneros, considerados como subproductos, suelen correr una suerte similar a una tierna edad.
La cruda realidad de este ciclo de vida y muerte en las granjas industriales, oculto tras un velo publicitario y comercial, es profundamente preocupante. La industria, en su implacable búsqueda de lucro, ha perdido de vista las consideraciones éticas y el respeto básico por la vida e, incluso, por la salud humana.
Desafiar sistemas tan profundamente arraigados no es tarea fácil, pero es necesario. En Sociedad Vegana buscamos estimular un diálogo más amplio sobre la sostenibilidad y la ética de la industria láctea; arrojar luz a espacios oscurecidos, motivar conversaciones y, con suerte, impulsar un cambio hacia sistemas alimentarios más compasivos y sostenibles. Así también intentamos dar voz a quienes no la tienen: los animales inocentes. Estamos convencidos de que si los consumidores toman consciencia de la realidad de la industria láctea, se aceleraría su desaparición y sustitución por alternativas humanas y sostenibles. A esto se suma un cambio cultural, impulsado principalmente por las generaciones más jóvenes, que sitúan el bienestar de los animales, la salud personal y la crisis climática al frente de sus elecciones como consumidores.
Silenciar la verdad: la sentencia judicial punitiva contra NotCo pone de manifiesto una paradoja a la hora de priorizar la transparencia
En un matiz que nos deja algo perplejos, NotCo, que dijo la verdad sobre las serias preocupaciones sanitarias y medioambientales relacionadas con los lácteos, se encuentra en el punto de la mira de una sentencia judicial punitiva. Es una situación curiosa, por decirlo de alguna manera, en la que una empresa es penalizada no por desinformar, sino por arrojar luz sobre problemáticas reales que a menudo se pasan por alto en la engañosa fachada publicitaria de la industria láctea. Cabe preguntarse si estamos entrando en una era en la que decir la verdad, en lugar de celebrarse, se considera ‘competencia desleal’.
Nota: este artículo fue modificado el 30 de mayo de 2023. La frase “Cabe preguntarse si estamos entrando en una era en la que decir la verdad, en lugar de celebrarse, se considera un delito punible”, ha sido sustituida por “Cabe preguntarse si estamos entrando en una era en la que decir la verdad, en lugar de celebrarse, se considera ‘competencia desleal’ “.
Con ello, el texto es consistente con el tema de fondo y con la lógica del Primer Juzgado Civil de Valdivia, Chile.
La decisión ha sido condenada por el grupo Humane Society International UK, que ha calificado el anuncio del gobierno como una ‘traición asombrosa tanto a los animales como a la confianza pública’.
La Conservative Animal Welfare Foundation (CAWR) ha manifestado su decepción ante la declaración del gobierno que confirma la discontinuación del ‘Kept Animals Bill’. Este proyecto de ley fue respaldado originalmente por Rishi Sunak en su manifiesto para asumir el cargo de Primer Ministro.”
Se trata de un giro inesperado en las políticas de bienestar animal del gobierno conservador de Rishi Sunak. La CAWR ha manifestado su decepción ante la declaración del gobierno que confirma la discontinuación del “Kept Animals Bill”. En su lugar, se ha nombrado a cinco miembros para formar el primer Comité de Sensibilidad Animal. Además, el gobierno británico ha iniciado consultas sobre estrategias de aplicación para delitos a la salud y el bienestar animal en el Reino Unido, con planes para introducir castigos más severos, como multas.
La CAWR ha argumentado que la discontinuación del “Kept Animals Bill” representa una oportunidad perdida para mejorar aún más el bienestar y la protección de los animales en todo el Reino Unido. El proyecto de ley incluía disposiciones importantes como el fin de las exportaciones de animales vivos, y medidas adicionales como la lucha contra el contrabando de cachorros.
“Este gobierno fue elegido por casi 14 millones de personas en una plataforma que prometía trabajar por los animales. Más recientemente, el propio Primer Ministro Rishi Sunak prometíó en 2022 durante su campaña para asumir la jefatura del gobierno que respetaría el proyecto y que le daría el debido curso”, enfatiza la CAWR.
El recién formado Comité de Sensibilidad Animal tiene como objetivo apoyar al parlamento en la evaluación de la eficacia con la que la toma de decisiones políticas en todo el gobierno considera el bienestar animal. Además, el gobierno está lanzando una consulta pública de ocho semanas sobre la introducción de notificaciones de penalización para reforzar la aplicación de delitos de salud y bienestar animal. Esto podría resultar en multas de hasta £5,000 (US$6,176) para aquellos que cometan delitos como la importación de productos animales ilegales.
Junto a estas medidas, los ministros también están respaldando proyectos de ley de miembros privados que actualmente están en el parlamento. Estos incluyen la prohibición de la importación de aletas de tiburón separadas, la prohibición de la importación de trofeos de caza y la prohibición de la publicidad y venta de actividades de bienestar animal con estándares “inaceptablemente bajos” en el extranjero.
La más alta instancia judicial estadounidense decidió que no ha lugar una apelación que intentó revertir una prohibición al foie gras en el Estado de California.
Este lunes el Tribunal Supremo de los Estados Unidos decidió no dar curso a una apelación que cuestionaba la prohibición, con una data de 11 años, del foie gras en California.
La apelación, presentada por granjeros de patos y gansos, argumentaba que la prohibición no está amparada en la ley federal. Sin emitir comentarios, el tribunal optó por mantener una sentencia anterior del Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos que refrendó la prohibición. Cabe mencionar que es la tercera vez que los granjeros presentan un recurso similar ante el Tribunal Supremo.
Durante décadas, el foie gras -hígado graso de patos y gansos alimentados a la fuerza- ha estado en el centro de un intenso debate tanto en el ámbito político como legal. Con sólidos argumentos y documentación, los grupos de defensa de los derechos de los animales denuncian que el proceso de elaboración del foie gras es cruel. Por su parte, y mostrando cierto desdén, los agricultores dijeron que “se preocupan por sus animales tanto como cualquier político de California”, escribe USA Today.
La publicación agrega que en otras regiones del país, las prohibiciones del foie gras han enfrentado dificultades. Por ejemplo, Chicago prohibió su venta en 2006, pero derogó la medida dos años más tarde. En Nueva York, se aprobó una prohibición en 2019, pero desde entonces se encuentra enredada en procesos judiciales y todavía no ha entrado en vigor. Los activistas del bienestar animal señalan que es probable que otras jurisdicciones estén siguiendo de cerca lo que sucede con los casos en Nueva York y California.
A principios de este mes, el Tribunal Supremo se ocupó de un asunto similar al respaldar la prohibición de California de los productos de cerdo, a menos que el cerdo sacrificado haya nacido de una cerda confinada en un espacio de, al menos, 2,2 m2. En ese caso, la industria porcina alegó que la prohibición de California tendría un gran impacto más allá de sus fronteras, afectando a los granjeros en lugares como Iowa y Minnesota. Sin embargo, el 11 de mayo, una mayoría de 5-4 permitió admitió como ajustada a Derecho la prohibición californiana.
Qué pensamos en Sociedad Vegana
El foie gras, que literalmente significa “hígado graso”, es un producto que genera una considerable controversia debido a los métodos con los que se produce. Su elaboración implica la alimentación forzada de patos y gansos para agrandar sus hígados más allá de su tamaño natural, un proceso conocido como “gavage”. La alimentación forzada, que implica introducir un tubo por la garganta de las aves para administrarles grandes cantidades de alimento, ha sido criticada por el sufrimiento y daño que les causa.
El método de alimentación es inherentemente cruel y causa una serie de problemas de salud en las aves, incluyendo dificultad para respirar, movilidad reducida y daño hepático. A ello se suma la falta de libertad de movimiento y las condiciones de vida en las granjas de producción de foie gras.
La decisión del Tribunal Supremo de no admitir la apelación de los productores de foie gras representa un hito significativo en la lucha por el bienestar animal. Esta resolución subraya la importancia de considerar la ética en nuestras prácticas alimentarias y refuerza la idea de que los animales, como seres capaces de sentir, deben ser tratados con el máximo respeto y cuidado.
Este veredicto se alinea con una creciente conciencia y sensibilidad en nuestra sociedad respecto a la crueldad animal. Resalta la necesidad de una mayor transparencia en las prácticas alimentarias y la importancia de hacer responsables a las industrias que no cumplen con los estándares de bienestar animal.
Es importante generar conciencia sobre las condiciones en que se produce el foie gras, y la decisión del tribunal es un reconocimiento indirecto al trabajo de las organizaciones animalistas, que incansablemente denuncian estas prácticas. Aunque aún queda mucho camino por recorrer en la lucha por los derechos de los animales, este es un paso significativo en la dirección correcta.
El filósofo y escritor Peter Singer argumenta que las protecciones que se están dando a los animales deberían extenderse a los ecosistemas, ríos y otros entornos naturales.
Peter Singer, filósofo reconocido y autor del libro ‘Liberación Animal’, que fue fundamental para impulsar el movimiento por los derechos de los animales hace casi medio siglo, conversó con Yale Environment 360. En esta conversación, Singer profundizó en cómo nuestra comprensión del dolor animal ha evolucionado y cómo hemos llegado a entender que otras especies no son tan diferentes a los humanos como se pensaba anteriormente.
Singer, conocido por su trabajo pionero que expuso las duras condiciones de vida de los animales en granjas industriales, sostiene que tenemos una obligación ética de evitar causar dolor a los animales. Ahora sabemos que los animales pueden experimentar tanto alegría como sufrimiento. Singer, quien es vegano, también destaca las razones ambientales para optar por una dieta basada en plantas, ya que su producción genera menos carbono que la carne.
En su conversación con el periodista Richard Schiffman, el filósofo argumenta que las protecciones que en grado creciente se otorgan a los animales deberían extenderse a los ecosistemas, ríos y otros entornos naturales. Según Singer, la demanda ética de proteger la naturaleza está creciendo, aunque lentamente. Confía en que el mundo llegará a ese punto de conciencia, aunque no puede predecir cuándo.
En la entrevista, Singer reflexiona sobre cómo los avances científicos han contribuido a desmoronar las fronteras entre los humanos y otras criaturas. Afirma que, sabiendo que los animales pueden experimentar alegría y sufrimiento, estamos éticamente obligados a evitar causarles dolor. A pesar de ello, la cría industrial de ganado está en aumento en todo el mundo, y los animales salvajes están cada vez más amenazados.
Singer también habla sobre su interés en la ética, que se desarrolló cuando comenzó a explorar las implicaciones éticas de lo que descubrió sobre la cría industrial y el trato a los animales. Eso es lo que realmente lo llevó a este campo y lo inspiró a escribir ‘Liberación Animal’.
Singer también reflexiona sobre la producción de carne en un momento en que las condiciones en las que se criaba el ganado no eran bien conocidas. Al ser consultado si las prácticas de cría industrial han cambiado mucho desde que escribió el libro, Singer señala que Europa y el Reino Unido han prohibido algunas de las peores formas de confinamiento para los pollos, donde no pueden ni siquiera extender sus alas, así como California y varios otros estados de EE.UU. El confinamiento de terneros en minúsculos cubículos donde ni siquiera pueden darse la vuelta, también está prohibido en algunos lugares. Confinar a las cerdas reproductoras en pequeñas jaulas también ha sido prohibido en Europa y en otros lugares. Pero en gran parte de los EE.UU., las condiciones no han cambiado mucho, y en algunos aspectos han empeorado.
Singer también habla sobre el abuso de los animales de laboratorio. Esa situación ha cambiado mucho desde que escribió el libro, aunque no tanto como inicialmente creía cuando se dispuso a revisar el libro. Desafortunadamente, todavía se inflige mucho dolor y sufrimiento a los animales, a cambio de obtener un beneficio mínimo o ningún beneficio en absoluto para los humanos.
Singer también habla sobre la importancia de los argumentos basados en el cambio climático, que la agricultura animal es más intensiva en energía y es una gran contribuyente al calentamiento global. Singer sostiene que las personas deberían ser conscientes de ello. Hay quienes dicen: “No como productos de granjas industriales, pero como carne de res alimentada con pasto”. Es cierto que al ser alimentadas con pasto estas reses tienen un mejor pasar que las reses criadas en megagranjas. Sin embargo, las emisiones de gases de efecto invernadero siguen siendo muy altas, por lo que debido al cambio climático Singer no diría que está bien comer carne de res alimentada con pasto, simplemente argumentando que los animales tienen una buena vida. Necesitamos pensar en el efecto en el planeta también, señala el filósofo.
Singer también se refirió a la destrucción del hábitat de la vida silvestre, llevándolos a la extinción, y pregunta si eso no es una violación igual o mayor. Singer dice que los argumentos a favor de la biodiversidad y contra la extinción son otra categoría de argumento porque no se centran en los animales individuales sino en las especies. Necesitamos un argumento diferente para preservar la biodiversidad y prevenir la extinción. Por supuesto, existen tales argumentos. Y como dice, los ambientalistas están dedicados a tal cometido.
Nueva Pescanova, una empresa española, está en proceso de establecer la primera granja industrial de pulpos del mundo, una iniciativa que ha generado preocupación global.
Nueva Pescanova, una empresa española, planea establecer la primera granja industrial de pulpos del mundo en Las Palmas de Gran Canaria. Esta iniciativa ha generado preocupación debido a las implicaciones éticas, ambientales y de bienestar animal que conlleva. La creciente demanda de pulpo ha devastado las poblaciones silvestres, llevando a la industria a buscar formas de criar pulpos en cautividad, una práctica que carece de suficiente respaldo científico y legislación adecuada.
La empresa pretende comenzar a operar en 2023 y ha declarado una “producción” anual estimada de 3.000 toneladas de “carne” de pulpo, lo que se traduce en el sacrificio de al menos 300.000 pulpos en cautividad cada año. Los pulpos son carnívoros, por lo que Nueva Pescanova está desarrollando alimentos basados en harina y aceite de pescado, lo que ejercería una presión insostenible sobre los peces y las especies silvestres que dependen de ellos.
Además, los pulpos tienen un índice de conversión de alimentos de 3 a 1, lo que significa que se necesitan 3 kg de comida para obtener 1 kg de carne de pulpo. Esta no es una utilización justificable de los escasos recursos alimentarios del mundo. Actualmente, no existen leyes en la UE ni en ningún otro lugar que regulen el bienestar y la cría de los pulpos, dejándolos desprotegidos frente al sufrimiento y los métodos de sacrificio inhumanos.
Las condiciones intensivas de la granja aumentarían la exposición de los pulpos a enfermedades, pero también abrirían la posibilidad de transmisión a los humanos. Los pulpos pueden padecer hasta 20 patologías diferentes, entre ellas el Vibrio cholerae, causante de la enfermedad del cólera en los humanos.
Finalmente, la producción en masa de animales genera una gran cantidad de desperdicios y contaminación que termina pagando el medio ambiente. El desgaste ecológico también puede traer consecuencias en un descenso de la calidad del turismo de la zona, con el deterioro económico que eso conlleva. Por todo esto, es crucial que tomemos medidas para prevenir la creación de granjas de pulpos.
El sitio web de la campaña, [https://banoctopusfarming.org/es], organizada por AnimaNaturalis, ofrece una visión completa de los problemas asociados con la cría de pulpos en granjas industriales. Este sitio web también proporciona una plataforma para aquellos que deseen tomar medidas contra esta práctica. Los visitantes pueden firmar una petición para mostrar su apoyo a la causa y ayudar a prevenir la creación de la granja de pulpos en Las Palmas. La firma de esta petición es un paso significativo que cada uno de nosotros puede dar para proteger a los pulpos y preservar nuestro medio ambiente. Desde Sociedad Vegana, le animamos a visitar el sitio web, informarse más sobre este tema y, si está de acuerdo, firmar la petición.
Ilustración: captura de pantalla, sitio de Ban Octopus Farming.
Quiero compartir una preocupación que, estoy seguro, resonará en muchos de ustedes: la realidad de los pollos de engorde de crecimiento rápido en las granjas de la Unión Europea.
Manuela Giacomini, una ciudadana italiana en nombre de “Igualdad Animal Italia”, ha presentado la petición Nº 0564/2022, denunciando que las granjas de pollos de engorde que utilizan el sistema de “crecimiento rápido” vulneran el artículo 13 del TFUE y la Directiva 98/58/CE.
¿Qué significa “crecimiento rápido”? Se refiere a pollos que son el resultado final de complejas combinaciones genéticas dirigidas a conseguir un crecimiento más rápido de ciertas partes del cuerpo (pechuga y muslos), lo que provoca un desequilibrio con otras partes del cuerpo. Este crecimiento no va acompañado de un desarrollo similar de los aparatos respiratorio, cardiocirculatorio y locomotor, lo que significa que, desde el nacimiento, estos aparatos no están adaptados para soportar la masa muscular de las aves.
La mayoría de los pollos que se crían para la producción de carne en Europa pertenecen en la actualidad a grupos genéticos de crecimiento rápido y que alcanzan el objetivo de 2-2,5 kg de peso vivo transcurridas apenas entre 35 y 45 días desde el nacimiento. Esto contrasta con las cifras de mediados de los años cincuenta, cuando un pollo alcanzaba un peso de 1,2 kg en 112 días.
La legislación de la Unión Europea exige a los propietarios de animales, a los cuidadores de animales y a las autoridades competentes de los Estados miembros que respeten los requisitos de bienestar de los animales como seres sensibles para garantizar que reciben un trato humano y evitar causarles un dolor y sufrimiento innecesarios.
Sin embargo, las investigaciones y las pruebas presentadas evidencian que ni siquiera las explotaciones que cumplen las normas establecidas en la Directiva 2007/43/CE pueden garantizar que estos animales no experimenten un sufrimiento y un dolor innecesarios, precisamente debido a su genotipo.
Por ello, Manuela Giacomini se pregunta si esta situación puede considerarse compatible con la legislación europea sobre la protección del bienestar de los animales de granja y solicita la intervención del Parlamento Europeo.
Es hora de que tomemos medidas para poner fin a este sufrimiento innecesario. Como consumidores, tenemos el poder de influir en las prácticas de la industria alimentaria. Como ciudadanos, tenemos el derecho de exigir que nuestras leyes reflejen nuestros valores y principios.
Por eso, le pido unirse y firmar la petición. No sólo estará ayudando a mejorar la vida de estos animales, sino que también estará contribuyendo a un sistema alimentario más ético y sostenible.
Acabo de firmar, constatando que el proceso requiere abrir una cuenta como peticionario, y luego encontrar la petición, para poder firmarla. El proceso no toma más de cinco minutos.
De ser posible, comparta la petición con sus amigos y familiares. Juntos, podemos hacer una diferencia.
En una conversación sincera y que invita a la reflexión, un autoproclamado misántropo nos hace enfrentarnos a nuestro doble estándar cuando hablamos de matar animales de forma humanitaria.
Una propuesta radical para la extinción humana, planteada como un reflejo de nuestras propias prácticas hacia los animales, desvela la incómoda verdad: lo que consideramos “humano” para los animales nunca lo sería para nosotros mismos. Este contundente diálogo nos obliga a cuestionar y reevaluar nuestras actitudes frente al trato de los animales.
Recientemente conversé con un amigo que intrigantemente se identifica a sí mismo como misántropo. Aunque suele pensarse que un misántropo es alguien que alberga pensamientos violentos hacia la humanidad, mi amigo se apresuró a desmentirlo. Pese a su aparente desdén por la humanidad, es un padre cariñoso y una persona afable y sociable que no concibe causar sufrimiento a ningún ser, ya sea humano o animal.
Su autoproclamada misantropía, aclara, no tiene su origen en el odio sino en una profunda decepción. Observa que, paradójicamente, los humanos somos capaces de una gran compasión y bondad hacia los animales, estando al mismo tiempo lastrados por un especismo dominante. Esta dicotomía nos permite colmar de afecto a nuestras mascotas, mientras consumimos sin reparos animales de granja y apoyamos indirectamente un sistema que los explota y maltrata implacablemente.
Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue su sugerente perspectiva sobre el “sacrificio humanitario”, una idea que quisiera compartir aquí, en forma de entrevista. Nótese que algunos comentarios han sido editados para mayor claridad y brevedad.
Sociedad Vegana: ¿Tengo entendido que tienes una opinión bastante extrema sobre la existencia humana?
Misántropo: Podría decirse así. Creo que la humanidad debería extinguirse.
Sociedad Vegana: Ese es un pensamiento bastante violento.
Misántropo: No necesariamente. No abogo por la violencia. A la luz del daño que hemos causado al planeta y al peligro evidente que representamos para su sustentabilidad, creo que ha llegado la hora de extinguirnos. Para ello, propongo que los humanos sigan un protocolo similar al que hemos diseñado para el denominado ‘sacrificio humanitario’ de los animales.
Sociedad Vegana: ¿’Sacrificio humanitario’? ¿Podrías explicarlo con más detalle?
Misántropo: Ciertamente. Por ejemplo, en muchos mataderos, los animales son sometidos a métodos ‘humanitarios’ como el aturdimiento con gas o eléctrico antes de ser degollados. Sus defensores argumentan que estos métodos están diseñados para minimizar el dolor y la angustia.
Sociedad Vegana: ¿Pero sugieres que estos métodos se apliquen a los humanos?
Misántropo: Precisamente. ¿Por qué nos sentimos cómodos aplicando estos métodos a los animales, pero nos estremecemos ante la idea de aplicarlos a nosotros mismos?
Sociedad Vegana: Bueno, la idea de aplicar tales métodos a los humanos es horrorosa.
Misántropo: ¿No es también horroroso aplicar estos métodos a los animales? ¿Por qué nuestra empatía es selectiva? ¿Por qué sentimos por una especie y no por otra?
Sociedad Vegana: Hay quienes argumentarían que hay una diferencia entre los seres humanos y los animales.
Misántropo: Sí, pero ¿no es esa diferencia una cuestión de perspectiva? Hemos diseñado métodos para acabar “humanitariamente” con la vida de los animales, y sin embargo nunca consideraríamos estos métodos como humanos si nos los aplicaran a nosotros. Creo que esto ilustra la falacia del ‘sacrificio humanitario’.
Sociedad Vegana: ¿Entonces estás diciendo que la forma en que tratamos a los animales refleja nuestra propia humanidad?
Misántropo: Exactamente. Es fácil etiquetar algo como ‘humanitario’ cuando no somos los que lo sufrimos. Pero una vez que nos ponemos en la posición de los animales, el concepto de ‘sacrificio humanitario’ se desmorona rápidamente.
Sociedad Vegana: Es una perspectiva que invita a la reflexión.
Misántropo: Así debe ser. Mi deseo de extinción humana no es más que un experimento mental, un espejo levantado para reflejar la hipocresía de nuestro trato a los animales. Si no podemos imaginar un final “humanitario” para nosotros, quizá deberíamos reconsiderar la forma en que tratamos a otros seres sintientes.
Sociedad Vegana: Es un argumento muy contundente. Gracias.
Reflexionando sobre el diálogo con el misántropo y nuestra exploración previa de las angustiantes realidades del aturdimiento con CO2 en los mataderos de cerdos en el Reino Unido, se hace evidente que nuestra sociedad se encuentra en una coyuntura crítica en nuestra relación con los animales.
La propuesta radical del misántropo para una extinción humana “humanitaria” refleja los procesos que tan cómodamente hemos etiquetado como “sacrificio humanitario” para los animales. Es un duro recordatorio de que las normas que aplicamos a los animales serían impensables si se aplicaran a nosotros mismos, lo que pone de relieve la hipocresía inherente a nuestro tratamiento de los seres sensibles para la producción de alimentos.
Nuestro examen del aturdimiento por CO2, un método a menudo pregonado como “humanitario”, reveló la horrorosa realidad de los cerdos retorciéndose con evidente pavor y sufrimiento. Al yuxtaponer esta realidad a la proposición del misántropo, nos enfrentamos a la incómoda pregunta: ¿por qué consideramos que un método así es “humanitario” para los animales, pero horrible e inaceptable para los humanos? Es más, nadie siquiera sometería a sus propias mascotas a una eutanasia donde se usen los métodos “humanitarios” de los mataderos.
Esta contradicción refleja un especismo profundamente arraigado en nuestra sociedad. Trazamos líneas arbitrarias entre los humanos –y nuestras mascotas– y los animales cuya carne apetecemos, ignorando convenientemente el hecho de que, como nosotros, los animales también son seres sensibles capaces de experimentar miedo, dolor físico y sufrimiento mental. El término “sacrificio humanitario” queda así expuesto como un contrasentido, una expresión reconfortante diseñada para tranquilizar nuestra conciencia mientras perpetuamos prácticas que causan sufrimiento innecesario a seres inocentes.
Si queremos avanzar como sociedad compasiva, es esencial afrontar estas verdades incómodas y reevaluar nuestras prácticas. Es hora de ampliar nuestro círculo de empatía más allá de la especie humana (y nuestras mascotas) y considerar los derechos y el bienestar de todos los seres sensibles. El camino hacia esto puede ser complejo y un reto en sí, pero necesario si pretendemos crear un mundo que realmente valore toda la vida.
Le recomiendo leer nuestro artículo donde abordamos específicamente el tema del especismo. Entre otras cosas, escribimos: “El especismo nos ha permitido crear un mundo en el que se matan billones de animales cada año, con decenas de miles de millones de ellos viviendo vidas abyectas y horribles. Sus cuerpos mutilados, sus sistemas reproductivos abusados y sus bebés robados. Se ignora su individualidad y su deseo de evitar el sufrimiento y, en última instancia, se les quita la vida por la fuerza. No hay una forma “humana” de matar a un ser que quiere seguir viviendo. La violencia es parte intrínseca de sus muertes”.
El 24 de mayo, la Comisión de la Unión Europea discutirá una petición histórica de Igualdad Animal para prohibir la cría de pollos de crecimiento rápido. Esta iniciativa pionera es un paso crucial hacia la protección animal y desafía la legalidad de una práctica que genera sufrimiento extremo en estos animales.
Los pollos de crecimiento rápido, sometidos a selección genética durante décadas, viven una existencia marcada por el sufrimiento extremo debido a su crecimiento desproporcionado. Estos animales padecen trastornos cardíacos y respiratorios, fracturas óseas, incapacidad para moverse y una muerte prematura. Hasta la fecha, su cría se ha considerado legal y no ha sido cuestionada.
No obstante, las investigaciones realizadas por Igualdad Animal sugieren que la cría de estos animales podría ser contraria a la legislación europea diseñada para proteger a los animales del sufrimiento. Basándose en estas pruebas, la organización ha presentado denuncias contra los 27 Estados miembros de la UE y ha solicitado a la Comisión Europea que inicie investigaciones.
Esta acción es única en su género, marcando un punto de inflexión en la lucha por el bienestar animal. Representa una batalla ambiciosa que tiene el potencial de cambiar la vida de miles de millones de pollos que sufren en granjas de todo el mundo.
El 24 de mayo, representantes de Igualdad Animal serán recibidos por la Comisión Europea, ante la cual explicarán la validez de su petición. Aunque el encuentro puede durar solo de 5 a 10 minutos, serán momentos cruciales para el futuro de estos animales.
Mientras tanto, la organización sigue trabajando para ganar el apoyo de los miembros de la Comisión de Peticiones, y cada día difunden un mensaje de compasión hacia los animales sacrificados por su carne, leche y huevos. A través de su página Love Veg, promueven la adopción de una alimentación 100% vegetal, una elección que puede salvar millones de vidas.
Desde Sociedad Vegana felicitamos a Igualdad Animal por su iniciativa y por haber gestionado la audiencia del 24 de mayo.
Sugerimos a nuestros lectores mantenerse informados a través de las actualizaciones que Igualdad Animal proporcionará en los próximos días. Igualdad Animal es una organización internacional dedicada a la defensa de los animales, llevando a cabo labores de sensibilización, concienciación e investigación.
Granjero inglés informa que su ganado lechero se quedó sin agua debido a la rotura de tuberías por las bajas temperaturas.
El granjero lechero Oliver Neagle, de Hampshire, Inglaterra, ha tenido que sacrificar parte de su ganado después de experimentar cortes de agua en dos ocasiones en un periodo de tres meses, escribe la BBC el 11 de mayo. Neagle dice que este hecho ha empeorado su situación financiera, que habría llegado a un punto crítico. El granjero lamenta que tuvo que sacrificar 18 vacas y que varias más han dejado de producir leche.
Los cortes de agua afectaron una zona de Hampshire durante varios días en diciembre y febrero. La empresa de suministro de agua, Southern Water, atribuyó los cortes a la rotura de tuberías debido a las bajas temperaturas de diciembre durante el invierno septentrional.
Refiriéndose al perjuicio económico de Neagle, Southern Water asegura ya haber pagado una compensación al propietario de las tierras que arrienda Neagle, pero éste dice “no haber tenido noticias del propietario”. Neagle paga el consumo de agua al propietario de las tierras, pero cree que la compensación debió haber sido abonada directamente a su cuenta, ya que él es el afectado. Tras los cortes, el número de vacas lecheras en la granja de Neagle en Winchester ha disminuido de 110 a 82, agravando su situación financiera.
BBC escribe que durante los cortes de agua, Neagle pidió ayuda a los bomberos, que acudieron con un camión cisterna para dar de beber a las vacas. En febrero, el agua se cortó nuevamente durante cuatro días debido a un problema en una planta de filtración.
Neagle menciona que su ganado necesita beber entre 12.000 y 14.000 litros de agua al día para mantener la salud y la producción. También señala que la falta de agua impedía la correcta limpieza del equipo de ordeño, lo que ocasionó enfermedades y mastitis en el ganado.
Qué opinamos en Sociedad Vegana
La situación referida por la BBC evidencia la irresponsabilidad en la producción de leche. La falta de un plan de contingencia adecuado para la provisión de agua demuestra la falta de preparación y consideración por el bienestar animal.
Es de conocimiento común que las tuberías de agua pueden romperse en climas fríos. A pesar de esto, parece que no se han implementado sistemas de emergencia de suministro de agua. Como resultado, 18 vacas tuvieron que ser sacrificadas debido a la falta de agua, una necesidad fundamental. Este incidente pone de manifiesto que, al final, son los animales los que pagan el precio de la negligencia humana.
Con todo, en una perspectiva más amplia, las vacas son animales que nacen con el único fin de ser explotados a lo largo de su vida, y al final, cuando dejan de producir leche, son sacrificados para vender su carne. Mientras los humanos involucrados – Southern Water, el propietario de las tierras y el granjero – lamentan las pérdidas económicas y discuten sobre el dinero en juego, es dable reflexionar acerca de las inhumanas condiciones que enfrentan estos animales en la industria lechera.
Es devastador y totalmente inaceptable que los animales tengan que sufrir y pagar el precio por la falta de preparación y negligencia humana. Este incidente debería servir como un llamado a la reflexión sobre la forma en que la industria lechera opera y la necesidad urgente de implementar mejores prácticas y sistemas de emergencia para garantizar el bienestar animal. Aunque, por cierto, la opción verdaderamente liberadora y definitiva de poner fin a esta tragedia es optar por las leches de origen vegetal.
La vitamina B12, una de las 13 vitaminas esenciales para la salud humana, se diferencia de otros nutrientes por su origen: no es producida por plantas ni animales, sino por bacterias del suelo. Estas bacterias son consumidas y asimiladas por animales como las vacas, que albergan bacterias sintetizadoras de B12 en sus intestinos. Así, obtenemos vitamina B12 al consumir productos cárnicos y lácteos. Para producir B12 comercialmente, se requiere una gran cantidad de bacterias, lo que la convierte en la vitamina más costosa del mercado, con un precio de alrededor de 20.000 libras esterlinas (25.000 dólares) por kilogramo.
Según un video difundido por The Royal Society, alrededor del 90% de la vitamina B12 mundial se produce en China, lo que podría generar una crisis global de B12 ante eventuales tensiones políticas o económicas.
La deficiencia de vitamina B12 se identificó inicialmente en personas con anemia perniciosa, una anemia no basada en hierro, a comienzos del siglo XX. En 1926, los científicos George Richards Minot y William Parry Murphy descubrieron que el consumo de hígado crudo, que es rico en vitamina B12, podía aliviar los síntomas de la anemia perniciosa. Esta investigación les valió el Premio Nobel de Medicina en 1934.
En las décadas siguientes, los científicos pudieron aislar la vitamina B12 y entender mejor su papel en la salud humana, incluyendo su importancia en la formación de glóbulos rojos y la función del sistema nervioso. Hoy en día, sabemos que la deficiencia de vitamina B12 puede causar una serie de problemas de salud, desde la fatiga y la debilidad hasta el daño neurológico.
A medida que las personas adoptan dietas basadas en plantas, los niveles de vitamina B12 tienden a disminuir, especialmente en aquellos que pasan de una dieta vegetariana a una vegana.
Existen diferentes formas de incorporar vitamina B12 a una dieta vegana, entre ellas el consumo de leches vegetales fortificadas, levadura nutricional, algas, ciertos tipos de hongos, y suplementos. Asimismo, la biofortificación de alimentos, que consiste en enriquecerlos con nutrientes esenciales, puede ser una solución. The Royal Society, con base en el Reino Unido, recuerda que durante la Segunda Guerra Mundial, Robert McCants y Elsie Wilson sugirieron la biofortificación del pan con calcio para proveer nutrientes esenciales a la población en tiempos de racionamiento. Hoy en día, se están realizando experimentos similares con vitamina B12.
Un descubrimiento fortuito reveló que las plantas podrían absorber vitamina B12 cuando se les suministra, abriendo la posibilidad de biofortificar plantas con este nutriente. Este hallazgo permite explorar nuevas formas de incorporar la B12 en dietas basadas en plantas, especialmente en un contexto donde estas dietas son cada vez más populares por razones de sostenibilidad y salud.
Una investigación oculta de Igualdad Animal desenmascara la crueldad sistemática hacia las truchas y salmones en acuicultura escocesa.
Una investigación encubierta realizada por Igualdad Animal en piscifactorías escocesas ha expuesto un abuso sistemático y rampante. Los hallazgos de la organización, capturados mediante tecnología de drones durante dos meses a finales de 2022, revelan fallas constantes en el aturdimiento de los peces, peces heridos y ensangrentados después de ser succionados por los barcos, hacinamiento en las redes y peces lanzados violentamente por los trabajadores.
Según el investigador de Igualdad Animal, salmones y truchas fueron grabados siendo sacrificados en varios lugares a lo largo de la costa escocesa. Mark Borthwick, investigador doctoral de la Open-Oxford-Cambridge Partnership y experto en peces, calificó este caso como “uno de los peores maltratos a peces que he visto en toda mi carrera”.
Las imágenes desvelan numerosos abusos en las instalaciones flotantes. Los peces no son aturdidos adecuadamente, algunos entran al revés en la maquinaria de aturdimiento, recibiendo golpes y descargas en el cuerpo. Además, se observó un hacinamiento visible en las redes y en la maquinaria ensangrentada del matadero.
La piscifactoría de salmón investigada, ubicada en Loch Cairnbawn, está gestionada por Loch Duart Ltd, un conocido proveedor de restaurantes de alta cocina y chefs con estrellas Michelin. A pesar de estar acreditada por RSPCA Assured, GlobalG.A.P y Friends of the Sea, las imágenes desvelan una realidad preocupante.
“El sufrimiento masivo y evitable se está produciendo en cada fase del proceso”, afirma Borthwick. “El charco de sangre en la maquinaria de sacrificio sugiere que el equipo de bombeo utilizado para transportar a los peces de los corrales al barco probablemente esté causando grandes traumas a muchos de estos animales.”
Por su parte, Abigail Penny, directora ejecutiva de Igualdad Animal en Reino Unido, señala: “En esta piscifactoría, lejos de las miradas del público, estos trabajadores se creen invencibles y, al no haber inspecciones, no es difícil entender por qué. Los consumidores nunca podrán saber realmente lo que ocurre dentro de estas instalaciones; la mejor manera de evitar este sufrimiento es evitar por completo el consumo de pescado”.
Igualdad Animal ha denunciado todos estos hallazgos ante las autoridades competentes. Cada año se crían y sacrifican en el Reino Unido hasta 52 millones de salmones de piscifactoría y 25 millones de truchas arco iris.
Abigail Penny enfatiza: “Parece existir una cultura de incumplimiento dentro de esta industria y, claramente, no se puede confiar en sus prácticas. Necesitamos mayores protecciones legales para las decenas de millones de peces que se sacrifican cada año, una supervisión mucho mayor de esta industria y sanciones para quienes descuidan o maltratan a estos animales”.
Los peces son a menudo las víctimas olvidadas de la cría industrial de animales. Los científicos han demostrado que pueden sentir dolor y alegría. Y, sin embargo, faltan leyes que los protejan. Debemos hacer más para luchar por los animales que actualmente están atrapados en este sistema cruel.
Abigail Penny, Igualdad Animal
Además de la piscifactoría de salmones, la investigación de Igualdad Animal también se centró en la piscifactoría de truchas de Loch Etive, gestionada por Dawnfresh Farming. Sus productos se comercializan bajo la marca “R R Spink & Sons”, que ha abastecido a los principales supermercados en Reino Unido, así como a varios restaurantes de lujo, hoteles y clubes de campo.
“Las máquinas de aturdimiento necesitan ajustarse manualmente para ser efectivas con peces más grandes o más pequeños. Sin esto, hay muchas probabilidades de que los animales reciban un golpe erróneo y sufran cortes dolorosos mientras están conscientes”, dice Borthwick, indicando un área crítica de negligencia en la operación de la piscifactoría de truchas.
Todos estos descubrimientos resaltan la necesidad urgente de proteger legalmente a los peces y regulaciones más rigurosas en la industria acuícola. Como consumidores, tenemos el poder y la responsabilidad de decidir. Podemos poner fin al sufrimiento de salmones y truchas, y de los peces en general, optando por alternativas vegetales en nuestra alimentación. La organización Igualdad Animal invita a todos a considerar estas opciones y a visitar Love Veg, donde se pueden descargar libros electrónicos con recetas deliciosas, fáciles, nutritivas y libres de crueldad.
Qué pensamos en Sociedad Vegana
A medida que avanzan nuestros conocimientos sobre la inteligencia y sensibilidad de los peces, es cada vez más evidente que estos animales acuáticos, a menudo descuidados en la temática del sufrimiento animal, merecen un lugar en nuestras conversaciones y en nuestros esfuerzos. Pese a que existe una creciente conciencia sobre el trato ético hacia los animales terrestres, los peces, por su naturaleza alejada de nuestra cotidianidad y su ambiente acuático, son lamentablemente marginados en estas discusiones.
La realidad es que los peces, como cualquier otro ser vivo, son capaces de experimentar sufrimiento y angustia. Diversas investigaciones han demostrado que los peces tienen la capacidad de sentir dolor, son conscientes de su entorno, poseen memoria a largo plazo y pueden incluso exhibir comportamientos sociales complejos. De igual manera, las prácticas industriales actuales, como las que se ven en la acuicultura intensiva – por ejemplo la piscicultura escocesa denunciada por Igualdad Animal – con frecuencia imponen condiciones de vida y procesos de faenamiento inhumanos.
El maltrato a los peces se oculta con frecuencia detrás del velo de la indiferencia y la ignorancia. Al no emitir sonidos audibles para el ser humano o mostrar expresiones faciales reconocibles, su sufrimiento suele pasar desapercibido o ser minimizado. Así, se convierten en las víctimas olvidadas de la crueldad animal, como bien dice Abigail Penny.
Es fundamental ampliar nuestro círculo de empatía para incluir a estos seres en nuestras consideraciones éticas. Las normativas de bienestar animal deben ser extensivas a todos los seres sensibles, incluyendo a los peces, y es imperativo que la industria acuícola adopte prácticas más humanas y responsables.
Y, claro está, la solución definitiva está en nuestras manos: optar por dietas basadas en plantas.
Investigaciones demuestran que una dieta vegana puede ser efectiva en el tratamiento y prevención de enfermedades como la diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer.
En un video publicado en YouTube por Plant Based News, el doctor Neal Barnard presenta las conclusiones de tres estudios históricos que demuestran los beneficios significativos de adoptar una dieta vegana frente a las dietas convencionales en el control y la prevención de diversos padecimientos de salud.
El primero de ellos es un estudio de tres años e duración realizado por el Physicians Committee, cuya conclusión principal fue que una dieta baja en grasas y completamente vegana demostrado ser efectiva en el tratamiento de la diabetes tipo 2. Los resultados mostraron una mejora significativa en el control del azúcar en la sangre al seguir esta dieta, incluso sin límite de calorías o carbohidratos.
En el segundo estudio referido por el doctor Barnard, su colega Caldwell Esselstyn llevó a cabo investigaciones centradas en enfermedades cardíacas. Los pacientes con enfermedad cardíaca existente adoptaron una dieta completamente vegana, eliminando así productos animales ricos en colesterol y grasa animal. El resultado fue una disminución del colesterol, mejoras en la presión arterial y pérdida de peso. Además, las arterias comenzaron a abrirse nuevamente y los síntomas de dolor en el pecho disminuyeron.
En el último estudio, realizado por el Dr. Dean Ornish y concentrado en el cáncer de próstata, la mitad de los participantes siguieron una dieta vegana mientras que la otra mitad recibió tratamientos médicos convencionales. Los resultados mostraron que ningún paciente del grupo vegano necesitó tratamiento adicional durante el estudio debido a que su antígeno prostático específico (PSA) no aumentó significativamente e incluso disminuyó un 4% durante ese año.
En conclusión, los tres estudios respaldan la adopción de una dieta vegana para el tratamiento y prevención de enfermedades como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
La película “Guardianes de la Galaxia Vol. 3” ilustra el problema de la crueldad animal a través del personaje Rocket.
“Guardianes de la Galaxia Vol. 3”, dirigida por James Gunn, aborda el tema de la crueldad animal en su trama, utilizando el trágico pasado del personaje Rocket (con voz de Bradley Cooper) para hacer una reflexión necesaria. La película muestra escenas gráficas sobrecogedoras sobre maltrato animal al relatar los orígenes del mapache Rocket.
Cuando Rocket resulta gravemente herido, sus compañeros de equipo, incluidos Star-Lord (Chris Pratt) y Drax (Dave Bautista), se embarcan en una misión arriesgada para salvarlo del villano High Evolutionary (Chukwudi Iwuji), quien es responsable de su creación. Mientras Rocket está inconsciente, el público es testigo de sus recuerdos de ser sometido a experimentos junto con otros animales cautivos que también se convierten en sus amigos.
El objetivo del High Evolutionary es crear la especie perfecta mediante experimentos con animales, haciéndolos evolucionar y quemando vivos a aquellos que no cumplen con sus expectativas. Los amigos de Rocket son todos ciborgs, como Lylla, una nutria con brazos mecánicos; Teefs, una morsa con ruedas; y Floor, un conejo con boca trampa metálica.
Aunque no se lastimaron animales reales durante la producción del filme, las escenas que muestran crueldad animal son difíciles de ver. No obstante, como señala USA Today, estas imágenes sirven para resaltar problemas reales de crueldad y experimentación animal.
La película ha recibido tanto elogios como críticas por su enfoque en este tema delicado. Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) la calificó como “la mejor película de derechos animales del año”, mientras que algunos espectadores han pedido la inclusión de advertencias sobre el contenido gráfico.
El objetivo final de “Guardianes de la Galaxia Vol. 3” es fomentar la empatía hacia todos los seres vivos. A través del viaje de Rocket, la película enfatiza la importancia de la compasión y el entendimiento de la realidad de millones de animales en todo el mundo.
“Por medio de Rocket, James Gunn ha puesto un rostro, un nombre y una personalidad a los millones de animales vulnerables que están siendo sometidos a pruebas en laboratorios en estos mismos momentos”, dijo Lisa Lange, vicepresidenta sénior de PETA, en un comunicado. “La historia de Rocket es difícil pero importante para entender el objetivo general del filme: promover más empatía hacia todas las criaturas, peludas o no”.
“La compasión es la respuesta a todos los problemas en este planeta. Y si puedes tener compasión por todos los seres vivos, realmente te ayudará a llevar una vida mucho más plena”, dijo el director James Gunn a USA Today.
Lyndi-P, un “toro de élite” que genera importantes ingresos para sus propietarios, se enfrenta a una cruda realidad en la que debe producir continuamente esperma o ser sacrificado. A pesar de los esfuerzos del animal, sus cuidadores muestran una total falta de compasión, bromeando sobre la difícil situación del toro y mercantilizando su existencia.
La corporación de Radio y Televisión de Noruega, NRK, escribe sobre la ganadera noruega Torunn Hovde, quién “creó” el toro de élite Lyndi-P mediante la cría selectiva, utilizando pruebas de ADN para encontrar padres adecuados. Lyndi-P es ahora uno de los 24 toros de élite de Noruega, que produce esperma para inseminación artificial. El toro puede producir entre 400 y 1.000 dosis a la semana, con una dosis regular que se vende por 335 coronas y una dosis separada por sexos por 560 coronas en Noruega. La versión separada por sexos garantiza que sólo nacerán “vacas lecheras”.
El valor generado en el mercado noruego puede alcanzar las 335.000 coronas semanales, suponiendo un rendimiento máximo sin separación de sexos. El semen de Lyndi-P se ha vendido en Noruega, EE UU, Alemania, Reino Unido e Irlanda. Hovde vendió a Lyndi-P a Geno, una cooperativa propiedad de ganaderos lecheros noruegos, por 15.000 coronas (USD 1.400) cuando tenía 14 semanas. Los beneficios de las ventas de semen de Lyndi-P van a parar a las arcas de Geno.
Según Geno, por una semana de trabajo, consistente en dos eyaculaciones, Lyndi-P aporta dosis por valor de 670.000 coronas (64.000 dólares) equivalentes a 255.000 dólares al mes.
El ejecutivo de Geno, Hans Storlien, afirma que Lyndi-P seguirá produciendo mientras se mantenga en forma y sano. Pero todo depende de que la demanda no desaparezca. “Si la demanda cesa, el toro será sacrificado”.
Qué pensamos en Sociedad Vegana
Lyndi-P es tratado como un mero objeto, destinado a rendir en beneficio de los ganaderos. Se espera que el toro produzca al menos dos dosis semanales de esperma y, si no cumple, se le mata. Es un ejemplo escalofriante de cómo se trata a los animales como meras herramientas para obtener beneficios, sin tener en cuenta su bienestar o gratitud por su servicio.
Los propietarios se están beneficiando de la explotación de Lyndi-P, y ni ellos ni el sistema que representan parecen tener intención alguna de mostrar gratitud al animal. Enviar a Lyndi-P a un santuario como muestra de agradecimiento por haberles hecho ricos es una noción inconcebible para ellos y para la industria agrícola que apoya este tipo de trato.
Este enfoque de los animales como mercancías es profundamente perturbador y requiere un cambio significativo de mentalidad y valores. Después de leer esta información, y teniendo en cuenta las noticias de la industria porcina noruega (ver artículos de referencia), sólo podemos preguntarnos: ¿qué le pasa a Noruega, campeona de los derechos humanos, pero obviamente no del bienestar animal?
Ilustración: “Acá [Lyndi-P] aparece en la revista porno. Ahora se están haciendo muchas hijas a partir de él”, bromea Torunn Hovde. Fotografías (c) NRK
Aubrey Plaza se enfrenta a la reacción de sus fans y activistas por su participación en una campaña publicitaria satírica a favor de la “leche real”.
La actriz Aubrey Plaza está siendo objeto de críticas por su participación en un anuncio satírico del “Programa Educacional de los Productores de Leche (MilkPEP)” que, en realidad, es una empresa de marketing financiada por las grandes empresas lácteas. La campaña, que se burla de las leches de origen vegetal, presenta a Plaza promocionando sarcásticamente una supuesta leche elaborada con madera. El anuncio termina con la pregunta: “¿Tu leche es real?”, subrayando la perspectiva de la industria láctea de que sólo la leche de origen animal puede ser considerada leche de verdad.
MilkPEP busca contrarrestar la menguante popularidad de los lácteos de origen animal entre los consumidores más jóvenes. La empresa ha creado cuentas en las redes sociales, un sitio web e incluso merchandising de la empresa ficticia “Wood Milk” para apoyar la campaña.
El anuncio ha desatado las críticas de los seguidores de Plaza y de los activistas a favor de los productos vegetales, acusándola de ser una “propagandista de los lácteos”. A raíz de las reacciones, Plaza desactivó los comentarios en un post patrocinado de Instagram que promocionaba el anuncio. A pesar de ello, los seguidores siguieron expresando su desaprobación en otros posts de Plaza donde los comentarios seguían habilitados.
Ni el sarcasmo ni la complicidad de estrellas de Hollywood pueden ocultar la aborrecible realidad detrás de la “leche real”. Video de la campaña de Animal Save Movement.
Se critica especialmente a Plaza y al la industria láctea por promover la hipocresía medioambiental, ya que la agricultura animal es uno de los principales responsables de la crisis climática. En efecto, se promete plantar 10.000 árboles con las ganancias de las ventas de camisetas y otros cachivaches de la campaña “Wood Milk”, en circunstancias que la industria láctea es un factor clave en la deforestación del planeta.
Ilustración: Aubrey Plaza se burla de las leches vegetales mientras un ternero bebe un sustituto de la leche de vaca, subrayando la ironía de que la “leche real” está reservada para el consumo humano.
Le recomendamos leer el siguiente artículo sobre la trágica verdad de la “leche real”:
Un video encubierto revela el angustioso aturdimiento de cerdos con CO2 en un matadero del Reino Unido, renovando las peticiones de métodos de sacrificio alternativos.
El periódico The Guardian ha publicado una filmación encubierta de cerdos sometidos a aturdimiento por CO2 en un matadero del Reino Unido, que pone de relieve la naturaleza “totalmente inhumana” de este método. El vídeo, grabado en el matadero Pilgrim’s Pride de Ashton-under-Lyne, muestra grupos de cerdos aterrados mientras son bajados a una cámara de gas. Expertos en bienestar animal, como el profesor Donald Broom, de la Universidad de Cambridge, sostienen que las reacciones de los cerdos evidencian escaso bienestar y máximo sufrimiento.
Pilgrim’s UK, antes conocida como Tulip, es una división de Pilgrim’s Pride Corporation, propiedad de JBS, el productor brasileño de carne. Su política de bienestar animal establece: “En Pilgrim’s UK es esencial que todos los cerdos sean tratados humanamente a lo largo de su vida y que el bienestar del cerdo esté siempre a la vanguardia de todo lo que hacemos”. Confirma que todos los cerdos de Pilgrim’s se aturden utilizando CO2.
Según The Guardian, el uso de CO2 para aturdir a los cerdos ha aumentado hasta alcanzar el 88% en 2022, a pesar de que en 2003 el Consejo para el Bienestar de los Animales de Granja recomendó eliminar progresivamente su uso durante la década siguiente. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria también ha expresado su preocupación por los efectos aversivos y angustiosos del CO2 en los animales. Sin embargo, la National Pig Association (NPA) del Reino Unido afirma que el aturdimiento con CO2 “es actualmente el método comercial más humano y eficaz disponible”.
El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) del Reino Unido financió una investigación sobre el aturdimiento por baja presión atmosférica (Laps) como posible alternativa, pero la consideró deficiente en términos de trato humano. La NPA y otras organizaciones celebraron una cumbre para debatir mezclas de gases alternativas, pero llegaron a la conclusión de que “no existían otros sistemas viables”. Aunque los gases inertes como el argón o el helio podrían ser alternativas, su mayor coste “supone un obstáculo financiero para la industria cárnica”.
Peter Stevenson, responsable de políticas de Compassion in World Farming, instó al gobierno a prohibir el uso de altos niveles de CO2 para 2026, obligando a la industria a desarrollar un método de sacrificio realmente humano. Un portavoz del gobierno reconoció la preocupación por el uso de CO2 y aseguró que seguirían buscando alternativas viables basadas en las últimas pruebas.
Lo que pensamos en Sociedad Vegana
Las imágenes encubiertas que revelan el horror al que son sometidos millones de cerdos producidos en el Reino Unido ponen de manifiesto las verdaderas prioridades de la industria cárnica, que favorecen el ahorro de costos y el lucro por encima del bienestar animal. Es desalentador ver que, a pesar de las recomendaciones de eliminar progresivamente el aturdimiento con CO2, su uso no ha hecho más que aumentar, lo que evidencia una flagrante indiferencia por el bienestar de los animales.
El hecho de que gases inertes como el argón o el helio no se tengan en cuenta debido a su mayor coste pone aún más de relieve la mentalidad orientada al lucro de la industria cárnica. Es inaceptable que se permita que los intereses financieros se impongan al tratamiento ético de los animales en nombre de la eficiencia y la rentabilidad. Esto lleva a dudar del compromiso de la industria con unos métodos de sacrificio auténticamente humanos y de su responsabilidad hacia los animales a su cargo.
Además, la respuesta del gobierno británico resulta insuficiente para abordar el problema, ya que sólo asegura que seguirá buscando alternativas viables. Este enfoque pasivo se queda corto a la hora de exigir responsabilidades a la industria e impulsar cambios inmediatos y tangibles.
La situación documentada en el Reino Unido no es excepcional ya que la práctica de aturdimiento con CO2 es estándar en todo el mundo. También era de esperar la lógica de la industria cárnica; es decir, lucro por encima de todo, sumada a su gastado y vacío discurso de “nos importa el bienestar animal”. Sin embargo, sorprenden los razonamientos de los entornos académicos que han validado estas prácticas. Durante la preparación de este artículo encontré un documento publicado en 2009 por la Universidad Autónoma de Barcelona, donde se señala: “La exposición al dióxido de carbono (CO2 ) es uno de los métodos más utilizados dado que presenta una serie de beneficios en comparación con el aturdimiento eléctrico, como la posibilidad de poder realizarlo en grupos, no tener que sujetar al cerdo o la obtención de una carne de mejor calidad. El efecto de este gas -con una concentración de entre el 80% y el 90%- sobre el organismo consiste en una depresión de la actividad nerviosa del animal, derivando en una pérdida de conciencia y en una reducción de su padecimiento”. Luego, la Universidad Autónoma de Barcelona señala que la legislación europea vigente “obliga en los mataderos a aturdir todos los animales previamente a su sacrificio con el objetivo de eliminar cualquier tipo de estrés y/o padecimiento”.
Esta argumentación me ha dejado perplejo, pues el angustiante video en cuestión (uno de muchos) muestra escenas de máximo estrés, pavor y agonía en los cerdos. A riesgo de abundar, quiero hacer una pregunta quizás retórica: ¿Se está cumpliendo el objetivo legal de eliminar cualquier tipo de estrés y/o padecimiento, o se está causando, como estamos viendo, un máximo estrés y padecimiento a los cerdos?
La opción verdaderamente humana
Las angustiosas realidades de la industria cárnica, como muestran las horrendas imágenes del matadero británico, sirven de crudo recordatorio del sufrimiento que soportan animales inocentes en aras de nuestro consumo. La industria cárnica existe únicamente porque hay demanda por sus productos. Al adoptar un estilo de vida vegano, los consumidores se apartan de este sufrimiento innecesario. Al elegir alternativas basadas en plantas, no sólo está promoviendo un mundo más compasivo, sino que también está contribuyendo a un futuro más sano y sostenible para nuestro planeta.
Recuerde, cada elección que haga como consumidor importa; juntos, podemos fomentar un mundo más amable, más verde y más equitativo. Si aún no lo es, le imploro considerar la posibilidad de hacerse vegano y unirse al creciente movimiento que aspira a poner fin al sufrimiento innecesario de los animales.
Al hacerlo, le aseguro que experimentará una sensación liberadora, colmada de plenitud y felicidad, al dejar de participar en un sistema que explota a los animales. Este profundo cambio de perspectiva y estilo de vida trae consigo una inmensa sensación de paz interior y armonía, ya que sus acciones estarán en lo sucesivo alineadas con sus valores de compasión y empatía hacia todos los seres vivos.
En última instancia, la plenitud y la felicidad que provienen de vivir en armonía con sus valores y desvincularse de un sistema que perjudica a los animales puede ser una experiencia que le cambie la vida, enriqueciéndola y fomentando un sentimiento de unidad con todos los seres en este viaje compartido por la Tierra.
Al convertir el acto de matar pollos en una experiencia similar a un videojuego, nueva tecnología busca reducir la gravedad percibida de un acto de máxima violencia.
El uso de la tecnología de realidad virtual en los mataderos plantea problemas éticos, ya que convierte el sufrimiento real de los pollos en píxeles de videojuego, lo que podría insensibilizar a los trabajadores frente a la violencia inherente de su trabajo.
El Instituto de Investigación Georgia Tech de Estados Unidos ha desarrollado una tecnología de realidad virtual (RV) destinada a ayudar a los trabajadores de los mataderos de pollos a realizar sus tareas desde la comodidad de sus hogares. Esta iniciativa surge como respuesta a los elevados índices de rotación anual en la industria, que pueden alcanzar hasta el 100% en Estados Unidos. La tecnología se discutió en un vídeo en el canal de YouTube del conocido escritor y promotor del veganismo, Ed Winters.
Gary McMurray, ingeniero principal de investigación de Georgia Tech, cree que permitir a los trabajadores realizar sus tareas a distancia a través de la RV podría ser “realmente potenciador”. Sin embargo, el uso de la tecnología de RV en este contexto plantea problemas éticos, ya que no aborda la cuestión central del sufrimiento animal.
“Aunque la RV tiene el potencial de mejorar las condiciones de trabajo en varias industrias, en el caso del sacrificio de pollos puede insensibilizar aún más a los individuos ante la violencia que infligen a los animales. Al convertir el acto de matar pollos en una experiencia similar a un videojuego, la tecnología podría reducir la gravedad percibida de la violencia”, comenta Winters, a cuyo juicio el desarrollo de la tecnología de RV para los mataderos de pollos es un paso innecesario. En su lugar, los recursos podrían destinarse al desarrollo de alternativas a base de plantas y carne cultivada, creando oportunidades de trabajo en industrias que no requieren matar animales para ganarse la vida.
Winters también señala que la tecnología de RV puede utilizarse en beneficio de los animales, por ejemplo mediante la producción de carne cultivada en células o sustituyendo los zoológicos y acuarios por experiencias inmersivas, que permitan a la gente conectar con los animales en sus hábitats naturales. Sin embargo, “la decisión de la industria cárnica de utilizar la RV para el trabajo de sacrificio a distancia muestra lo peor de las capacidades humanas”, concluye Ed Winters.
Qué opinamos en Sociedad Vegana
La propuesta de Georgia Tech es un avance tecnológico que lamentamos. Concidimos con Ed Winters, en el sentido que se busca normalizar, al punto de convertir en superficial, el acto de matar animales. Se obstruye así el progreso hacia alternativas más compasivas.
El uso de la tecnología de RV en este contexto podría sentar un peligroso precedente para otras industrias. Si permitimos la insensibilización de los trabajadores al sufrimiento animal a través de la RV, podríamos abrir inadvertidamente la puerta a aplicaciones similares en otras prácticas éticamente cuestionables. En su lugar, proponemos que Georgia Tech busque aprovechar el potencial de la RV para un cambio positivo, como la educación, la concienciación sobre el bienestar animal y el fomento de la empatía y la compasión en nuestra sociedad.
Por lo demás, la noción misma de necesitar separar al perpetrador del acto de matar para hacer el trabajo más tolerable -y evitar así la rotación mencionada por Winters- es un fuerte indicador de que la práctica en sí misma es fundamentalmente errónea. El distanciamiento que se busca, o la “protección” del matarife, al usar realidad virtual, plantea serias cuestiones éticas que es necesario considerar.
Al eliminar la interacción física directa entre el trabajador y el animal, el sistema de RV propuesto facilita que los individuos ignoren la gravedad y las consecuencias de sus actos. Georgia Tech habilita así una peligrosa desconexión de la realidad del sufrimiento animal y de la responsabilidad moral asociada al hecho de quitar una vida.
En lugar de encontrar formas de proteger a los trabajadores de la angustiosa naturaleza de su trabajo, deberíamos centrarnos en crear un sistema alimentario más ético y sostenible que no se base en causar daño a seres sensibles.
Los animales están sufriendo como nunca antes en las granjas noruegas, con inspectores consumidos por el papeleo y la frustración. Solo se cumplen las inspecciones donde hay dinero y obligaciones internacionales: los mataderos.
Uno de los países más ricos del mundo simplemente no tiene recursos económicos ni humanos para solucionar su perenne crisis de bienestar animal.
La Corporación de Radio y Televisión de Noruega (NRK) ha publicado un nuevo artículo investigativo, donde da cuenta de “inspectores desesperados” que advierten que ya no tienen capacidad para atender las denuncias, ni siquiera los casos más graves, de bienestar animal, por lo que la situación sería “catastrófica para los animales”. Varios inspectores filtraron documentos internos y hablaron directamente con NRK.
En el departamento de la Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria, Mattilsynet, en la provincia de Telemark, el jefe del departamento Jan Egil Aronsen ha dado instrucciones para que no se abran nuevos casos hasta que se resuelvan los antiguos, y los inspectores ya no se desplazan para comprobar el bienestar de los animales. Cuando NRK lo llamó para “concertar una entrevista sobre las inspecciones”, Aronsen guardó silencio unos momentos y luego dijo retóricamente “¿de qué inspecciones me habla?”
Por su parte, el médico veterinario Trond Svare, quien renunció a Mattilsynet por frustración y salud mental, dijo conocer varios lugares donde los animales sufrían, pero que simplemente no tenían tiempo para controlar los criaderos.
Según NRK, docenas de inspectores frustrados de todo el país han expresado su preocupación, y algunos de ellos han hablado abiertamente de la situación. Una carta obtenida por NRK muestra a un inspector escribiendo a la dirección: “No podemos seguir sentados viendo cómo ocurre esto sin denunciarlo”.
La veterinaria y representante sindical Britt Helene Villand Lindheim afirma que la ciudadanía no tiene idea del escaso control que ejerce Mattilsynet, y que ahora simplemente deben elegir inspeccionar a “los peores entre los peores” dueños de granjas de cría de animales. Por ley, Mattilsynet es responsable de salvaguardar el bienestar animal en Noruega, pero varios inspectores afirman que la gente se sorprendería si supiera la gravedad de los casos de bienestar animal que la autoridad tiene que dejar de lado. Esta situación se aplica indistintamente a animales de granjas y mascotas.
Sigrid Heldal, de 39 años, inspectora, afirma que el bienestar animal suele “acabar al final de la cola” y que hay menos tiempo para realizar las inspecciones.
Gunleif Oland, inspector de 67 años, afirma que la situación es ahora crítica para los animales.
Mattilsynet también ha sido criticada en informes de la Oficina Nacional de Auditoría y de KPMG por, entre otras cosas, su desordenada gestión de los casos. Como consecuencia, se ha exigido a la agencia que mejore la calidad y la documentación de sus inspecciones, lo que requiere más tiempo y recursos.
Según los inspectores, lo que lleva tiempo no son las inspecciones en sí, sino todo el seguimiento administrativo que se requiere después. Tras el informe de investigación de KPMG en 2019, Mattilsynet tuvo que concentrar más recursos en los casos más graves. Un inspector dijo: “tenemos que asegurarnos que cada frase que escribimos resista un análisis jurídico”.
Los inspectores revelaron que Mattilsynet está desechando más del 90% de las denuncias prioritarias sobre bienestar animal por falta de recursos. Varios inspectores afirmaron que es casi aleatorio si descubren o no tragedias animales.
Mattilsynet no tiene constancia de cuántos informes prioritarios se abandonan por falta de recursos. La gerencia no lleva estadísticas. Mientras tanto, los inspectores frustrados han empezado por cuenta propia a hacer listas informales de los casos que descartan, sin que se lo haya pedido la máxima gerencia. NRK publica, a modo de ejemplo, una página de una lista, donde línea tras línea se lee: “caso cerrado por falta de recursos”.
Ingunn Midttun Godal, directora general de la Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria, no está de acuerdo en que la organización a su cargo haya perdido el control del bienestar animal. Señala que Mattilsynet cumple una labor supervisora aparte del mero control en terreno en los criaderos de animales, recalcando que “se inspecciona a todos y cada uno de los animales sacrificados en el país”. Al respecto, NRK escribe que los compromisos internacionales de Noruega la obligan a realizar inspecciones veterinarias en todos los mataderos del país. La conclusión es, entonces, que Mattilsynet da prioridad a las actividades donde se mueve dinero, no donde es urgente supervisar el bienestar animal. Respecto al gran número de denuncias y la “desesperación existente entre los inspectores”, Godal dijo que “quizás cuando ustedes llamaron sólo les tocó hablar con quienes están disconformes”.
Las famosas papas fritas de McDonald’s pueden no ser veganas, ni siquiera en el Reino Unido. Los ingredientes varían según el país, y la versión estadounidense contiene saborizante de carne de vacuno a base de leche.
Según Plant Based News, las papas fritas de McDonald’s pueden no ser aptas para veganos o vegetarianos en todo el mundo debido a los saborizantes no vegetales y aceites vegetales añadidos en algunas zonas. Mientras que las patatas fritas de McDonald’s son aptas para veganos en el Reino Unido, las de Estados Unidos no son aptas para veganos ni vegetarianos debido al “saborizante natural de ternera” que contiene leche. La página web de la empresa señala que existen riesgos de contaminación cruzada por huevo y productos lácteos, lo que hace que las papas fritas no sean aptas para alérgicos. En otros países también pueden variar los ingredientes, por lo que es esencial comprobarlo antes de consumirlas.
El hecho de que las papas fritas contengan el aromatizante de carne de vacuno no es muy conocido, y puede resultar chocante para algunos clientes. En abril de 2023, un usuario de TikTok de nombre Jordan creó un vídeo sobre el tema, que se hizo viral. “Sé por qué las papas fritas de McDonald’s saben diferente a las de los demás”, dijo. “Y se los voy a decir”.
Luego pasó a explicar lo del sabor a carne de vacuno, añadiendo: “Por eso sus papas fritas saben tan bien pero también tan diferentes de las de todos los demás. Probablemente sea una mala noticia para los veganos, pero cuanto más sepan, mejor”.
Mucha gente expresó su asombro ante el vídeo, y uno de ellos escribió: “Toda mi vida es una mentira”.
A pesar de los avances en los métodos alternativos, la experimentación con animales sigue estando muy extendida, con millones de animales utilizados en la investigación médica y cosmética.
Más de 200 millones de animales se utilizan cada año en experimentos en todo el mundo, incluyendo ratas, conejos, cobayas, cerdos, monos y otros. Aunque la ciencia ha avanzado en la búsqueda de métodos alternativos para probar la seguridad de los productos para uso humano, esta práctica sigue siendo frecuente en la mayoría de los países. La comunidad científica reconoce que los datos procedentes de la experimentación animal no siempre son exactos, pero sigue siendo el método más utilizado para probar la seguridad de medicamentos, fármacos y productos cosméticos o farmacéuticos.
Según la estimación de 2015 de Cruelty Free International, se utilizan al menos 192,1 millones de animales para ensayos e investigación en todo el mundo. La cifra exacta es difícil de estimar debido a las diferentes clasificaciones y a la falta de transparencia entre países. “A pesar de que la comunidad científica ha identificado que los análisis en animales no son siempre eficaces, y las evidentes diferencias genética que tenemos con conejos, ratones y otras especies, la experimentación sigue siendo una práctica común y sumamente cruel. Como organización queremos motivar a la comunidad científica de América Latina en avanzar en métodos alternativos que sean más seguros para las personas, y más éticos por los animales”, afirma Daniela Medina, cofundadora y Directora de Gestión y Finanzas de ONG Te Protejo.
Entre los países que lideran la experimentación animal se encuentran China, Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur, Japón, Australia, Brasil, Reino Unido, Alemania e India. En la última década, los esfuerzos para acabar con la experimentación animal con fines cosméticos han progresado, con prohibiciones legislativas en 42 países y proyectos de ley pendientes en países latinoamericanos.
“Como consumidores, podemos contribuir a acabar con estas prácticas crueles eligiendo productos cosméticos, de cuidado personal y para el hogar con certificación “sin crueldad”, que garantice que están 100% libres de experimentación animal en todo su proceso de producción. Para encontrar marcas con esta certificación, visite www.ongteprotejo.org o descargue la aplicación gratuita #ViveSinCrueldad“, escribe Te Protejo en un comunicado de prensa.
La experimentación con animales es moral y éticamente incorrecta por varias razones. En primer lugar, somete a los animales a dolor, sufrimiento y angustia innecesarios, violando sus derechos básicos a vivir libres de daños. El uso de animales en la investigación implica a menudo procedimientos invasivos, confinamiento y, en última instancia, la muerte. En segundo lugar, la experimentación con animales es científicamente defectuosa debido a las importantes diferencias genéticas y fisiológicas entre los seres humanos y los animales utilizados en los experimentos, que pueden conducir a resultados inexactos y poco fiables. Esto significa que la experimentación con animales no sólo causa un inmenso sufrimiento, sino que también puede obstaculizar el progreso científico. Por último, el uso continuado de la experimentación con animales contrasta con la creciente disponibilidad de métodos alternativos que son más humanos, precisos y rentables. Estos métodos alternativos, como las pruebas in vitro, las simulaciones por ordenador y la tecnología de órganos en un chip, pueden proporcionar datos más relevantes y fiables para la salud y la seguridad humanas, haciendo que las pruebas con animales no sólo sean crueles, sino también científicamente obsoletas.
Los elefantes, las nutrias y las ballenas potencian la capacidad de almacenamiento de carbono de los ecosistemas, ofreciendo soluciones climáticas vitales procedentes de la naturaleza.
En un reciente artículo publicado en The Guardian, Matthew Gould, CEO de la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL), destaca una nueva investigación que revela la importancia de los elefantes, las nutrias y las ballenas para aumentar la capacidad de almacenamiento de carbono de sus ecosistemas. Según Gould, estos animales dispersan semillas, controlan poblaciones de otras especies y liberan nutrientes, todo lo cual contribuye al almacenamiento de carbono en sus entornos.
Gould subraya que comprender el papel que desempeñan los animales en la captura de carbono tiene profundas implicaciones para los esfuerzos de conservación. El estudio publicado en Nature sugiere que, aunque los animales salvajes sólo representan el 0,3% de la biomasa mundial, pueden provocar una diferencia de entre el 15% y el 250% en el almacenamiento de carbono dentro de un ecosistema.
Las soluciones basadas en la naturaleza son esenciales para hacer frente a la degradación climática. Gould nos insta a no pasar por alto los complejos mecanismos que la naturaleza ha desarrollado para la captura de carbono, y a centrarnos tanto en las plantas como en los animales en los esfuerzos de conservación. Por ejemplo, los grandes animales pueden ayudar a mantener el almacenamiento de carbono del permafrost ártico compactando la nieve y manteniendo el suelo congelado.
La conservación funciona, según Gould, y las poblaciones animales pueden recuperarse rápidamente cuando se les brinda la oportunidad. Entre los proyectos de conservación que han tenido éxito se encuentran el regreso de los milanos reales en Inglaterra y la recuperación de los tigres en Nepal y la India. Gould, hace hincapié en la necesidad de un nuevo modelo de conservación, centrado en la coexistencia entre la vida salvaje y las personas.
En conclusión, Gould sostiene que nuestro futuro está entrelazado con el bienestar de los animales salvajes y que, si queremos salvarnos, debemos mejorar en su protección.
Las investigaciones destacadas por Matthew Gould subrayan la importancia de la biodiversidad para mitigar el cambio climático. Al reconocer la interconexión de los ecosistemas, podemos apreciar mejor el papel que desempeñan las distintas especies en el mantenimiento del delicado equilibrio que favorece la captación de carbono. Esta comprensión refuerza la necesidad de enfoques holísticos para la conservación, que den prioridad a la preservación de ecosistemas enteros, en lugar de centrarse únicamente en especies individuales.
Por otra parte, es esencial integrar los conocimientos y la experiencia de las comunidades locales en los esfuerzos de conservación, ya que a menudo poseen una visión única de los ecosistemas que habitan. Las estrategias de colaboración que tienden puentes entre la investigación científica y los conocimientos tradicionales pueden conducir a soluciones más eficaces y sostenibles tanto para las personas como para la vida silvestre.
Asimismo, los entornos urbanos no deben pasarse por alto en los esfuerzos de conservación. Los espacios verdes y la fauna urbana también pueden contribuir a la captura de carbono y ofrecer otros valiosos servicios ecosistémicos, como la reducción del efecto isla de calor urbano y la mejora de la calidad del aire. Al incorporar soluciones basadas en la naturaleza a la planificación urbana, podemos crear ciudades más resistentes y sostenibles que beneficien tanto a las personas como a la fauna.
Por último, es crucial aumentar la concienciación pública sobre la conexión entre la biodiversidad y la mitigación del cambio climático. Las campañas educativas pueden ayudar a la gente a comprender la importancia de conservar los ecosistemas naturales y las especies que los habitan. Fomentando el sentido de la responsabilidad y el aprecio por el mundo natural, podemos inspirar la acción colectiva y el apoyo a las iniciativas de conservación en todo el mundo.
NotCo presenta imágenes creadas por inteligencia artificial, representando a los animales que normalmente no llegan a una edad adulta debido a la industria alimentaria.
¿Cuándo fue la última vez que viste una vaca, cerdo o un pollo viejos? La mayoría de la gente nunca ha visto a estos animales llegar a una edad mayor ya que el sistema alimentario actual sólo les permite vivir una temporada corta de su vida natural. NotCo, la empresa global de foodtech conocida por su misión de crear un mundo más sostenible eliminando a los animales de la ecuación alimentaria con ayuda de la tecnología de inteligencia artificial patentada (Giuseppe), aprovecha este día de la tierra para darle un nuevo uso a su tecnología: Darle un vistazo a la gente sobre la diferencia entre el tiempo que viven los animales en la naturaleza y en el sistema alimentario convencional.
Las cautivadoras imágenes de inteligencia artificial se pueden ver en las redes sociales, vallas publicitarias y anuncios impresos en algunas ciudades de Estados Unidos hasta el final del mes de abril el cual es conocido como “El mes de la Tierra”. La campaña fue creada para mostrar cómo la mayoría de las personas se sorprenden al descubrir que las vacas pueden vivir hasta 49 años en la naturaleza, los cerdos hasta los 23 y los pollos hasta los 13 años. Sin embargo, en el sistema alimentario actual, estos animales solo viven cuestión de meses y a veces solo días. NotCo también está utilizando las imágenes en otros países donde opera, incluyendo Chile, Brasil, Canadá y Argentina.
“Hemos recurrido a la inteligencia artificial para aclarar la mente y darnos una idea sobre cómo podría ser un futuro mejor. En la actualidad, animales como las vacas, los cerdos y los pollos que se crían para la alimentación sólo viven una fracción de su esperanza de vida natural. Con esta campaña queremos desencadenar una conversación más profunda sobre la industria actual y el gran poder que tenemos en nuestras manos al integrar la industria plant-based en nuestros hábitos”, afirmó Kevin Orozco, Director de Marketing en NotCo México.
“En NotCo, ya utilizamos esta inteligencia artificial patentada para crear alimentos hechos a base de plantas desde hace mucho tiempo, este día de la tierra quisimos darle una vuelta a las cosas para intentar construir un mejor futuro para el planeta”.
La producción mundial de alimentos basada en la cría de animales, ocupa un tercio de la superficie terrestre y emite más dióxido de carbono (CO2) que todo el transporte mundial junto. Desde su creación, NotCo ha ampliado los límites de la producción sostenible de alimentos gracias a su tecnología de inteligencia artigficial y ciencia únicas. La inteligencia artificial patentada de NotCo, Giuseppe, analiza la estructura de los alimentos de origen animal a nivel molecular para reproducir su sabor, textura, funcionalidad y olor, utilizando únicamente plantas. Además de un sabor increíble, los alimentos vegetales resultantes tienen un impacto mucho menor en el planeta y sus valiosos recursos. Por ejemplo, NotChicken™ utiliza un 86% menos de agua y genera un 73% menos de CO2 que la producción tradicional de pollo.
“En NotCo, creemos que la inteligencia artificial es la clave para abrir un nuevo y mejor futuro de la alimentación ya que tiene la capacidad de eliminar nuestra dependencia de la producción de alimentos de origen animal”, dijo el cofundador y CEO de NotCo, Matias Muchnick.
“Nos hicimos una pregunta muy sencilla ¿Cuándo fue la última vez que viste una vaca vieja? La respuesta seguramente es nunca, así que en NotCo recurrimos a otro tipo de inteligencia artificial para que nos diera una visión precisa. Nos quedamos asombrados con lo que vimos y creemos que la gente también lo estará. Con estas imágenes buscamos que, si todo sale bien, la respuesta en unos años sea muy distinta a la que tenemos hoy”.
La nueva campaña educativa de NotCo llega poco después de que la empresa anunciara que ya cuenta con la certificación B Corp, que es un movimiento mundial de empresas que promueven altos niveles de actuación social, medioambiental, transparencia y responsabilidad. La Certificación B Corp de NotCo se aplica a todos sus productos en Estados Unidos, incluyendo NotMilk™, NotBurger™ y NotChicken™, así como a productos como NotMeat™, NotIceCream™ y NotMayo™ en países como Canadá, Brasil, Argentina, Chile, México, Perú, Colombia, Ecuador y Paraguay.
El 28 de marzo, manifestantes protestaron en Bogotá, capital de Colombia, contra las corridas de toros y los encierros, pidiendo a los legisladores que prohibieran esta práctica.
Decenas de manifestantes se reunieron frente al Congreso del país, en la Plaza de Bolívar. “Estamos aquí para gritar unidos que Colombia está en proceso de construir la paz y que la paz también debe incluir a los animales”, dijo el manifestante Derly Flores.
Liderados por Andrea Padilla, senadora de la República y reconocida animalista, los manifestantes solicitaron a los congresistas votar a favor de los proyectos de ley que pretenden acabar con las corridas de toros.
El propio presidente Gustavo Petro es uno de los principales abanderados de la causa anti corridas de toros y así lo demostró cuando fue alcalde de la ciudad de Bogotá al no permitir corridas de toros en la Plaza de Toros de Santamaría, una de las más importantes del país y de la América taurina.
“Soy la voz de los toros que torturas y cuya muerte festejas como si no fuera yo un ser vivo”, manifestó la senadora Padilla en medio de la reunión antitaurina.
Ilustración: Activistas por los derechos de los animales participan en una manifestación para exigir la aprobación de una ley que prohíba las corridas de toros y los eventos en los que se maltrate a los animales, en Bogotá, Colombia, 28 de marzo de 2023. Fotografía (c) Twitter @andreanimalidad
Lidl evitará los productos animales y fomentará los alimentos vegetales ante el imperativo ético de que “no hay un segundo planeta”.
El minorista alemán de precios bajos Lidl ha desvelado su última estrategia para reducir la cantidad de carne que vende y animar a los consumidores para que opten en su lugar por las proteínas de origen vegetal.
Lidl ha anunciado una nueva y audaz estrategia, con la que pretende reducir sus existencias de productos de origen animal y aumentar la cantidad de alimentos de origen vegetal que vende. La nueva estrategia de la cadena de supermercados fue desvelada por el director de compras Christopher Graf en el evento de la Semana Verde Internacional de Berlín.
Según Graf, es imperativo reducir el consumo de carne debido a su impacto en el medio ambiente para “satisfacer las demandas de una población mundial”. El minorista cree que tiene el imperativo moral de ser más sostenible “ya que no existe un segundo planeta”.
“En todo el mundo necesitamos una dieta más consciente para nutrirnos dentro de nuestros límites planetarios”, explicó Graf. Lidl impulsará las proteínas de origen vegetal.
Según el diario alemán Der Spiegel, Graf afirmó que la medida no debería percibirse como una forma de “dictar cómo viven sus vidas los clientes”, sino como una forma de motivar a los compradores para que adquieran más proteínas de origen vegetal. Afirmó que el incentivo sería bien recibido por las generaciones más jóvenes que desean proteger el clima, y añadió: “Creo que las generaciones más jóvenes se alegran cuando tratamos el tema”.
Lidl es una cadena de supermercados de origen alemán que se encuentra presente en muchos países de Europa, incluyendo España, Francia, Reino Unido, Italia, entre otros. Se especializa en la venta de productos alimentarios y no alimentarios a precios asequibles, y ofrece una amplia gama de marcas propias y productos frescos a precios muy competitivos. Además de los productos de alimentación, Lidl también vende productos electrónicos, textiles, productos para el hogar y jardín, entre otros. La filosofía de la empresa es ofrecer productos de alta calidad a precios bajos.
Según una encuesta realizada por la empresa de reparto Deliveroo en diciembre de 2022, el 26% de los franceses están dispuestos a probar el veganismo durante un mes.
Se trata de una mejora sustancial con respecto a 2019, cuando sólo el 12% de los participantes manifestaron su interés por probar el veganismo.
Deliveroo ha realizado una encuesta para examinar el progreso del veganismo en Francia por cuarto año consecutivo, demostrando que el movimiento -y el estilo de vida- ha crecido en popularidad con el paso de los años. En 2019, sólo el 12% de los participantes afirmaron que estarían dispuestos a probar una dieta vegana.
Según la encuesta de este año, eliminar todos los productos animales de la dieta resulta más atractivo para las generaciones más jóvenes. Según el informe, el 40% de los jóvenes de 18-24 años y el 36% de los de 25-34 años están dispuestos a adoptar una dieta vegana.
El 51% de los encuestados dijeron que se harían veganos por respeto a los animales y el 41% para ayudar al medio ambiente. La salud fue un factor importante para el 19% de los participantes, aparte de la protección de los animales o del medio ambiente.
Sin embargo, según la encuesta, algunas personas siguen creyendo que la dieta vegana es perjudicial para la salud humana. El 28% de los encuestados dijeron evitar el veganismo porque creen que crea déficits nutricionales.
En 2022, el 53% de los adultos franceses afirmaron que habían probado y les gustaban las alternativas veganas, frente al 28% de 2019, que criticaban la dieta vegana por ser demasiado restringida y carecer de variedad.
Además, el 38% ha comprado recientemente un plato vegano en Deliveroo, que experimentó un crecimiento del 28% en los pedidos de comida vegana a domicilio entre 2021 y 2022. Sin embargo, según Deliveroo, los pedidos veganos representaron sólo el 1% del total de entregas de Deliveroo en 2022, una cifra que se mantuvo estable en comparación con 2021.
¿Qué pensamos en Sociedad Vegana?
A pesar del crecimiento constante del veganismo, aún le queda un largo camino por recorrer antes de convertirse en una fuerza dominante en la industria alimentaria. Como concluye Deliveroo, los pedidos veganos sólo representaron el 1% de sus entregas totales en 2022, sin cambios respecto al año anterior. Sin embargo, esto no resta importancia al hecho de que el movimiento vegano sigue ganando impulso y concienciación, y es probable que veamos aumentar esta cifra en el futuro a medida que más y más personas adopten una dieta basada en plantas.
Contrariamente a lo que sostiene la industria cárnica y láctea, una dieta vegana bien planificada proporciona todos los nutrientes que una persona necesita para gozar de buena salud. Es más, se ha demostrado que una dieta vegana equilibrada incluso representa un menor riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes de tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Le sugerimos buscar “Nutrition Facts”, en Google o YouTube. Su formidable biblioteca de videos y artículos, todos traducidos al español, le permitirán constatar que la ciencia avala la dieta vegana.
Unos anuncios en los autobuses de Dublín promoviendo un estilo de vida vegano y exponiendo la crueldad de la industria láctea han provocado una indignada, hipócrita y desinformada reacción de algunos políticos.
Los pósters se exhibieron en 120 autobuses y paneles publicitarios de todo el país, y forman parte de la campaña 2023 de Go Vegan World para Irlanda, que concluyó el 12 de enero de 2023.
El político Michael Collins acusó a Dublin Bus de socavar la agricultura irlandesa al aceptar ingresos publicitarios de escaso valor de Go Vegan World, que según él difunde información falsa. Dijo: “Dublin Bus está permitiendo el vapuleo de la agricultura irlandesa a cambio de míseros ingresos publicitarios”. Añadió que Go Vegan World estaba difundiendo información falsa. “Es una publicidad completamente extrema, por no decir otra cosa. No tengo ningún problema con que una persona sea vegana – es su derecho. Pero poner y pagar anuncios como ‘Los lácteos arrebatan a los bebés de sus madres’, ‘Ella tiene una preciosa vida, ¿se la quitará tu cena?’ Eso es publicidad extrema, por no decir otra cosa”, declaró Collins a Newstalk.
Aunque la campaña ha terminado, el diputado Collins añadió que pedirá al ministro de Agricultura, Alimentación y Marina, Charlie McConalogue, que intervenga en el asunto, ya que “es competencia de su ministerio”. “No podemos permitir que el buen trabajo de promoción que realizan los sectores agrarios se vea socavado por una serie de carteles sin sentido en Dublin Bus que demonizan toda una forma de vida por unos míseros euros de publicidad”, concluyó.
La política Carol Nolan se ha unido a Collins para condenar los anuncios pro-veganos. Nolan ha pedido al ministro que “defienda a los granjeros irlandeses y al sector agrícola”.
La empresa de autobuses se defiende
En una declaración a Agriland, la empresa de transportes Dublin Bus dijo: “Estos formatos publicitarios están a disposición de todas las marcas, empresas y organizaciones. La publicidad comercial y las comunicaciones de marketing en Irlanda están sujetas a las normas y directrices establecidas en el Código de Normas para la Publicidad y las Comunicaciones de Marketing en Irlanda, publicado y administrado por la Autoridad de Normas de Publicidad para Irlanda.”
Go Vegan World: “El público tiene derecho a una información objetiva”
Sandra Higgins, de Go Vegan World, refutó las afirmaciones de los políticos de que la empresa estaba equivocada, señalando que Dublin Bus no está autorizada a aceptar anuncios con información inexacta. Explicó que la información relativa a las emisiones de gases de efecto invernadero utilizada en el anuncio procedía de la Agencia de Protección del Medio Ambiente. Por tanto, el anuncio sólo presentaba los datos objetivos.
“Ésa es la razón de ser de nuestros anuncios. Las estadísticas recientes de la EPA muestran que la agricultura animal es la que más contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero en Irlanda: un 37,5%”.
Vía Instagram, Veganworld escribe: Podemos asegurar a los lectores que incluso si fuera competencia de la Autoridad de Normas Publicitarias en Irlanda investigar los reclamos contra nuestros anuncios, encontrarían que éstos son correctos. En lugar de matar al mensajero, los que están en el poder tienen que aceptar la ciencia y hacer algo para apoyar a los agricultores a los que dicen representar para que abandonen la agricultura animal.
En Sociedad Vegana no tenemos duda alguna de que los políticos Michael Collins y Carol Nolan conocen perfectamente información como la que presentamos en nuestro artículo “Los lácteos, una industria insostenible que causa enorme sufrimiento sistemático”. Ignorar tal información en defensa de una agenda política y comercial es simplemente hipocresía y “matar al mensajero”, como bien señala Go Vegan World.
El ganador del Oscar ha pedido a la gente que deje de comprar artículos que contengan plumas de pato para acabar con el sufrimiento de estos animales.
Las declaraciones de Phoenix se producen a raíz de una reciente revelación de PETA en la que aparecen empleados electrocutando a las aves y apuñalándolas en el cuello antes de vender sus plumas bajo la etiqueta falsamente denominada RDS o “Responsible Down Standard”(Estándar del Plumón Responsable).
Joaquin Phoenix colaboró con PETA para narrar un vídeo sobre los hallazgos de la organización. El filme secuencias captadas en granjas y mataderos de patos en Vietnam, así como de empresas que venden ropa que usa plumas de ganso, como GAP Inc, Guess y H&M.
Se ve cómo los trabajadores apuñalan despiadadamente a los patos, los degüellan cuando aún están vivos y les cortan las patas a las aves vivas. Otros vídeos mostraban cómo se hacinaba a los patos en cobertizos sucios y se les obligaba a vivir en suelos de alambre o en suelos de tierra cubiertos de heces.
Muchos patos son vistos respirando agitadamente, lo que refleja estrés, sobrecalentamiento o una enfermedad respiratoria. Otros presentaban heridas abiertas y sangrantes.
“Muchos tenían problemas para andar o mantenerse en pie, quizá debido a enfermedades graves o a que tenían las patas dañadas. Las aves moribundas eran abandonadas, y los restos de las que perecían se dejaban a veces a la vista de las demás”, denunció PETA.
El “Estándar del Plumón Responsable” es un mito
RDS o “Estándar del Plumón Responsable” promete “garantizar que el plumón y las plumas no proceden de cadenas de suministro en las que los animales han sufrido daños innecesarios”. Sin embargo, todas las granjas y mataderos que visitaron los investigadores de PETA Asia reconocieron que vendían plumón a proveedores con certificación RDS.
Phoenix, en el fragmento de este vídeo, que es significativamente menos brutal que la versión completa, concluyó: “La única forma de evitar esta crueldad y salvar a los patos es dejar de comprar productos que incluyan plumas. Acuérdate de leer las etiquetas, y si indican ‘plumón’ o ‘plumón responsable’, recuerda a estos patos y deja el artículo en el estante o estantería”.
“La horrible brutalidad descubierta por esta investigación demuestra por qué incluso el plumón aparentemente responsable nunca es ético ni compasivo. La única forma de garantizar que no se daña a ninguna ave en la producción de tu ropa o ropa de cama es elegir productos veganos”, declaró PETA.
Muchas empresas, como The North Face, Harper Coats, Matt & Nat y Wuxly Movement, están empleando tejidos veganos de alta tecnología que son más saludables tanto para las aves como para el medio ambiente.
Legislador: “Por fin llegó el momento en que la industria y los defensores del bienestar animal están de acuerdo”.
Canadá se convertirá en el país más reciente en prohibir las pruebas de cosméticos en animales, siguiendo los pasos de más de 40 países que ya han proscrito esta controvertida práctica.
Se espera que el ministro de Sanidad, Jean-Yves Duclos, actualice los cambios de la Ley federal de Alimentos y Medicamentos, que también prohibirá la venta de cosméticos que hayan sido probados en animales, según confirmó el Ministerio de Sanidad canadiense. La ley entrará en vigor el próximo mes de agosto. La decisión se produce después de años de campaña por parte de activistas defensores de los derechos de los animales y algunos diputados liberales.
Uno de ellos, el diputado liberal Nathaniel Erskine-Smith se refirió a los retrasos en la aplicación de la prohibición canadiense señalando: “Por fin llegó el momento en que la industria y los defensores del bienestar animal están de acuerdo”.
El gobierno también pretende reducir los ensayos con animales en otros ámbitos. En un anuncio de la semana pasada, el Ministerio de Sanidad de Canadá y el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá afirmaron que pretenden “reducir la dependencia” de esta práctica y que están trabajando para utilizar alternativas probadas sin animales para nuevos productos químicos y fármacos.
“El Departamento está elaborando una propuesta para prohibir las pruebas de cosméticos en animales y sigue apoyando el desarrollo y el uso de métodos alternativos a las pruebas en animales para otros productos o usos”, dijo Health Canada en un comunicado.
Enorme paso adelante
La medida ha sido bien acogida por los defensores de los derechos de los animales. “Se trata de un enorme paso adelante para el bienestar animal en Canadá. Probar cosméticos en animales es cruel e innecesario, y estamos encantados de que el gobierno esté tomando medidas para acabar con esta práctica”, dijo un portavoz de la Coalición Canadiense para la Protección de los Animales, según Vegan Buzz.
La prohibición se aplicará a todos los productos cosméticos, incluidos el maquillaje, los productos para el cuidado del cabello y los artículos de cuidado personal. También se aplicará a los ingredientes utilizados en los cosméticos, y se exigirá a las empresas que demuestren que los ingredientes utilizados en sus productos no han sido probados en animales.
Darren Praznik, presidente y director ejecutivo de Cosmetics Alliance of Canada, que representa a la industria canadiense de cosméticos y productos de cuidado personal, afirmó que la organización apoya plenamente la prohibición. “Todas las partes interesadas, incluida la industria, han trabajado muy duro durante los últimos años para avanzar en la prohibición de los ensayos de cosméticos en animales en Canadá, incluida la alineación sobre los principios con el Ministerio de Salud de Canadá para garantizar una legislación viable. Aunque comprendemos los retrasos debidos a la pandemia, es hora de que el gobierno finalmente lleve esto a cabo”, dijo Praznik.
Los consumidores están cada vez más preocupados por el contexto medioambiental y ético de sus compras y la industria cosmética está cumpliendo con la creciente demanda de productos más éticos y ecológicos.
Qué pensamos en la Sociedad Vegana
Utilizar animales para probar cosméticos es inadmisible porque somete a los animales a dolor, sufrimiento y muerte innecesarios. Los animales utilizados en las pruebas de cosméticos son sometidos a una amplia gama de ensayos, entre los que se incluyen pruebas de irritación cutánea y ocular, en las que se aplican sustancias químicas en la piel o los ojos de los animales, y pruebas de dosis letales, en las que los animales son forzados a ingerir grandes cantidades de una sustancia para determinar la dosis a partir de la cual se vuelve tóxica.
Estas pruebas no sólo son inhumanas, sino que tampoco son fiables, ya que los animales utilizados en ellas no son iguales que los humanos, tienen una fisiología, anatomía y fisiología diferentes, por lo que los resultados pueden no ser exactos a la hora de predecir cómo afectará una sustancia química a la salud humana. Además, existen métodos alternativos que pueden utilizarse para comprobar la seguridad de los cosméticos, como las pruebas in vitro, los modelos informáticos y los métodos de ensayo relevantes para el ser humano, que son más precisos y éticos.
Otro problema es que los animales utilizados en las pruebas de cosméticos suelen permanecer en condiciones de hacinamiento e insalubridad, y son sometidos a pruebas repetidas a lo largo de su vida. Esto no sólo les causa sufrimiento físico, sino también psicológico.
Uno de los mejores países donde vivir – para los humanos – es a todas luces el peor país para los cerdos de criaderos.
En reiterados reportajes hemos cubierto las atrocidades perpetradas año tras año por los productores de cerdos en Noruega en perjuicio de sus animales (ver artículos de referencia al final de esta nota). Luego de años de supervisión y control incompetente por parte de la Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria, Mattilsynet, y de la indiferencia de los gobiernos de turno, una vez más queda de manifiesto la barbarie con que se maneja la industria porcina del país nórdico.
La corporación de radio y televisión de Noruega, NRK, publicó el 18 de enero un artículo donde señala que 334 granjas porcinas, de un total de 582 investigadas, violan flagrantemente las leyes de crianza de animales y, por extensión, las leyes de protección animal. En 25 de las granjas la situación de los cerdos revestía tal gravedad, que Mattilsynet ordenó el sacrificio inmediato de los cerdos.
A pesar de tratarse de 334 granjas que violaban la ley, solo en 5 de ellas se cursaron multas, y en 3 de ellas simples amonestaciones. Solo dos granjas fueron clausuradas, únicamente debido a sus violaciones crónicas de la ley.
Carl Andreas Grøntvedt, veterinario y científico a cargo de la división porcina del Instituto Veterinario de Noruega, declaró a NRK: “Se trata de animales que sufren y que tienen una necesidad especial de atención y cuidados, por lo que la situación es grave”. El especialista recordó que la normativa noruega establece claramente un estándar mínimo para el trato que debe darse a los cerdos en las granjas. Estos estándares no definen una situación óptima, sino un mínimo absoluto. Aún así, el 57% de los productores noruegos de cerdos incumplen el estándar mínimo.
La reacción de los gobiernos de turno y la clase política en general ha sido indiferente en Noruega. Consultada por NRK, Olaug Bollestad, diputada democratacristiana en el parlamento noruego dijo: “Es muy grave, se trata de confianza. Confianza en la industria, confianza en que la carne que consumimos proviene de animales que han tenido una buena vida. No se ha hecho lo suficiente. Me siento increíblemente decepcionada“.
Bollestad fue anteriormente Ministra de Agricultura y, como tal, la autoridad política a quien reportaba Mattilsynet. En su condición de Ministra, luego de un reportaje de NRK de 2019, donde se denunciaba la deplorable situación de los animales en las granjas porcinas, Bollestad dijo sentirse “enojada y decepcionada“. En 2021, ante un nuevo documental de NRK, “Promesas incumplidas”, que evidenciaba un empeoramiento de la situación, Bollestad dijo sentirse “verdaderamente irritada“. En 2023, Bollestad dice sentirse “increíblemente decepcionada“. Estos matices anuales en el estado de animo de Olaug Bollestad no parecen tener efecto alguno en la situación de las granjas porcinas de su país.
Marit Epletveit, líder del sindicato de agricultores de la región de Rogaland, donde (dadas las estadísticas de maltrato animal de la propia Mattilsynet) parece ser tradición violar la normativa de crianza de cerdos, declaró: “Es un problema. Sin embargo, queremos lo mejor para los animales. Los granjeros entran al establo con orgullo, cuidan a los animales lo mejor que pueden y tratan de mejorar cada día para evitar incumplimientos y asegurar que los animales tengan una buena vida“. Aún tratándose de una representante gremial, cuyas declaraciones sólo buscan lavar la imagen del sector, no deja de sorprender la desverguenza en el mentir.
Geir Pollestad, parlamentario del Partido de Centro, considerado el partido de los agricultores, opinó que “no hay nada malo con la normativa”, a la vez que hizo un llamado a la calma: “Es importante no tener pánico. Cuando hay violaciones a la normativa, se debe trabajar para que se cumpla. No creo que la solución sea endurecer las reglas”. Pollestad considera importante decir que muchos criadores de cerdos “se manejan bien y que el sector debe más bien utilizar las conclusiones de la campaña de control como aprendizaje y motivación”.
NRK no entrevistó en esta oportunidad a funcionarios gubernamentales. La última declaración disponible sobre la materia corresponde al entonces viceministro de agricultura de Noruega, Widar Skogan (partido Demócrata Cristiano), quien en en agosto de 2021 concluyó que Mattilsynet está haciendo “un buen trabajo”. “Consideramos que el bienestar animal no depende de un factor presupuestario ni de las fiscalizaciones que haga Mattilsynet. Corresponde a los granjeros cumplir con la ley y tener buenas actitudes”.
NRK muestra en su reportaje fotografìas de cerdos cubiertos de sus propios excrementos (ver ilustración de este artículo) y otros mutilados. Cabe señalar que Mattilsynet suele anunciar sus inspecciones a los productores. En otras palabras, éstos tienen tiempo de sobra para prepararse antes de las inspecciones.
En su reportaje de 2021, NRK entrevistó a Bo Algers, catedrático de higiene animal y uno de los más destacados expertos europeos en bienestar animal porcino, quien luego de analizar fotografìas tomadas clandestinamente al interior de una granja porcina por un grupo animalista, dijo haber detectado violaciones a la ley noruega de bienestar animal en 26 de las 28 granjas visitadas por los activistas. “Me decepciona ver esto. En ningún caso los cerdos deben caminar entre sus propias heces. Y los estamos obligando a hacer precisamente eso. Veo tristeza en sus miradas, que es una tristeza que yo mismo siento”.
Nada ha cambiado desde entonces, por lo que sigue vigente la conclusión principal a la que llegó NRK en 2021: “El estado de la producción porcina es testimonio tanto de un fallo del sistema como de graves problemas de mentalidad”.
“No está del todo bien”
En su informe de enero de 2023, Mattilsynet concluye que “no está del todo bien que se haya detectado incumplimiento de las normas mínimas en más de la mitad de las inspecciones”. En otras palabras, la organización encargada de velar por la seguridad alimentaria y el bienestar animal en Noruega no considera directamente “malo”, ni siquiera “negativo”, este panorama, incluso al constatar que en 25 casos fue necesario sacrificar a los animales dada su situación de sufrimiento, como heridas abiertas, fracturas, infecciones y enfermedades. La situación, simplemente, “no está del todo bien”.
El lenguaje es una herramienta potente, algo que Mattilsynet parece desconocer. Utilizar eufemismos o suavizar el lenguaje resta claridad a la comunicación, a la vez que crea confusión. También puede considerarse deshonesto o poco sincero, algo que es dable suponer habida cuenta del historial de ineptitud de Mattilsynet. Ahora, los productores noruegos de cerdo toman nota de que el trato que dan a sus animales simplemente “no está del todo bien”.
En otras palabras, un simple “tirón de orejas” por parte de Mattilsynet. Pronto pasará esta pequeña tormenta mediática y todo volverá a la normalidad en la industria porcina de Noruega, con su crueldad sistemática e impune.
Fotografía: NRK reprodujo material gráfico captado por Mattilsynet, que ilustra las condiciones en que viven, y mueren, los cerdos de criadero en Noruega.
La campaña registra cada vez más adhesión, no solo entre el público, sino también en la industria alimentaria.
Durante la campaña Veganuary 2023, más de 80 marcas, restaurantes y comercios de España, México y Sudamérica han participado con descuentos y una amplia oferta vegana para motivar a los interesados en probar por primera vez un estilo de vida vegano o basado en plantas.
En España Subway, VeggiAnimals, Vegan Food Club y Revolu Green! son algunas de las marcas con mayores ofertas veganas durante enero.
En Chile: NotCo, Jumbo, Papa Johns, Yoguen Fruz, Vilay y Vegusta, ofrecen importantes descuentos.
En México: Mr. Tofu tiene descuentos en sus propias marcas, así como en Daiya y Better Balance.
En Argentina: Hiper Changomas y Más Online Supermercado ofrecen más de 100 productos con descuento por Veganuary.
En Ecuador: Veggie Lover.
En Colombia: Cero Pollito y Bodai.
Para conocer los detalles de todas las empresas y promociones, haga clic aquí.
Sólo en la campaña de 2022, por ejemplo, se lanzaron más de 1.540 nuevos productos veganos y opciones de menú basadas en plantas en todo el mundo durante el mes de enero gracias a Veganuary.
“Nuestra misión es inspirar y apoyar a las personas para que prueben el veganismo, pero también impulsar el cambio corporativo para que las empresas incorporen nuevos productos y así tener una oferta más amplia basada en plantas”, dijo González Atencio, Gerente de Compromiso Corporativo de Veganuary Latinoamérica.
Recientemente, la organización reveló que una persona se inscribía cada 2,4 segundos para probar Veganuary.
Veganuary comenzó en el Reino Unido, y se nota. Según una nueva investigación realizada por la organización de encuestas YouGov, casi tres cuartas partes (71%) de los adultos británicos han oído hablar de Veganuary y el 9% de los adultos británicos han probado el desafío al menos una vez desde que la campaña comenzó por primera vez en 2014. Basándose en la población actual, Veganuary estima que se trata de aproximadamente seis millones de personas.
China ha inaugurado la granja porcina más grande del mundo, para contribuir a satisfacer su insaciable mercado local.
Una enorme construcción, de tipo edificio de departamentos, ha fue recientemente inaugurada en las afueras Ezhou, una ciudad de la provincia de Hubei, en China central. Sin embargo, en el edificio no se instalarán familias ni oficinas, sino será el lugar donde se hacinarán hasta 1,2 millones de cerdos cada año.
Es la respuesta ideada por China frente a la insaciable necesidad de carne de cerdo del país, la proteína animal más popular.
La nueva granja, tipo rascacielos, comenzó su producción a principios de octubre, cuando el propietario de las instalaciones, Hubei Zhongxin Kaiwei Modern Farming, trasladó a sus primeras 3.700 cerdas.
Zhongxin Kaiwei, anteriormente una empresa productora de cemento, decidió cambiar de rumbo y dedicarse a la producción porcina. Según Jin Lin, director general de la empresa, se identificó la agricultura moderna como un área potencial y una oportunidad para crear la granja porcina utilizando sus propios materiales de construcción.
La granja porcina cuenta con dos edificios, uno de los cuales ya ha sido terminado. Un edificio de aspecto similar y de igual escala todavía en construcción. Cuando estén en pleno funcionamiento, cubrirán una superficie de 800.000 metros cuadrados y tendrán, cada uno, capacidad para 650.000 animales.
La granja cuenta con controles de gas, temperatura y ventilación, y los animales se alimentan a través de más de 30.000 puntos de alimentación automáticos gestionados por una sala de control central.
Según la empresa, el estiércol de cerdo se procesará y utilizará para generar biogás, que se empleará para generar energía y calentar agua en la granja. Los trabajadores tendrán que pasar por muchas rondas de desinfección y pruebas antes de entrar.
Tras perder hasta 100 millones de cerdos por la mortal enfermedad de la peste porcina africana (PPA) entre 2018 y 2020, China ha intentado aumentar su producción de carne de cerdo (consume alrededor de la mitad de toda la carne de cerdo del mundo).
Qué opinamos en Sociedad Vegana
Las granjas de animales a gran escala, también conocidas como granjas industriales, han sido objeto de un intenso debate en los últimos años. Una de las principales preocupaciones es el riesgo de enfermedades zoonóticas, que son enfermedades que pueden transmitirse de los animales a los humanos.
Las granjas industriales suelen implicar el confinamiento intensivo de un gran número de animales en espacios reducidos. Esto puede conducir al hacinamiento y a condiciones insalubres, facilitando que las enfermedades se propaguen entre los animales y salten potencialmente a los humanos. Además, la proximidad de diferentes especies de animales en las granjas industriales también puede aumentar el riesgo de transmisión de enfermedades entre especies.
Un ejemplo de ello es la peste porcina africana (PPA), mencionada anteriormente, y la transmisión del jabalí a los cerdos domésticos, una enfermedad que se ha registrado en muchos países y que está causando importantes daños económicos a la industria porcina. Otro ejemplo es la pandemia de COVID-19, que surgió en un mercado húmedo de Wuhan, China, donde se vendían animales vivos muy cerca unos de otros y de los humanos.
Las granjas industriales también tienden a depender en gran medida de los antibióticos para mantener sanos a los animales en estas condiciones de hacinamiento e insalubridad. Esto puede conducir al desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos, que pueden suponer una grave amenaza para la salud humana.
Además, las granjas industriales también contribuyen a la degradación y la contaminación del medio ambiente, incluida la emisión de gases de efecto invernadero, la deforestación y la destrucción de humedales y otros hábitats de la fauna salvaje.
A juicio del filántropo, los productos veganos se perfilan como una muy buena solución en la lucha contra el cambio climático.
Bill Gates, el multimillonario cofundador de Microsoft, declaró en una sesión de Reddit que los productos de imitación de la carne serán a la larga una alternativa “realmente buena” para los consumidores, sobre todo para aquellos que no buscan primordialmente hacerse veganos o seguir una dieta basada en plantas, pero que de todas formas aspiran a reducir su huella de carbono.
Según Gates, innovaciones como Beyond Meat e Impossible Foods, que son opciones alimentarias basadas en plantas que van desde alternativas a las hamburguesas hasta nuggets de pollo, y Upside Foods, una empresa de tecnología alimentaria que utiliza células animales para cultivar carne en un entorno de laboratorio, son pasos fundamentales para reducir el impacto de la agricultura animal en el cambio climático.
Gates respondió a muchas preguntas sobre estas preocupaciones durante su evento anual Pregúntame lo que quieras en Reddit. “¿Qué opina del veganismo/las dietas basadas en plantas como forma de disminuir el impacto climático?”, preguntó una persona. Además, ¿cómo se puede motivar a los individuos, a gran escala, a tomar esta decisión? Hoy en día, tenemos muchas subvenciones para la carne y los lácteos para que sean más asequibles para la gente, lo que obviamente no ayuda”.
“Hay empresas que producen ‘carne de vacuno’ de formas novedosas, e individuos que buscan seguir utilizando vacas al tiempo que reducen las emisiones de metano”, respondió Gates.
Gates, de 67 años, ha invertido en Beyond Meat, Impossible Foods y Upside Foods, y hace tiempo aboga por los productos cárnicos “sintéticos” como solución al cambio climático.
“He respaldado a varios pioneros en este campo, como Beyond Meat, Impossible Foods y Memphis Meats”, declaró Gates agregando que “pesar de su actual cuota de mercado, creo que estos productos serán bastante buenos a largo plazo”.
Gates continuó diciendo que tenía menos esperanzas en que la población en general adopte el veganismo para rescatar el medio ambiente.
“Es excelente para la gente que quiere hacerse vegana, pero no creo que la mayoría lo haga”, dijo.
Gates continuó diciendo que encontrar soluciones rentables al cambio climático es lo más importante, independientemente de la industria que se esté considerando. “La clave sobre el clima es hacer que las cosas limpias sean tan baratas como las sucias en todas las áreas de emisión: aviones, hormigón, carne, etc. Sólo así podremos persuadir a todos los países del mundo para que cambien. No lo conseguiremos si cuesta mucho más”.
Ilustración: carne cultivada vía Canva y fotografía de Bill Gates (c) Wikipedia con licencia Creative Commons
Utilizando una combinación de agua, aceite de girasol, proteína de arveja, fibras nutritivas, saborizante, sal y colorante alimentario (caramelo), el atún de plantas de Vgarden imita el sabor y la textura del atún tradicional.
Una start-up israelí ha desarrollado atún en conserva libre de crueldad con la “experiencia sensorial completa” de sabor, textura y olor. Vgarden ha creado un sustituto vegetal del atún en conserva que espera que “cambie la marea” de los métodos de pesca insostenibles.
Según Vegan First, se prevé que el mercado del atún pase de 41.060 millones de dólares (38.210 millones de euros) en 2022 a 49.700 millones de dólares en 2029. Europa y Asia son las dos regiones que compran más atún enlatado, que también es una fuente popular y práctica de proteínas con mercados en expansión en Sudamérica y Oriente Medio. Sin embargo, no toda la pesca de atún es segura para el ecosistema.
Vegan First cita a Tom Rothman, responsable de ventas globales de la empresa israelí de base vegetal Vgarden, que afirma que “la acuicultura y la sobrepesca de este pescado tan demandado han tenido un efecto devastador en su número hasta el punto de poner a varias especies, como el rabil y el atún rojo del Atlántico, al borde de la extinción”. “Esto no sólo compromete la seguridad alimentaria, sino que también tiene un efecto adverso sobre la débil y vulnerable vida marina”.
Por ello, Vgarden Ltd. ha creado lo que denomina una conserva de atún vegana “revolucionaria”. La empresa espera que su creación pueda “cambiar la marea” de los métodos de pesca insostenibles y ayudar a la recuperación de las poblaciones de atún salvaje del océano.
El objetivo de la empresa era utilizar plantas para imitar el sabor, la textura y el aroma del atún en conserva. Según Omer Eliav, cofundador de Vgarden y jefe de I+D, éste era el mayor problema del equipo de I+D. “Proporcionar la experiencia sensorial completa de sabor, textura y fragancia es el obstáculo más difícil para producir una lata de atún idéntica. No sólo los veganos, sino también todos los consumidores deberían encontrarlo apetecible”, reflexiona.
El producto a base de proteína de arveja tiene una concentración total de proteína del 11,2%-14%, según Vgarden, con sede en el norte de Israel, y está disponible en bolsas y latas refrigeradas.
La start-up presume de que su atún de origen vegetal tiene un “sabor a mar único”, igual que su versión tradicional. Esto no se ha conseguido con algas, al menos no todavía, a diferencia de los anteriores sustitutos vegetales del marisco. El distintivo sabor a mar se produjo combinando aromatizantes naturales y utilizando un proceso de fabricación especial para infundirlo con éxito en los materiales vegetales. Sin embargo, la empresa está estudiando actualmente las posibilidades del extracto de aceite de algas infusionado, y las pruebas preliminares han mostrado “resultados prometedores”. Eliav declaró: “Definitivamente tenemos la intención de continuar esta investigación”.
Según Vegan First, la proteína de arveja fue elegida por Vgarden como su principal fuente de proteína vegetal. Esta proteína ayudó a la empresa a conseguir la textura ideal, según Eliav. “Lo que utilizamos son proteínas vegetales extruidas. Éstas pasan por un procedimiento especial que les da el sabor y la textura adecuados para parecerse al atún original en lata. Recientemente hemos presentado una solicitud de patente para la mezcla y el procedimiento únicos”.
El atún vegano está hecho para ser incorporado a cualquier cocina que requiera atún normal, incluidos los sándwiches de mayonesa de atún, ensaladas, pastas, sushi y pizza. Según Ilan Adut, de start-CEO up, “muchos establecimientos de alimentación están utilizando nuestro análogo de atún para preparar una ensalada niçoise de atún tradicional o una pasta con atún que proporcionará a su exigente clientela flexitariana toda la experiencia de lo genuino.”
En la Sociedad Vegana celebramos este anuncio. El pescado elaborado a partir de plantas es una buena opción por varias razones:
Ética: El pescado de origen vegetal está libre de crueldad y no implica el daño y la muerte de animales marinos.
Medioambiental: La industria pesquera tiene un impacto significativo en los océanos del mundo y en la vida marina. Al elegir productos del mar de origen vegetal, los consumidores pueden reducir su impacto en el medio ambiente y ayudar a preservar los ecosistemas marinos.
Salud: Los productos del mar de origen vegetal suelen contener menos grasas saturadas y colesterol que los productos marinos tradicionales. Además, muchos productos del mar de origen vegetal están enriquecidos con vitaminas y minerales adicionales.
Accesibilidad: El marisco de origen vegetal es una buena opción para las personas alérgicas o que no pueden consumir marisco tradicional.
Sabor: Tal y como ha demostrado Vgarden, con el avance de la tecnología alimentaria, los productos del mar de origen vegetal son cada vez más realistas en cuanto a sabor y textura, lo que los convierte en una alternativa sabrosa y satisfactoria a los auténticos.
Sostenibles: Los alimentos marinos de origen vegetal pueden producirse con menos tierra, agua y energía que los tradicionales, y también pueden cultivarse en entornos controlados, lo que conduce a una producción alimentaria más sostenible.
Las pruebas con animales en nuevos productos farmacéuticos ya no serán necesarias para la aprobación por parte de la FDA, gracias a una ley firmada por el presidente de EE.UU., Joe Biden, a finales del mes pasado.
“La Ley de Modernización 2.0 de la FDA agilizará la innovación y sacará al mercado medicamentos más seguros y eficaces con mayor rapidez, eliminando trámites burocráticos innecesarios. Se trata de un paso hacia el fin del sufrimiento y la muerte innecesarios de los sujetos de experimentación animal”, declaró un legislador estadounidense.
People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), la mayor organización mundial de defensa de los derechos de los animales, celebró la nueva normativa como un triunfo, calificándola de “cambio radical en la forma de desarrollar fármacos y tratamientos”.
Hasta ahora, la FDA necesitaba realizar ensayos con animales antes de autorizar un medicamento, primero en un roedor y luego en un no roedor, siguiendo la legislación vigente promulgada hace unos 70 años. Sin embargo, esto ha sido denunciado como duro, letal y “científicamente inservible”, en opinión de PETA.
Wayne Pacelle, presidente de Animal Wellness Action y del Center for a Humane Society, lo describió como un “mandato gubernamental arcaico y paralizante de experimentación animal de nuevos fármacos”.
Sin embargo, la experimentación con animales para nuevos medicamentos no queda prohibida. Más bien, ya no es obligatoria, y las empresas pueden ahora elegir métodos de ensayo alternativos.
PETA ha ofrecido anteriormente una de estas vías, denominada Acuerdo de Modernización de la Investigación. Este marco ofrece una hoja de ruta y una estrategia para mejorar la forma en que los profesionales de la salud exploran los medicamentos y las terapias contra las enfermedades. Considera que la mejor forma de lograrlo es financiar exclusivamente la investigación relevante para el ser humano, en lugar de tácticas infructuosas como los ensayos con animales.
PETA cree ahora que, con esta estructura existente y la nueva ley en vigor, puede reunir apoyos para instar a “ese dinosaurio de agencia, el Instituto Nacional de Salud (NIH)”, a que “se apunte al programa” y “deje de despilfarrar miles de millones en investigaciones infructuosas con animales”.
En Sociedad Vegana celebramos este anuncio. La experimentación de medicamentos en animales es equivocada porque causa dolor y sufrimiento a los animales utilizados. Además, la fisiología animal no siempre puede ser extrapolada directamente a la fisiología humana y, por lo tanto, los resultados de dichas pruebas no son automáticamente aplicables a los seres humanos. Consideramos moral y éticamente incorrecto explotar a los animales de esta forma, ya que son seres sintientes que tienen la capacidad de experimentar dolor y sufrimiento. También creemos que las tecnologías modernas, como el modelado informático basado en el aprendizaje automático y la IA, harán que sea completamente innecesario probar fármacos en animales.
California se ha convertido en el primer estado de EE.UU. en prohibir la venta de nuevos productos de piel animal.
La ley, que se presentó en 2019, entró en vigor el pasado 1° de enero. Establece que no se podrán fabricar ni vender productos de este tipo en todo el Estado. La ley se aplica tanto a las ventas en línea como en tiendas. Se prevé que la nueva legislación tendrá enormes implicaciones para la industria peletera en su conjunto.
Datos de 2017 citados por diversos medios estadounidenses indican que alrededor del 25% de todas las ventas de pieles en EE.UU. se produjeron en California. Aunque el estado no producía pieles por sí mismo, importaba el producto de China y de países de Europa, así como de estados de EE.UU. como Washington, Utah e Idaho.
La decisión californiana podría inspirar a otros estados federados a seguir ejemplo, ya que muchos sectores han estado tomando medidas para distanciarse de la industria peletera en los últimos años.
En una declaración a la página web vegana Plant Based News, PJ Smith, director de política de moda de la Sociedad Humanitaria de Estados Unidos y de Humane Society International, declaró: “El fin de la venta de pieles en California es una victoria significativa para los animales no sólo en EE.UU. sino en todo el mundo. Otros estados de todo el país quieren seguir el ejemplo de California, y esperamos ver a legisladores presentando proyectos de ley de costa a costa en 2023. La gente quiere ver el fin de esta industria, y los responsables políticos les están escuchando alto y claro”.
Las granjas peleteras son ilegales en países como Noruega, Croacia, Italia, el Reino Unido y la República Checa.
La demanda de pieles no ha dejado de disminuir en los últimos años. Esto se debe en parte a una mayor comprensión de la crueldad inherente a la industria.
“La industria peletera es una actividad comercial cruel e inhumana que causa un inmenso sufrimiento a millones de animales cada año. Se mantiene a los animales en jaulas diminutas y estrechas y se les somete a un trato brutal, que incluye la electrocución y la fractura cervical, antes de despellejarlos para obtener su piel, a veces incluso mientras aún están vivos. La industria también tiene un impacto perjudicial sobre el medio ambiente, por los residuos nocivos que produce, junto con requerir grandes cantidades de terreno y recursos para criar a los animales. Hay muchos materiales alternativos que se pueden utilizar para fabricar ropa y accesorios, como la piel sintética y el cuero vegano, que no requieren matar animales. Es innecesario y poco ético seguir apoyando esta industria”, afirma Héctor Pizarro, director de Sociedad Vegana.
Suecia reanuda su actividad peletera tras abandonar las restricciones a la cría de visones instauradas a raíz de la propagación del SRAS-CoV-2 en las granjas peleteras durante la pandemia.
El movimiento de visones vivos y el establecimiento de nuevas granjas de visones estuvieron prohibidos en Suecia durante 2022.
Aunque el gobierno sueco admite que el riesgo de introducción de la enfermedad en los visones sigue existiendo, Estocolmo ha decidido dejar el tema en manos de la propia industria. Con ello, la mayor parte de la supervisión de la salud de los visones en las granjas peleteras del país queda en manos de la Asociación Sueca de Visones, Svensk Mink, y de su programa Minkhälsan (salud de los visones).
La organización sueca de defensa de los derechos de los animales, Djurens Rätt, ha criticado este programa, que sólo exige una visita adicional de un veterinario al año, en comparación con lo que exige la legislación.
“Me preocupa mucho que la industria del visón tenga la responsabilidad de hacer algo que antes no pudo hacer: mantener sanos a los visones. Aunque el riesgo para los humanos sea menor, sigue sin ser despreciable. Existe el riesgo de que los visones enfermen gravemente y mueran en el entorno ya inadecuado en el que viven”, declaró Camilla Bergvall, presidenta de Djurens Rätt, citada por Eurogroup for Animals.
Djurens Rätt también ha informado de que varias granjas de visones no siguieron las restricciones durante la pandemia, y que hubo largos periodos en los que no estuvieron controladas. Una granja se infectó durante 2021, a pesar de que los trabajadores estaban vacunados y la prohibición de cría estaba en vigor. Toda la granja puede infectarse si un solo trabajador contrae la infección, con una mayor mortalidad y problemas respiratorios en los visones como consecuencia.
El país vecino, Dinamarca, también permite a las granjas de visones reanudar su actividad en 2023, tras dos años de cierre después de un sacrificio masivo que conmocionó a Europa. Sin embargo, el país ha introducido condiciones estrictas con pruebas y restricciones exhaustivas, así como ayudas económicas para los granjeros que decidieron cerrar sus granjas. Casi todos los anteriores criadores daneses de visones han aceptado el pago e invertido en otros negocios en lugar de reabrir sus granjas.
La Iniciativa Ciudadana Europea Europa sin Pieles pide que se prohíba la cría de pieles y la venta de productos de piel de criadero en toda la Unión Europea.
El primer país en aprobar la venta comercial de carne cultivada ha involucrado a su industria tecnológica para convertirse en un centro mundial de proyectos de proteínas alternativas.
La semana pasada, Singapur se convirtió en el primer país en aprobar la venta comercial de una proteína cultivada “de la nada”, según su eslogan de marketing. La soleína, un polvo amarillo parecido al parmesano rallado, es el producto de microbios alimentados con gases -dióxido de carbono, hidrógeno y oxígeno- y nutrientes. Según su promotor, la empresa finlandesa Solar Foods, se utilizará en productos como carnes vegetales, panes y alimentos para untar.
Singapur se ha convertido en un centro neurálgico mundial para la industria de las proteínas alternativas, con empresas emergentes que acuden en masa a la isla para desarrollar y lanzar alternativas sin animales a los productos cárnicos tradicionales.
Los principales actores de la industria alimentaria mundial se dieron cita en la ciudad-estado la semana pasada con motivo de la cumbre de innovación agroalimentaria de Asia-Pacífico, en la que varias docenas de startups y thinktanks acordaron referirse en adelante a la carne cultivada en laboratorio -también conocida como agricultura celular- como “carne cultivada”.
Mirte Gosker, directora gerente del thinktank Good Food Institute (GFI) Asia-Pacífico, afirma que Singapur es “sin duda el principal centro de proteínas alternativas de Asia, y posiblemente del mundo”. Según el instituto, en la actualidad hay al menos 36 empresas de proteínas alternativas con sede en la ciudad, que en conjunto han recaudado más de 213 millones de dólares en financiación.
Singapur es el primer país que ha aprobado la venta comercial de carne cultivada, en forma de nuggets de pollo y pechuga de pollo producidos por Good Meat, una filial de la empresa estadounidense Eat Just.
Con sede en Singapur, el Good Food Institute APAC es el principal think tank asiático especializado en proteínas alternativas, que acelera el cambio hacia un sistema alimentario más seguro, sostenible y justo a través de la I+D en ciencia alimentaria de libre acceso, el compromiso empresarial y las políticas públicas.
A nivel mundial, el consumo de carne es el más alto de la historia. En Asia, los expertos han previsto que la demanda de carne y marisco aumente un 78% adicional entre 2018 y 2050.
“Al fabricar carne, lácteos y huevos a partir de plantas o cultivarlos directamente a partir de células, podemos modernizar la producción de proteínas, mitigar el impacto medioambiental de nuestro sistema alimentario, disminuir el riesgo de enfermedades zoonóticas y, en última instancia, alimentar a más personas con menos recursos”, escribe la organización en su página web.
Ilustración: Captura de pantalla de GFI APAC, con el texto: “reimaginando la proteína”.
Una sentencia judicial proporciona otro respiro al sector de los alimentos vegetales en medio de las arremetidas de la industria cárnica contra el etiquetado de los alimentos.
La causa se interpuso en respuesta a una directiva del Laboratorio Cantonal de Zúrich, que supervisa la seguridad de los alimentos y el agua en Zúrich (Suiza). En ella se ordenaba a una empresa vegana llamada Planted Foods que evitara utilizar terminología como “pollo” y “cerdo”. El laboratorio legaba que, al utilizar en sus envases nombres alusivos a la carne animal, “Planted Foods estaba engañando al público”.
La resolución fue revocada por el Tribunal Administrativo de Suiza en diciembre de 2022. Según la sentencia, el uso por parte de Planted Foods de los términos “vegano” y “vegetariano” indica que sus productos no son de origen animal. Además, frases como “pollo” reflejan el uso previsto del producto.
Planted Foods inició paralelamente un sondeo para medir la opinión pública sobre el tema. El fabricante de alimentos vegetales encargó un estudio a 777 personas, donde se constató que el 93% de los encuestados sabía que “Planted Chicken” (Pollo Plantado) es un producto vegano.
Otros estudios han arrojado resultados comparables. Según una encuesta exhaustiva publicada por la organización de concienciación alimentaria ProVeg, el 80% de los clientes del Reino Unido cree que los alimentos etiquetados como veganos, vegetarianos o de origen vegetal “claramente” no incluyen carne animal.
Además, los gobiernos que intentan imponer prohibiciones de etiquetado de productos de origen vegetal se han topado con importantes críticas. Aunque el intento de censurar a Planted Foods no fue un ataque a escala nacional contra el envasado de alimentos veganos, Francia y Sudáfrica intentaron en 2022 establecer prohibiciones generalizadas del etiquetado vegano que hiciera alusión a carnes.
En general, la industria cárnica ha alegado que el uso de etiquetas “cárnicas” para productos de origen vegetal, como “hamburguesas vegetarianas” o “albóndigas sin carne”, puede confundir a algunos consumidores. A su juicio, las etiquetas pueden hacer creer a la gente que los productos contienen carne cuando no es así, y esto puede ser una fuente de confusión o frustración para las personas.
Sin embargo, varios estudios, entre ellos un artículo publicado en el Journal of Food Science and Technology, concluyeron que la mayoría de los participantes entendían que un producto etiquetado como “salchicha vegetariana” era un alimento de origen vegetal y no contenía carne, y que el uso de términos relacionados con la carne es una forma habitual de describir el sabor y la textura de los productos de origen vegetal.
En Sociedad Vegana, nos gustaría añadir que el sentido común juega un papel importante a la hora de comprender el significado de las etiquetas de los productos alimentarios. En general, creemos que la mayoría de los consumidores entiende que un producto etiquetado como “vegano” o “vegetariano” no contiene carne. Asimismo, el uso de términos como “hamburguesa vegetariana” o “albóndigas sin carne” puede ser una forma de que los fabricantes comuniquen que un producto tiene un sabor o una textura similar a los productos cárnicos, lo que puede resultar atractivo para algunos consumidores que buscan alternativas vegetales a la carne.
Por último, puede ser una buena idea que los fabricantes de “carne” de origen vegetal contrarresten los ataques legales de la industria cárnica utilizando un etiquetado más explícito, como “no contiene carne” o “100% de origen vegetal”. De ese modo, también se asegurarán de estar transmitiendo a los consumidores que un producto está, felizmente, libre de ingredientes de origen animal.
Un espeluznante vídeo de un domador de circo siendo atacado por un tigre se ha hecho viral en las redes sociales.
Se trata de otro incidente que expone cómo sufren y reaccionan los animales salvajes cuando se les mantiene en condiciones de confinamiento.
El lamentable incidente tuvo lugar en el circo Marina Orfei, en la provincia de Lecce, Italia. El adiestrador agredido, de nombre Ivan Orfei, intentaba instruir a un tigre encaramado a una plataforma elevada cuando otro salió al ruedo y se abalanzó sobre su pierna.
El agitado tigre arrastró a Orfei unos metros y empezó a morderle el cuello y otras partes del cuerpo. Orfei chillaba de dolor mientras luchaba por liberarse de las garras del tigre, durante unos agónicos segundos, hasta que su ayudante detuvo el ataque desenganchando al tigre utilizando una mesa para ahuyentar al felino.
El domador herido salió cojeando y fue trasladado de urgencia a un hospital. Según medios italianos, Orfei sufrió heridas profundas en el cuello, la pierna y el brazo.
Tras el incidente, la dirección del circo emitió un comunicado: “Iván, un domador profesional altamente cualificado, fue atacado por un tigre durante el espectáculo y afortunadamente sufrió heridas leves y su estado no es preocupante. Más allá de los prejuicios, insultos y falsedades que se leen por ahí, el nuestro es un mundo de gran amor por los animales, tal y como el propio Ivan demuestra al público en sus espectáculos. Los tigres son animales fascinantes y saber domarlos y establecer una relación de confianza con los humanos es un arte que no sólo se da en el mundo del circo desde hace cientos de años. Sin embargo, un accidente puede ocurrir y el valor que demuestran las personas que, como él, llevan a cabo este trabajo es digno de elogio. Deseamos que Iván vuelva muy pronto a las pistas, junto a su familia y sus amigos los animales”.
La Organización Internacional para la Protección de los Animales (OIPA) no está de acuerdo con la dirección del circo y afirma que incidentes como éste son la prueba de que debería ponerse en marcha una ley que prohíba los actos circenses en los que participen animales salvajes.
La OIPA ha estado presionando a varios gobiernos para que reformen la ley sobre el uso de animales para espectáculos públicos.
“Detrás del espectáculo circense se esconden meses de privaciones, maltrato y sufrimiento. No es de extrañar que ocurran episodios como éste. Los animales que actúan en los circos viven en cautividad entre rejas, con un espacio limitado y perpetuamente sometidos a estrés. Viven una vida opuesta a su naturaleza y a veces se rebelan”, señala la organización en un comunicado.
En Sociedad Vegana nos gustaría añadir que hay una serie de razones por las que está mal utilizar animales salvajes, como los tigres, en circos para el entretenimiento humano.
Los animales salvajes en los circos a menudo son sometidos a métodos de entrenamiento crueles y se les mantiene en condiciones de vida pequeñas, estrechas e inhumanas. Esto puede provocar sufrimiento físico y psicológico a los animales.
Los animales salvajes no están adaptados a las exigencias de la vida en un circo itinerante. Se les aleja de su hábitat natural, de sus familias y de sus estructuras sociales.
Los animales salvajes no están naturalmente inclinados a realizar los trucos que se les obliga a hacer en los circos. Estos trucos pueden ser dolorosos y estresantes para los animales, y no son capaces de comunicar su malestar a los domadores.
Los circos no son capaces de proporcionar el espacio y los cuidados adecuados a los animales salvajes, ya que necesitan moverse constantemente. Esto a menudo provoca que los animales no estén sanos y se estresen.
El uso de animales salvajes en los circos envía un mensaje nefasto al público sobre el trato a los animales, en el sentido que es aceptable utilizarlos para el entretenimiento humano.
Existen alternativas más humanas a los circos que utilizan animales salvajes, como la realidad virtual, la animatrónica y otras formas de actos sin animales que pueden proporcionar entretenimiento a la gente.
Todas estas razones demuestran que el uso de animales salvajes en los circos para el entretenimiento humano es cruel y debería eliminarse progresivamente. El bienestar de los animales salvajes debería ser una preocupación seria, y es importante considerar el impacto que nuestras acciones tienen sobre ellos.
Leece, Italy:
Ivan Orfei, 31,lion tamer had been concentrating on another cat sat on a giant metal ring, when the second tiger sneaks up and pounces on his leg. pic.twitter.com/fEzw3KOEqr
— D. Scott @eclipsethis2003 (@eclipsethis2003) January 3, 2023
A lo largo de los años, se ha producido un notable aumento de la demanda de comidas veganas servidas a bordo, según informa la aerolínea Emirates.
Esta aerolínea, que también ha sido galardonada como la mejor en cuanto a comida vegana, ha servido más de 280.000 comidas de origen vegetal entre 2021 y 2022, incluidos más de 195.000 postres veganos.
En la década de 1990, la aerolínea con base en Dubai empezó a servir comida vegana. Al principio, las comidas veganas sólo se ofrecían en itinerarios selectos como los que pasaban por Addis Abeba o el subcontinente indio.
Sin embargo, desde entonces ha adoptado la creciente industria de las alternativas a la carne, y ahora se ofrecen comidas veganas en algunas rutas europeas y del Reino Unido, así como en viajes selectos a EE.UU. y Australia.
Más de 180 recetas basadas en plantas están ya disponibles a bordo. Entre los platos más populares figuran la quinoa multicolor con pera caramelizada, puré de apionabo y pesto de apio de monte, así como la muselina de espinacas y palta con tofu marinado.
Para los pasajeros de las clases Primera y Business, la aerolínea estrenó el año pasado una nueva cocina vegana gourmet. Se ofrecen delicias seleccionadas por el chef, como tarta de trufa de chocolate, setas king oyster a la sartén y biryani de jackfruit.
La aerolínea reveló una inversión multimillonaria en su oferta de comida vegana el Día Mundial Vegano, celebrado el 1 de noviembre pasado.
Los menús de las clases Primera y Business se actualizaron con nuevas alternativas basadas en plantas, mientras que los de la clase Turista se presentaron con una selecta carta de cocina vegana gourmet.
Según se informa, los nuevos menús de Primera Clase y Clase Business tardaron años en elaborarse. En Emirates Flight Catering, una unidad situada en el aeropuerto internacional de Dubai, la comida fue creada por un grupo internacional de chefs.
Los consumidores de hoy en día son conscientes de los ingredientes de los artículos que utilizan y sienten una conexión con ellos.
Los cosméticos son productos que se utilizan para realzar o mejorar el aspecto de la piel, el cabello y las uñas. La industria cosmética asegura que muchos de sus productos se prueban en animales para “garantizar su seguridad antes de venderlos a los consumidores”. Sin embargo, la experimentación de cosméticos en animales es una práctica controvertida porque causa dolor y sufrimiento a los animales implicados.
Una alternativa a la experimentación con animales es el uso de ingredientes de origen vegetal. Los cosméticos de origen vegetal se elaboran con ingredientes naturales derivados de plantas, como frutas, verduras y hierbas. Estos ingredientes suelen ser más seguros y menos irritantes para la piel que los productos químicos sintéticos, lo que los convierte en una buena opción para las personas con piel sensible o alergias.
Además de ser más seguros para el uso humano, los cosméticos de origen vegetal también son mejores para el medio ambiente. Muchos ingredientes de origen vegetal son biodegradables, lo que significa que pueden descomponerse de forma natural y no contaminan el medio ambiente. Los productos químicos sintéticos, por el contrario, pueden ser perjudiciales para el medio ambiente y contribuir a la contaminación.
En general, el uso de cosméticos de origen vegetal es una opción más ética y respetuosa con el medio ambiente que los cosméticos que se prueban en animales o contienen productos químicos sintéticos.
Esto ha motivado, incluso quizás obligado, a numerosas empresas del sector a producir y publicitar sus productos centrándose en las necesidades de los nuevos consumidores, que prefieren alternativas sin crueldad. Desde ya se sabe que la industria cosmética da prioridad a la creación de relaciones a largo plazo con los clientes frente a la mera venta de productos puntuales.
El maquillaje vegano o sin crueldad no ha sido probado en animales y no contiene ningún componente procedente de animales. Esto proporciona a los clientes la tranquilidad de saber que ningún animal ha resultado lastimado durante el proceso y que sus decisiones, como consumidores, contribuyen a hacer del mundo un lugar más seguro para los animales.
En este contexto, queremos destacar información proveniente de la empresa Rimmel London, que ha anunciado productos libres de crueldad contra los animales.
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Por ello, debe tener sumo cuidado con lo que se aplica en ella. El hígado y los riñones filtran las toxinas y las sustancias químicas que consumimos antes de que tengan la oportunidad de causar ningún daño. Sin embargo, dada la exposición de la piel, cualquier sustancia química perjudicial con que entre en contacto es absorbida inmediatamente y circula por todo nuestro torrente sanguíneo, dañando el organismo.
Los cosméticos veganos son un tipo de productos de belleza más saludables porque sus ingredientes proceden de las plantas. La fuente más rica de las vitaminas, minerales y antioxidantes necesarios para que la piel parezca más sana se encuentra en las plantas.
En un comunicado, Rimmel London dice haber obtenido la certificación CFI, junto con haber ampliado su línea Kind & Free para el nuevo año e introducido varios productos nuevos. Dos máscaras de pestañas, un definidor de ojos y un definidor de cejas son algunos de los últimos productos de Rimmel London.
Específicamente, la empresa ha anunciado los siguientes productos:
1. Un lápiz de maquillaje con un gran impacto de color para definir y realzar rápidamente los ojos es el Kind & Free Clean Eye Definer. Su envase está fabricado con madera que ha recibido la certificación del Consejo de Administración Forestal (FSC) y su solución limpia para el cuidado de la piel es 100% vegana.
2. El perfilador de cejas Kind & Free Brow Definer es un lápiz cosmético multiusos con una punta precisa ultrafina de 1,7 mm para trazos similares a los de un pelo y un pincel en espiral para un difuminado suave y amplio. Su color es natural;
3. Acabado duradero Barra de labios luminosa de larga duración con un acabado brillante. Los colores cosméticos de brillo suave acumulables tienen una mezcla especial que se desliza suavemente para una aplicación sencilla. Tiene aceite de ricino y acondicionadores que se asemejan a bálsamos para mantener los labios hidratados;
4. Máscara de pestañas Scandaleyes Volume On Demand: Esta máscara ayuda a dar a las pestañas un volumen que se puede ajustar. Es una fórmula pura y vegana que se aplica fácilmente y a prueba de grumos sobre las pestañas y dura todo el día sin mancharse ni descascararse.
5. Una máscara de pestañas con una fórmula limpia y vegana para una aplicación a prueba de grumos y hasta 24 horas de duración se llama Scandaleyes Reloaded Mascara. Ofrece unas pestañas más espesas, largas y voluminosas, resistentes al calor, al sudor, a la humedad y a las manchas.
Los nuevos productos de Rimmel London son accesibles en todos los espacios donde se venden los productos actuales de la empresa.
¿Consideraría usted participar en Veganuary – un desafío de un mes de duración que consiste en adoptar un estilo de vida vegano durante el mes de enero?
Ya sea usted un vegano consumado o nuevo en el estilo de vida basado en plantas, Veganuary es una gran oportunidad para probar algo nuevo y tener un impacto positivo en el mundo. He aquí algunas razones para intentar el Veganuary:
Mejore su salud: Una dieta vegana puede ser rica en nutrientes y se ha demostrado que tiene numerosos beneficios para la salud, incluyendo un menor riesgo de enfermedades del corazón, presión arterial alta y ciertos tipos de cáncer.
Proteja el medio ambiente: La agricultura animal es uno de los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación del agua y la deforestación. Al elegir opciones basadas en plantas, puede reducir su huella de carbono y ayudar a proteger el medio ambiente.
Muestre compasión hacia los animales: Muchas personas eligen el veganismo porque creen en mostrar compasión hacia todos los seres vivos. El veganismo le permite llevar un estilo de vida acorde con sus valores y evita apoyar a las industrias que explotan a los animales.
Amplíe sus horizontes culinarios: ¡El veganismo es mucho más que ensaladas! Hay innumerables recetas veganas deliciosas que descubrir y probar, desde sabrosos guisos y salteados hasta tentadores postres. Le sorprenderá la cantidad de sabrosas opciones veganas disponibles.
Es más fácil que nunca: Con el aumento de opciones basadas en plantas en los restaurantes y la abundancia de productos veganos en las tiendas de comestibles, es más fácil que nunca hacerse vegano. No tiene por qué renunciar a sus comidas favoritas: es probable que haya alternativas veganas disponibles.
Si está interesado en participar en Veganuary, hay algunas cosas que puede hacer para prepararse para tener éxito:
Planifique sus comidas con antelación: Haga una lista de comidas y tentempiés veganos que le gustaría probar y prepare algunas comidas para asegurarse de que tiene opciones saludables a mano.
Abastezca su despensa: Mantenga su despensa abastecida de alimentos veganos básicos como legumbres, cereales y proteínas vegetales como el tofu y el tempeh.
Sea creativo: No tenga miedo de probar nuevas recetas e ingredientes veganos, ¡puede que descubra algunos nuevos favoritos!
Busque apoyo: Si se siente abrumado o inseguro sobre cómo hacer la transición a un estilo de vida vegano, no dude en acudir a amigos, familiares o comunidades online en busca de apoyo y orientación.
Elegir una cena navideña vegana es elegir el amor, no el sufrimiento, beneficiando de paso al planeta y la salud humana.
El 24 de diciembre se celebra nochebuena, y al día siguiente Navidad. Como es tradición, cristianos de todo el mundo se reúnen para celebrar el nacimiento de Jesucristo. Algunos decoran sus casas con luces, árboles y otros adornos festivos, junto con intercambiar regalos con sus seres queridos. Invariablemente, estos días se caracterizan por sentimientos de amor, compasión y generosidad hacia los demás.
Uno de los aspectos más importantes del espíritu navideño es el sentido de comunidad y unidad que aporta. En este contexto, la cena navideña es uno de los componentes principales.
Y es precisamente a este punto al que quiero referirme hoy, en que muchos planificamos la cena de nochebuena. Para quienes tenemos un estilo de vida vegano, decidirnos por un banquete navideño que no solo sea delicioso y satisfactorio, sino que también esté alineado con las necesidades nutricionales de todo ser humano, es fácil y motivo de alegría. En realidad, lo único difícil es decidir entre las innumerables opciones disponibles.
Uno de los componentes clave de una cena de Navidad vegana es el plato principal. Hay varias opciones entre las que elegir, como un asado vegano de seitán, tofu o verduras. Estos platos pueden aromatizarse con una variedad de hierbas y especias para darles un toque festivo. Otras opciones son un asado vegano de frutos secos, que puede servirse con una variedad de verduras, o una lasaña vegana hecha con capas de pasta, verduras y una salsa vegetal. Las recetas veganas abundan en todas las redes sociales, por lo que una simple búsqueda en Google, Instagram o YouTube arrojará decenas, quizás cientos, de resultados. Es tan simple como anotar “vegano(a)” al buscar algún plato favorito, como por ejemplo salsa boloñesa vegana, hamburguesas veganas, queso vegano, etc. Para el caso de la cena vegana, la búsqueda genera numerosos resultados al anotar “cena navideña vegana”.
También hay una gran variedad de postres veganos a elegir. Una tarta de frutas vegana, hecha con frutos secos, nueces y especias, es una opción deliciosa y festiva. Otras opciones son una tarta de zapallo, hecha con un relleno a base de leche de coco, o una selección de galletas veganas.
El tema de fondo: la Navidad es un período de horror animal
Durante las fiestas navideñas suele aumentar el consumo de carne animal. Esto convierte al espíritu navideño en días de absoluto horror para los animales de granja, que a menudo son criados en condiciones de hacinamiento e inhumanas antes de ser sacrificados para la alimentación de los humanos. Muchos de estos animales nunca tienen la oportunidad de exteriorizar comportamientos naturales o vivir una vida sin miedo ni sufrimiento. Por ello, elegir una cena de Navidad vegana puede ser una forma de celebrar las fiestas de una manera más compasiva y ética, al tiempo que el mundo avanza hacia un futuro libre de sufrimiento animal innecesario.
Y si, después de Navidad, ¿continuamos en enero?
Veganuary es una campaña anual que anima a la gente a probar una dieta vegana durante el mes de enero. El objetivo de Veganuary es promover los beneficios de una dieta basada en plantas y concienciar sobre el bienestar animal y los problemas medioambientales relacionados con la agricultura animal.
Hay varias razones por las que Veganuary es una buena idea para las personas interesadas en explorar las dietas basadas en plantas. En primer lugar, una dieta vegana es una opción más humana y ética, ya que implica abstenerse de utilizar productos de origen animal y, por tanto, reduce la demanda de explotación animal. El veganismo también puede ser una opción respetuosa con el medio ambiente, ya que la agricultura animal es uno de los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la deforestación. Además, una dieta vegana puede ser beneficiosa para la salud, ya que es rica en nutrientes de origen vegetal y baja en colesterol y grasas saturadas.
Finalmente, ¿habría sido vegano Jesús?
Tengo presente que el concepto de veganismo no existía cuando Jesús vivió. En la Biblia, Jesús aparece comiendo pescado y otros productos animales, y no se menciona ni sugiere que siguiera una dieta vegana.
Sin embargo, es importante señalar que las enseñanzas de Jesús se centraban en la compasión y la bondad hacia los demás, y hoy en día muchas personas que siguen los pasos de Jesús optan por seguir una dieta vegana como una forma de vivir un estilo de vida más compasivo y ético. Que el propio Jesús siguiera o no una dieta vegana no es realmente relevante para el mensaje central de sus enseñanzas, que es el del amor y la compasión por todos los seres vivos.
No es posible saber con certeza cómo vería Jesús el veganismo si viviera hoy, ya que vivió hace más de 2.000 años y no tuvo acceso a los mismos conocimientos e información de que disponemos actualmente sobre las repercusiones que los distintos tipos de dietas tienen para el medio ambiente, los animales y la salud humana.
Sin embargo, algunas personas creen que las enseñanzas de Jesús sobre la compasión, la no violencia y el respeto a todos los seres vivos serían coherentes con un estilo de vida vegano. En la Biblia se describe a Jesús como una persona bondadosa y compasiva con los animales, y a menudo se le retrata cuidando de los pobres y marginados. En mi opinión, es posible interpretar estas enseñanzas como un apoyo a la dieta vegana para reducir el sufrimiento y promover la justicia y la compasión por todos los seres vivos.
En este orden de ideas, Jesús, muy probablemente, hoy habría defendido y dado voz a quienes no la tienen: los animales criados para el consumo humano.
Envalentonados por el gobierno de Emmanuel Macron, políticos de extrema derecha sabotearon una votación parlamentaria presentando 500 enmiendas que agotaron el tiempo disponible.
Francia abandonó el jueves su intento de prohibir las corridas de toros, después de que un proyecto de ley presentado en el Parlamento por legisladores de izquierdas para prohibirlas fuera retirado tras el sabotaje de la sesión parlamentaria por parte del gobierno y políticos de derechas.
La Asamblea Nacional francesa, con 577 escaños, parecía dispuesta a votar el proyecto de ley que habría ilegalizado este “deporte tradicional”. Pero después de que los legisladores de la extrema derecha presentaran más de 500 enmiendas, muchas de ellas destinadas a obstaculizar la votación, el diputado responsable del proyecto de ley lo retiró.
Aymeric Caron, diputado de izquierdas y defensor de los derechos de los animales, fue citado por los medios de comunicación franceses culpando “obstrucciones parlamentarias” que finalmente desbarataron el proceso.
La opinión pública francesa sigue estando firmemente a favor de la ilegalización de esta práctica tradicional, pero ya se esperaba que el proyecto de ley fuera rechazado numerosos legisladores, temerosos de enemistarse con los enclaves taurinos del sur del país.
“Creo que la mayoría de los franceses comparten la opinión de que las corridas de toros son inmorales, un espectáculo que ya no tiene su lugar en el siglo XXI”, se citó a Caron en declaraciones a la agencia de noticias francesa AFP a principios de este año.
El presidente Emmanuel Macron también se ha mostrado en contra del proyecto propuesto, ya que su gobierno pidió a los miembros de la coalición centrista gobernante que no apoyaran el texto de la oposición, aunque muchos miembros de su partido están a favor de prohibir las corridas de toros. Consultado sobre la intención de prohibir esta barbarie, Macron señaló: “Desde mi punto de vista, no es una prioridad actual”.
La opinión de Macron no refleja el sentir ciudadano. Según un sondeo de Ifop realizado por el Journal du Dimanche, casi el 75% de la población francesa apoya la prohibición de las corridas de toros.
Por su parte, el Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas informó que cada año se matan alrededor de 1.000 toros en las tradicionales corridas francesas. “Después de cada estocada, el toro se encabritaba. Era horrible. No entendía por qué la gente había acudido a verlo”, afirma Nathalie Valentin, que asistió en una ocasión a una corrida de toros y luego abandonó el lugar conmocionada. “Ya no estamos en la era del circo; estamos en 2022”. Los toros tienen que soportar unas condiciones increíblemente duras y un agotamiento mental y físico extremo antes de ser estoqueados hasta la muerte en un baño de sangre ritual durante la lidia.
El 4 de octubre es un día de acción para promover el bienestar y los derechos de los animales.
Heinrich Zimmermann, escritor alemán y editor de la revista “Mensch und Hund” (El Hombre y el Perro), tuvo la idea de instaurar un día de reflexión sobre el bienestar animal. Inicialmente, estableció el primer Día Mundial de los Animales en Berlín el 24 de marzo de 1925, trasladándolo posteriormente, en 1929, al 4 de octubre. Al principio, sólo tenía seguidores en Alemania, Austria, Suiza y Checoslovaquia. El trabajo incansable de Zimmermann y sus seguidores colocó finalmente ese día en la agenda global, cuando en mayo de 1931, en una reunión de las organizaciones mundiales de protección de los animales en Florencia, Italia, se aceptó su propuesta de establecer el 4 de octubre como Día Mundial de los Animales.
El objetivo de esta conmemoración es concienciar sobre la situación de los animales y la necesidad de reconocer sus derechos, con el fin de proporcionarles una vida digna y poner fin a su explotación.
Los humanos estamos explotando a los animales no humanos para nuestro placer sensorial, principalmente el sentido del gusto, y también para el entretenimiento, ni siquiera para nuestras necesidades. No es necesario comer animales para sobrevivir; no es necesario vestir sus pieles para abrigarnos, no es necesario explotarlos para divertirnos. Por eso, no es sólo responsabilidad de uno, sino de todos, hacer del mundo un lugar mejor para que vivan los animales.
Hoy es un buen día para considerar hacer una donación a un santuario de animales cercano a su domicilio. Sólo tiene que buscarlos en su red social preferida, motor de búsqueda o preguntar entre sus conocidos. Dado que muchos refugios de animales agradecerán recibir alimentos o donaciones de dinero, consulte con ellos para ver qué sería más beneficioso para su labor.
Pero, igual de importante que aportar a la labor de quienes abnegadamente operan santuarios y refugios para animales, ¿consideraría usted la posibilidad de hacerse vegano?
Cuando me preguntan por qué elijo llevar un estilo de vida vegano – decisión que adopté hace ya 10 años – siento alegría y la esperanza de poder contribuir a que otros entiendan, como yo entendí en su momento, las sobradas razones de dar el paso y hacerse vegano.
Hay tres razones principales: La primera de ellas es el bienestar de los animales. En la sociedad actual, los animales se crían en condiciones de hacinamiento e insalubridad, que en sí constituyen un trato cruel, en muchos casos a la vista y paciencia, incluso complicidad, de las autoridades administrativas, políticas y judiciales. A veces, ni siquiera es necesario que haya complicidad, sino simple ineptitud. Como resultado, a menudo sufren enfermedades, separación de sus crías y la imposibilidad de satisfacer sus instintos y necesidades naturales como escarbar, hacer nidos o caminar. Si elegimos comer alimentos de origen vegetal, podemos ayudar a reducir la demanda de productos animales.
La segunda razón es por nuestra propia salud. Se ha demostrado que una dieta basada en plantas reduce los niveles de colesterol, la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer, a la vez que mejora la salud intestinal. Los veganos también suelen tener índices de masa corporal (BMI) más bajos que los consumidores de carne y son menos propensos a padecer obesidad y otras enfermedades crónicas.
La tercera razón es que es más sostenible para el planeta. La industria ganadera es una de las principales responsables de problemas medioambientales como la deforestación, la contaminación del agua y las emisiones de gases de efecto invernadero. Si reducimos o eliminamos nuestro consumo de productos animales, podemos ayudar a disminuir el impacto de estas actividades en el planeta.
Profundicemos las tres razones expuestas. Una dieta basada en plantas requiere menos agua que una dieta basada en carne. De hecho, se necesita aproximadamente 15 veces más agua para producir un kilo de carne de vacuno que para producir un kilo de trigo. Dado que el agua es un recurso cada vez más escaso, es importante que empecemos a conservarla siempre que podamos. El veganismo nos brinda, en tal sentido, una oportunidad de contribuir a tal objetivo prioritario.
Comer alimentos de origen vegetal reduce el uso de combustibles fósiles. La cría de animales requiere grandes cantidades de energía para criarlos, procesar sus desechos y transportarlos al matadero, algo que incide directamente en el uso de tales combustibles. En cambio, el cultivo de plantas requiere mucho menos energía en comparación.
El veganismo reduce nuestra huella de carbono. La agricultura animal es responsable del 18% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por el ser humano; es decir, más que todo el sector del transporte global. Abandonando los productos animales, podemos ayudar a mitigar el cambio climático y hacer un aporte verdaderamente significativo para el medio ambiente.
El veganismo es respetuoso con la tierra. La agricultura animal provoca una erosión del suelo entre 10 y 40 veces mayor que la causada por los cultivos. Por si esto fuera poco, la mayor parte de los cultivos son destinados a alimentar animales. Esto ocasiona una gran pérdida de la capa superior del suelo, algo que la naturaleza tarda cientos de años en generar. Así no sólo se erosiona nuestro suministro de alimentos, sino que también se contribuye a la contaminación del aire y del agua. Algo similar ocurre con la salmonicultura, donde se requieren tres kilos de pescado pelágico para producir un kilo de salmón de criadero.
Una dieta basada en plantas salva a innumerables animales cada año. Se calcula que cada año se sacrifican 70.000 millones de animales de granja para obtener alimentos, es decir, 10 animales por cada ser humano en la Tierra. La mayoría de los animales de granja ni siquiera ven la luz del día o respiran aire fresco hasta que son apiñados en camiones con destino a los mataderos. El maltrato de los animales a veces llega a ser grotesco, como en el caso de McDonald’s o el de una empresa de Elon Musk. La escala de la producción industrial de animales hace incluso que algunos sean sacrificados al nacer por tener el sexo equivocado. Estas horribles condiciones provocan un inmenso sufrimiento a estas criaturas.
Por último, pero no menos importante, ¡la comida vegana es deliciosa! Los alimentos de origen vegetal constituyen todo un universo culinario. Con tantas opciones exquisitas disponibles, no hay necesidad de perderse sus comidas favoritas sólo por ser vegano. Alimentos populares como las hamburguesas, quesos y salchichas cuentan con gran variedad de versiones veganizadas.
Hace algunos meses planteaba en estas páginas la siguiente inquietud: ¿Es posible amar a los animales y a la vez contribuir a su sufrimiento? Adoptar el veganismo nos permite mostrar compasión por todos los animales, no sólo por los que son tiernos o adorables, como nuestras mascotas. Todos merecen nuestro respeto y consideración; al elegir el veganismo, podemos vivir en concordancia con nuestros valores y extender la compasión y el amor a todos los animales, no sólo a algunos.
En nuestra página de inicio nos referimos a “la felicidad integral del vegano”. Con ello queremos decir que es posible ser felices cuando vivimos sin disonancias cognitivas y en armonía. El veganismo no es un sacrificio, sino una fuente constante de alegría y plenitud.
Aunque la marca de pizzas incorporó el queso de Violife en 2017, solo estaba disponible en sus restaurantes.
Pizza Hut ha añadido finalmente el queso vegano a su menú de reparto tras el aumento de la demanda de productos sin carne. A partir de ahora, los clientes que pidan pizzas a domicilio podrán cambiar el queso de cualquier pizza por la opción vegana en los 347 establecimientos de todo el Reino Unido.
Pizza Hut UK ha estado añadiendo activamente opciones para atender la creciente demanda de clientes de origen vegetal. En 2020 se convirtió en la primera marca del Reino Unido en añadir ingredientes Beyond Meat a su menú.
“En Pizza Hut, siempre estamos mejorando nuestra opción de menú sin comprometer el sabor”, dijo Neil Manhas, MD y CFO de Pizza Hut Reino Unido e Irlanda, en un comunicado. “Sabemos que tanto los carnívoros como los vegetarianos buscan cada vez más alternativas vegetales en nuestros menús de pizza, por lo que buscamos continuamente aportar deliciosas innovaciones. Con esta nueva alternativa de queso vegano, estamos encantados de poder ofrecer ahora más opciones flexitarianas y sin carne, manteniendo nuestra marca característica y nuestro delicioso sabor.”
Victoria Slater, responsable de Violife en el Reino Unido e Irlanda, añadió: “Estamos encantados de que Violife esté ahora disponible en todos los locales de Pizza Hut Delivery en el Reino Unido, dando a más consumidores la posibilidad de cambiar su opción de queso sin concesiones en el sabor. “La asociación da a todos los que disfrutan del sabor de Pizza Hut la oportunidad de tener un impacto positivo en el planeta simplemente cambiando su queso lácteo”.
Pizza Hut y las opciones veganas en todo el mundo
La incorporación del queso Violife al menú permanente de la cadena británica se suma a la creciente lista de ofertas basadas en plantas en sus locales de todo el mundo. A principios de este año, Pizza Hut Alemania lanzó por primera vez tres nuevas pizzas veganas, con queso y pollo veganos. La rama alemana de la marca también añadió a su menú “Creamy Cheez Pasta Vegan”, hecha con salsa de queso vegana, queso vegano Violife y pasta.
Anteriormente, Pizza Hut añadió la salchicha italiana desmenuzada Beyond Meat como opción permanente en sus 450 establecimientos de Canadá, con tres menús que incluyen una pizza especial, un pan plano crujiente y un plato de pasta alfredo, que también incluye productos lácteos.
En EE.UU., la cadena de pizzerías introdujo dos pizzas Beyond Pan en todos los establecimientos y en los locales Pizza Hut Express participantes en 2020. Al año siguiente, la cadena lanzó una edición limitada de pepperoni vegano Beyond Meat en casi 70 locales de cinco ciudades del país.
250.000 personas critican a la Primera Ministra Liz Truss por dar marcha atrás a una política de gran aceptación pública.
Los grupos de defensa de los animales y la opinión pública están indignados por la posibilidad de que Liz Truss suprima las restricciones sobre las pieles y el foie gras. La recién nombrada Primera Ministra del Reino Unido ya ha declarado sus objetivos contra el bienestar animal.
Truss también podría levantar la prohibición de las exportaciones de animales vivos, dice una fuente conservadora citada por diversas organizaciones británicas defensoras de los derechos de los animales. La semana pasada, despidió a Zac Goldsmith -que ha sido responsable de varios avances en materia de bienestar animal- como ministro de Medio Ambiente.
PETA, FOUR PAWS UK y Humane Society International/UK han enviado una petición con 250.000 firmas a Downing Street en respuesta a la reciente medida de Truss.
En ella se pide a Liz Truss y a su gobierno que “pongan fin al grotesco doble discurso de permitir la importación de pieles y foie gras mientras se prohíbe su producción”.
Pieles y foie gras británicos
Debido a la crueldad, el Reino Unido prohibió las pieles en 2003. Cada año mueren 130 millones de zorros, visones, conejos y mapaches por las pieles.
La fabricación de foie gras se prohibió en el país en 2006 debido a su controvertida alimentación forzada de patos y gansos con tubos metálicos para engordarlos rápidamente.
Cada año se mata a un millón de aves para obtener foie gras.
“Hipocresía británica”
A pesar de que la producción de pieles y foie gras lleva décadas prohibida, el Reino Unido permite su venta e importación.
El 79% de los residentes en el Reino Unido quiere restringir las importaciones de foie gras, y el 95% se opone a las pieles.
El Gobierno optó por desechar los esfuerzos para prohibir los artículos obtenidos de forma cruel después de que una minoría de diputados conservadores bloqueara el proyecto de ley sobre animales en el extranjero en mayo.
El ministro de Oportunidades del Brexit, Jacob Rees-Mogg, y otros altos cargos conservadores bloquearon la prohibición, alegando la protección de la “elección personal”.
Contraataque
Los grupos de defensa de los animales están indignados.
“Todo el mundo en el país ve con buenos ojos las prohibiciones, asegura PETA. “El retroceso traiciona a las criaturas que las restricciones debían proteger y al público, que se opone a estos artículos. Cerrando nuestras fronteras a la crueldad se cumplirá el compromiso del gobierno con el bienestar animal”.
“Decepcionante”
Lorraine Platt, cofundadora de la Fundación Conservadora para el Bienestar Animal, calificó la decisión de “gran decepción. El Reino Unido prohíbe la producción de pieles y foie gras. Si es demasiado terrible para fabricarlo en el Reino Unido, es demasiado cruel para importarlo. Prohibir las exportaciones de animales vivos y los trofeos de caza eran compromisos del manifiesto”, declaró a The Independent.
Claire Bass, de Humane Society International, dijo: “Los votantes se preocupan por los animales, y no se conformarán con una retórica repetida sobre ser un ‘líder mundial en bienestar animal’ sin una acción real”.
Prohibir las importaciones de pieles no es algo poco conservador; es lo que quiere la población británica.
La empresa plantea una enfoque comercial sin precedentes, al preguntar a sus clientes “¿hamburguesa normal o con carne?”
El 25 de agosto se celebró en el Reino Unido el Día Nacional de la Hamburguesa, por lo que Burger King regaló 10.000 Whoppers y Royales veganos. La promoción “Whopper Swapper” tenía por objetivo animar a los clientes a cambiarse a su línea vegana, o al menos probarla.
La Whopper Vegana de Burger King es una hamburguesa de soja con tomate, lechuga, mayonesa vegana, pepinillos, ketchup y cebolla en rodajas. La Vegan Royale es una hamburguesa vegana apanada con lechuga iceberg y mayonesa vegana.
Para conseguir la hamburguesa gratis, sólo fue necesario descargar la aplicación de Burger King en la App Store o en Google Play. Los clientes podían añadir la hamburguesa vegana al pedido, elegir un restaurante participante y pagar. No se requirió una compra mínima, y la única limitación fue una hamburguesa gratuita por cliente hasta agotar existencias.
El menú de Burger King en el Reino Unido estará libre de carne en un 50% para 2030. La promoción Whopper Swapper de Burger King es una de las numerosas iniciativas para conseguir que los británicos prueben los platos de su menú a base de plantas.
“Estamos increíblemente orgullosos de nuestro nuevo menú sin carne”, dijo la directora de marketing de Burger King UK, Katie Evans, en un comunicado. “Ofrece absolutamente un gran sabor sin concesiones y refleja nuestro compromiso continuo de servir a nuestros clientes una gama de productos diversa e innovadora”.
Además de su establecimiento libre de carne en Londres, Burger King está probando menús similares en Alemania, Suiza, Austria, España y Chile.
En Austria, Burger King llevó a cabo una campaña similar a la de Whopper Swapper, en la que preguntaba a los clientes si querían Whoppers “normales o con carne”, comercializando esencialmente la carne vegetal como la norma. Las reacciones de los clientes se filmaron como parte de un spot publicitario para acompañar la campaña y muchos respondieron positivamente.
“En Burger King estamos convirtiendo nuestros productos sin carne en un elemento permanente del menú, porque la carne ya no es algo natural para todo el mundo”, dijo Jan-Christoph Küster, Director de Marketing del Grupo TQSR, el franquiciado principal austriaco de la marca Burger King, en un comunicado. “Con la provocadora pregunta ‘¿Normal o carne?’, queremos demostrar que nos tomamos en serio a nuestros clientes y sus necesidades”.
El Vegan Royale ofrecido por Burger King Reino Unido es certificado por Vegan Society. (captura de burgerking.co.uk)
En el Día Mundial de la Leche Vegetal, reflexionemos sobre el hecho que los productos lácteos provienen de una industria aborrecible, que abusa sistemáticamente de madres y crías durante años, para luego enviarlas al matadero, ya sea siendo terneros, o seis años después, como vacas lecheras ya “gastadas”, en palabras de la propia industria.
El 22 de agosto es el Día Mundial de la Leche Vegetal, una jornada internacional que celebra las numerosas alternativas veganas a la leche de vaca. El ascenso del veganismo ha provocado un auge tanto en la variedad como en la disponibilidad de las leches vegetales.
Desde nuestra infancia, la mayoría hemos visto publicidad que muestra a granjeros atentos que ordeñan con cariño a sus vacas, casi siempre teniendo como telón de fondo idílicos paisajes bucólicos. El propósito: hacernos suponer que la leche es producida para el consumo humano de forma natural, que es saludable, y que ordeñar a las vacas es casi un acto de amabilidad, claro, al aliviarlas del peso que cargan en sus ubres hinchadas. Sin embargo, lo que nos han contado sobre los lácteos es una mentira, una táctica mercadotécnica, un engaño deliberado.
La mayoría de la gente se cree los embustes que le cuentan sobre la industria láctea. Una industria tan grande, omnipresente, que genera empleos, frecuentemente subsidiada por el Estado no puede ser mala, ¿verdad?
Lo que la mayoría de la gente no sabe es que la producción de leche es un proceso cruel e inhumano por diseño.
Como todo mamífero, las vacas no dan leche sin tener terneros. Para que una vaca produzca leche, antes debe haberse producido un embarazo y parto. La vaca tampoco produce leche sin tener un estímulo, que por naturaleza habría sido la visualización de su ternero o la succión mamaria de este. En la industria de la leche, esto no es posible, ya que esa leche está pensada para el consumo humano, por lo que se usan estímulos como el masaje mecánico de las ubres.
Como la producción de leche sólo se activa después de un parto y no suele durar más de 10 semanas, es necesario que la vaca para una vez al año, que comience a producir leche poco después de parir y que vuelva a quedarse preñada mientras aún produce leche. Por esto, los ciclos reproductivos de las vacas lecheras se solapan unos con otros, dejando apenas dos meses sin ordeñar (al final del embarazo), con un corto período de recuperación de las ubres antes del siguiente ciclo.
Entonces, la vaca da a luz, comienza el ordeño. A los 60 días vuelve a quedar preñada. Se ordeña leche 300 días más, aproximadamente. Se deja 50 días de recuperación de las ubres. Se insemina artificialmente a la vaca y a los 9 meses se produce otro parto.
Cuando nacen las crías, se les retira de sus madres a las pocas horas. Esto se hace para que las vacas puedan ser ordeñadas para obtener la máxima cantidad de leche posible para el consumo humano, y las crías puedan ser destinadas a la producción de carne de ternera. Los terneros suelen ser atados dentro de pequeños cubículos en los que prácticamente no pueden moverse. Debido a la falta de movimiento, su carne se mantiene pálida y tierna, ideal para los platos a base de ternera. Los terneros se mantienen solos durante aproximadamente dos meses y se les alimenta con un sustituto de la leche. Las terneras hembras acabarán sufriendo el mismo destino que sus madres, mientras que los machos tienen como destino el mercado de la carne. En el caso de Chile, algunos terneros, o “novillos”, no sólo sufren el trauma de ser apartados de sus madres después de nacer, sino también son explotados en el rodeo, un “deporte tradicional”.
Pero las vacas madre forman poderosos vínculos con sus bebés, al igual que los humanos. Ser separadas de sus crías es enormemente traumático, y a menudo llorarán y bramarán por ellas durante días después de la separación.
Las vacas utilizadas en la industria láctea han sido criadas selectivamente para que produzcan alrededor de 4,5 veces más leche de la que producirían de forma natural. Esto significa que a menudo sufren de mastitis, una dolorosa inflamación de la ubre.
Debido al entorno en el que se encuentran, y al hecho de que se ven obligadas a estar de pie sobre suelos de concreto durante largos periodos, las vacas suelen cojear. La cojera también se produce por la desnutrición, el corte inadecuado de sus pezuñas, las infecciones y la mala calidad de las instalaciones.
Los productos lácteos son sumamente perjudiciales para el medio ambiente, al consumir muchos más recursos y contaminar más que las leches vegetales, desde todo parámetro de comparación. En términos de uso de la tierra, uso de agua dulce y emisiones de gases de efecto invernadero, los lácteos son, lejos, la leche más nociva que hay. Aparte de ello, el consumo de lácteos es nocivo para el ser humano.
Según la ONU, por cada litro de leche, los productos lácteos utilizan 8,95 m2 de tierra (la segunda en uso de espacio, la leche de avena, utiliza 0,76 m2). Un litro de leche también requiere 628,2 litros de agua dulce (la segunda más alta, la leche de almendras, requiere 371,46 litros). Ese mismo litro de lácteos también emite 3,15 kg de gases de efecto invernadero (en segundo lugar se sitúa la leche de arroz, que emite 1,18 kg).
El metano es un gas de efecto invernadero muy dañino. De hecho, los expertos predicen que es unas 80 veces más potente que el carbono cuando se libera a la atmósfera. Sin embargo, tiene una vida media mucho más corta, persistiendo alrededor de una década antes de degradarse en CO2. Esto significa que la reducción del metano podría dar a la humanidad más tiempo para abordar las emisiones de carbono. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), sostuvo recientemente que “reducir el metano es el elemento más potente que tenemos para frenar el cambio climático en los próximos 25 años y complementa los esfuerzos necesarios para reducir el dióxido de carbono”. Un informe de la ONU de 2021 afirmaba que los países deben realizar “reducciones fuertes, rápidas y sostenidas” del metano y que “reducir ese gas es la estrategia más importante y rápida para frenar el calentamiento global”.
Según la WWF, en el mundo hay 270 millones de vacas lecheras, y su número va en aumento a la par con una mayor demanda proveniente principalmente de China. En su sitio web, la entidad escribe: “Las vacas lecheras y su estiércol producen emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. La mala manipulación del estiércol y los fertilizantes puede degradar los recursos hídricos locales. Y la cría de ganado lechero y la producción de piensos no sostenibles pueden provocar la pérdida de zonas de importancia ecológica, como praderas, humedales y bosques”.
El matadero, fin del camino
Una vez que sus cuerpos se cansan y empiezan a producir menos leche, la industria láctea concluye que las vacas están “gastadas” y, por lo tanto, listas para el matadero. De forma natural, los bovinos pueden vivir unos 25 años, pero en la industria láctea las vacas suelen ser sacrificadas a los seis años.
Cuando llegan al matadero, son aturdidas con una pistola de perno cautivo que debería dejarlas inconscientes. Pero esto se hace a menudo de forma inadecuada; se obliga a los animales a entrar en la caja de aturdimiento, pero al entender lo que está por ocurrir muchas de ellas son invadidas por el terror, desesperándose e intentando escapar. Esto significa que puede ser difícil para los matarifes disparar el perno en el lugar correcto de la cabeza. Por ello, las vacas suelen estar vivas cuando son colgadas de las patas con el fin de degollarlas.
La industria láctea es cruel. Las vacas no merecen este abuso sistemático, con sus órganos reproductivos maltratados, con continuos ciclos de separación entre madres y crías. Con el matadero como destino final.
La industria láctea es un sector insostenible que somete a millones de animales a una vida de sufrimiento. Pero no tiene por qué ser así. Las numerosas opciones de leches vegetales son parte de la respuesta.
Y aunque la perspectiva ecológica, la sostenibilidad y los beneficios para la salud humana son evidentes y relevantes, elegir las leches vegetales y abandonar los lácteos es la única opción ética y compasiva con estos animales inocentes.
Tras plantear dudas sobre la legalidad de la prohibición de las denominaciones asociadas a la carne en los alimentos veganos, el Consejo de Estado de Francia ha suspendido la medida.
Una controvertida prohibición de los términos “carne” de origen vegetal propuesta por el gobierno a principios de julio ha sido anulada por el más alto tribunal francés. La prohibición, que debía entrar en vigor en octubre de 2022, significaba que los productores franceses ya no podrían utilizar palabras como “salchichas”, “tocino” y “filete” para describir las alternativas cárnicas de origen vegetal, con la excepción de “hamburguesa”.
A pesar de ser el mayor productor de carne de vacuno de la UE y el séptimo del mundo, la prohibición pretendía “reducir la confusión” de los compradores. El decreto inicial, que decía: “Ya no será posible utilizar términos propios de sectores tradicionalmente asociados a la carne y el pescado para designar productos no pertenecientes al mundo animal”.
La decisión del gobierno fue duramente criticada, en momentos que el mundo necesita urgentemente encontrar alternativas sostenibles a la carne para reducir nuestra huella de carbono.
El Conseil d’Etat francés -el más alto tribunal de Francia- suspendió la prohibición aduciendo serias dudas sobre su legalidad, junto con considerarla injustificada en términos de probar la información al consumidor.
Tras el anuncio, el público expresó su frustración y confusión. Según ProVeg International, el decreto francés que prohíbe las denominaciones “cárnicas” para los alimentos de origen vegetal no haría más que “alentar a la industria de la ganadería en un momento en que es necesario reducir el consumo de carne. Debemos confrontar a nuestros funcionarios electos con preguntas difíciles. La industria de los combustibles fósiles, así como las industrias de la carne, los productos lácteos, los huevos y el marisco, necesitan una reforma. Los alimentos de origen vegetal son parte de la solución a la crisis climática, y cualquier regulación debería fomentar su venta y comercialización en lugar de reprimirla”.
La Ley SWIMS es la primera legislación federal estadounidense que busca prohibir la captura, importación o exportación de orcas, belugas, calderones y falsas orcas con fines de exhibición pública, a menos que el animal sea transportado a un santuario o liberado en su hábitat natural.
Nonhuman Rights Project (Proyecto de Derechos de los No Humanos, o NhRP), la única organización de los Estados Unidos dedicada exclusivamente a garantizar los derechos legales de los animales no humanos anunció el 26 de julio su apoyo a un nuevo proyecto de ley que pondría fin a la futura captura y cría de ballenas para su exhibición pública.
Presentada por un grupo de senadores demócratas, la Ley para el Fortalecimiento del Bienestar en los Entornos Marinos (SWIMS) es la primera legislación federal impulsada por NhRP.
La Ley SWIMS modificaría la Ley de Protección de Mamíferos Marinos de 1972 para prohibir la captura, importación o exportación de orcas, belugas, calderones y falsas orcas con fines de exhibición pública, a menos que el animal sea transportado a un santuario o liberado en su hábitat natural. El proyecto de ley modifica además la Ley de Bienestar Animal para prohibir cualquier cría de estas especies para su futura exhibición pública.
Conocido por sus litigios pioneros en materia de derechos de los animales no humanos, el NhRP anticipa y se complace en involucrarse más en la legislación federal que “protegerá significativamente a los animales no humanos, ahora y en el futuro”, dijo el fundador y presidente del NhRP, Steven M. Wise.
El proyecto de ley hace referencia a las pruebas científicas de la complejidad cognitiva, emocional y social de las ballenas y reconoce la importancia de dar prioridad a la autonomía de las ballenas como individuos, algo que el NhRP aplaude. Un lenguaje similar subyace en los argumentos legales del NhRP. El proyecto de ley también subraya el sufrimiento de las ballenas cuando son mantenidas en cautividad en tanques que no pueden satisfacer sus complejas necesidades físicas, emocionales y sociales.
A principios de este mes, el NhRP presentó una moción para volver a argumentar ante el más alto tribunal de Nueva York tras una decisión de 5-2 emitida en su histórico litigio que buscaba el derecho a la libertad del elefante Happy y su liberación del zoológico del Bronx a un santuario de elefantes. Los dos disensos en el caso de Happy critican duramente a la mayoría y han sido alabados como una marca histórica de progreso en la lucha global para asegurar los derechos legales fundamentales de los animales no humanos. El NhRP presentó su primer caso en California -en nombre de tres elefantes mantenidos en cautividad en el zoológico Chaffee de Fresno que son víctimas de la continua importación de elefantes a los zoológicos estadounidenses- en abril.
“La ciencia es clara en cuanto a que especies como las ballenas y los elefantes necesitan y quieren vivir en libertad al igual que nosotros”, dijo Wise. “Creemos que es hora de que la ley se ponga al día”.
El Proyecto de Derechos de los No Humanos es la única organización de derechos civiles de Estados Unidos que trabaja mediante litigios, legislación y educación para garantizar los derechos fundamentales de los animales no humanos.
El gobierno galo llega así a la misma conclusión alcanzada en 2015 por la OMS, comprometiéndose a reducir los nitratos y nitritos en toda su gama de “charcutería”.
Las autoridades sanitarias francesas han demostrado la relación entre los nitratos añadidos a la carne procesada y el cáncer de colon, hecho que supone un duro revés para las famosas industrias de jamón y embutidos del país.
La organización nacional de seguridad alimentaria de Francia, Anses, publicó un informe oficial donde llega a las mismas conclusiones publicadas por la Organización Mundial de la Salud en 2015 (OMS), sobre el impacto que los nitratos y nitritos tienen en la salud humana.
Según un comunicado, Anses “recomienda minimizar el consumo de la gama de nitratos y nitritos restringiendo expresamente la exposición a través del consumo de alimentos”.
Los nitratos se añaden a una variedad de productos alimentarios para mejorar la vida útil y el sabor, así como para contribuir al color rosa de los productos a base de carne de cerdo.
El gobierno galo se apresuró a declarar que pondrá en marcha un plan para minimizar el uso de estos productos químicos a lo largo de este año. “Se trata de reducir su uso a lo estrictamente necesario”, afirmaron los ministros de Sanidad y Agricultura en una declaración conjunta. “La reducción debe hacerse de forma equilibrada para garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores”.
Francia es un importante productor de embutidos, conocidos como charcutería. La advertencia se extendió a todas las carnes procesadas, incluido el tocino, que es popular en Estados Unidos y el Reino Unido, así como el salami italiano, el chorizo español, la salchicha alemana y la charcutería francesa.
En 2015, la Organización Mundial de la Salud emitió una advertencia después de que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer determinara que las carnes procesadas debían clasificarse como carcinógenos del grupo 1. La industria cárnica global reaccionó indignada ante lo que calificó de ataque contra sus intereses. Llama entonces la atención que siete años después, Francia, cuyos gobiernos tradicionalmente han defendido férreamente los intereses de su sector agrícola, haya optado, al menos en esta ocasión, por favorecer investigaciones científicas y la salud humana.
Las Islas Feroe limitarán su polémica caza de delfines a 500 animales, tras la condena mundial de la matanza de 1.423 criaturas el año pasado.
En respuesta a las críticas, las autoridades ordenaron una revisión en febrero. Los activistas defensores de los animales llevan mucho tiempo condenando la caza, calificándola de cruel e innecesaria.
Los habitantes de las Islas Feroe aprueban en general la práctica, alegando que se han alimentado de los delfines durante mucho tiempo.
La caza de conoce como grind (o Grindadrap en feroés) y se practica desde hace cientos de años en las remotas islas, una región autónoma danesa en el Atlántico Norte.
Sin embargo, la magnitud de las matanzas del año pasado asombró a muchos residentes y provocó una condena generalizada. Según los registros, fue el mayor número de delfines matados en un día en las Islas Feroe.
Las autoridades feroesas recibieron una petición con casi 1,3 millones de firmas que exigían la prohibición de la caza tradicional.
Para los próximos dos años, el gobierno ha limitado la captura anual de delfines de flancos blancos a 500.
La cuota se creó en respuesta a una “captura inusualmente grande” de 1.423 delfines en septiembre pasado, según un comunicado del gobierno. “Algunos aspectos de esa captura no fueron satisfactorios, en particular el número excepcionalmente grande de delfines muertos”, continúa el informe.
La administración, por otro lado, afirma que la caza es un “complemento esencial para el sustento de los habitantes de las Islas Feroe”.
El Reino Unido utiliza el equivalente el trigo equivalente a 11.000 millones de hogazas de pan, y de cebada suficiente para 6.000 millones de platos de avena, para alimentar animales de granja.
Según un análisis del WWF, la mitad de la cosecha de trigo del Reino Unido cada año -equivalente a 11.000 millones de hogazas de pan- se utiliza para alimentar a los animales en un proceso “intrínsecamente ineficiente” que contribuye al cambio climático. El estudio describe el volumen de tierras de cultivo utilizadas para cultivar cosechas que se destinan a alimentar a los animales en lugar de a las personas. Investiga los beneficios para las personas, el clima y la naturaleza de utilizar una mayor superficie de tierra cultivable en el Reino Unido para producir cosechas para uso humano en su lugar, como hacer frente a las crisis climáticas y medioambientales y aumentar la resiliencia alimentaria en el Reino Unido.
Según el análisis más reciente de la serie “The future of feed” (El futuro de los piensos) del WWF, los productos lácteos y cárnicos ofrecen sólo el 32% de las calorías que se consumen en el Reino Unido y menos de la mitad de las proteínas, a pesar de que el ganado y sus piensos representan el 85% del uso de la tierra agrícola del país.
Según el informe, el cultivo de cereales para alimentar a los animales de granja representa un porcentaje considerable de esta utilización de la tierra.
El trigo y la cebada que se cultivan en el Reino Unido para alimentar a los animales de granja ocupan 2 millones de hectáreas de tierra, lo que supone el 40% de la superficie de tierra cultivable del país.
El trigo cultivado en el Reino Unido cada año para alimentar al ganado -principalmente pollos y cerdos- representa la mitad de nuestra cosecha anual de trigo y produciría aproximadamente 11.000 millones de barras de pan.
La avena cultivada cada año en el Reino Unido para alimentar al ganado representa un tercio de nuestra cosecha anual de avena, suficiente para hacer casi 6.000 millones de platos de avena.
El Reino Unido importa cantidades importantes de soja para alimentar a cerdos y aves de corral, lo que contribuye a la degradación de hábitats valiosos como el Cerrado brasileño.
El documento reconoce que este enfoque de la alimentación de los animales de granja implicaría una reducción del número total de cabezas de ganado en el Reino Unido.
“Sencillamente, no podemos permitirnos seguir encerrados en un sistema alimentario que no es adecuado, con los precios de los alimentos por las nubes. Demasiados de los alimentos que comemos se producen de forma que contribuyen a la catástrofe climática y causan pérdidas medioambientales catastróficas, al tiempo que no proporcionan alimentos asequibles y saludables para todos”, dijo Kate Norgrove, directora ejecutiva de defensa y campañas del WWF.
“Para que nuestro sistema alimentario sea realmente resistente a la catástrofe, debemos acelerar la transición hacia una producción sostenible, lo que incluye repensar cómo utilizamos grandes cantidades de las tierras más productivas del Reino Unido para cultivar alimentos para el ganado en lugar de para las personas”.
“Los gobiernos del Reino Unido pueden preparar nuestra alimentación para el futuro, al tiempo que benefician a la naturaleza y al clima, aumentando el apoyo a los agricultores para que transformen nuestros paisajes, haciendo espacio para la naturaleza en las granjas y los bosques, los campos y los pantanos”, añadió.
Según el informe, al centrarse únicamente en la huella de carbono de la producción de alimentos se corre el riesgo de alimentar la intensificación agrícola y de enmascarar otros impactos ambientales negativos, como la contaminación por purines o la conversión de tierras para la producción de piensos en la cría de pollos, que puede tener una huella de carbono menor que la de la carne de vacuno alimentada con pastos.
También subraya la importancia de considerar una gama más amplia de medidas para evaluar el impacto medioambiental de todos los aspectos de la producción de alimentos, incluidas las presiones sobre la tierra, el agua y la biodiversidad, antes de sacar conclusiones.
El alto tribunal ha invalidado el decreto del Estado de Nayarit que protegía los espectáculos taurinos y las peleas de gallos como bien inmaterial.
Luego de varias semanas de audiencias, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó la víspera un decreto de Nayarit que declaraba las corridas de toros y las peleas de gallos como patrimonio cultural inmaterial. El alto tribunal ha votado por declarar inconstitucional el decreto, entre otros argumentos, porque los animales son “merecedores de un trato decente”.
La decisión de la SCJN no ha sido una sorpresa. Las discusiones en las últimas semanas iban encaminadas hacia dar la razón a la asociación civil Contigo Tepic, que promovió un amparo contra el decreto que fue aprobado en Nayarit en 2019. La resolución ha sido propuesta por el ministro Alberto Pérez Dayán y aprobada con cuatro votos a favor y uno en contra de la ministra Yasmín Esquivel Mossa. En primer lugar, la SCJN considera que Nayarit no tiene “la facultad para emitir este tipo de declaratorias sobre patrimonio cultural”, puesto que dependen del Gobierno Federal, escribe EL PAÍS.
“Las peleas de gallos y la fiesta taurina, al traducirse en actividades que generan sufrimiento, agonía e incluso la muerte de especies sintientes, de manera innecesaria o injustificada, resultan incompatibles o irreconciliables con el derecho humano a un medio ambiente sano y, por ende, no son susceptibles de tutela bajo los llamados derechos culturales”.
Con ello, los magistrados consideran que es incompatible proteger del maltrato a estos animales y al mismo tiempo dar las ayudas financieras y educativas, que recibe una actividad cuando es bien cultural inmaterial, para fomentar los espectáculos.
Por increíble que parezca, uno de los argumentos esgrimidos por los taurinos durante las audiencias fue que “el toro bravo, que vive y es criado para las corridas de toros, se extinguiría si no tiene otro uso y ahí si sufriría daño el ecosistema”.
La miel es el más reciente alimento de origen no animal que se ha desarrollado mediante la fermentación de precisión.
El proceso ancestral que resultó en productos como la cerveza, la salsa de soja y la kombucha ha cobrado un súbito atractivo en los últimos años gracias a emprendedores inventivos que intentan transformar nuestro sistema alimentario.
Estos emprendedores están ideando formas novedosas para reproducir proteínas y otros ingredientes dietéticos que tradicionalmente se adquieren de los animales. En otras palabras, producen productos de origen animal sin utilizar animales reales.
En esta oportunidad, gracias a la fermentación precisa, hay un nuevo análogo para un alimento especialmente vulnerable: la miel de abeja.
Melibio, una empresa emergente, está fabricando un sucedáneo de la miel de abeja mediante la tecnología de la fermentación microbiana. La “miel”, que “se asemeja al sabor, la textura y la viscosidad de la miel de abeja”, se creará imitando el procedimiento utilizado para fabricar la miel de abeja, según el CEO de la empresa, Darko Mandich.
MeliBio, Inc. ha desarrollado un enfoque científico para sustituir a las abejas como medio de producción de miel, y está aportando soluciones a varios problemas de sostenibilidad y de la cadena de suministro de la industria de la miel quebrada, valorada en 9.000 millones de dólares en 2020. Estudios recientes muestran que la dependencia exclusiva de la industria de las abejas melíferas está haciendo que 20.000 abejas silvestres y autóctonas sean desplazadas de sus hábitats y desaparezcan a un ritmo acelerado. Además, la cadena mundial de suministro de miel se enfrenta a dificultades para mantener el ritmo de la demanda, ya que las recientes cosechas de miel se han visto muy afectadas por el cambio climático, provocando un bajo rendimiento de la miel y la volatilidad de los precios.
Darko Mandich, CEO y cofundador de MeliBio dijo “MeliBio se ha fundado con la misión de fabricar alimentos de forma que se salve nuestro planeta Tierra, acabando con el uso de las abejas en la producción de miel, y ayudando así a restaurar la biodiversidad de las abejas nativas y silvestres en todo el mundo. Los avances científicos han creado una posición muy emocionante en la que los seres humanos pueden finalmente hacer uno de sus alimentos favoritos sin el uso de animales. La miel es un ingrediente que se encuentra en todas las categorías de productos, desde los alimentos hasta las bebidas y los productos de cuidado personal, para los que MeliBio ofrece ahora una opción de origen vegetal. Al llevar al mercado una miel deliciosa, nutritiva y real hecha sin abejas, estamos dando forma a nuestro presente y futuro de una manera que es mejor para las abejas y para los humanos.”
¿Por qué un sustituto de la miel? Como la mayoría de la gente sabe, la población de abejas melíferas ha disminuido rápidamente en la última década. El cambio climático, los productos químicos y las avispas son amenazas para las abejas melíferas y para la industria de la miel.
Por supuesto, la producción de miel biosintética no sustituirá a las abejas melíferas. La disminución de la población de abejas sigue siendo preocupante, sobre todo teniendo en cuenta el importante papel de las abejas como polinizadoras.
La matanza a gran escala de aves sólo por tener el “sexo equivocado” sigue siendo una práctica industrial tabú y encubierta.
El procedimiento de triturado y gaseado de pollos y patos está permitido por la legislación vigente en la UE, pero podría prohibirse como parte de la revisión de la legislación comunitaria sobre “bienestar animal”, prevista para 2023-2025.
En una carta abierta al Consejo de la UE, enviada a comienzos de mes, 18 ONG defensoras de los animales piden a los ministros de Agricultura de la UE que aprueben la prohibición del gaseado y la trituración sistemática de los pollitos machos y los patitos hembra. Desde un sitio web ad-hoc, los habitantes de la UE pueden ponerse en contacto con su ministro de Agricultura con mensajes escritos preparados. Para el caso de España, este es el mensaje.
Un pollito macho es triturado o gaseado por cada gallina criada para la producción de huevos. Los pollitos macho se consideran ” inútiles ” para la industria del huevo porque no ponen huevos y no tienen ninguna utilidad económica en el mercado de la carne. Por ello, cada año se sacrifican 330 millones de pollitos macho de un día de vida. Los empleados separan a los pollitos machos en cuanto salen del cascarón, y mientras los pollitos hembra se llevan a las granjas para poner huevos, los machos son sacrificados. Decenas de millones de patos hembra corren la misma suerte, ya que el hígado de las hembras es menos valioso para la producción de foie gras, por lo que las empresas del rubro crían y alimentan exclusivamente patos macho.
Tras la publicación de fotografías que mostraban la matanza sistemática de polluelos en 2015, el gobierno francés se comprometió a apoyar el desarrollo de tecnologías de sexado in-ovo, que permiten determinar el sexo de los polluelos antes de que nazcan. El gobierno francés anunció la prohibición de la matanza de polluelos de un día en 2020. Del mismo modo, el gobierno alemán se ha comprometido a prohibir esta práctica.
En Francia, los criaderos tienen hasta finales de 2022 para pasar a adoptar dispositivos de sexado in-ovo y dejar de matar a los pollitos macho de forma sistemática. Las plantas de incubación han recibido 10 millones de euros de ayuda estatal para asistir en la transición a tecnologías alternativas con el fin de garantizar que los productores cumplan la legislación. Se espera que esta nueva técnica aumente el precio de venta de los huevos en sólo un céntimo por huevo.
Hay múltiples razones por las que es posible prohibir el sacrificio sistemático de los pollitos macho: existe un fuerte apoyo comunitario a la prohibición, existen alternativas al sacrificio sistemático de los pollitos macho y dos naciones han prohibido previamente esta práctica. Por último, pero no por ello menos importante, la revisión de la legislación de la UE sobre el “bienestar de los animales de granja” representa una oportunidad única para prohibir esta práctica en toda la UE.
Una modificación a la legislación comunitaria sobre la materia es fundamental. La Comisión Europea, encargada de proponer una nueva ley en 2023, está estudiando la posibilidad de prohibir la matanza sistemática de pollos en la UE. La Comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, declaró que “la muerte de un gran número de pollitos de un día es, obviamente, una preocupación ética”.
Tal observación se ve corroborada sustancialmente por los resultados de la consulta pública de la Comisión Europea sobre el tema, que reveló que más del 94% de los más de 60.000 encuestados apoyaban la prohibición de esta práctica. Además, estas cifras son coherentes con la opinión pública, ya que sólo entre el 9 y el 18 por ciento de las personas aprueban el aplastamiento y el gaseado de polluelos y patitos.
Aunque corresponde a la Comisión Europea proponer nuevas leyes para regular mejor las prácticas de cría de animales; la decisión sobre la reforma y su eventual aplicación serán decididas por el Consejo de la UE. Para garantizar la aplicación de esta reforma, cada uno de los ministros de agricultura de los 27 Estados miembros debe apoyarla.
Por ello, 18 organizaciones de defensa de los animales han pedido a cada uno de los ministros de agricultura de los Estados miembros que respalden los esfuerzos de Francia y Alemania. Las organizaciones piden específicamente a los ministros que amplíen la restricción de la matanza de polluelos machos a toda la UE, así como que se aseguren de que la nueva ley prohíbe también la muerte de las hembras de pato, que hasta ahora han sido injustamente excluidas de estas reformas.
La decisión editorial, que sólo se aplica a la edición impresa, es celebrada por organizaciones animalistas.
EL PAÍS eliminó en mayo la sección taurina, que año tras año ha ido perdiendo el interés de los lectores. Así, el periódico español deja de dar cobertura a una práctica que cuenta con cada vez más detractores y menos adherentes.
El declive de la tauromaquia se ha visto reflejado también en EL PAÍS durante la última década. Según escribe Animanaturalis.org, en 1995, EL PAÍS publicó más de 1.000 textos sobre toros; en 2019, año sin pandemia, fueron 150; desde el pasado 1 de enero, solo seis. En la edición digital sí se encuentra esa información, pero también a la baja. Se ha pasado de 800 textos en 2015, a 440 en 2019, y a 87 en lo que va de 2022.
La organización escribe que la tauromaquia siempre han gozado de espacios privilegiados en programas de radio, televisión y prensa escrita. Pero es una tendencia que poco a poco se va revirtiendo.
EL PAÍS sigue así el ejemplo del diario valenciano À Punt, que en su manual actualizado en 2021 decidió descartar la cobertura de “exhibiciones del maltrato animal”.
Felizmente, la tendencia también está llegando a los políticos españoles. En abril de este año, once partidos aprobaron una enmienda al proyecto de Ley General de Comunicación Audiovisual para impedir por ley que se televisen corridas de toros en horario infantil, que en el caso de España rige entre las 6 de la mañana y las 10 de noche.
Animanaturalis.org agrega: “Durante varios años, concretamente durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, esta medida ya estuvo en vigor. Según recogía el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia en su segundo apartado, las cadenas de televisión debían respetar una franja de horario infantil para la emisión de corridas de toros. Fue en octubre de 2006 cuando RTVE renunció a emitir corridas de toros por “coincidir con el horario de protección infantil, además de por su elevado coste”. En 2012, cuando Mariano Rajoy se puso al frente del Gobierno, se volvió a modificar el manual de estilo de RTVE para eliminar esa referencia. Esto permitió a la corporación pública volver a ofrecer corridas tras seis años de ausencia”.
Animanaturalis.org ha creado un sitio donde llama a poner fin a las becerradas, es decir, fiestas populares con toros, caracterizadas por su crueldad y violencia.
La imagen -que muestra una vaca convertida en un bolso de piel- plantea a los viajeros “¿la mataron para hacer tu equipaje de mano?”
People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) dice haber contactado a todos los aeropuertos de Gran Bretaña para anunciar una nueva campaña “la crueldad no vuela”. Sin embargo, las gerencias de todos los aeropuertos rechazaron la campaña, argumentando algunos de ellos que el anuncio era demasiado “político” o que “se corría el riesgo de una posible reacción negativa de los usuarios”.
“El público merece saber que detrás de cada bolso de cuero hay un individuo sensible que tuvo una muerte dolorosa”, dice la directora de PETA, Elisa Allen, agregando que “El cuero vegano, por otra parte, no viene con la carga emocional de saber que fue necesario matar un animal para tal objetivo. Por ello, PETA pide a todos tener en cuenta a las apacibles vacas que son descuartizadas para obtener su cuero, y opte por los bolsos sin crueldad”.
La organización señala que el mismo anuncio ha aparecido anteriormente en los carritos de los aeropuertos de Estados Unidos.
Un reciente informe de PETA sobre la industria mundial del cuero denunció que a los animales se les niega la comida y el agua durante los agotadores viajes a los mataderos; a menudo reciben electroshocks y son golpeados, y siguen conscientes por largo tiempo antes de morir. La industria peletera también es mala para el medio ambiente. La cría de vacas para su uso en peletería -así como para la carne y los lácteos- contribuye en gran medida tanto a la deforestación como a las emisiones de metano.
La industria peletera también es especialmente intensiva en carbono, ya que cada metro cuadrado de este material genera unos 110 kg de CO2. En comparación, el cuero de imitación genera sólo 15 kg de CO2.
Además, convertir las pieles de los animales en cuero implica el uso de unos 130 productos químicos diferentes, entre ellos el cianuro y el formaldehído.
Según el Banco Mundial, la ganadería es responsable de más del 80% de la deforestación del Amazonas en los últimos 50 años.
PETA ha instado a los consumidores a recurrir a alternativas de cuero vegano. “Con la previsión de que el mercado mundial del cuero vegano crezca hasta superar los 41.000 millones de euros en 2025, ahora hay más opciones de cuero sin animales producidas de forma sostenible que nunca, incluidos los tejidos naturales hechos con hojas de piña, manzanas y setas”, dijo la organización en un comunicado.
En Islandia se extrae la sangre de yeguas preñadas semisalvajes, en volúmenes y frecuencias extremas, para que cerdos y ovinos tengan más crías.
Islandia está siendo presionada para que prohíba la producción de una hormona extraída de yeguas preñadas, una práctica que ha sido calificada de “cruel” y “maltrato animal”.
En Islandia hay unos 80.000 equinos; más de 5.000 se utilizan como “yeguas de sangre” para producir PMSG, escribe The Guardian. La gonadotropina de suero de yegua preñada (“Pregnant Mare Serum Gonadotropin”) se extrae de las yeguas en Islandia durante el verano en “granjas de sangre”, antes de ser convertida en polvo y enviada a todo el mundo.
Defensores del bienestar animal que visitaron las granjas con el diario británico The Guardian mostraron cajas de sujeción rotas y recintos cubiertos de marcas de mordiscos, lo que evidencia animales desesperados. El material gráfico, captado secretamente por los activistas, también muestran a los caballos angustiados siendo golpeados y luchando en las cajas de sujeción antes de que se les extraiga sangre con una gran cánula insertada en la vena yugular.
La Comisión Europea se declaró “seriamente preocupada” por el trato que reciben estas yeguas para obtener su sangre, mientras que el Parlamento Europeo ha pedido que se prohíban las importaciones de la hormona.
A finales de marzo, una coalición internacional de 17 ONG presentó una denuncia contra Islandia ante el Órgano de Vigilancia de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), que supervisa el cumplimiento de las normas del Espacio Económico Europeo (EEE) en Islandia, Liechtenstein y Noruega. En la denuncia se acusaba a Islandia de infringir la legislación del EEE sobre la protección de los animales.
Los expertos también han expresado su preocupación por el volumen de sangre extraído a las yeguas. La empresa farmacéutica Isteka, que posee o subcontrata granjas, declaró que se extraen cinco litros de sangre de yeguas preñadas cada semana durante ocho semanas consecutivas, una cantidad cuatro veces superior a la especificada en las directrices internacionales.
La Autoridad Alimentaria y Veterinaria de Islandia (Mast), que concedió la licencia a Isteka, dijo: “No hay indicios de que la extracción de cinco litros de sangre a la semana durante ocho semanas tenga un impacto negativo en la salud y el bienestar de las yeguas o sus potros”.
Ingunn Reynisdóttir, veterinaria que vive en el norte de Islandia y ha trabajado con caballos toda su vida, no está de acuerdo. “Es demasiada sangre y si se toma demasiada, tiemblan y tienen dificultades para caminar”, dijo.
Por su parte, Mette Uldahl, vicepresidenta de la Federación de Veterinarios de Europa (FVE), se refirió a la práctica señalando: “Es un abuso animal y una crueldad”.
The Guardian cita estimaciones según las cuales las granjas de sangre llevan funcionando en Islandia desde hace unos 40 años, pero los islandeses que hablaron con la publicación dijeron que apenas se enteraron de la práctica en noviembre de 2021, cuando se transmitió por televisión el vídeo encubierto de la Fundación para el Bienestar Animal. Una encuesta realizada en diciembre reveló que la mayoría de la población se oponía a las granjas de sangre. “No tenía ni idea de que estuviéramos haciendo esto aquí y me sorprendió cuando lo vi”, dijo Bjarnheiður Hallsdóttir, presidente de la Asociación Islandesa de la Industria del Turismo, quien concluyó que la práctica “es horrible”.
“Me gustaría que la gente supiera que en Islandia se está clavando a yeguas preñadas semisalvajes, extrayendo su sangre en volúmenes y frecuencias extremas, sólo para… hacer que los cerdos tengan más cerdos”, dijo Rósa Líf Darradóttir, médico y propietaria de caballos en Reikiavik.
En Alemania, se administraron 6,4 millones de dosis únicas de PMSG -el equivalente a unos 32.000 litros de sangre- a cerdas entre 2016 y 2019, según el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura.
La PMSG se puede obtener legalmente en países de la Unión Europea a través de un veterinario registrado, con productos disponibles que incluyen esponjas vaginales para ovejas, que inducen el parto temprano, con beneficios anunciados como la producción de corderos “en el momento óptimo para las ventas de otoño”.
Ilustración: Fotograma, video de Animal Welfare Foundation en YouTube. Una yegua es sujetada en una caja de retención mientras se le extrae sangre con una cánula insertada en la vena yugular del animal. Nota: el video tiene restricción de edad debido a que muestra escenas de crueldad contra animales.
El rodeo, una actividad profundamente ligada a las clases chilenas más acomodadas, es una práctica anticuada que todavía se define como “deporte”.
En Chile, el rodeo es un deporte nacional, además de una importante tradición cultural. Consiste principalmente en inmovilizar a un ternero o “novillo” contra una pared acolchada, en un ruedo o “medialuna”. Dos jinetes, “huasos”, trabajan en parejas e intentan ganar puntos aplastando al animal contra la pared del ruedo. Dependiendo de la forma en que se empuje e inmovilice al ternero, usando los caballos como cuñas, se determina cuántos puntos recibe o pierde cada pareja de huasos.
La temporada de rodeo suele comenzar el 18 de septiembre, el día nacional chileno, y continúa durante meses en todo el país, con varios campeonatos locales. El rodeo, reconocido como disciplina deportiva en los años 60, es considerada por muchos como una pintoresca costumbre chilena, una práctica histórica; mientras que otros la ven como una expresión de crueldad, algo parecido a las corridas de toros, y nada más. A un ternero indefenso se le causa un gran dolor, estrés y daño, para deleite de jinetes y espectadores.
Una propuesta de nueva constitución chilena, que se someterá a plebiscito el 4 de septiembre, busca que se reconozca a los animales como seres sintientes, con el derecho a vivir una vida libre de maltrato. En caso de aprobarse, este apartado modificaría el Código Civil, donde los animales son actualmente definidos como “bienes muebles”, es decir, capaces de moverse por sí mismos, pero a merced de sus “tenedores”.
El periódico El País publicó el 9 de mayo un artículo sobre el rodeo chileno, donde incluye declaraciones de Cristian Moreno, expresidente de la Federación del Rodeo Chileno, Ferochi, la más grande de las seis que existen en Chile. En conjunto, las federaciones suman 40.000 miembros.
“Es evidente que los animales son sintientes”, pero da lo mismo
Según El País, Moreno declaró que “es evidente que los animales son sintientes, pero el problema es otro: si es que la sintiencia implica que uno puede o no usar los caballos o animales en general en temas deportivos o de producción. No creemos que sea razonable pretender que los animales son sujetos de derechos. Lo que hay son obligaciones de los tenedores”.
Con ello, Cristian Moreno ha puesto los puntos sobre las íes. El 5 de mayo veía en YouTube un interesante debate entre Ed Winters, escritor británico, y Martin Kennedy, Presidente de la asociación de ganaderos de Escocia. En el debate, Winters acorrala a Kennedy, quien primero intenta negar que la industria porcina británica sacrifica a sus cerdos en horrendas cámaras de gases, para luego – confrontado por los datos aportados por el propio Winters – admitir que el 90% efectivamente es sacrificado de esa forma (y con ello haber mentido) precisando luego que “es una forma humana de sacrificarlos”. El punto es que mientras el escocés Martin Kennedy – y muchos representantes de la industria cárnica internacional – intentan justificar, incluso mintiendo, por qué hacen sufrir a animales sintientes, al chileno Cristian Moreno le da lo mismo. El debate sobre la sintiencia animal es irrelevante para este paladín del rodeo: está claro que son sintientes, pero no por eso van a tener derechos. ¿Y de qué derecho estamos hablando? Del derecho a no ser maltratados.
La federación de rodeo ha realizado varios cambios al reglamento en favor del novillo que, por norma, solo es llevado a un rodeo una vez en su vida (desde el ruedo el animal regresa a finalizar su engorda, siendo el matadero su siguiente y último paradero). La federación busca “valorar más la técnica que la fuerza”. Paralelamente, la periodista española pudo observar que la membresía en Ferochi tiene un valor de 5.800 dólares anuales, y que los “huasos” participantes se caracterizan por tener apellidos normalmente relacionados con las clases acomodadas de Chile.
El País también entrevistó a Ignacia Uribe, presidenta de la Fundación Vegetarianos Hoy, quien dijo que si bien el ideal para ellos es que se elimine el rodeo, su prioridad ahora es que deje de ser financiado por aportes públicos. La fundación no busca una mejora en las condiciones de los animales. “Es un deporte donde ganas puntos aplastando a una vaca pequeña con un caballo contra una pared. No hay forma de hacerlo sin maltrato animal”.
Por su parte, la doctora Beatriz Zapata, secretaria general del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet), cree que “sería muy sano” para el rodeo que no sean ellos mismos los que fiscalicen. “No creo que haya una mala intención, pero siempre es bueno que un organismo externo fiscalice cómo funciona otro, como ocurre en las acreditaciones y certificaciones”.
Pero Cristian Moreno se opone a cualquier control externo de su actividad: “Cómo va a venir otro ente que sale de no sé dónde, que lo elige no sé quién, a decir lo que yo puedo hacer o no en mi organización. Evidentemente que no”, declaró a El País. La lógica de Moreno tiene paralelos históricos. En su momento, quienes se beneficiaron de la esclavitud se opusieron tajantemente a que otros entes, que salieron quien sabe de dónde, les dijeran que la esclavitud era problemática.
Sin embargo, este independentismo del rodeo no es tal a la hora de solicitar recursos públicos para su financiamiento. Anualmente, el Estado de Chile aporta alrededor de un millón de dólares a esta actividad, cortesía de todos los contribuyentes chilenos, sean o no partidarios del rodeo.
Ante El País, el expresidente de la Federación del Rodeo Chileno defiende reiteradamente que cumplen con la normativa legal. Y ese es precisamente el problema. Aunque en Chile hay una ley de protección animal, el rodeo está exento y es regulado por su propio reglamento.
Este reglamento es explicado en la página de Preguntas Frecuentes de Ferochi. Al leer esta cándida y didáctica página, casi queda la impresión de que el novillo se divierte con este juego en el que, repentinamente, se encuentra participando. Por ejemplo, ante la pregunta ¿Qué hacen para parar al novillo cuando cae al suelo?, la organización responde: “Cuando un novillo cae al suelo y no se levanta por sí solo, entra una persona que lo estimula para que se levante”.
Invitamos al lector a ver este breve video de la ONG chilena Animal Libre, captado en un rodeo, y hacerse su propia opinión, incluido el “estímulo” que se da a los novillos para que se levanten.
Advertencia: este video contiene imágenes de crueldad animal
También es evidente que los propios caballos se ven estresados y abrumados por esta violenta práctica a la que sus jinetes les empujan.
Quisiera preguntar a las autoridades chilenas, ¿qué pasaría si el animal en la medialuna fuese un perro y no un novillo? A mi juicio, es un flagrante ejemplo de especismo estatal.
PD: Con gusto debatiría con Cristian Moreno u otro representante de las organizaciones del rodeo chileno. La única condición sería que el diálogo fuese abierto, no guionizado, en vivo y transmitido vía streaming por YouTube. Contacto: hector@sociedadvegana.com
Ilustración: fotograma, video de AnimalLibre.org
Actualización 13 de mayo 2022: atendiendo una consulta de una lectora, quien por sensibilidad prefiere no ver el video del rodeo chileno enlazado desde este artículo, quisiéramos explicar que las prácticas para “estimular” a los novillos a levantarse son tirones de orejas y de colas, golpes de puño, puntapiés y uso de electrochoque.
Muchas víctimas accidentales del pegamento, como aves vulnerables, serpientes de hierba, ranas y puercoespines, se beneficiarán de esta nueva normativa.
La Cámara de los Lores aprobó por unanimidad un proyecto de ley respaldado por el gobierno para prohibir las trampas de pegamento, que se utilizan habitualmente para atrapar ratones y ratas.
El grupo de defensa de los animales Humane Society International/UK (HSI), que lideró la campaña “Unstuck” para detener el uso público de las “inhumanas, indiscriminadas e injustificables” trampas de pegamento, logró un gran éxito tras años de lucha.
Las crueles trampas de pegamento inmovilizan a los animales atrapados en un fuerte adhesivo, lo que les hace sufrir desgarros y fracturas en las extremidades y asfixia cuando intentan escapar. La deshidratación, la inanición y la muerte son posibles consecuencias para los animales.
Entre ellos se encuentran especies protegidas y en peligro de extinción, como puercoespines, pájaros y murciélagos, e incluso gatos domésticos.
En el Reino Unido se puede acceder a las trampas de pegamento por un precio tan bajo como 99 peniques, a pesar de que pueden causar un sufrimiento prolongado y extremo a los animales.
Tras obtener la aprobación real, el proyecto de ley sobre trampas de pegamento se convertirá en ley. Una vez que la prohibición entre en vigor, se exigirá una licencia para utilizarlas a cualquier persona en Inglaterra, incluidos los “controladores de plagas”.
Las personas que infrinjan la nueva ley se enfrentan a una multa y/o a una pena de cárcel de hasta 51 semanas. Además, es un delito encontrar una trampa de pegamento y no desactivarla.
Con su decisión, Inglaterra sigue el ejemplo de Escocia, que en enero de este año abolió las crueles trampas de pegamento. En la oportunidad, explicando su decisión, el gobierno de Escocia se refirió a la crueldad de las trampas de pegamento señalando: “Los animales atrapados en trampas de pegamento no pueden liberarse de la sustancia pegajosa y tienen casi garantizado el sufrimiento durante las 12 horas o más que pueden pasar entre cada inspección. La composición de las trampas de pegamento suele provocar que los animales atrapados en ellas se autolesionen al luchar por liberarse. Estas lesiones pueden incluir desgarros en la piel y rotura de huesos. Por si fuera poco, algunos animales incluso se arrancan las extremidades a mordiscos para intentar liberarse, y los efectos del pegamento de sujeción también pueden provocar asfixia”.
Refiriéndose a la prohibición en Inglaterra, directora ejecutiva de HSI/UK, Claire Bass, dijo: “Las trampas de pegamento son dispositivos burdos que causan una horrible agonía a millones de animales. Como será ilegal que los consumidores las utilicen, esperamos que las tiendas las retiren de sus estantes porque su venta será igualmente ilegal”.
Bass agregó: “un animalito sintiente se ve inmoralmente forzado a asfixiarse, a morir lentamente por sus heridas o a ser ineptamente sacrificado por miembros del público no preparados que recurren a ahogarlos o a tirarlos a la basura cuando aún están vivos en estas tablas adhesivas”.
HSI/UK escribe “para que estos terribles artefactos dejen de emplearse impunemente, habrá que supervisar adecuadamente el régimen de licencias para el uso de trampas de pegamento por parte del sector de control de ‘plagas’ “.
El activista por los derechos de los animales Chris Packham también ha declarado que “cuando los animales silvestres, como los ratones y las ratas, logran convivir con los humanos, los etiquetamos como ‘plagas’ o ‘alimañas’ y parece que asumimos que eso es una luz verde para despreciar totalmente su bienestar. Un ejemplo de ello son las trampas de pegamento. Hay que cambiar esta forma de pensar. Felicito a HSI/UK por la victoria de su campaña ‘Unstuck’ y estoy encantado de que las crueles e innecesarias trampas de pegamento dejen de ser de uso público, lo que propiciará un enfoque más compasivo y también eficaz para tratar la fauna salvaje no deseada. Esta ley es una gran noticia no solo para los ratones y las ratas, sino también para las muchas víctimas colaterales que quedan atrapadas en el pegamento”.
El Día Mundial del Animal de Laboratorio se conmemora desde el año 1979, gracias a la organización británica Sociedad Nacional Anti-Vivisección (NAVS por su sigla en inglés), la que busca erradicar el uso de animales para pruebas científicas, de productos cosméticos, higiénicos, entre otros.
Se sabe que más de 192 millones de animales se utilizaron con fines científicos en todo el mundo en 2015, y que los principales animales utilizados para estos propósitos son ratones, peces, ratas, conejos, conejillos de Indias, hámsters, animales de granja, pájaros, gatos, perros, minicerdos y primates no humanos.
Afortunadamente, el desarrollo de métodos alternativos que no impliquen el uso de animales está creciendo, y debido a las innovaciones en la ciencia, las pruebas con animales están siendo reemplazadas en áreas como toxicidad, neurociencia, seguridad cosmética y el desarrollo de fármacos.
“Como organización hemos educado por 10 años sobre la importancia de eliminar las pruebas en animales para cosméticos, y este día es sumamente importante para volver a recordar que debemos exigir el avance de la ciencia y la innovación para obtener métodos alternativos más éticos y seguros para los humanos” indicó Camila Cortínez, co-fundadora y Directora General de ONG Te Protejo.
La organización ha impulsado la campaña Be Cruelty Free desde el año 2017 en Chile, promoviendo el Boletin #13.966-11, que busca una modificación al código sanitario, para que no se permitan test en animales en las pruebas de seguridad de cosméticos para comercialización en Chile, tanto en productos finales como ingredientes. El proyecto de ley fue aprobado por la Cámara de Diputados en diciembre de 2021, y se encuentra a la espera de discusión en la Comisión de Salud del Senado.
En la industria cosmética, ya existen más de 25 test aprobados por la comunidad científica para remplazar el uso de animales en pruebas de seguridad cosmética, y hasta la fecha 41 país han legislado para acabar con estas prácticas, incluido México, Colombia, y algunos Estados de Brasil.
Te Protejo es una organización sin fines de lucro fundada el año 2012, que tiene como misión promover el uso de productos cuya fabricación sea libre de crueldad animal. Te Protejo es la primera organización en Latinoamérica capaz de certificar a empresas que no testean en animales. Más de 80 ya se han certificado con ella y lucen su conejo distintivo, basado en el modelo de organizaciones internacionales como Peta y Leaping Bunny. La ONG también consolida el único listado de marcas disponibles en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, que han sido comprobadas como libre de testeo animal por organizaciones certificadoras. Más información en www.ongteprotejo.org
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Han pasado 10 años desde que McDonald’s hiciera una promesa, incumplida, de eliminar las jaulas de gestación en su cadena de suministro.
Varios medios de comunicación estadounidenses informan de que el inversor multimillonario Carl Icahn ha denunciado a McDonald’s por el uso persistente de jaulas de gestación para las cerdas preñadas. Icahn, que lleva años abogando por el tema, escribió que los gerentes de McDonald’s “se dan palmaditas en la espalda, mientras consienten la crueldad”.
Icahn acusa a McDonald’s de permitir un “grotesco maltrato de los animales” añadiendo que “la incapacidad de la empresa para hacer avances significativos en las promesas hechas en 2012 – claramente se derivan de la disfunción y la indiferencia de la junta directiva de McDonald’s”.
Icahn ha escrito una carta abierta a los accionistas de McDonald’s en la que critica al gigante de la comida rápida por haber “arruinado su propia credibilidad” al no haber “eliminado el uso de las crueles jaulas de gestación en su cadena de suministro”.
En la misiva de ocho páginas, publicada el jueves 21 de abril, Icahn arremete contra McDonald’s, diciendo que la compañía no ha cumplido con su compromiso de poner fin a la controvertida práctica de confinar a las cerdas gestantes en espacios reducidos. McDonald’s acordó y prometió eliminar las jaulas de gestación, que han sido ampliamente criticadas como mecanismos inhumanos, en un proceso que tomaría 10 años.
Habiendo pasado una década, sin avances significativos, Icahn amenazó en febrero con iniciar una pugna de accionistas sobre el tema. Al publicar la carta y la declaración del jueves, en la que proponía nuevos miembros del consejo de administración, Icahn ha cumplido su advertencia.
“Se dan palmaditas en la espalda, mientras consienten la crueldad – por lo visto, ciegos a lo evidente”, escribió Icahn. “Creo que la obscena crueldad infligida a estos animales a través del confinamiento es completamente innecesaria, condenable y desalineada con lo que los estadounidenses esperan de la cadena de comida rápida número 1 de nuestro país”.
Además de McDonald’s, Icahn también echó en cara a “un gran número de empresas de Wall Street y sus banqueros y abogados”, a “Big Meat” y al “lobby conectado” de la industria cárnica, diciendo que defienden vanas agendas medioambientales, sociales y gubernamentales.
El inversor escribió que McDonald’s está “engañando a los clientes, a los empleados y a los accionistas” al afirmar que la empresa espera “abastecerse del 85% al 90%” de su carne de cerdo en Estados Unidos “de cerdas no encerradas en jaulas de gestación durante la preñez”.
“Pero esa afirmación es una invención cínica destinada a engañarnos para que creamos que esta forma atroz de abuso animal en la cadena de suministro de McDonald’s prácticamente no está ocurriendo”, escribió Icahn. “En realidad, estas cerdas, que tienen múltiples camadas de lechones cada año, están confinadas en jaulas de gestación durante cada uno de los embarazos durante aproximadamente cuatro a seis semanas, 24 horas al día, siete días a la semana”.
El multimillonario escribió que pide a McDonald’s que deje de actuar de forma “irresponsable y censurable” y “se comprometa a eliminar las jaulas de gestación de su cadena de suministro para finales de 2023” y a ampliar ese objetivo a su “cadena de suministro global para 2024.” También exigió que la empresa incorpore nuevos directores a su consejo de administración.
Aunque la industria porcina ha defendido las jaulas de gestación como una medida necesaria para impulsar la productividad y evitar que los cerdos se peleen, los activistas del bienestar animal no están de acuerdo. En un informe de 2013, la Humane Society of the United States afirmó que estas jaulas tienen “un coste psicológico y perjudican” el bienestar de los cerdos.
En su última carta, Icahn escribió que las jaulas también impiden el “tremendo instinto maternal” de los animales y su capacidad para “establecer vínculos con sus bebés.” Icahn se enteró del problema gracias a su hija Michelle, una vegetariana que ha trabajado con la Humane Society.
“Este grotesco maltrato de los animales -y la incapacidad de la compañía para hacer un progreso significativo en las promesas hechas a múltiples partes interesadas en 2012- claramente provienen de la disfunción y la indiferencia en la junta directiva de McDonald’s”, escribió Icahn el jueves. “Creo que los clientes de McDonald’s quieren alimentos que se obtengan de forma ética, responsable y humana. Las jaulas de gestación no son nada de eso”.
Mucha gente, en todas partes, proclama amar a los animales. Se enternecen con ellos a la vez que se indignan cuando alguien los hace sufrir. Sin embargo, ¿es posible amar a los animales y al mismo tiempo ser parte de un sistema que mata a 80.000 millones de animales terrestres y hasta 2,7 billones de animales marinos cada año?
Vivimos en un mundo en que la mayoría de las personas se define como amantes de los animales. Amamos y valoramos a los animales que tradicionalmente hemos tenido en nuestros hogares, como perros y gatos. Estos son los animales que amamos y protegemos. Claro está, es imposible amar y al mismo tiempo ser violentos con quienes decimos amar. Si un padre golpea a sus hijos, ¿diríamos que ese padre ama a sus hijos? O si alguien maltrata a su pareja, ¿podría decirse que la ama? Obviamente no, porque no se puede amar a alguien si se le inflige sufrimiento y dolor intencionados. Va en contra de los fundamentos mismos del amor. Esto también se aplica a los animales; si alguien golpea y maltrata a un perro, difícilmente lo llamaríamos amante de los perros; si alguien mata a un gato, no le creeríamos si se declara amante de los gatos.
Y, sin embargo, quienes dicen ser amantes de los animales están pagando para que cerdos, vacas, corderos, gallinas, gansos, peces, etc. sean sacrificados a una escala horrorosa: 80 mil millones de animales terrestres y 2,7 billones (millones de millones) de animales marinos, cada año. Dicho de otra forma: si usted ama a otro ser, jamás contribuiría que se inflija dolor, sufrimiento, que se la preñe a la fuerza, que se la mutile, que se le arrebaten los hijos, que se le explote, que se le cercene el cuello, que se le meta en una cámara de gas. Estas son las cosas que otros hacen, en nuestro nombre, a los seres que decimos amar.
Los animales piensan, sienten y quieren vivir
Para amar a los animales, y no solo a las mascotas, es necesario ser vegano, es imprescindible dar ese paso. Porque para amar de verdad a los animales, es necesario mostrarles respeto, compasión, bondad, hacerles sentir dignidad, mostrarles el mismo respeto que disfrutan nuestros perros, gatos y hámsteres. Amar realmente a los animales implica ser vegano, porque ser parte de un sistema que los cría para explotarlos y hacerlos sufrir es precisamente lo opuesto a amarlos.
Para entender mejor estas ideas, consideremos el concepto de especismo. Las mascotas que viven en nuestros hogares tienen nombres propios, reciben mimos y arrumacos, celebramos sus travesuras, jugamos con ellos, procuramos que coman bien y que hagan ejercicio, que corran libremente. Son, en definitiva, un miembro más de la familia. Paralelamente, en las granjas de todo el mundo viven hacinados miles de millones de animales, no tienen nombre propio – a lo más etiquetas engrapadas en sus orejas – y sus cortas vidas son de constante explotación. No juegan ni hacen ejercicio, pudiendo solo caminar interminablemente en círculos en los corrales de hormigón en los que son obligados a pasar sus vidas.
Aparte de su forma física, no hay nada que separe moralmente a un perro o un gato de un cerdo o de una vaca. Entonces, ¿por qué estos dos últimos animales vivirán vidas tan diferentes y serán vistos de forma tan distinta? La explicación está en el especismo.
La palabra especismo, que fue popularizada por Peter Singer en su libro de 1975, Liberación Animal, se refiere a un prejuicio o actitud unilateral a favor de los intereses de los miembros de la propia especie y en contra de los miembros de otras especies, así como a la consideración del valor moral de algunos animales como algo inviable simplemente por su especie.
Un ejemplo de esto es el prejuicio según el cual está bien favorecer el deseo de un humano de comer un sándwich de tocino, por encima del deseo de un cerdo de no ser abatido en una cámara de gas. El especismo habilita una mentalidad de discriminación que a su vez facilita la explotación. Conlleva intrínsecamente la idea de una superioridad humana que justifica los deseos humanos más triviales e innecesarios, haciéndolos moralmente permisibles, como desollar animales para vestir una chaqueta de cuero, empujar a los cerdos a las cámaras de gas para así poder comer ese sándwich de tocino, o separar a los terneros recién nacidos de sus madres para poder poner la leche resultante en nuestro café.
El especismo nos ha permitido crear un mundo en el que se matan billones de animales cada año, con decenas de miles de millones de ellos viviendo vidas abyectas y horribles. Sus cuerpos mutilados, sus sistemas reproductivos abusados y sus bebés robados. Se ignora su individualidad y su deseo de evitar el sufrimiento y, en última instancia, se les quita la vida por la fuerza. No hay una forma “humana” de matar a un ser que quiere seguir viviendo. La violencia es parte intrínseca de sus muertes.
Quienes nos oponemos al especismo reconocemos que los humanos y los no humanos somos distintos en varios aspectos, como la forma física, la inteligencia y la sociabilidad, entre otros. Sin embargo, no son las diferencias las que son relevantes a la hora de decidir si los no humanos tienen importancia moral y derecho a la dignidad, sino las similitudes. Fundamentalmente, hablamos de la sintiencia, es decir, la capacidad de sentir y experimentar subjetivamente nuestras vidas. Si es la sintiencia lo que hace que los animales humanos seamos dignos de consideración moral, del mismo modo es la sintiencia lo que hace que los animales no humanos también sean dignos de consideración moral.
Muchas personas sostienen que hay diferencias discernibles que justifican la explotación de los animales no humanos. Los defensores del especismo suelen decir que “los animales son menos inteligentes, carecen de las capacidades cognitivas de los humanos y no pueden mostrar el mismo nivel de autonomía, responsabilidad o desempeño social”. De esta observación deducen que es aceptable explotarlos. Pero entonces, desde una perspectiva estrictamente lógica, esta argumentación podría utilizarse para justificar dañar a los bebés humanos, precisamente debido a su menor cognición y capacidades. Sin embargo y, faltaría más, ocurre precisamente lo contrario, ya que damos una consideración especial a los bebés debido a su menor cognición y nula autonomía. Especismo es justificar el abuso de los animales por las mismas razones que nos llevan a proteger a nuestros bebés.
Volviendo al tema de las mascotas, nadie queda indiferente ante una situación callejera en que un humano golpea a un perro o un gato. Incluso las leyes suelen castigar tales abusos con diversas reacciones punitivas, dependiendo de su gravedad. Pero lo mismo no ocurre con cerdos, vacas o pollos. Así, la única diferenciación discernible que utilizamos para maltratar a algunos animales es su especie, el cuerpo en el que han nacido.
Al ver imágenes de una vaca siendo degollada, o de un cerdo siendo forzado a entrar en una cámara de gas, muchos se encogerán de hombros y dirán “es solo una vaca, o un cerdo”. Paralelamente, nadie diría a quién acaba de perder a su perro, “es solo un perro”. Especismo puro.
Quienes nos oponemos al especismo sostenemos que no es moralmente justificable discriminar a un animal simplemente por su cuerpo, del mismo modo que no está justificado discriminar a un humano simplemente por el cuerpo en el que ha nacido. Lamentablemente, el especismo está tan arraigado y normalizado en las sociedades, que ni siquiera es percibido como un problema. Muchos humanos ven a los animales no humanos con tanta indiferencia y desconsideración que incluso se ofenden ante el mero planteamiento de que los animales merecen consideración. Creen que reconocer que también merecen derechos básicos es de alguna manera degradante para nuestra propia especie, o una deslealtad.
A mi juicio, dejar de torturar y matar innecesariamente a billones de seres sintientes no es ni siquiera un acto de bondad. Es simplemente una cuestión de justicia elemental.
Neuralink ha admitido haber practicado la eutanasia a ocho monos que, según denuncia de médicos, habrían sido torturados, mutilados y sacrificados en experimentos cerebrales invasivos y mortales.
La empresa de chips cerebrales de Elon Musk, Neuralink, ha admitido haber matado a ocho monos en medio de una polémica por someter a los animales a un “sufrimiento extremo”.
La denuncia fue hecha por el Comité de Médicos por una Medicina Responsable (PCRM), organización sin ánimo de lucro, luego de analizar 600 páginas de documentos sobre las pruebas realizadas con 23 monos macacos rhesus.
La organización, formada por más de 17.000 médicos, concluyó que los “experimentos cerebrales invasivos y mortales” causaron un “sufrimiento extremo” a los primates implicados y violaron la Ley de Bienestar Animal de Estados Unidos.
El PCRM también presentó una denuncia ante el USDA contra la Universidad de California, Davis, que recibió más de 1,4 millones de dólares de Neuralink para realizar los experimentos.
Los horrorosos abusos de Neuralink con los monos
Neuralink es una empresa con sede en San Francisco y está trabajando en el desarrollo de un chip que puede implantarse en el cerebro y conectarse a una computadora. Según la empresa, la interfaz cerebro-computadora permitirá a los humanos controlar dispositivos utilizando sólo su mente. Para probar los chips, Neuralink perforó agujeros en el cráneo de monos para implantar en sus cabezas los dispositivos con forma de moneda.
Según el PCRM, los investigadores destruyeron partes del cerebro de los animales con sustancias no aprobadas como parte de los experimentos -que se extendieron de 2017 a 2020- y no les proporcionaron atención veterinaria. En un comunicado de prensa, la organización destacó las diferentes formas en que los monos fueron torturados.
En la nota se señala que, por ejemplo, los investigadores “atornillaron postes de acero” a sus cráneos, según el comunicado. Además, los primates sufrieron convulsiones, traumas faciales e infecciones recurrentes tras los implantes.
Los monos utilizados en el proyecto también manifestaron multitud de efectos secundarios, como vómitos, ansiedad, pérdida de apetito y pérdida de pelo.
PCRM señaló que a un mono le faltaban los dedos de las manos y de los pies “posiblemente por automutilación o por algún otro traumatismo no especificado” y que el mono fue posteriormente sacrificado.
Otro mono sufrió una hemorragia cerebral tras la implantación de electrodos en su cerebro.
Jeremy Beckham, coordinador de defensa de la investigación del PCRM, dijo: “Estos espantosos experimentos fueron realizados por una empresa privada en una institución pública. Los documentos revelan que a los monos se les mutiló el cerebro en experimentos de mala calidad y se les dejó sufrir y morir. No es un misterio por qué Elon Musk y la universidad quieren mantener ocultas al público las fotos y vídeos de este horrible abuso”.
Respuesta de la empresa
En respuesta a las acusaciones, Neuralink reveló que, efectivamente, aplicó la eutanasia a ocho monos debido a los experimentos cerebrales, y que la mayoría se debió a fallos de funcionamiento e infecciones asociadas a sus implantes cerebrales, en una entrada de su blog.
Sin embargo, la empresa refutó enérgicamente la afirmación de que se abusara de los animales o se les sometiera a un “sufrimiento extremo”, señalando que “En Neuralink, estamos absolutamente comprometidos a trabajar con animales de la manera más humana y ética posible”, dijo la empresa de neurotecnología. El uso de cada animal se planificó y consideró ampliamente para equilibrar el descubrimiento científico con el uso ético de los animales”.
La empresa, que está previsto que comience los ensayos en humanos a finales de este año, defendió además su uso de la investigación en animales, ya que “todos los dispositivos y tratamientos médicos novedosos deben probarse en animales antes de que puedan probarse éticamente en humanos. Neuralink no es única en este sentido”.
Un portavoz de UC Davis también defendió el proyecto de Neuralink. El representante dijo a Fortune que la universidad “revisó y aprobó a fondo” los protocolos de investigación utilizados por Neuralink. “Nos esforzamos por proporcionar el mejor cuidado posible a los animales a nuestro cargo”, dijo el portavoz. La investigación con animales está estrictamente regulada, y la UC Davis sigue todas las leyes y reglamentos aplicables, incluidos los del Departamento de Agricultura de Estados Unidos”.
“Neuralink quiere presentar una imagen halagüeña de cómo se ha tratado a los animales, pretendiendo que nunca se les obligó a participar”, dice Deborah Dubow Press, abogada general asociada del Comité de Médicos. “Cómo obtuvieron el consentimiento para la cirugía cerebral de 23 monos es algo que no me explico”.
Las prácticas de una granja porcina de la región de Murcia, España, que por la escala del maltrato animal revelado llevó a la Fundación Igualdad Animal a calificarla de “granja de los horrores”, finalmente serán consideradas por los tribunales españoles.
En su sitio web, Igualdad Animal presenta el caso relatando que el escándalo salió a la luz en 2018 producto de un documental en el que participó la Fundación. En el documental se difundieron imágenes que revelaban las atroces condiciones a las que se encontraban sometidos los cerdos de la granja Hermanos Carrasco.
Esta semana, la Fundación escribe que la Audiencia Provincial de Murcia ha acogido el recurso, con lo que se inicia el esperado proceso judicial. El auto concuerda que existen claras evidencias de maltrato animal, al concluir que: “Los animales que aparecen en dichas imágenes presentan lesiones compatibles con una situación de maltrato por omisión o negligencia donde no se han tomado las medidas necesarias en el momento adecuado encaminadas a evitar su sufrimiento continuo, siendo abandonados a su suerte hasta que mueren, siendo objeto de prácticas de canibalismo por parte de sus congéneres de corral”.
Javier Moreno, cofundador de Igualdad Animal, que investigó la granja junto a Jordi Évole y su equipo, declaró: “Es un paso muy importante que los responsables de los abusos cometidos en esta granja de los horrores, un escándalo que conmocionó a la sociedad española, sean juzgados. Es necesario que haya juicio para que asuman todas las responsabilidades y se haga justicia en un caso que no solo es el mayor escándalo de maltrato en granjas en la historia de España, sino que es un posible escándalo de salud pública que la ciudadanía tiene derecho a conocer”.
Igualdad Animal revela que gran parte de los animales, destinados al consumo humano, padecían hernias y tumores tan grandes que algunos no podían ni moverse, deformidades y abscesos, sin recibir ningún tipo de atención veterinaria.
“Había cadáveres de cerdos pudriéndose entre los vivos e incluso documentamos escenas de canibalismo entre algunos animales”, señala la organización, agregando que en esos momentos la granja de los Hermanos Carrasco suministraba sus cerdos a El Pozo, multinacional española con presencia en 80 países.
Igualdad Animal escribe que El Pozo se negó a participar en el programa donde se expusieron los horrores de la granja de los hermanos Carrasco. “Desde un primer momento, El Pozo negó su vínculo, pero las imágenes de animales enfermos y deformes emitidas tuvieron repercusión internacional y varios supermercados belgas retiraron los productos de El Pozo de sus estanterías. Fue entonces cuando, temiendo la misma reacción en otros países, El Pozo emitió un comunicado en el que informaba que había roto relaciones con la granja investigada. De esa forma, El Pozo reconocía el vínculo que había negado desde el principio de la crisis”.
Igualdad Animal invita a los interesados a firmar la petición “Stop Granjas Industriales. Al momento de publicación de este artículo, 9.485 personas han firmado la petición, con lo que faltan poco más de 500 para conseguir las 10.000 necesarias.
La renombrada jugadora inglesa de cricket Mady Villiers dice que adoptó una dieta basada en plantas en consideración a los animales. En una entrevista publicada el 1º de febrero por la BBC, Villiers dijo haber abandonado los productos animales en 2019 después de ver una conferencia en línea sobre el veganismo mientras cuidaba una pierna fracturada.
La jugadora declaró a la BBC que nunca fue consciente de lo que ocurría en el mundo animal y de cómo éste se relacionaba con los alimentos que consumía. “Nunca había pensado en los alimentos que comía. Nunca me detuve a pensar en la vida que habían tenido. En realidad, fui bastante egoista”.
Sin embargo, al entender todo el sufrimiento animal que había de por medio, cambió de la noche a la mañana a una dieta basada en plantas. Comenta que su madre mostró consternación y que incluso la trató de loca, intentando convencerla de revertir su decisión. Villiers, de 23 años de edad, relata: “Le dije que no, que no era una dieta. No es algo que vaya a empezar el lunes, mamá, es diferente”.
Villiers, seleccionada nacional de su país, es según la BBC una de las jóvenes promesas del cricket.
La jugadora estrella recalcó que ser vegana no ha afectado en lo absoluto su juego ni su desempeño. “Por el contrario, me siento mejor. Me recupero mucho más rápido; no esperaba que se produjeran estos beneficios. Ya no estoy tan rígida. En general, me siento mucho más fresca cuando me despierto”.
Una reciente campaña de Gucci para promocionar una línea de productos con motivo del Año del Tigre mostraba a algunos de los grandes felinos no en su entorno natural, sino en un ambiente de estilo de vida de los ricos y famosos. Los tigres, con su majestuosa presencia, fueron colocados junto a personas con ropa y accesorios caros en casas con esa decoración chillona que supuestamente es sinónimo de gran riqueza.
Diversos grupos de defensa de los animales arremetieron contra la marca por tratar a los animales salvajes y en peligro de extinción como si fueran mascotas o accesorios.
El razonamiento de quienes critican a Gucci es que tales campañas glorifican el abuso de los animales y contribuyen a la sensación de que son juguetes para el disfrute humano, al tiempo que pueden fomentar su explotación.
La campaña de Gucci podría incluso alimentar la demanda pública de productos y experiencias con animales salvajes, ya sean legales o ilegales.
Experto en marketing elogia a Gucci
“No veo ningún motivo de controversia”, dijo a Campaign Magazine Daniel Langer, CEO de la empresa de estrategia y desarrollo de marcas de lujo Équité y profesor ejecutivo de estrategia de lujo en la Universidad Pepperdine de California. “La forma en que está filmada la campaña es del típico estilo de Gucci, una celebración de la gente que expresa su individualidad utilizando el humor y la ligereza al exagerar una situación claramente absurda con un guiño”. Según Langer, “mostrar un animal puede ayudar a sensibilizar y a motivar medidas de conservación. Tiene que ser siempre con la marca y respetuoso. Gucci lo ha hecho perfectamente”.
Hay un cambio y positivo, aunque lento
Boaz Paldi, director de compromisos y asociaciones globales del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que trabaja en una amplia gama de iniciativas de protección de los animales, declaró a Campaign: “Hay un cambio lento. No es tan rápido como nos gustaría, pero está ahí. Los consumidores de hoy en día son más conscientes del impacto medioambiental, de la sostenibilidad, de los costes reales de los productos y de los daños. Definitivamente estamos viendo ese cambio en todos los ámbitos”.
Paldi dice que entiende las críticas a la campaña de Gucci. “Sólo hay unos 3.800 tigres en estado salvaje, así que es un problema muy, muy grave, y creemos que la percepción de los animales como accesorios contribuye a ello. Necesitamos que las organizaciones lideren el camino educando a sus consumidores sobre la situación de los animales salvajes, en lugar de impulsar directa o inadvertidamente su explotación comercial”.
Ilustración: fotograma, campaña de Gucci, YouTube.
En los juicios contra animalistas, las filmaciones hechas por estos, donde documentan las espantosas y crueles prácticas contra los animales, son excluidas como evidencia ya que “exponen innecesariamente a la víctima”.
La publicación The Intercept escribe que en un reciente aumento de las causas en tribunales estadounidenses contra activistas de los derechos de los animales, que se enfrentan a fuertes condenas por sacar a animales enfermos de las granjas, las autoridades buscan suprimir toda mención durante el juicio de la crueldad con los animales, a pesar de tratarse de un factor altamente relevante.
El mes que viene, un juez de Utah escuchará las mociones previas al juicio sobre la exclusión de pruebas en un caso contra dos miembros del grupo de liberación animal Direct Action Everywhere, o DxE. Los activistas se enfrentan a cargos de robo y hurto por sacar dos lechones agonizantes de una granja porcina en 2017, por lo que podrían ser condenados a más de una década de prisión. El fiscal general de Utah busca excluir todas las pruebas y testimonios relacionados con el trato tortuoso a los animales, incluido un espeluznante vídeo filmado por los activistas mientras retiraban a los cerdos.
En concreto, el fiscal busca reducir sustancialmente la capacidad de los activistas para defenderse en el juicio. “Creo que se trata de una práctica muy poco ética e inconstitucional. Amordaza a los activistas y les impide contar una historia coherente a un jurado”, declaró Jon Frohnmayer, activista y abogado de DxE a la publicación, agregando que “más preocupante aún es que impide el análisis de las pruebas de crueldad animal en un tribunal, que es precisamente la instancia en que deberían analizarse dichas pruebas. Es, en definitiva, un abuso institucional de los animales por parte de la misma institución que debería protegerlos”.
Los tribunales de Estados Unidos tienen un preocupante historial de excluir las pruebas de violencia contra los animales en los casos de liberación animal. Sin este contexto esencial, la acusación ha enmarcado a los acusados como vándalos sin sentido, ladrones e incluso terroristas.
The Intercept Recuerda un renombrado caso federal de mediados de la década de 2000 contra los activistas de Stop Huntingdon Animal Cruelty, “los 7 de la SHAC”, como se les conoce, quienes fueron condenados por cargos federales de terrorismo, en circunstancias que su actividad debió haber estado protegida por la Primera Enmienda. Durante el juicio, a los activistas de la SHAC no se les permitió ni siquiera mencionar el horrible tratamiento de los animales en los laboratorios de pruebas de Huntingdon Life Sciences.
Natasha Lennard, autora del artículo, recuerda otros juicios en que el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha calificado a los defensores del medio ambiente y de los animales de “terroristas”, a pesar de que estos movimientos nunca mataron a personas o animales.
Lennard observa que la estrategia del fiscal general de Utah para excluir pruebas, incluye desvirtuar la llamada defensa por necesidad, que podría, por ejemplo, justificar legalmente que una persona rompa un cristal del coche de un desconocido para salvar a un perro que se está asfixiando. Este principio, que podría aplicarse a los casos de rescate de animales que sufren, no puede ser invocado ya que la documentación de tal sufrimiento -por ejemplo filmaciones hechas por los activistas dentro de la granja- es inadmisible.
“Las mordazas de los tribunales al hablar de la violencia contra los animales forman parte de un tratamiento más amplio y perverso de los animales ante la ley”, comentó Lauren Gazzola a The Intercept. Gazzola es una activista de la SHAC que cumplió 40 meses en una prisión federal. “Legalmente, los animales son propiedad. Son materia prima que se convierte en comida o ropa o se utiliza como tubo de ensayo”.
Un ejemplo en jurisprudencia, donde la fiscalía ha conseguido excluir pruebas, ha sido una norma de Utah concebida para proteger a las víctimas y supervivientes de agresiones sexuales, conocida comúnmente como ley de escudo contra la violación. “Existen importantes precedentes de exclusión de pruebas, cuando estas puedan crear confusión o desprestigiar a la víctima, como ocurre en este caso”, escribió el fiscal general, comparando así, literalmente, a una poderosa empresa agrícola – “la víctima”- con una persona que ha sido agredida sexualmente.
Bonnie Klapper, ex fiscal federal que ahora asiste a activistas de los derechos de los animales como abogada defensora penal, dijo a Lennard que “El propósito de esta norma probatoria es proteger a las víctimas de agresiones sexuales para que no sigan siendo víctimas en los tribunales. Nunca se pretendió impedir la revelación de pruebas relacionadas con la crueldad hacia los animales. Es irónico que el fiscal utilice una ley de escudo contra la violación para proteger la reputación del propietario de la granja porcina, el gigante industrial de la carne Smithfield, que se dedica a la inseminación forzada masiva y repetida de hembras y a la castración de lechones machos sin anestesia. Legalmente, los animales son cualquier cosa, menos lo que realmente son: individuos sensibles y a menudo cognitivamente complejos con vidas que merecen ser vividas”.
The Intercept agrega que también es irónico que el gobierno intente excluir las pruebas de vídeo que muestran un relato completo y total de los supuestos delitos. Los activistas se filmaron a sí mismos entrando en la instalación porcina; dirigieron la cámara hacia los cerdos -cerdos madre con los pezones ensangrentados, cerdos con enormes llagas abiertas, lechones muertos y moribundos en el suelo- y se filmaron a sí mismos sacando a los lechones. La fiscalía argumenta que, si se presenta ante el tribunal, los comentarios de los activistas sobre las nefastas condiciones de la fábrica y cualquier mención al maltrato de la empresa a sus animales serían “injustamente perjudiciales”. El hecho de que un fiscal haga todo lo posible por excluir las imágenes en tiempo real del presunto delito es, en realidad, un intento de ofuscación al excluir un contexto fundamental para el juicio.
Natasha Lennard concluye su artículo señalando que los activistas de la liberación animal se arriesgan para cambiar los paradigmas legales y sociales en torno al tratamiento de la vida no humana. “Los tribunales serían un escenario clave para esta lucha si no fuera por las tácticas silenciadoras de los fiscales del Estado”.
Ilustración: Fotograma del video ¿Activistas que se enfrentan a 60 años de prisión por el rescate de lechones?
La casa de moda Dolce & Gabbana ha confirmado que suprimirá las pieles y la angora de todas sus futuras colecciones.
Dolce & Gabbana ha tomado una decisión compasiva y comercialmente acertada, de prohibir las pieles y la angora, que se ajusta perfectamente a los tiempos que corren. El nuevo razonamiento es que ninguna buena persona quiere vestir la piel y el pelaje de animales atormentados.
Tanto si las pieles proceden de un animal criado en una granja peletera como de uno atrapado en la naturaleza, su utilización para la confección de prendas de vestir causaba un inmenso sufrimiento a un ser vivo y sensible.
La mayoría de los animales utilizados por la industria peletera pasan toda su vida en jaulas estrechas, donde se pasean frenéticamente de un lado a otro, roen los barrotes y se mutilan.
Otros son atrapados en trampas de acero, que se cierran sobre sus patas, a menudo cortando hasta el hueso, causando un dolor insoportable y pérdida de sangre. Algunos intentan mordisquear sus propias patas para escapar. Si los animales atrapados no mueren por la pérdida de sangre, infecciones o ataques de otros animales, los tramperos los estrangulan, les disparan o los pisotean hasta que mueren.
En las granjas de angora, los conejos suelen estar en jaulas pequeñas, sucias y estériles y son trasquilados hasta cuatro veces al año. Durante este aterrador proceso, a menudo se les sujeta físicamente mientras los trabajadores les arrancan el pelo, haciéndoles chillar de dolor.
Las empresas que venden pieles son cómplices de esta crueldad. Negarse a vender pieles es la única manera de ayudar a eliminar el sufrimiento de los animales explotados por el comercio de pieles, por lo que cientos de grandes diseñadores y minoristas -como Armani, Burberry, Chanel, Gucci, Macy’s, Prada y Versace- ya las han prohibido.
Las afirmaciones de un ministro del Gobierno español de que la ganadería industrial está dañando el medio ambiente y provocando la exportación de carne de mala calidad han provocado una furiosa reacción tras la publicación de sus comentarios en el periódico británico The Guardian.
En una entrevista publicada el 26 de diciembre, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, defendió el pastoreo tradicional “como medio de ganadería medioambientalmente sostenible”.
“Eso es sostenible; lo que no lo es en absoluto son estas llamadas megagranjas”, dijo. “Encuentran un pueblo en un lugar despoblado de España y meten 4.000, o 5.000 o 10.000 cabezas de ganado. Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados”.
Sus declaraciones han provocado la indignación de la industria cárnica, de los políticos de la oposición y del propio Gobierno. La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, dijo que Garzón hablaba a título personal. Añadió que la industria ganadera era “una prioridad absoluta” para el Gobierno y alabó la “altísima calidad” de sus productos.
Lejos de arrepentirse, Garzón rechazó la afirmación de que hablaba a título personal. “Lo que dije, lo dije como ministro de Consumo. No hay otra forma de verlo”, dijo en una entrevista radiofónica en la Cadena Ser, añadiendo que sus comentarios fueron “impecables”.
“No estoy diciendo nada nuevo”, dijo a la emisora. “Sólo transmito lo que dicen los científicos. Todo el mundo sabe que la cría industrial de carne provoca contaminación… y emite gases de efecto invernadero. Europa ha presentado una demanda contra España por el nivel excesivo de contaminación por nitratos”.
Garzón también señaló que mientras la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda comer entre 200 y 500 gramos de carne a la semana, el español medio consume más de 1 kilo.
El presidente de la asociación agraria Asaja, Pedro Barato, acusó a Garzón de irresponsable y pidió su dimisión. “La ganadería española depende de las exportaciones para sobrevivir”, dijo. “No se puede lanzar este tipo de mensajes en la prensa internacional”.
Álvaro Mateos Amann, presidente de la asociación vasca de veterinarios de Vizcaya, también exigió la dimisión de Garzón, diciendo que los comentarios de lo que llamó el “pseudo-ministro” eran otra demostración de “la mala calidad de nuestros representantes políticos y su falta de respeto por el sector ganadero”.
El partido de centro-derecha Ciudadanos dijo en un comunicado que “en un solo párrafo” Garzón había causado un daño “irremediable” a la industria ganadera española, mientras que Pablo Casado, líder del partido conservador Popular, dijo que era “inaceptable que el Gobierno dijera a la prensa internacional que España exporta carne de mala calidad procedente de animales maltratados”.
Es decir, las críticas se centran en el empleo y la economía, pero no en los hechos que Garzón expuso, en cuanto al grave perjuicio medioambiental y la mala calidad de la carne procedente de animales que sufren.
Un informe publicado en octubre afirmaba que la cría intensiva de cerdos probablemente desempeñó un papel importante en una de las mayores catástrofes medioambientales de España, que provocó la muerte de miles de peces en el Mar Menor, una laguna de agua salada en el sureste de España.
Los científicos culpan a décadas de vertidos cargados de nitratos procedentes de las granjas de haber desencadenado enormes floraciones de algas que agotan el oxígeno del agua, provocando la asfixia de los peces bajo el agua.
En Sociedad Vegana hemos traducido la entrevista completa concedida por el ministro Garzón a The Guardian, publicada el 26 de noviembre:
Los españoles deberían comer menos carne para limitar la crisis climática, dice un ministro
Alberto Garzón quiere que la población reconozca el impacto de las megagranjas en el medio ambiente y cambie sus hábitos alimentarios
Comer menos carne será fundamental para ayudar a España a mitigar los efectos de la emergencia climática, frenar el proceso de desertización y proteger su vital industria turística, ha dicho el ministro de Consumo del país.
Alberto Garzón dijo que los españoles tienen que darse cuenta del enorme impacto que el consumo de carne -en particular la carne de vacuno criada en megagranjas industriales- tiene en el medio ambiente, y cambiar sus hábitos alimentarios en consecuencia.
“La gente aquí conoce el papel que desempeñan los gases de efecto invernadero en el cambio climático, pero tiende a relacionarlo con los coches y el transporte”, dijo Garzón a The Guardian.
“Hace muy poco que todo el mundo empezó a fijarse en el impacto de la cadena de consumo animal y, sobre todo, en el impacto de la carne de vacuno. Otros países estaban bastante avanzados en eso, pero en España ha sido un tabú”.
La ministra afirmó que la geografía del país lo hace profundamente vulnerable al cambio climático, y añadió que la España que la gente conoce y ama corre el riesgo de desaparecer para siempre.
“Si no actuamos, no será sólo el cambio climático al que nos enfrentemos, será la triple crisis: la pérdida de biodiversidad; la contaminación y el cambio climático”, dijo.
“Sería el fin para un país como España. España es un país de la cuenca mediterránea -no es el Reino Unido o Alemania- y la desertificación es un problema muy grave para nuestro país, entre otras cosas porque depende mucho del turismo. Visitar un desierto no es tan atractivo como visitar la Costa del Sol”.
Garzón dice que los españoles no tienen que dejar de comer carne, pero sugiere que coman mucho menos y que se aseguren de que sea de buena calidad, por el bien de su salud y del medio ambiente. Contrasta los productos baratos de producción masiva con la carne criada de forma tradicional.
“La cría extensiva es una forma de ganadería sostenible desde el punto de vista medioambiental y que tiene mucho peso en zonas de España como Asturias, partes de Castilla y León, Andalucía y Extremadura”, afirma.
“Eso es sostenible; lo que no lo es en absoluto son las llamadas megagranjas… Encuentran un pueblo en una parte despoblada de España y ponen 4.000, o 5.000, o 10.000 cabezas de ganado. Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados”.
El ministro también se refirió a un reciente informe en el que se constata que 20 empresas ganaderas son responsables de más emisiones de gases de efecto invernadero que Alemania, Gran Bretaña o Francia.
Garzón, economista y coordinador de la alianza de Izquierda Unida en el gobierno de coalición liderado por los socialistas españoles, fue noticia cuando en julio instó a los ciudadanos a reducir su consumo de carne.
Señaló que el español medio come más de un kilo de carne a la semana, a pesar de que la agencia alimentaria del país recomienda comer entre 200 y 500 gramos, y que España es el país de la UE que más carne come, sacrificando 70 millones de cerdos, vacas, ovejas, cabras, caballos y aves al año para producir 7,6 millones de toneladas de carne.
Sus llamamientos han sido objeto de burla y rechazo, sobre todo por parte de sus propios socios de gobierno. La ministra de Agricultura dijo que el sector agrario estaba siendo objeto de “críticas profundamente injustas cuando merece respeto por el trabajo honesto que realiza tanto para nuestra alimentación como para nuestra economía”, mientras que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pareció burlarse de la sugerencia, diciendo: “Hablando personalmente, un filete al punto es difícil de superar”.
Garzón atribuye el fuego amigo a lo que denomina diplomáticamente “los diferentes programas y políticas” de los partidos de la coalición, y dice que siempre supo que enfrentarse a la industria cárnica provocaría una respuesta furiosa.
“Sabíamos desde el principio que el tema sería controvertido, pero había que hacerlo”, dijo. “Otros países -como Alemania, Reino Unido y Francia- nos llevan mucha ventaja en esto. Era la primera vez en España que alguien del Gobierno decía lo que los científicos llevan diciendo desde hace mucho tiempo.”
La ministra también se dio cuenta de que la mayoría de las críticas públicas procedían de hombres que, al parecer, “sentían que su masculinidad se vería afectada por no poder comer un trozo de carne o hacer una barbacoa”. Las mujeres, en cambio, se mostraron mucho más receptivas al mensaje.
“Creemos que una parte de la sociedad ya estaba preparada para ello y se había mentalizado”, dijo. “Pero todavía teníamos que empujar y no había ningún partido político que nos apoyara. Ni uno. Ni siquiera dentro de la coalición de gobierno”.
No obstante, Garzón está convencido de que en España se está produciendo por fin un debate público sobre la carne que debería haberse producido hace tiempo.
“Las organizaciones de la sociedad civil y las asociaciones de ecologistas, pediatras, médicos y nutricionistas salieron a defendernos hasta el final”, dijo.
“Creo que eso nos ayudó a ganar el debate, porque el tema se debatió durante tres días en todos los telediarios y en los bares”.
Enero es el momento perfecto para probar el veganismo. Es la época del año en que la que la gente reflexiona sobre sus resoluciones, o propósitos, de Año Nuevo, conducentes a mejorar sus vidas y, a menudo, su salud. Veganuary -como su nombre sugiere- significa enero vegano. Por tratarse de un periodo de tiempo limitado, un mes, es fácil para empezar, pero a la vez representa una oportunidad de informarse mejor sobre el verdadero impacto que tiene la alimentación, y descubrir a la vez recetas nutritivas y deliciosas. A muchos sorprende darse cuenta de lo fácil que es suprimir los productos animales de sus dietas.
Veganuary es una organización sin fines de lucro fundada en el Reino Unido en 2014, pero que desde entonces se ha extendido por todo el mundo. Anima a los participantes a probar una dieta vegana durante el mes de enero.
Los usuarios que se apunten al compromiso de Veganuary en el sitio web de la organización, ahora con interfaz en español, recibirán correos electrónicos diarios con recetas y planes de alimentación, junto con consejos útiles sobre cómo obtener nutrientes y cómo adquirir comida vegana. La organización también enviará a los participantes información sobre el impacto que tiene la alimentación en nuestra propia salud, en el bienestar de los animales y en el medio ambiente. Indudablemente, la esperanza y visión de la iniciativa es que, si la gente tiene una buena experiencia con Veganuary, mantenga sus hábitos basados en plantas durante todo el año.
Hasta ahora, la organización ha tenido éxito en su cometido. En 2021, el 85% de los participantes dijo que planeaba reducir su consumo de productos animales a la mitad durante el resto del año, mientras que el 40% dijo que mantendría su nueva dieta. Asimismo, los participantes reportaron resultados positivos con sólo un mes de alimentación vegana. El año pasado, el 48% de los participantes dijo que su piel había mejorado, el 57% informó de un mejor estado de ánimo y el 61% tenía más energía.
El factor climático
Este año, la campaña hace hincapié en la perspectiva climática como motivación para hacerse vegano, en parte como respuesta a la conferencia climática COP26 de noviembre.
Por desgracia, la COP26 no abordó debidamente la contribución de la agricultura animal a la crisis climática. Según un informe de la CIPF (Convención Internacional de Protección Fitosanitaria) filtrado recientemente, las dietas basadas en plantas pueden reducir las emisiones hasta en un 50% en comparación con la dieta occidental media. La CIPF es un tratado multilateral de 1951 supervisado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación que tiene como objetivo garantizar una acción coordinada y efectiva para prevenir y controlar la introducción y propagación de plagas de plantas y productos vegetales.
A mi entender, la COP26 debería haber dedicado algo de atención a esta sencilla solución, es decir, en el cambio de nuestras dietas, como forma accesible de ayudar a frenar la crisis climática.
Afortunadamente, con o sin COP26, cada vez hay más conciencia de cómo la agricultura animal contribuye a la crisis climática y a otros problemas medioambientales: Es responsable del 14,5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Un estudio de la Universidad de Oxford constató que adoptar una dieta basada en plantas es probablemente la “forma más importante” en que una persona puede reducir su impacto en el medio ambiente. Todo el mundo puede reducir su propia huella de carbono probando el veganismo este mes de enero. Mi decisión de lanzar este sitio web, justamente hace un año, se basó en la simple y conocida noción de que nadie puede hacerlo todo, pero todos podemos hacer algo.
Un investigador de la Universidad de Harvard ha calculado que si Veganuary cumple su objetivo de 600.000 participantes para 2022, es decir, 100.000 más que el año pasado, se conseguirán los siguientes objetivos:
62.304 toneladas métricas de contaminación por dióxido de carbono no contaminarán la atmósfera, lo que equivale a 556.285 vuelos de Nueva York a Washington, EE.UU.
Se evitarán 243 toneladas métricas de eutrofización, o contaminación por nutrientes (también conocida como crisis distrófica o “sopa verde”), que es lo mismo que mantener 987 toneladas métricas de aguas residuales fuera de los cursos de agua.
Dos millones de animales no sufrirán innecesariamente.
El estado federado de Virginia, Estados Unidos, pondrá fin a las pruebas de cosméticos en animales a partir del 1 de enero de 2022.
Las dos nuevas leyes que entrarán en vigor el 1 de enero prohíben que los nuevos cosméticos sean probados en animales y la venta de cosméticos probados en animales en el estado, escribe el canal 8News/WRIC, agregando que el año que viene se tiene previsto adoptar nuevas medidas legislativas para acabar con la crueldad hacia los animales.
Monica Engebretson, de Cruelty Free International, aplaude la nueva ley. Dijo a 8News que las pruebas eran anticuadas y dolorosas. Se trataba de afeitar la piel de cobayas y conejos y frotar sustancias en su piel y ojos para ver cómo reaccionaban.
Engebretson dijo que las pruebas de cosméticos en animales tampoco son fiables: “Las pruebas con animales nunca fueron realmente buenas para predecir la respuesta humana, es simplemente todo lo que tenían en ese momento”.
8News también supo que el congresista de Virginia Don Beyer está trabajando en un proyecto de ley similar a nivel federal para poner fin a las pruebas de cosméticos en animales en todo el país.
Ingrid E. Newkirk, coautora del libro Animalkind, ha escrito un interesante artículo, que por su interés hemos traducido al español.
“Casi todos nosotros hemos crecido comiendo carne, poniéndonos prendas de cuero y yendo a circos y zoológicos. Muchos de nosotros compramos nuestras queridas “mascotas” en tiendas de animales y mantuvimos hermosos pájaros en jaulas. Vestíamos lana y seda, comíamos hamburguesas de McDonald’s y pescábamos. Nunca consideramos el impacto de estas acciones en los animales implicados. Por la razón que sea, ahora te planteas la pregunta: ¿Por qué deben tener derechos los animales?
En su libro Animal Liberation, Peter Singer afirma que el principio básico de igualdad no requiere un trato igual o idéntico, sino una consideración igual. Esta es una distinción importante cuando se habla de los derechos de los animales. La gente suele preguntar si los animales deben tener derechos, y sencillamente, la respuesta es “Sí”. Los animales merecen, sin duda, vivir sus vidas sin sufrimiento ni explotación. Jeremy Bentham, el fundador de la escuela utilitaria reformadora de la filosofía moral, afirmó que al decidir sobre los derechos de un ser, “La cuestión no es “¿Pueden razonar?” ni “¿Pueden hablar?” sino “¿Pueden sufrir?” En ese fragmento, Bentham destaca la capacidad de sufrimiento como la característica vital que otorga a un ser el derecho a la igualdad de consideración. La capacidad de sufrimiento no es una característica más como la capacidad de lenguaje o de matemáticas superiores. Todos los animales tienen la capacidad de sufrir del mismo modo y en el mismo grado que los humanos. Sienten dolor, placer, miedo, frustración, soledad y amor materno. Siempre que consideremos hacer algo que interfiera con sus necesidades, estamos moralmente obligados a tenerlas en cuenta.
Los defensores de los derechos de los animales creen que éstos tienen un valor inherente, un valor completamente independiente de su utilidad para los humanos. Creemos que toda criatura con voluntad de vivir tiene derecho a vivir sin dolor ni sufrimiento. Los derechos de los animales no son sólo una filosofía, sino un movimiento social que desafía la visión tradicional de la sociedad de que todos los animales no humanos existen únicamente para el uso humano.
Cuando se trata de dolor, amor, alegría, soledad y miedo, una rata es un cerdo es un perro es un niño. Cada uno valora su vida y lucha contra el cuchillo. Solo los prejuicios nos permiten negar a otros los derechos que esperamos tener para nosotros. Ya sea por raza, género, orientación sexual o especie, el prejuicio es moralmente inaceptable. Si no te comerías un perro, ¿por qué comer un cerdo? Los perros y los cerdos tienen la misma capacidad de sentir dolor, pero son los prejuicios basados en la especie los que nos permiten considerar a un animal como compañero y al otro como cena”.
La hamburguesa vegana pesó 162 kilos y estuvo nueve horas cocinándose. La empresa, Finnebrogue Artisan, ha conseguido un récord mundial Guinness.
Finnebrogue Artisan, con sede en Downpatrick (Condado de Down), dijo que un equipo de 10 empleados utilizó la receta Naked Evolution Burger de la empresa para crear la hamburguesa, y que se contrató a la panadería local Irwins para hornear el pan vegano.
La hamburguesa estaba cubierta con tomates, lechuga, queso vegano, cebollas, pepinillos, bacon vegano y la salsa para hamburguesas de la empresa.
Finnebrogue dijo que la hamburguesa gigante -el equivalente a 1.274 hamburguesas veganas de tamaño estándar de la empresa- tardó 9 horas en cocinarse.
Un jurado de Guinness estuvo presente para verificar que el producto final era un nuevo récord mundial para la hamburguesa vegana más grande.
La hamburguesa se cortó en porciones y se sirvió a los empleados de Finnebrogue para el almuerzo, y el resto se donó a la organización benéfica local para personas sin hogar The Simon Community.
Un denunciante informó a la organización de derechos de los animales PETA que un cerdo fue abatido a tiros como parte del rodaje de una serie danesa dirigida por Nicolas Winding Refn.
“Matar a un ser sensible y explotar esa muerte en aras del entretenimiento es inaceptable y puede ser ilegal”, dice la vicepresidenta senior de PETA, Lisa Lange. “Ningún animal debería sufrir o morir para el entretenimiento humano, y PETA pide al co-CEO de Netflix, Reed Hastings, que deje en la sala de edición cualquier metraje que pueda glorificar la matanza innecesaria y sin sentido de este cerdo”.
PETA ha sido informada de que el granjero que suministró los cerdos vivos admitió que uno de ellos iba a ser sacrificado específicamente para una escena del programa. El zoológico de Copenhague confirmó haber recibido un cerdo muerto de la producción, y la policía danesa está investigando actualmente. La ley danesa sobre el bienestar de los animales establece que “los animales no deben ser entrenados o utilizados en espectáculos, actuaciones circenses, rodajes de películas o similares si el animal sufre un malestar significativo”.
PETA insta a cualquier persona que sea testigo de la crueldad hacia los animales en la industria del entretenimiento a que lo denuncie visitando PETA.org/Report. Se mantendrá el anonimato de los denunciantes. PETA se opone al especismo, una visión del mundo supremacista del ser humano. Su lema es, en parte, que “los animales no son nuestros para usarlos como entretenimiento”.
“Bajo ninguna circunstancia deben introducirse nuevas tecnologías de cría para perpetuar sistemas alimentarios y agrícolas insostenibles”, sostiene científico.
La tecnología de edición del genoma debe utilizarse de forma responsable y no para criar ganado capaz de aguantar condiciones de bienestar deficientes, según un informe del Consejo de Bioética de Nuffield.
El Consejo afirma que, aunque la biotecnología puede ofrecer “beneficios marginales” en la reducción de los gases de efecto invernadero y en la lucha contra otros impactos ambientales de la ganadería, no supondrá una diferencia sustancial si no se producen cambios más amplios en los sistemas alimentarios y agrícolas, y probablemente una reducción de la demanda de carne y productos lácteos.
En la actualidad, la edición del genoma -que permite una ingeniería precisa de la composición genética de los organismos- sigue estando en fase de investigación para animales de ganadería como los pollos, los cerdos y el ganado vacuno.
El Consejo de Bioética de Nuffield enumeró posibles beneficios, como la reducción de enfermedades en las poblaciones de ganado, el marcado de los polluelos macho para que puedan ser eliminados como huevos en lugar de matarlos como polluelos, o la producción de ganado sin cuernos que no necesite ser “descornado” por razones de seguridad.
Sin embargo, planteó el problema de que la edición del genoma se utilice para reforzar prácticas agrícolas poco éticas que empeoran el bienestar de los animales, como la cría en jaulas, o para diseñar animales sin la capacidad básica de vivir bien. Sugirió un sistema de “semáforo” para evaluar el impacto de los programas de cría, y la categoría roja -que abarca el desarrollo de rasgos que dificultan una buena vida, como los pollos de engorde de crecimiento rápido- no debería utilizarse en la cría comercial. También advirtieron de los posibles resultados negativos de la cría de “rasgos productivos”, como el crecimiento más rápido, el mayor peso final de los animales, el tamaño de las camadas o la eficiencia en la producción de leche.
El gobierno del Reino Unido ha señalado recientemente su intención de flexibilizar la normativa -que era relativamente restrictiva según las normas de la UE- para el ganado criado con tecnologías de edición del genoma. La desregulación sólo se aplicaría en Inglaterra. Sin embargo, el consejo ha pedido al gobierno que consulte al público sobre el tema antes de aprobar los cambios para permitir la venta de nuevos alimentos editados genómicamente.
El enfoque del gobierno hacia la tecnología debe mantener el bienestar animal, dijo, y aplicar una fuerte regulación e incentivos para fomentar las prácticas de cría ética. Mientras tanto, el etiquetado de los alimentos debe permitir la transparencia pública sobre las prácticas de cría, las condiciones de vida y la dieta del ganado. Los principales minoristas de alimentos deben garantizar que todos los productos animales que se vendan procedan de animales criados de forma responsable, recomendó el Consejo.
También es necesaria la financiación pública para apoyar los cambios voluntarios en las dietas hacia el consumo de productos animales a niveles sostenibles y sólo cuando son criados de forma responsable, añadió el informe.
El informe califica el sistema alimentario y agrícola mundial de “moralmente indefendible e insostenible” y afirma que las formas de producción y consumo de alimentos deben adaptarse para proporcionar un suministro seguro y sostenible de alimentos nutritivos.
El profesor John Dupre, presidente del grupo de trabajo del Consejo de Bioética de Nuffield y profesor de filosofía de la Universidad de Exeter, dijo: “El potencial de la edición del genoma ofrece un nuevo enfoque para introducir cambios genéticos en los animales de granja mucho más rápidamente de lo que actualmente es posible mediante la cría selectiva. Aunque algunas aplicaciones de la edición del genoma -como la resistencia a las enfermedades- suenan muy bien para los animales en teoría, si llevaran a una mayor intensificación de la cría, eso podría ser perjudicial para la calidad de vida de los animales de otras maneras.”
“Bajo ninguna circunstancia deben introducirse nuevas tecnologías de cría para perpetuar sistemas alimentarios y agrícolas insostenibles”, dijo. Añadió que ahora es el momento de actuar para evitarlo.
Danielle Hamm, directora del Consejo de Bioética de Nuffield, dijo: “Puede que no pase mucho tiempo antes de que la carne editada genéticamente acabe en los supermercados y en los platos de la gente […] antes de que se haga cualquier cambio normativo, el Gobierno debería dar prioridad a hablar con el público para ayudar a desarrollar un plan claro para el uso ético de esta tecnología”.
Un portavoz del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales dijo: “Estamos adoptando un enfoque gradual para permitir la edición de genes, comenzando sólo con las plantas y revisando después la aplicación a los animales y microorganismos. Estamos comprometidos con una regulación proporcionada y basada en la ciencia y no reduciremos los estándares de seguridad o bienestar animal.”
La marca de moda de lujo ha abandonado el cuero para fabricar una zapatilla sostenible con un 90% de materiales reciclados y de origen biológico.
Con ello, la marca francesa de lujo se adentra así en el mercado del calzado vegano sostenible. La nueva zapatilla Charlie de la marca es un diseño unisex fabricado en un 90% con materiales reciclados y de origen biológico. Las suelas están compuestas por al menos un 94% de caucho reciclado, mientras que los cordones están hechos completamente de fibras recicladas.
El Biopolioli -un plástico a base de maíz- se encuentra en la parte superior de las zapatillas y el parche de la lengüeta utiliza Econyl, un tejido de nylon renovable que también ha sido respaldado por Prada y Burberry.
Además, la caja de las zapatillas también está hecha de cartón completamente reciclado, y se convierte en una bolsa con asa. Cada par de zapatillas Charlie lleva el sello de LV y se produce en el taller de la marca en Fiesso d’Artico, Italia.
Las zapatillas se ofrecen en un único tono: blanco con acentos negros y grises en versiones de caña baja y alta.
Zapatillas de cuero vegano
Louis Vuitton es el último en entrar en el floreciente mercado de las zapatillas de lujo sostenibles, ya que la crisis climática está cambiando la idea del lujo y la innovación en materiales ecológicos se está convirtiendo en una prioridad para las marcas de alta gama.
A principios de este año, Gucci lanzó una línea de zapatillas fabricadas con pulpa de madera.
Balenciaga, también estrenó un par de zapatos sin cuero que despertó el interés el año pasado.
Channel ha utilizado Piñatex (fabricado con fibras de la planta de la piña).
Hugo Boss también ha utilizado Piñatex para fabricar una gama de zapatos de cuero vegano.
Las zapatillas Charlie tienen un precio de 1.080 dólares para las bajas y 1.130 dólares para las altas. Están disponibles en las tiendas Louis Vuitton de todo el mundo.
Tras la prohibición de las importaciones de foie gras en el Reino Unido, que pronto se convertirá en ley, un número creciente de minoristas y restaurantes están eliminando progresivamente este vil plato.
El gobierno del Reino Unido espera demostrar que los chefs de alto nivel pueden elaborar opciones de foie gras a base de plantas para llenar el consiguiente vacío en el mercado después de que la próxima prohibición de importación en el Reino Unido se convierta en ley.
La medida llega después de que el parlamento británico decidiera en marzo pasado prohibir el comercio de foie gras.
Este controvertido producto, cuyo nombre en francés se traduce como “hígado graso”, se obtiene tras alimentar a la fuerza a patos y gansos varias veces al día hasta que sus hígados se enferman y se hinchan hasta alcanzar un tamaño 10 veces superior al natural.
Aunque la producción de esta pasta a base de hígado ya es ilegal en el Reino Unidos debido a la crueldad animal que implica, cada año se reciben entre 180 y 200 toneladas de foie gras desde el extranjero.
Foie gras vegano
El gobierno del Reino Unido espera demostrar que los chefs de alto nivel que están dispuestos a producir alternativas pueden llenar el vacío previsto en el mercado una vez que se apruebe la próxima prohibición de importación en el Reino Unido.
El periódico The Guardian informa que funcionarios gubernamentales han enviado correos electrónicos a restaurantes conocidos por servir foie gras vegano. Según The Guardian, el gobierno ha solicitado al chef francés Alexis Gauthier, que dirige el restaurante de alta cocina Gauthier Soho y el restaurante de base vegetal 123V en Bond Street, que comparta su receta de foie gras (hecho de setas, lentejas, nueces y coñac), así como que se reúna con asesores políticos para ver si un vacío en el mercado causado por una prohibición podría ser llenado por su preparación.
“Tengo entendido que su restaurante sirve una alternativa al foie gras. Agradeceríamos la posibilidad de concertar una reunión virtual con el chef u otra persona del equipo para discutir algunas cuestiones en este ámbito. Se trataría de preguntas sobre sus puntos de vista sobre el foie gras y los retos y oportunidades asociados a las alternativas éticas”, indica la comunicación.
Los productores franceses de foie gras siguen presionando
Los organismos del sector del foie gras están haciendo todo lo posible para frenar la prohibición de importar foie gras en el Reino Unido. Eric Dumas, presidente del organismo comercial del foie gras, Cifog, dijo que la industria ha recibido un apoyo de alto nivel para combatir cualquier intento futuro de limitar las ventas. “Estamos trabajando a través del embajador francés y de los representantes comerciales para tratar de presionar al gobierno para que no se introduzca la medida”, dijo Dumas a la publicación The Connexion, agregando que “el foie gras está siendo injustamente atacado e invitamos al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y a sus asesores a que vengan a visitarnos para que vean por sí mismos lo que ocurre”.
En este vídeo puede ver por usted mismo “lo que ocurre”:
Una investigación ha demostrado que la sustitución de la carne por alternativas veganas puede aumentar los niveles de bacterias beneficiosas para el intestino.
Estudio científicamente válido ha revelado que los consumidores de carne que sustituyen sólo cinco comidas a la semana por alternativas vegetales a la carne pueden mejorar su salud intestinal.
El estudio, titulado “Impact of Plant-Based Meat Alternatives on the Gut Microbiota of Consumers: A Real-World Study”, se publicó en Foods, una revista de acceso abierto revisada por expertos en ciencias de la alimentación.
La investigación hizo un seguimiento de 40 participantes de entre 18 y 55 años durante cuatro semanas. La mitad de los participantes siguió comiendo normalmente y los demás sustituyeron un mínimo de cuatro comidas a la semana por productos veganos de Meatless Farm.
Los investigadores recogieron regularmente muestras de heces de los participantes y compararon los cambios en la composición y la funcionalidad de la microbiota intestinal entre los dos grupos.
Los resultados mostraron que el consumo de 5 comidas a base de plantas a la semana en lugar de platos con carne produjo un aumento pequeño pero estadísticamente significativo de los niveles del grupo de bacterias que produce butirato, que es beneficioso para el intestino. El butirato es un ácido graso que promueve la buena salud digestiva y disminuye la inflamación para prevenir enfermedades. Constituye una de las principales fuentes de energía para los colonocitos, por lo que es crucial para la salud gastrointestinal.
Los niveles reducidos de butirato también están relacionados con enfermedades como la diabetes de tipo 2, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
Durante el estudio, los participantes demostraron un aumento de la ingesta de fibra de 19g de media a la semana. Es probable que este alto contenido en fibra, junto con otros aspectos del perfil nutricional de los productos, haya sido la causa principal del aumento de la producción de butirato.
El estudio también detectó una disminución de las bacterias tenericutes, potencialmente dañinas, lo que indica que el consumo de alternativas a la carne puede provocar cambios holísticos en el ecosistema microbiano del intestino.
Otros efectos positivos señalados por los participantes fueron la mejora de la consistencia de las heces y la mayor regularidad de los movimientos intestinales.
La plataforma de reparto de comida Uber Eats afirma que los pedidos de menús veganos se han disparado un 1436% en el Reino Unido desde 2018, con un aumento del 59% en los restaurantes con opciones veganas.
Paralelamente, Deliveroo informa de un repunte del 105% en los pedidos veganos este año. Según la empresa, actualmente hay más de 14.000 restaurantes británicos veganos y aptos para veganos en la aplicación, lo que la convierte en una de las categorías de más rápido crecimiento en la plataforma.
La tendencia vegana se repite también en otros países. Uber Eats también informó de un fuerte aumento de los pedidos veganos en Sudáfrica el año pasado, con un incremento del 71% de los alimentos saludables durante el estricto confinamiento sudafricano, y la tendencia continúa desde entonces.
Uber Eats también se ha asociado con PETA para ayudar a los consumidores a explorar el veganismo, con un kit de inicio lleno de consejos sobre cómo hacer el cambio. Sunjiv Shah, director general de Uber Eats, dijo: “Uber Eats ofrece una amplia gama de opciones veganas durante todo el año, ya sea para aquellos que prueban las alternativas a la carne por primera vez, para los flexitarianos o para los conversos comprometidos.
“A medida que nuestros clientes se vuelven más conscientes de su impacto en el planeta, vemos que miles de restaurantes y locales de comida atienden esta creciente demanda con deliciosas opciones veganas”, añadió.
Por su parte, Elena Devis, responsable de la categoría vegana en Deliveroo, dijo: “Es fantástico ver que la demanda de comida vegana sigue creciendo cada año, en gran parte impulsada por la increíble gama de platos basados en plantas disponibles en los menús de restaurantes y tiendas de comestibles.”
En el marco de un litigio en Colombia, un tribunal distrital estadounidense acaba de reconocer como personas jurídicas a los aproximadamente 100 hipopótamos que viven en el río Magdalena, en Colombia.
Este mes, un tribunal de Estados Unidos ha reconocido por primera vez a los animales como personas jurídicas. La acción se produjo en el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Sur de Ohio, donde el grupo de derechos de los animales Animal Legal Defense Fund (ALDF) presentó una solicitud para hacer declarar a dos expertos de Ohio en esterilización no quirúrgica, los médicos Elizabeth Berkeley y Richard Berlinski. Los expertos hablarían en nombre de los demandantes, que se identifican como la “comunidad de hipopótamos que viven en el río Magdalena”. En el marco de un litigio colombiano en curso en el que los hipopótamos demandantes están legitimados como personas jurídicas, el tribunal de distrito de EE.UU. concedió la solicitud de conformidad con el artículo 28 U.S.C. § 1782 para llevar a cabo la presentación de pruebas para su uso en procedimientos extranjeros, y al hacerlo reconoció a los hipopótamos como personas jurídicas con respecto a ese estatuto.
En virtud de esta ley, EE.UU. permite a cualquier “persona interesada” en un litigio extranjero solicitar permiso a un tribunal federal para tomar declaraciones en EE.UU. en apoyo de su caso extranjero. Dado que Colombia reconoce a los hipopótamos como partes legales en el caso, la ALDF razonó que son colectivamente “personas interesadas” bajo este estatuto.
“Los animales tienen derecho a estar libres de la crueldad y la explotación, y el hecho de que los tribunales de EE.UU. no reconozcan sus derechos impide la capacidad de hacer cumplir las protecciones legislativas existentes”, dijo el director ejecutivo de ALDF, Stephen Wells, en un comunicado. “La orden del tribunal que autoriza a los hipopótamos a ejercer su derecho legal a obtener información en los Estados Unidos es un hito fundamental en la lucha más amplia por el estatuto de los animales para reconocer que éstos tienen derechos exigibles.”
Los hipopótamos de Pablo Escobar
La situación de los demandantes se remonta al jefe de la droga colombiano Pablo Escobar, que compró cuatro hipopótamos para su zoológico privado en la década de 1980. Tras la muerte de Escobar en 1993, el gobierno colombiano dejó los hipopótamos en su propiedad, alegando que no podía transportarlos a un entorno adecuado. Desde entonces, los hipopótamos han escapado de la propiedad y se han asentado a lo largo del río Magdalena, donde algunos ecologistas dicen que se están reproduciendo a un ritmo insostenible.
En julio de 2020, el abogado Luis Domingo Gómez Maldonado presentó la demanda en Colombia para impedir que el gobierno sacrificara a los aproximadamente 100 hipopótamos que ahora viven a lo largo del río Magdalena. El 15 de octubre de 2021, la agencia medioambiental local comenzó a administrar a los hipopótamos el anticonceptivo GonaCon, cuya seguridad y eficacia se desconocen. También se desconoce el número de hipopótamos que el gobierno aún pretende sacrificar. En su lugar, la demanda busca una orden para proporcionar a los hipopótamos PZP (zona pelúcida porcina), un anticonceptivo históricamente exitoso en los hipopótamos recomendado por un Comité Asesor Internacional reunido por Animal Balance, una organización internacional dedicada a la esterilización de animales.
Ahora que el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Sur de Ohio ha admitido la solicitud de presentación de pruebas, el testimonio de los doctores Berkeley y Berlinski -que son expertos en fauna salvaje para Animal Balance- se utilizará para reforzar el apoyo al uso de PZP en lugar de sacrificar a los hipopótamos del río Magdelena.
Los animales como personas jurídicas fuera de Estados Unidos
La condición de persona jurídica no se limita a los seres humanos en muchos lugares, incluso en EE.UU., donde se reconoce a las empresas como personas jurídicas, y en países sudamericanos, donde el río Amazonas también tiene derechos legales. Mientras que los animales, normalmente clasificados como propiedad, sólo están empezando a obtener el mismo reconocimiento legal en EE.UU., además de Colombia, otros países reconocen a los animales como personas jurídicas.
Igualdad Animal comienza recordando que la industria cárnica es una de las más herméticas del mundo y que la realidad que viven los animales en granjas y mataderos dista mucho de la imagen idílica propia de la mercadotecnia de esta industria.
La organización animalista señala que la estrategia de la industria cárnica tiene muchas similitudes con la empleada por la industria del tabaco en el pasado, donde por décadas intentó desacreditar las evidencias científicas con el fin de proteger sus intereses económicos.
Igualdad Animal denuncia la inconsistencia de la industria cárnica al señalar que nada tienen que esconder, en circunstancias que nunca muestran la realidad al interior de los mataderos. Durante años, la organización animalista ha expuesto lo que ocurre tras las paredes de los mataderos. La organización estima que conocer esta realidad es el primer paso para cambiarla.
En junio pasado, la Corporación de Radio y Televisión de Noruega, NRK, publicó un documental titulado “Las promesas rotas de la industria porcina“, basado en material audiovisual obtenido por activistas de la organización Nettverk for dyrs frihet (Red para la libertad animal), quienes documentaron reiterados delitos contra el bienestar animal perpetrados por productores porcinos noruegos. El documental buscaba establecer si las cosas habían mejorado luego de un reportaje similar publicado en 2019. La conclusión fue que todo había empeorado, en particular por la ineptitud de la autoridad alimentaria de Noruega, Mattilsynet, y la indiferencia del gobierno conservador de Erna Solberg. La única diferencia medible fue que en junio pasado, luego de ver el documental, la Ministra de Agricultura, Olaug Bollestad, dijo estar “verdaderamente irritada”. En 2019, la misma ministra dijo estar “enojada y decepcionada”. El estado de ánimo de la Ministra debe considerarse un valioso avance.
“Además, la normativa para la industria porcina es tan mala que los cerdos incluso sufren en granjas que no infringen la ley“, escribió NRK, mencionando como ejemplo de tales prácticas que casi todos los cerdos noruegos se mantienen confinados en un pequeño recinto de hormigón durante toda su vida, sin tener la oportunidad de satisfacer sus necesidades innatas, como escarbar materiales y hacer nidos. “El estado de la producción porcina es testimonio tanto de un fallo del sistema como de graves problemas de mentalidad“, concluyó NRK.
Normalmente, reportajes de este tipo sensibilizan a la opinión pública, lo que a su vez motiva algún tipo de respuesta de parte de las autoridades administrativas y políticas. Este no es el caso en Noruega.
El 9 de agosto, NRK publicó un nuevo reportaje donde analiza un informe de Mattilsynet sobre su gestión supervisora del bienestar animal, correspondiente al primer semestre del año. El informe da cuenta de 781 inspecciones realizadas en el semestre; es decir, una fuerte contracción respecto de las 3.704 inspecciones realizadas en el mismo período de 2019.
La pandemia es la excusa inmediata aducida por Mattilsynet. Según la directora de sección para bienestar animal, Torunn Knævelsrud, la pandemia ha resultado en la necesidad de “concentrarse únicamente en las inspecciones absolutamente necesarias”.
NRK revela que, en realidad, la pandemia es solo una parte de la explicación, ya que las inspecciones a granjas han disminuido en 70% en los últimos cinco años.
Ante ello, Knævelsrud responde “indudablemente, se trata de utilizar los recursos disponibles de la mejor forma posible; es decir, actuar con la mayor certeza posible, identificando a los productores con mayor riesgo de incurrir en faltas al bienestar animal”. Knævelsrud explicó que Mattilsynet tiene estrategias para “supervisar más sistemáticamente a los productores con maltrato crónico de sus animales”, algo que se consigue con un registro digitalizado de las enfermedades o heridas que tengan los animales al llegar al matadero.
Este planteamiento implica que la autoridad alimentaria de Noruega acepta el maltrato crónico de animales y que sólo identifica la necesidad de supervisarlos más sistemáticamente.
Bjørn W. Jakobsen, vicepresidente de la Asociación Noruega de Medicina Veterinaria, comentó a NRK que Mattilsynet, al igual que numerosas organizaciones estatales noruegas, ha experimentado una reducción de subsidios en los últimos años, resultantes de políticas gubernamentales de efectivización y reducción de plantilla en organismos estatales.
Jakobsen señala que este proceso de “racionalización y efectivización” ha resultado, en la práctica, en que Mattilsynet ya no esté realizando inspecciones por sorpresa; es decir, sin anunciar su visita al granjero. “Debido a la falta de recursos, ni hablar de detectar a los peores granjeros, se trata de encontrar a los peores entre los peores”.
Según Jakobsen, Mattilsynet necesita fondos gubernamentales del orden de los 100 millones de coronas noruegas (EUR 9,6 millones / USD 11,3 millones) para mejorar su labor y optimizar herramientas digitales de supervisión y control. Asimismo, hay una necesidad urgente de contratar a 20 nuevos veterinarios para la división de bienestar animal.
Gobierno: “Los controles no mejoran el bienestar animal“
El viceministro de agricultura de Noruega, Widar Skogan (partido Demócrata Cristiano), estima que Mattilsynet está haciendo “un buen trabajo”. “Consideramos que el bienestar animal no depende de un factor presupuestario ni de las fiscalizaciones que haga Mattilsynet. Corresponde a los granjeros cumplir con la ley y tener buenas actitudes”.
En un reportaje anterior, NRK analizó el sistema de inspecciones y seguimiento de Mattilsynet. En concreto, estudió 200 violaciones a la Ley de Bienestar Animal en granjas noruegas, concluyendo que “los animales sufren por meses, incluso años, sin que las autoridades logren poner fin a la situación”.
Extracto de la bitácora de Mattilsynet correspondiente a una granja de cerdos, para un período de 8 años:
2012: Se observaron varios animales enfermos y heridos. Entre ellos, una hembra con heridas abiertas en todo su cuerpo, que no era sacrificada por el granjero ya que “tenía que parir primero”.
2016: Rutinas de limpieza deplorables, con toda la superficie donde duermen los animales llena de orina, agua y excrementos. Los cerdos estaban cubiertos de orina y excrementos, incluyendo sus cabezas. Hay capas gruesas de excrementos secos en áreas no habitadas.
2017: Se observaron reiteradas violaciones a la Ley de Bienestar Animal. Las condiciones en que viven los animales les ocasionan grandes sufrimientos, por períodos prolongados.
2020: No se observa mejora alguna en la situación.
NRK analizó 217 violaciones e infracciones a la Ley de Bienestar Animal, y la fiscalización realizada por Mattilsynet. Sus conclusiones son:
1. No hay consecuencias
Cuando Mattilsynet realiza una inspección y constata infracciones, emite una resolución en terreno, donde se da al granjero un plazo para corregir la situación. “Luego pasa el tiempo, sin que haya consecuencia alguna para los granjeros que dilaten su respuesta o simplemente no corrijan la situación”, escribe NRK.
Al respecto, la directora ejecutiva de Mattilsynet Ingunn Midttun Godal, comentó: “Quizás no hemos dado la suficiente atención al fiscalizar el cumplimiento de nuestras resoluciones. Ahí tenemos potencial para mejorar”.
Luego NRK le pregunta: “¿Por qué no dan seguimiento a cada infracción y a cada productor infractor?”
La respuesta de Midttun Godal: “Es muy posible que debamos ser más estrictos”.
2. No se exige documentación
NRK observa que para dar por cerrado un caso de violación de la ley de bienestar animal, sólo se requiere que el productor diga que la situación de los cerdos ha mejorado. “Sin que se requiera documentación alguna, todo se resuelve con una llamada telefónica de Mattilsynet, que toma nota en un papel, donde concluye que todo está bien”.
Captura: NRK
Resoluciones de Mattilsynet y las comentarios manuscritos: “Hecho el 30/4-20”, “Entregado el 30/4-20”, “Se revisaron los procedimientos”, “Se hace limpieza diaria”, “Se realizó una limpieza”.
La respuesta de Mattilsynet es “OK”, para luego archivar el caso. NRK presenta una serie de capturas de pantalla, con la documentación de Mattilsynet. Transcribimos una selección:
“Respecto de la resolución sobre mantener seca el área donde descansan los cerdos, de mejorar la limpieza y que los cerdos tengan material para escarbar, se cierra el caso ya que usted ha informado que limpia y esparce material con más frecuencia”.
“Usted ha comunicado telefónicamente que ha procurado que todos los cerdos tengan acceso a material para escarbar. No hemos recibido respuesta escrita de parte suya. De todas formas, hemos decidido cerrar el caso con base en la información verbal que usted nos ha proporcionado”.
“Usted nos ha comunicado que intentará dar a los cerdos más material para escarbar, para así satisfacer sus necesidades naturales. Respecto de sus bovinos, también nos ha dicho tener mejores procedimientos para la limpieza del área de reposo de estos animales, y que así están secos y limpios. Mattilsynet da por cerrado el caso”.
Según NRK, la mitad de todos los casos se cierran de esa forma, es decir, sin que haya documentación que compruebe que la situación de los animales de hecho ha sido mejorada. “Mattilsynet podría pedir una fotografía, o un certificado de un veterinario. No lo hacen, incumplimiento así su propio reglamento que dice expresamente: ‘las resoluciones resultantes de inspecciones deben ser controladas'”.
Este planteamiento, al menos el fotográfico, es rebatido por Ingunn Midttun Godal, a cuyo juicio “una fotografía es una instantánea”, recalcando que a la entidad le preocupa que el productor ganadero sistemáticamente mejore la situación de sus animales. Respecto del planteamiento sobre el certificado veterinario, la directora ejecutiva de Mattilsynet guarda silencio.
“¿Cómo sabe Mattilsynet si la infracción ha sido corregida si no piden documentación?” pregunta NRK, a lo que Midttun Godal responde: “En algunos casos aceptamos respuestas escritas o verbales, cuando hay razones para creer que la situación ha mejorado“. De esa forma, la funcionaria contradice los hechos, ya que NRK ha documentado que la mitad de los casos son resueltos de esa forma.
NRK comentó a Middtun Godal que sólo 15 de 84 casos fueron cerrados luego de una inspección de seguimiento a las instalaciones de un infractor. Ante ello, la directora de Mattilsynet respondió: “Quizás sea adecuado preguntarnos si podríamos dar un seguimiento mejor y más rápido, pero debemos dar prioridad a los peores casos”.
3. Mattilsynet desconoce sus propias resoluciones
Según la investigación de NRK, casi el 50% de todas las infracciones tiene su origen en diversos incumplimientos, como que los cerdos no tienen un espacio adecuado, con material en el suelo como paja, heno, etc, que satisfaga su necesidad natural de escarbar, como asimismo falta de agua, alimento y limpieza. Aparte de ello, el 30% de los casos se refiere a animales enfermos o heridos que no reciben atención alguna.
Sin embargo, tal información estadística es toda una novedad para Mattilsynet, que no lleva estadística alguna sobre el tipo de infracciones que detecta y que motivan sus resoluciones. Las resoluciones no son sistematizadas y por lo tanto la entidad no sabe qué infracciones se repiten entre los productores porcinos.
“No tenemos estadísticas suficientemente buenas sobre nuestras inspecciones ni tampoco buenos análisis sobre las cosas que revelamos entre los productores de cerdos”, dijo la directora ejecutiva de Mattilsynet.
4. Casos sin resolver
La investigación de NRK también reveló una serie de infracciones sin resolver por largo tiempo. Se cita como ejemplo el caso de una granja donde los cerdos no tenían suficiente agua para beber. La situación se repitió durante años, hasta que un inspector de Mattilsynet dio al granjero 30 días de plazo para resolverlo. 617 días después, cuando NRK observó la documentación, el caso aún no había sido resuelto y Mattilsynet no sabía cuál era la situación actual de los cerdos en esa granja.
En otra granja, los inspectores observaron en 2019 varios cerdos con heridas abiertas, fracturas o postrados sin poder levantarse. Mattilsynet escribió en la oportunidad que “es grave que el productor haya evitado en varias oportunidades atender a los animales enfermos y heridos”. Se dio entonces un plazo de tres semanas para que el granjero solucionara la situación, incluso dándole la opción de sacrificar a los cerdos. Al cabo de 797 días, es decir 114 semanas, el caso seguía abierto en Mattilsynet.
NRK escribe: “Como resultado de nuestro reportaje, Mattilsynet solucionó el caso rápidamente, enviando al granjero una carta, donde se disculpa: ‘Nuestra resolución de [tachado] 2019 fue respondida por usted dentro del plazo requerido. Esta carta debe ser enviada a usted para que así sea correcto para el sistema informático, lamentamos que llegue con tanto tiempo de retraso'”. Cabe señalar que la breve nota de Mattilsynet tiene errores de puntuación y de digitación.
Consultada al respecto, la funcionaria responsable dijo “No hay explicación, solo fallamos“.
Pero NRK indagó aún más, constatando que el granjero en cuestión siguió entregando animales fracturados y con heridas abiertas al matadero. La simple contradicción, o desinformación deliberada, de Mattilsynet respecto de este caso fue expuesta ya que la propia entidad había escrito otra carta al mismo granjero: “Los cerdos tenían heridas en la cola, con hernias abiertas en el vientre en ambos lados, y con heridas en todo el lomo, hasta la cabeza. Un animal venía tan dañado que su cadáver debió ser destruido“.
Ante ello, Ingunn Midttun Godal comentó: “Esta es una fiscalización insuficiente de parte nuestra. Se trata de un caso de maltrato crónico de animales. El bienestar de los animales era malo para la primera inspección, después un poquito mejor para la segunda inspección, para luego empeorar nuevamente. La pregunta es cuando deberíamos decir ‘ya basta’ “.
NRK luego le pregunta: “El caso se cerró cuando nosotros preguntamos. ¿Cómo pueden ustedes saber que la situación de los animales ha mejorado, sólo porque llamamos?”
La respuesta de Midttun Godal: “Creo que ahí usted menciona algo que podríamos mejorar”.
5. Pocas reacciones severas
NRK escribe que Mattilsynet está facultada para aplicar una serie de medidas que obliguen a los granjeros a mejorar la situación de sus animales, como por ejemplo multas o incluso clausura. Sin embargo, estas medidas muy rara vez son utilizadas.
De los 217 casos analizados por NRK, sólo en 11 oportunidades se adoptaron resoluciones severas. “Lo que ocurre entonces es que Mattilsynet da a muchos infractores una nueva oportunidad”, observa NRK, agregando que: “Por ejemplo, un productor tenía tantos animales enfermos y heridos que se le exigió un plan para mejorar el bienestar animal. El productor elaboró un plan, pero no lo cumplió. Para la segunda inspección, los animales seguían sufriendo. Entonces Mattilsynet adoptó una nueva resolución: elabore un nuevo plan. También se recomendó al granjero imprimir el plan y colgarlo en una pared”.
NRK se pregunta entonces: “¿Cuánto deben sufrir los animales antes que Mattilsynet prohíba a un granjero dedicarse a la producción de cerdos? Sólo tres productores fueron clausurados en un año. Uno de ellos después de 10 años de reiteradas violaciones a la ley de bienestar animal de Noruega. Mattilsynet fundamentó su resolución de clausura señalando que ‘las infracciones resultaron en grandes sufrimientos para muchos animales, durante largo tiempo’ “.
La actitud de Mattilsynet queda reflejada en el siguiente comentario de Ingunn Midttun Godal: “Por una parte, debemos contribuir a que los productores cuiden mejor a sus animales. Por otra parte, si usamos las medidas más severas, estaremos quitando a ese productor su base de sustento. Por lo tanto, es importante que seamos pacientes”.
6. Solo excepcionalmente realizan fiscalizaciones no anunciadas
Por regla general Mattilsynet no debe anunciar sus inspecciones ya que la idea es ver las instalaciones tal como funcionan normalmente. Sin embargo, en 7 de cada 10 inspecciones, Mattilsynet anuncia su llegada al productor porcino.
Con ello, Mattilsynet está incumpliendo la normativa de la Unión Europea, según la cual las inspecciones no deben ser anunciadas. Aunque no es un país comunitario, Noruega ha homologado gran parte de las directrices de la UE mediante el Espacio Económico Europeo (EEE).
La explicación dada por Ingunn Midttun Godal es la siguiente: “Los inspectores no se sienten seguros. Durante los últimos años se ha criticado mucho a Mattilsynet por la forma en que hace su trabajo. A veces se nos critica por ser muy estrictos y otras por no ser lo suficientemente estrictos. Esto ha afectado la auto-confianza en la organización. Nuestro personal se siente inseguro de su papel. No se sienten lo suficientemente seguros como para aplicar las medidas más severas”.
La situación también parece ser tensa para los propios productores: “El sólo hecho de ver un vehículo de Mattilsynet entrando a la granja puede ser difícil para el granjero. Además, las visitas no anunciadas también pueden incidir negativamente en la forma en que nos perciben”.
Ole Andreas Engen, catedrático de gestión de riesgo en la Universidad de Stavanger, Noruega, defendió a Mattilsynet, señalando “la forma más eficaz de inspección no está en ser una suerte de policías espiando detrás de cada arbusto. La forma mejor, y más barata, es que los productores cumplan con las reglas porque así lo quieren. Una cultura de observancia de la ley no se consigue con sanciones ni sospechas”.
Consultado sobre el hecho que Mattilsynet no requiera documentación a los productores porcinos, sobre mejoramiento del bienestar animal, Engen respondió que “Por una parte, puede interpretarse como que están mostrando confianza en el granjero, algo que en sí es bueno. Pero también podría parecer algo ingenuo, y por la documentación que NRK me ha mostrado, puede parecer como que la fiscalización es deficiente”.
Mattilsynet recibe anualmente 12.000 denuncias de “preocupación” sobre bienestar animal en granjas noruegas.
Es difícil creer que Noruega, uno de los países más ricos del mundo, carezca de 9 millones de euros para reforzar a Mattilsynet, una entidad que obviamente no está a la altura de su función. Pero el problema evidentemente no es sólo la supuesta falta de fondos, sino la incompetencia crónica de Mattilsynet, que queda reflejada en varios pasajes de este artículo, y también la indiferencia de la autoridad política del país.
Y qué ocurre con los tribunales de justicia
En este contexto de abandono, los tribunales podrían ser el último recurso, la última esperanza de solidaridad humana para los animales, aparte, claro está, del trabajo de organizaciones animalistas.
El sujeto fue llevado a juicio, siendo sentenciado a 7 meses de cárcel. En su dictamen, el juez escribió: “Al abrir el establo se observó vacas apáticas vadeando en su propio estiércol, que cubría toda la superficie del recinto. Tres cadáveres flotaban, de vacas ahogadas en sus propios excrementos. A una vaca, aún viva, el estiércol le llegaba al cuello. Luego se encontraron tres nuevos cadáveres sumergidos en esta materia marrón, con distintos grados de descomposición. Los bebederos de agua estaban cubiertos de estiércol. El olor a amoníaco era insoportable y hacía difícil respirar. En su desesperación por aire fresco, las vacas habían roto con sus cabezas una pequeña ventana. Una de ellas tenía su cabeza asomada entre los vidrios rotos. Cuando el departamento de bomberos concluyó su trabajo, se registraron 7 cadáveres. 25 vacas fueron evacuadas, pero 18 de ellas debieron ser sacrificadas”.
Sin embargo, por inexplicable que parezca, a pesar de la sentencia condenatoria, el tribunal resolvió autorizar al granjero a continuar su labor como productor bovino. La única limitación es que “sólo podrá tener un máximo de 55 vacas”.
En la entrevista, NRK pregunta a Kåre Skogstad: “Muchos han reaccionado frente a nuestras revelaciones sobre la situación en las granjas porcinas. La gente considera que es inexplicable que algo así ocurra. ¿Qué opina al respecto?”.
La respuesta de Skogstad: “Ah, claro, en cierta forma es inexplicable. Si alguien hace algo así deliberadamente contra sus animales, entonces yo los llamaría psicópatas. El problema es que el sistema hace que estos granjeros se maten trabajando. No estoy diciendo que deban ser absueltos por las fotos que hemos visto. Pero creo que el sistema está diseñado para que cosas así sigan ocurriendo”.
Luego, NRK le pregunta: “¿Entiende que hay quienes opinan que usted no debería seguir a cargo de animales?”.
“Lo entiendo perfectamente. Yo mismo pensaba así cuando leía sobre otras tragedias similares. ¿Cómo es posible que no limpien toda esa mierda? Pero luego de lo que me pasó a mi, entiendo que cosas así pueden ocurrir”, señala Kåre Skogstad, agregando que “es necesario un enfoque totalmente diferente en el plano político. Es necesario organizar una ganadería que proteja a los animales y a los granjeros”.
Siendo este nuestro segundo artículo sobre el abandono en que se encuentran los animales de granja en Noruega, quizás habrá quienes se pregunten si en Sociedad Vegana tenemos alguna animosidad contra ese país nórdico. Por el contrario, la percepción generalizada sobre Noruega, que compartimos, es de un país que destaca por su humanismo y su gestión mediadora en conflictos globales; en resumen, un país campeón de los derechos humanos. Por lo tanto, más que animosidad, sentimos decepción frente a un país que nada hace, administrativa, política ni judicialmente, frente a los abusos permanentes de que son víctimas, en su territorio, seres inocentes, sintientes e indefensos: los animales de granja.
El diario El País ha recopilado los argumentos dados por celebridades que se decidieron a favor de una alimentación basada en plantas. Muchos argumentos son conmovedores, ingeniosos e inspiradores.
Natalie Portman – Junto con producir el documental Eating Animals, en el que denunciaba las prácticas de la ganadería intensiva, Portman ha pedido: “preocuparnos por lo que hacemos, poniendo esfuerzo en la comida que cultivamos y ser conscientes de lo que introducimos en nuestro cuerpo”.
Dani Rovira – “No tengo hijos, pero mi veganismo pasa por una toma de conciencia y compromiso por dejar un planeta habitable a los vuestros. Es agotador que tengamos que ser nosotros quienes nos veamos obligados a argumentar el no participar en la explotación animal y en el desastre ecológico. Hay una realidad impepinable, y es que el planeta es la casa de todos. Reflexionemos si queremos estar del lado de ‘salvar el convento’ o en el de ‘cagarnos dentro”.
Pamela Anderson – Asegura que los veganos son mejores amantes: “El colesterol en la carne, los huevos y los lácteos provocan el endurecimiento de las arterias. Ralentiza el flujo de sangre a todos los órganos del cuerpo, no solo al corazón. Puedes mejorar tu salud en general y aumentar la resistencia en el dormitorio haciéndote vegano. Dura más, hazte vegano”, corrobora.
Joaquin Phoenix – En su discurso al recibir el premio Oscar: “Vivimos en un mundo egocéntrico, nos creemos el centro de todo y explotamos nuestro entorno para nuestro bien. Cuando una vaca da a luz a un ternero, se lo quitamos y privamos al ternero de una leche que utilizamos para echarla a nuestro café. Creemos que la idea del cambio político es que tenemos la necesidad de sacrificar algo, pero cuando aprovechamos el amor como principio podemos llevar a cabo sistemas de cambio beneficiosos para el ser humano”.
Jessica Chastain – “Nunca tuve tanta energía como en ese momento. Ser vegana no es algo que siempre quise ser, sino que decidí escuchar lo mi cuerpo me decía”.
Billie Eilish – “No puedo saber lo que pasa con el mundo animal y no hacer nada al respecto”. Las prácticas de las industrias cárnica y láctea le abrieron los ojos: “Una vez que lo sabes es complicado dar marcha atrás”.
Ariana Grande– “Creo firmemente que una dieta basada en las plantas puede alargar tu esperanza de vida y convertirte en una persona más feliz”.
Woody Harrelson – “Cuando comencé a cambiar mi dieta no era tanto una búsqueda moral o ética, sino una búsqueda de energía”.
Clara Lago – “He sido omnívora y sé que cuando te pones delante de un jamón no te imaginas al cerdo ni en el sufrimiento animal. Si lo supiéramos, no lo haríamos. Pero la ignorancia es aún mayor en lo referente a la parte medioambiental”.
Héctor Bellerín – “[El veganismo] me ayudó muy rápidamente a alcanzar mi máximo potencial. Mis tobillos, que solían estar siempre inflamados, han mejorado muchísimo. Además, empecé a recuperarme muy rápidamente del esfuerzo hecho tras cada partido”. Ratifica que la salud no es la única razón de su dieta, ya que también le motivan la “crueldad animal y sostenibilidad del medio ambiente”.
Bill Clinton – Los problemas cardíacos (ha sido operado en varias ocasiones) llevaron al expresidente de los Estados Unidos a renunciar a la carne, los huevos y los lácteos. “Era una persona con riesgo alto y no quería hacer más tonterías. Quería poder vivir para ser abuelo. Así que decidí apostar por una dieta que maximizara mis posibilidades de sobrevivir en el largo plazo”.
Sara Sálamo – Desde que practica el veganismo “su salud ha mejorado un mil por mil”. Califica a la industria cárnica de “aberración y desastre ecológico”.
Enrique Bunbury – “El veganismo es tomar conciencia y responsabilizarte de tus actos, y formar parte activa de boicots importantes contra las empresas más peligrosas del mundo (alimenticias, del grano, pesticidas y farmacéuticas). El veganismo es posiblemente la revolución personal activa más importante que un hombre puede realizar de manera cotidiana”.
Benedict Cumberbatch – Cuando fue preguntado sobre los rigores de dieta y entrenamiento que tuvo que afrontar para dar vida al superhéroe de Marvel Doctor Strange, el londinense presumió de no haber necesitado otra cosa que su dieta basada en el consumo de vegetales. Tanto es así que el célebre grupo animalista PETA lo nombró ‘vegano más guapo del mundo’ en 2018.
Gisele Bündchen – “No solo es buena para nuestra salud y nos hace sentir bien, sino que también es buena para el planeta”.
Lewis Hamilton – “Al final quieres sentirte bien y tener energía, no esas grandes oscilaciones de altos y bajos. El veganismo ha eliminado eso. Una de esas cosas era mi patrón del sueño y que no me sentía bien del estómago. Tu intestino es tu segundo cerebro. Hay multitud de cosas y siempre busco subir el nivel”.
Michelle Pfeiffer – Se cambió al veganismo porque “ama los carbohidratos” y reconoce haber notado una diferencia casi inmediata en la salud de su piel. “Así evitas muchas toxinas que pueden envejecer tu piel y tu cuerpo”.
Zac Efron – “Llevo años experimentando con una dieta puramente vegana y ha cambiado completamente la forma en la que funciona mi cuerpo. La manera en la que digiero la comida, la manera en la que duermo… Ha sido brillante”.
En rigor, la lista de El País contiene 18 veganos. La publicación incluye a Miley Cyrus y a Madonna. Por su interés, transcribimos la información.
Miley Cyrus – Cyrus abandonó este año el veganismo, aduciendo que su cerebro “no funcionaba bien”. Lo hizo en el podcast de Joe Rogan, confirmando que había tenido que introducir pescado y ácidos grasos Omega-3 en su vida. Cyrus es una de las pocas celebrities en recular públicamente respecto a esta filosofía alimenticia.
Madonna – La reina del pop sigue una inflexible dieta macrobiótica que prohíbe el consumo de carne, huevos, lácteos y los derivados del trigo. Según contó The Cut, la cantante de 62 años se alimenta principalmente de zumos, frutas, verduras y semillas como la quinoa. Sin embargo, también come pescado, por lo que no podría ser calificada de vegana en el sentido estricto de la palabra.
La ciudad estadounidense se convierte en un ejemplo para el mundo en cuanto a compasión por los animales y sostenibilidad.
El Ayuntamiento de Berkeley se dispone a reducir el consumo de productos animales en la ciudad en un 50%, proporcionando únicamente comidas veganas al público. Berkeley aprobó su resolución de reducir el consumo de productos animales en un 50% para 2024 proporcionando a su sector público comidas veganas. La ciudad espera que sus últimos planes ayuden a eliminar por completo los productos animales y a sustituirlos por comidas de origen vegetal.
La inspiradora resolución de Berkeley para proteger a los animales y luchar contra el cambio climático fue redactada por el alcalde de Berkeley, Jesse Arreguín, y la concejala Sophie Hahn. A partir de ahora, la ciudad proporcionará únicamente comidas veganas en los campamentos de verano, las residencias de ancianos, las cárceles y los edificios del ayuntamiento. La resolución destacó que Berkeley ha liderado la lucha contra el cambio climático e implementado numerosas medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la ciudad.
Además, la resolución decía: “Está claro que el mundo no puede cumplir los objetivos globales de reducción de gases de efecto invernadero si no se frena de forma significativa el consumo de productos animales”. “Las naciones muy consumidoras de carne, como Estados Unidos, que consume 2,6 veces más carne que la media mundial per cápita, deben ayudar a asumir esta responsabilidad”.
Además, el alcalde de Berkeley, Jesse Arreguín, declaró: “Este es un paso muy importante como parte de nuestros esfuerzos climáticos generales”, así como de nuestra larga tradición de promover el trato humano de los animales aquí en la ciudad de Berkeley”.
Berkeley ha desempeñado un papel importante en el movimiento por el bienestar de los animales y el cambio climático, y ha introducido programas populares como el Lunes Vegano, en el que se anima a los residentes a comer a base de plantas durante ese día. En 2017, Berkeley se convirtió en la segunda ciudad en prohibir la venta de pieles, con el objetivo de promover la concienciación de la comunidad sobre el bienestar animal. Esta notable prohibición hizo que una serie de estados y países siguieran su ejemplo y aplicaran la prohibición de las pieles.
La resolución de las autoridades municipales de Berkeley contrasta fuertemente con la de las autoridades gubernamentales irlandesas, que instan a los mayores de 65 a comer más carne.
Irlanda parece estar exponiendo a su población mayor a un riesgo elevado de enfermedades al tratar de ayudar a la industria cárnica y láctea.
La Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda (FSAI) ha publicado un nuevo informe en el que aconseja a los irlandeses mayores de 65 años comer más carne, pescado, lácteos y huevos. Según Vegan Food and Living, el informe afirma que este grupo etario necesita “proteínas de alta calidad para estimular la proteína muscular”, recomendando productos animales para lograrlo.
Vegan Food and Living cuestiona el informe, que califica de “extraño”, sugiriendo que la recomendación es fruto del lobby de dichas industrias.
La publicación recuerda que existe una magnitud de beneficios para la salud asociados al consumo de frijoles, legumbres y hortalizas, que prácticamente se desaconseja en el informe de la FSAI. En tal sentido, cita un informe elaborado por la Academia de Nutrición y Dietética (la mayor organización de profesionales de la nutrición del Reino Unido), donde se concluye que las dietas basadas en plantas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo, la lactancia, la infancia, la adolescencia, la edad adulta avanzada y para los deportistas. “Por lo tanto, resulta desconcertante que el informe fomente el consumo de carne, pescado, productos lácteos y huevos por encima de las proteínas de origen vegetal”, observa Vegan Food and Living.
“Recomendaciones basadas en la ciencia”
La Dra. Pamela Byrne, directora de la FSAI, comentó que el informe “establece una serie de recomendaciones con base científica que servirán de base a las directrices nacionales que está preparando el Ministerio de Sanidad, para apoyar un estado nutricional y una salud óptimos de los adultos mayores en Irlanda”.
Sin embargo, las autoridades irlandesas parecen estar ignorando a la ciencia, que identifica las dietas con alto contenido en carne y lácteos como perjudiciales para la salud humana. El colesterol sólo se encuentra en los alimentos de origen animal, mientras que las grasas saturadas también se encuentran principalmente en estos alimentos, y ambos contribuyen a las enfermedades cardíacas, la mayor causa de muerte en el mundo. Además, el informe afirmaba que “las necesidades de hierro y zinc se cubren mejor con el consumo de carne”. Aunque la carne roja tiene un alto contenido en hierro, también está clasificada como carcinógeno del grupo 2 y se ha demostrado en numerosos estudios científicos que es perjudicial para la salud. Además, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), afirma que su consumo elevado aumenta el riesgo de cáncer de intestino, que afecta de forma desproporcionada a los adultos mayores de 60 años.
“Desgraciadamente, las industrias cárnica y láctea tienen dinero e influencia y pueden presionar a los consejos de nutrición para que fomenten el consumo de sus productos”, concluye señalando Vegan Food and Living.
En Noruega, los productores de cerdo, el gremio que los representa, la autoridad administrativa que los controla, y la autoridad política que los gobierna se han confabulado, en la práctica, contra el bienestar de los animales. Así, una combinación sistemática de violencia y negligencia, incompetencia administrativa e indiferencia política no hace sino aumentar la indefensión y sufrimiento de los animales.
Luego de un bullado escándalo en 2019, en que la Corporación de Radio y Televisión de Noruega, NRK, reveló graves violaciones a la normativa de bienestar animal por parte de productores de cerdo, representantes del sector prometieron una “revisión exhaustiva” de sus procedimientos de control que “resultaría en una nueva era, donde el bienestar de los animales estaría garantizado“. El Gobierno también hizo lo suyo, cuando la Ministra de Agricultura manifestó su “molestia y decepción” respecto de los infractores.
El documental, titulado “Los secretos de la industria porcina“, se basó en filmaciones realizadas durante varios años por una mujer que trabajó en varias granjas porcinas noruegas. Las grabaciones muestran imágenes estremecedoras de crueldad sistemática con los animales y graves violaciones de la Ley de Bienestar Animal, como por ejemplo cerdos sometidos a golpes de pies y puños, o con bastones, matanzas de cerdos pequeños con martillos, castraciones ilegales y problemas generalizados de bienestar, como cerdos viviendo en ambientes fétidos y húmedos, entre sus propias heces y orines, muchos con heridas abiertas y abscesos.
El documental permitió constatar actitudes atroces entre los criadores de cerdos. “Estas actitudes no surgen por sí solas. El sistema de producción intensiva de cerdos trata al cerdo como una máquina para obtener carne barata, y no como un individuo sensible“, comentó NRK en la oportunidad, agregando que la normativa es demasiado deficiente en la industria de producción de cerdos en Noruega. En tal sentido, NRK observó en 2019 que la falta de control del cumplimiento de la ley es común en todas las granjas porcinas incluidas en su documental. “Además, la normativa para la industria porcina es tan mala que los cerdos incluso sufren en granjas que no infringen la ley“. Como ejemplo de tales prácticas se mencionó que casi todos los cerdos noruegos se mantienen confinados en un pequeño contenedor de hormigón durante toda su vida, sin tener la oportunidad de satisfacer sus necesidades innatas. “El estado de la producción porcina es testimonio tanto de un fallo del sistema como de graves problemas de mentalidad“, reveló NRK.
Los eventos de junio de 2019 concluyeron cuando la Ministra de Agricultura, Olaug Bollestad declaró – luego de concluir la última de tres reuniones con representantes de la industria porcina – estar “impresionada por el buen trabajo de reparación que se ha hecho“. NRK escribe: “Entonces se apagó el debate y continuó implacablemente la temporada de barbacoas. Ese verano, la venta de carne de cerdo aumentóen 15%“. Un año más tarde, la Asociación de Agricultores de Noruega (Norges Bondelag) concluyó que el bienestar de los cerdos noruegos era bueno.
Sin embargo, una vez que pasó la tormenta mediática de 2019, todo volvió a la normalidad, es decir, al abuso y crueldad sistemática contra generación tras generación de cerdos.
El sábado 5 de junio, NRK publicó un reportaje en su sitio web junto con un documental de televisión, un podcast y diversas entrevistas, donde aborda los resultados de una investigación y documentación realizada por la organización animalista noruega Red por la Libertad de los Animales (Nettverk for dyrs frihet), que buscaba confirmar o desmentir si las granjas de cerdos habían cumplido lo prometido en 2019. El titular del reportaje ya anticipa las conclusiones: “Las promesas rotas de los productores de cerdo”.
El reportaje comienza recordando una reunión sostenida en 2019 por la Ministra de Agricultura, Olaug Bollestad, quien dijo estar “enojada y decepcionada” frente a las revelaciones hechas mediante cámara oculta, que mostraban violencia extrema y, con ello, hechos delictivos, perpetrada en contra de cerdos en granjas noruegas. La Ministra exigió al sector un plan de acción inmediato para poner remedio a la situación.
La respuesta de quienes NRK denomina “los jefes de la carne” fue “prometer, prometer y prometer”. Las promesas conducirían, a decir de estos jefes, a que “fuese bueno ser cerdo”, objetivo que se conseguiría con la instalación de cámaras de vigilancia en los mataderos, capacitación de los agricultores y un programa obligatorio de bienestar animal.
Ahora, dos años después, Red por la Libertad de los Animales presentó a NRK un abultado dossier consistente de fotografías y videos que muestran animales frustrados, enfermos y heridos, algunos de ellos moribundos o incluso muertos.
El documental demuestra, una vez más, el abuso sistemático y flagrante contra los cerdos noruegos. Integrantes de la Red por la Libertad de los Animales visitaron una selección de granjas durante la noche, constatando y documentando las horrendas condiciones en que viven, mientras esperan morir. Se trata, entonces, de la segunda vez en dos años que la televisora estatal revela un trato inaceptable de los cerdos entre los productores noruegos.
Las fotos y vídeos incluyen imágenes desgarradoras de condiciones indignas. Cubículos estrechos, sucios, oscuros y húmedos, con animales tristes y enfermos.
También queda en evidencia que los productores noruegos mantienen a las cerdas en jaulas ilegales. Esto significa que las cerdas son encerradas en un área minúscula, con un marco de metal alrededor del cuerpo, que les impide moverse. Las cerdas son mantenidas así mientras dan a luz y en el periodo posterior. Los lechones se amamantan a través de los barrotes.
El documental deja de manifiesto que los productores noruegos han demostrado repetidamente que son incapaces de proporcionar a los cerdos un bienestar aceptable, incluso después de las advertencias de la autoridad política y administrativa, y de sus propios clientes: las marcas de productos cárnicos.
Esta es la tercera revelación grave de infracciones en la industria porcina de Noruega en cuatro años.
Según NRK, la Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria (Mattilsynet) también ha detectado por cuenta propia el escaso bienestar animal de los cerdos en Noruega, aunque sin hacer gran cosa al respecto. El hecho de que Mattilsynet haya descubierto malas prácticas es, en sí, algo sorprendente, dado que suele anunciar sus inspecciones a los productores. En otras palabras, éstos tienen tiempo de sobra para hacer los cambios cosméticos necesarios antes de las inspecciones.
En 2017-2018, Mattilsynet llevó a cabo una campaña de inspección en la región de Rogaland, en el sudoeste del país, donde se cría el 30% de todos los cerdos noruegos. La conclusión fue “hallazgos decepcionantes” y que “los cerdos de las granjas de Rogaland no tienen un bienestar animal lo suficientemente bueno”.
El presidente de la junta directiva de Nortura, propietaria de las marcas de carne de cerdo Gilde y Edelgris, dijo a NRK que continúan trabajando por el bienestar animal, aunque no mencionó medidas específicas. Otra marca, Fatland, niega rotundamente las acusaciones de crueldad animal.
NRK contactó a los propios productores con el fin de recoger su opinión, ofreciéndoles pleno anonimato. La totalidad de los consultados se negó a una entrevista.
Paralelamente, un grupo de productores denunció a los activistas de Red por la Libertad de los Animales, exigiendo una investigación policial por “ingreso subrepticio e ilegal a sus instalaciones de producción”. Algunos de los productores dicen sentirse intimidados al saber que extraños entraron en medio de la noche a sus establos. Hay quienes dicen experimentar problemas de ansiedad.
Otros productores incluso han denunciado “el grave riesgo biológico que ocurre cuando extraños entran a un centro de producción porcina”. Previendo esta línea argumentativa, los activistas documentaron, con abundante material gráfico, haber utilizado overoles y calzado de bioprotección, como asimismo mascarillas y guantes, durante sus inspecciones. Incluso sus cámaras fotográficas y de video, excepto los lentes, fueron cubiertas con film plástico adherente. Asimismo, antes y después de entrar a las granjas realizaron un protocolo completo de desinfección preventiva.
NRK entrevistó a Bo Algers, catedrático de higiene animal y uno de los más destacados expertos europeos en bienestar animal porcino, quien luego de analizar las imágenes dijo haber detectado violaciones a la ley noruega de bienestar animal en 26 de las 28 granjas visitadas por los activistas. “Me decepciona ver esto. En ningún caso los cerdos deben caminar entre sus propias heces. Y los estamos obligando a hacer precisamente eso. Veo tristeza en sus miradas, que es una tristeza que yo mismo siento”.
Por su parte, Cecilie Marie Mejdell, científica senior y experta en bienestar animal en el Instituto de Veterinaria de Noruega, dijo: “En estas fotografías está oscuro, y hay que tener presente que no siempre podemos ver toda la superficie del recinto. Habiendo dicho eso, estos corrales, tan sucios y húmedos, son inaceptables para el bienestar animal”.
En cuanto a la observación sobre las áreas reducidas de las fotografías, y la posibilidad de que muestren un espacio seleccionado por los activistas, precisamente por ser imágenes negativas, cabe señalar que NRK menciona en su reportaje que tuvo acceso a fotografías de áreas completas de los recintos de producción, pero que optó por recortarlas digitalmente para así proteger la identidad de los productores.
NRK mostró las fotografías a Trine Hasvang Vaang, de Nortura, empresa propietaria de la marca de carnes Gilde, consultandole su parecer. “Pienso que es terrible”, dijo Hasvang Vaang. NRK insistió: “¿Es terrible para el productor? ¿Es terrible para los cerdos? ¿O es terrible para la venta de carne?”. La ejecutiva dijo: “Yo misma soy granjera. Vivo con animales, y vivo de ellos. Ver imágenes como éstas me causa una gran impresión”. Al consultársele sobre las promesas hechas por su empresa en 2019, que incluyó imprimir en sus paquetes de carne de cerdo el texto “Si el producto lleva la marca Gilde, puedes estar seguro de que los animales tuvieron un buen pasar”, Hasvang Vaang respondió: “Lo que prometimos fue que tomaríamoscartas en el asunto, siempre y cuando detectáramos bienestar animal deficiente. Nuestra promesa sigue vigente”.
Hasvang Vaang aseguró que su empresa sigue trabajando en la consecución de sus metas de bienestar animal, precisando que “nuestro objetivo es que todos los productores que nos entregan carne de cerdo cumplan con la normativa de bienestar animal. Sin embargo, no podemos estar 24/7 en sus granjas para vigilar que hagan bien su trabajo”.
NRK solicitó un comentario a otra de las empresas aludidas, Fatland. La empresa fue categórica en rechazar las pruebas audiovisuales.
Los activistas de Red por la Libertad de los Animales entregaron a NRK dos horas de video y 1600 fotografías que documentan graves abusos contra los animales en una granja de Rogaland, que hasta la fecha entrega carne de cerdo a la empresa Fatland. Por toda respuesta, Fatland envió a NRK un video de 14 segundos de duración que muestra a un grupo de cerdos en un corral que, si bien es pequeño, al menos el suelo está cubierto de heno. Esta secuencia de 14 segundos busca insinuar que la realidad es distinta a la denunciada, aunque no desmiente la autenticidad del material gráfico de los activistas. La empresa se negó a conceder una entrevista a NRK.
El 5 de junio, NRK entrevistó a la Ministra de Agricultura Olaug Bollestad, quien luego de ver parte del material gráfico dijo: “Estoy verdaderamente irritada”, señalando luego que es responsabilidad de los productores cumplir la ley y velar por el bienestar de sus animales. Según se indica anteriormente, en 2019 la Ministra dijo estar “enojada y decepcionada”. Dos años más tarde, se siente “verdaderamente irritada”.
NRK preguntó a Tor Grobstok, de la organización Red por la Libertad de los Animales, por qué habían infringido la ley entrando ilegalmente a las granjas porcinas durante la noche. “Porque es la única forma posible de obtener una imagen honesta, no acicalada, de la producción de cerdos en Noruega. A nuestro juicio, los consumidores, y la sociedad en su conjunto, tienen derecho a saber cómo se producen estos alimentos”, fue la respuesta.
Finalmente, NRK entrevistó a Ingunn Midttun Godal, directora de Mattilsynet, quien señaló que el material gráfico mostraba “numerosas violaciones a la ley de bienestar animal”. NRK le preguntó: “¿No debería Mattilsynet tomar medidas más eficaces para poner fin al maltrato?”. Midttun respondió: “Probablemente, pero estamos frente a un dilema; por una parte, contribuir a que el productor cuide a sus animales, y por otra parte, si adoptamos las medidas más estrictas, quitaríamos el sustento a ese productor”.
Una vez más, entonces, la industria porcina, organizaciones gremiales y las autoridades administrativas y políticas de Noruega participan en un montaje que no solo atenta gravemente contra el bienestar de los animales, sino también defrauda a los consumidores.
Cuando la madre muere, la cría sufre asfixia (hipoxia) poco después, ya que el oxígeno que ella respira es lo que la mantiene viva.
La organización Igualdad Animal ha documentado cómo las vacas embarazadas, incluso en el último trimestre de gestación, son transportadas y sacrificadas de forma habitual en los mataderos del país.
Muchos terneros mueren asfixiados dentro de sus madres, otros son extraídos con violencia y arrojados, aún con vida, al suelo de la sala de procesado.
Junto con publicar un video y fotografías impactantes donde la desgarradora situación queda documentada, Igualdad Animal escribe: “Imagina un animal de 8 o 9 meses de gestación viajando de pie, sin poder sentarse en ningún momento, en un camión abarrotado, sin ventilación adecuada, sin comida ni agua durante más de 8 horas. Esto es lo que ocurre con las vacas preñadas en el transporte al matadero”.
Según los inspectores que trabajan en los frigoríficos, esta práctica es cada vez más habitual a pesar de suponer un desprecio a los preceptos del bienestar animal, por lo que se vieron obligados a denunciar este caso que, según ellos, supone una situación de maltrato.
Igualdad Animal propone exigir al Ministerio de Agricultura de Brasil que prohíba el sacrificio y el transporte de vacas embarazadas.
La práctica también es habitual en mataderos españoles. Según Igualdad Animal, el 3% de las vacas utilizadas para producir leche en Europa llegan al matadero en avanzado estado de gestación según datos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). “Actualmente en España hay 826.067 de estas vacas, lo que supone que 24.782 de ellas van a ser sacrificadas estando en la última etapa de embarazo. Algo que también sucede con las cerdas o las ovejas”, escribe la organización.
El ministro británico de Medio Ambiente, George Eustice, declaró: “Somos una nación amante de los animales y fuimos el primer país del mundo en aprobar leyes de bienestar animal. Como nación independiente, ahora podemos ir más lejos que nunca para aprovechar nuestro excelente historial”.
El anuncio se hizo durante el 67º discurso parlamentario anual de la Reina Isabel, en el que la monarca destacó una serie de nuevas políticas de bienestar animal. Confirmó que se presentarán leyes para “garantizar que el Reino Unido tiene, y promueve, los más altos estándares de bienestar animal”.
Según medios británicos, hay tres proyectos de ley que contemplan una serie de medidas que serán implementadas a lo largo del próximo año y que incluyen el Animal Welfare Bill (proyecto de ley sobre bienestar animal), el Animals Abroad Bill (proyecto de ley sobre sobre exportación de animales) y el Kept Primates Bill (proyecto de ley sobre animales cautivos).
El proyecto de ley sobre bienestar animal -una nueva ley que reconoce que los animales son seres sintientes -es decir, que experimentan emociones como el placer, el dolor y el miedo- recibió la aprobación formal de la Reina, lo que la convierte en la primera medida importante de seguridad animal en el Reino Unido desde la Ley de Bienestar Animal de 2006.
Se espera que el proyecto de ley entre en vigor en junio de 2021. En virtud de la misma, el gobierno, además de poner fin a las exportaciones de animales vivos, se comprometerá a reconocer la sintiencia de los animales a partir del Brexit y aumentará la pena máxima por crueldad hacia los animales a cinco años de cárcel, junto con multas ilimitadas para los infractores. También se comprometerá a tomar “nuevas medidas” para limitar el comercio de foie gras.
El plan de bienestar animal también incluye medidas para proteger a los animales salvajes imponiendo la prohibición de la importación de trofeos de caza, así como la prohibición de la publicidad de los viajes para cazarlos en virtud del proyecto de ley Animals Abroad.
Además, el proyecto de ley sobre primates cautivos busca incorporar cláusulas que impidan a la gente tener primates como animales de compañía, junto con combatir el robo de animales, el contrabando de cachorros y la caza ilegal de liebres.
La nueva legislación también pretende incluir la colocación obligatoria de microchips a los gatos, restringir el uso de trampas de pegamento para roedores y financiar proyectos de conservación de la fauna salvaje en el país y en el extranjero.
Según el gobierno, los planes contemplados en los tres proyectos de ley aportarán “una mayor protección de los animales salvajes al poner fin a las prácticas de maltrato”. También se asegurará de que se disponga de “poderes efectivos para hacer frente a los problemas de bienestar de los animales de granja, junto con poner de relieve la importancia que los animales de compañía tienen en la vida de las personas, sancionando así severamente el robo de los mismos.
Nación de amantes de los animales
El ministro británico de Medio Ambiente, George Eustice, declaró: “Somos una nación de amantes de los animales y fuimos el primer país del mundo en aprobar leyes de bienestar animal. Como nación independiente, ahora podemos ir más lejos que nunca para aprovechar nuestro excelente historial”.
Las organizaciones de defensa de los animales celebraron estos avances en el plan de acción. El director ejecutivo de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA), Chris Sherwood, dijo: “No podemos seguir ignorando el vínculo inextricable que existe entre el modo en que tratamos a los animales, nuestra propia salud y la del planeta, pero para lograr un cambio real, será necesario el valor de todo el gobierno. Instamos al gobierno a que sitúe el bienestar animal en el centro de la elaboración de políticas y a que estos anuncios sean sólo el comienzo de una estrategia integral y en constante evolución, sobre la salud y bienestar animal”.
Hacerse vegano es cada vez más común, y el proceso es más fácil que nunca.
Tanto si las personas optan por el veganismo por razones éticas o medioambientales, o simplemente porque quieren adoptar una dieta saludable basada en plantas, ser vegano es realmente un acto de amor: hacia animales inocentes, hacia la sostenibilidad de nuestro planeta y hacia la propia salud.
Hace diez años, empecé como vegetariano y relativamente pronto -tres años más tarde- me di cuenta de que quería ser totalmente vegano. Me gustaría compartir con ustedes tres conclusiones de mi propia experiencia.
Pide consejos y opiniones a tus conocidos y amigos veganos
Si tienes un amigo vegano, no tengas miedo de preguntarle cómo vive un estilo de vida vegano. Estoy seguro de que estarán encantados de ayudarte a seguir una dieta vegana y de enseñarte el camino. Cuando empecé a llevar una dieta vegana, compartí experiencias, ideas, recetas, etc., con algunos amigos veganos. Por aquel entonces, el veganismo había empezado a cobrar fuerza y nos alegraba darnos cuenta de ello y compartir consejos, por ejemplo, sobre qué supermercados estaban incorporando opciones veganas en sus pasillos. Si no tienes ningún vegano en tu vida, echa un vistazo a los canales veganos de las redes sociales, que hay muchos.
Está bien cometer errores
Como en cualquier reto o experiencia, no pasa nada por cometer errores. Si accidentalmente comes algo que contiene queso o huevos, no debes reprocharte por ello. Incluso si no ha sido exactamente un accidente, reconoce que no pasa nada y que seguirás intentándolo. Un error o una elección que lamentes no significa que no seas vegano o que no te importe llevar una dieta vegana. Es preciso reconocer que al principio vas a cometer errores. Ciertamente yo cometí errores y comí algunos productos no veganos en mis primeros meses. Lo que hice fue reconocer que me esforzaba al máximo y continué mi camino. No te rindas cuando tengas un tropiezo. Sigue haciéndolo lo mejor que puedas y disfruta de la comida.
Puedes seguir comprando comida para llevar en tus restaurantes favoritos
A algunas personas les preocupa que cuando se vuelvan veganas, perderán toda su comida favorita. Afortunadamente, es 2021, y muchos establecimientos tienen opciones veganas. Ahora hay muchas más opciones y puedes seguir degustando la comida de un montón de restaurantes tanto establecidos como nuevos. Las startups veganas están floreciendo y la disponibilidad de opciones veganas está en todas partes.
Hacerse vegano –ya sea durante un mes o para toda la vida- merece la pena, no sólo por ti, sino también por el planeta y los animales. Para mí, hacerme vegano fue una de las mejores decisiones de mi vida.
La preocupación por la sostenibilidad global, la salud y la compasión por los animales, están haciendo que personas de todo el mundo examinen detenidamente sus hábitos de vida.
Recientemente referíamos un pronóstico según el cual los alimentos de origen vegetal van a dominar la economía. En efecto, el veganismo poco a poco va dejando de ser una dieta marginal o simple nicho de mercado. Aunque todo comenzó con pequeños emprendimientos, las grandes empresas tradicionales se van sumando al ver una oportunidad de negocio y lucro.
De hecho, se prevé que el mercado vegano mundial alcance los 31.400 millones de dólares en 2026. Aunque los veganos siguen siendo una parte relativamente pequeña de la población, numerosos países reportan una curva ascendente en el número de veganos. Iniciativas como Veganuary contribuyen a tal efecto. Cabe preguntarse entonces, ¿qué está liderando el cambio cultural?
El cambio proviene de las generaciones más jóvenes, que sitúan la salud personal, el bienestar de los animales y el cambio climático a la cabeza de sus hábitos de consumo. De hecho, el 87% de la Generación Z está más concienciada con el medio ambiente, y el 35% quiere no comer carne, según Finder. Más relevante aún es el incremento en el número de personas que no son estrictamente veganas pero que se consideran flexitarianas; es decir, que están probando antes de dar el paso definitivo hacia el veganismo como estilo de vida. Este término utilizado para describir a los consumidores ocasionales de carne es cada vez más popular. Otro avance importante son los productos cárnicos alternativos, cuyas ventas están creciendo a un ritmo anual del 24,5%, según Nielsen Total Food View.
Esta tendencia está influenciada por una serie de factores. La Generación Z quiere entender y tomar decisiones informadas sobre su nutrición y la cadena de suministro de alimentos. Se interesa por la forma en que el clima impacta los procesos productivos. Son conscientes de que la oferta puede acabar siendo eclipsada por la demanda debido a los problemas medioambientales que están surgiendo por doquier a escala global.
También tienen presente su salud y bienestar. Un estudio publicado en el British Medical Journal recomendaba reducir en un 50% el consumo de carne y azúcar por la salud de la persona media y del planeta.
Si consideramos la leche de origen vegetal como ejemplo, está claro que el veganismo no sólo se ha convertido en un debate global, sino que puede sustituir el uso de la leche de vaca tradicional en la próxima década. Un informe de AT Kearney sugiere que el 60% de la carne ya no procederá de animales, sino de carne cultivada o alternativas basadas en plantas para 2040. Pero mientras la alimentación está dando forma a nuestros mercados e incluso a las identidades culturales, está claro que esta transición holística afectará a todos los rincones de nuestro estilo de vida y del planeta.
Grandes oportunidades para nuevos emprendimientos
Aunque este sector del mercado está creciendo rápidamente, hay espacio para las nuevas empresas innovadoras que estén interesadas en emprender un negocio basado en plantas. Hay muchas maneras de que las empresas de nueva creación puedan crecer y aprovechar esta tendencia.
Un ejemplo de lo anterior es la consultoría sobre nutrición vegana y estilo de vida vegano. Esto obedece a que muchas personas o incluso empresas tienen intenciones de explorar el veganismo, pero no saben cómo hacerlo de forma sostenible. Los dietistas y asesores de salud formados pueden trabajar con los clientes y las empresas para lograr este objetivo. Al ayudar a los clientes en la transición a un estilo de vida vegano o principalmente basado en plantas, están ofreciendo un valioso servicio que eliminará el estrés y la ansiedad del proceso.
Al hacerse veganos, muchas personas se dan cuenta de que necesitan apoyo a la hora de encontrar tiendas de comestibles, planificación de comidas, productos de belleza e incluso ropa.
El auge de los influenciadores veganos
Las redes sociales han desempeñado un papel preponderante en la promoción de la concienciación y el veganismo. Un análisis de Brandwatch reveló que el veganismo es el tema de nutrición más popular cubierto por el 54% de los influenciadores de alimentos. Influencers como Tabitha Brown, Fearne Cotton, Kim Kardashian y Ariana Grande son veganas y tienen un gran número de seguidores. Como resultado, la comunidad global está creciendo en un entorno en el que los temas globales se discuten y enganchan a través de las redes sociales.
Cuando se trata de sumarse a esta tendencia internacional, las posibilidades son ilimitadas. No hay escasez de posibilidades en este mercado. Con más gente que nunca interesada en la sostenibilidad, los empresarios y start-ups pueden salir ganando si tienen en cuenta la sostenibilidad en su plan de negocio. Tener un negocio respetuoso con el medio ambiente sólo puede ser beneficioso y atraer a un mercado más amplio.
El veganismo, que antes se consideraba una dieta marginal, es ahora un movimiento mundial que crece a gran velocidad.
La organización británica Business Expert escribe que, de hecho, en los últimos diez años las cifras globales se han multiplicado por más de siete, especialmente entre los menores de 35 años.
El Reino Unido parece estar a la cabeza. Uno de cada ocho británicos, es decir, casi el 13% de la población, es ahora vegetariano o vegano, y otro 21% se identifica como flexitariano, lo que significa que al menos un tercio de la población sigue una dieta reducida en carne.
Entonces, ¿qué ha impulsado esta expansión masiva del comportamiento herbívoro? ¿Y cómo ha afectado eso, a su vez, a los negocios globales?
En un artículo acompañado de una llamativa infografía, Business Expert presenta una visión de conjunto sobre el crecimiento de la economía vegana, analizando por qué está ocurriendo y qué podemos esperar para las próximas décadas.
¿Qué está impulsando el aumento de la economía vegana?
Las estimaciones del mercado mundial de la alimentación vegana prevén que alcance los 31.400 millones de dólares en 2026.
Frente a la disminución del mercado mundial de la carne (una industria de 1,8 billones de dólares) en un 3% durante 2020, está claro que la economía basada en las plantas va a llenar el vacío.
En lo que respecta al cambio cultural, las pruebas sugieren que está siendo impulsado principalmente por las generaciones más jóvenes que sitúan el bienestar de los animales, la salud personal y la crisis climática al frente de sus elecciones como consumidores.
La Generación Z y la Generación del Milenio son, con creces, los grupos de edad más propensos a ser veganos y vegetarianos:
El 87,5% de la Generación Z se preocupa por el medio ambiente
El 41% de la Generación Z considera que el cambio climático es el problema más importante al que se enfrenta el planeta.
El 35% de la Generación Z aspira a no consumir carne en 2021.
El auge de los influencers veganos
No hay duda de que las redes sociales han desempeñado un papel crucial en la promoción del veganismo entre los más jóvenes. Como nativos digitales y de las redes sociales, los adolescentes de la Generación Z nunca han conocido un mundo sin Facebook, Tiktop e Instagram, observa Business Expert.
Un análisis realizado por Brandwatch muestra que el veganismo es, de hecho, el tema de nutrición más popular en las redes sociales, sobre el que escriben un 54% de los influencers de la alimentación.
“Personas como Ariana Grande, Lewis Hamilton, Kim Kardashian, Serena Williams y Moby son veganos y tienen un enorme seguimiento en las redes sociales”, señaló Scott McCulloch (fundador del esquema de cajas The Vegan Kind), a la publicación, agregando que “la Generación Z está creciendo en un entorno en el que se preocupan por el futuro del Planeta Tierra y utilizan las redes sociales para debatir y comprometerse con estos temas.”
La batalla por el centro del plato
Desde la hamburguesa vegetal de Mcdonalds hasta la suite vegana del hotel Hilton London Bankside, un sector tras otro está despertando al poder de la economía vegana.
Aunque en un principio se limitaba a empresas de nicho con una ética vegana fundamental, ahora vemos que marcas como Nestlé lanzan en Europa la hamburguesa Garden Gourmet’s Incredible, Kraft-Heinz vende mayonesa vegana y el gigante lácteo Danone lanza su primera gama Actimel de origen vegetal.
Dado que las proteínas constituyen un componente esencial de la mayoría de las comidas en la dieta occidental, “se trata de una batalla por el centro del plato”, como dice Justin Sherrard, estratega de Rabobank. Rabbard señala que el mercado de las proteínas vegetarianas es más interesante de lo que su tamaño actual denota por sí mismo, porque indica el cambio cultural más amplio que verá una reducción del dominio de la industria cárnica.
“Lo vegetal no es una amenaza”, afirma Wayne England, que dirige la estrategia alimentaria de Nestlé. “Al contrario, es una gran oportunidad para nosotros. Muchas de nuestras marcas actuales pueden jugar mucho más en este espacio de lo que lo hacen hoy, así que estamos acelerando ese cambio, y también hay espacio para nuevas marcas.”
¿Qué tamaño puede alcanzar la economía vegana?
Si utilizamos la industria de la leche vegetal como ejemplo, está claro que el veganismo no sólo se ha convertido en la corriente principal, sino que podría sustituir a la dieta tradicional en el próximo siglo.
Imagen (c) Business Expert.
Un informe de la consultora global AT Kearney llega a afirmar que, en 2040, el 60% de la carne ya no procederá directamente de los animales, sino que se derivará de carne cultivada o de alternativas vegetales.
Según estos cálculos, la industria cárnica convencional está a punto de ser sustituida en veinte años, un hecho notable si se tiene en cuenta que su valor es de 2 billones de dólares al año.
Dado que la alimentación condiciona nuestros mercados de trabajo, e incluso nuestras identidades religiosas y culturales, está claro que esta transición afectará a todos los rincones de nuestro planeta.
Recientemente, en Sociedad Vegana citábamos un informe titulado Food for Thought, publicado por Boston Consulting Group (BCG) y Blue Horizon Corporation, según el cual el consumo de carne habrá disminuido considerablemente para 2035 en Europa, a medida que las alternativas proteicas basadas en plantas alcancen la paridad de precio y calidad.
Los animales a bordo del buque Elbeik han dejado de sufrir. Para ellos, la muerte se convirtió en una bendición, por muy desgarrador que suene.
Muchos cadáveres seguían a bordo cuando el Elbeik atracó en Cartagena, España, mientras que otros 179 fueron descuartizados durante el viaje y arrojados al Mediterráneo, según explicó el capitán del buque.
El capitán había declarado inicialmente a las autoridades españolas que los animales se encontraban en buen estado de salud y bienestar, pero luego reconoció que sus condiciones se habían deteriorado progresivamente debido a la larga travesía de tres meses, y que la tasa de mortalidad aumentó a medida que se prolongaba el viaje.
“Terneros muertos y hacinados, sin posibilidad de tumbarse, conviviendo todos en el interior de un barco sucio y oxidado de 54 años, muy próximos entre sí, rodeados de una acumulación fétida y tóxica de heces y orina. Apretujados en su estrechura, con extremidades fracturadas, sedientos, moribundos, moviéndose con dificultad entre los cadáveres de los no habían soportado las condiciones del viaje y no pudieron evitar la muerte”. Estas demoledoras palabras son parte de un informe veterinario elaborado por inspectores del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, (MAPA), sobre el estado de los 1.776 terneros que viajaron hacia Turquía a bordo del buque Elbeik.
En su informe, los funcionarios relatan que “en al menos tres corrales se aprecian animales muertos y semienterrados en el estiércol de sus congéneres. Los terneros muestran signos de haber sufrido un viaje prolongado en malas condiciones, apreciándose una evidente pérdida de peso que en casos extremos llega a la caquexia (desnutrición extrema), problemas oculares, dermatológicos y motores. Muchos de los bebederos automáticos no funcionan y los sistemas de tuberías presentan fugas y roturas, por lo que los animales estaban sedientos”.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España es el mismo organismo estatal cuya incompetencia administrativa — un error en los certificados de origen de los animales — ocasionó el problema. En una declaración oficial publicada el 27 de febrero sobre la carga del Karim Allah, el gobierno español comunicó su decisión de prohibir el regreso a España de los 895 terneros transportados en ese barco. El comunicado busca responsabilizar a Turquía, aunque sin profundizar en sus razones ni aportar documentación. Turquía, en tanto, se limitó a prohibir el desembarco de los animales transportados no solo en el Karim Allah, sino también en el Elbeik, aduciendo que, según los documentos, los terneros provenían de sectores con brotes de lengua azul.
Las sospechas contra Madrid se ven acentuadas por su hermetismo, incluso después de haber recibido una petición formal de información enviada por el Comité de Investigación sobre Transporte Animal creado por el Parlamento Europeo al ministro de Agricultura de España, Luis Planas. Por si esto fuera poco, el sábado 27 de marzo surgió una nueva bandera roja cuando el ministerio en cuestión prohibió a la eurodiputada Anja Hazekamp abordar el buque Elbeik para inspeccionar la situación de los animales, a pesar de contar esta con autorización del capitán del barco.
Todo indica entonces que Madrid intentó primero disimular su propia ineptitud, para luego intentar encubrir las consecuencias. El transportista, propietario del Karim Allah, declaró en febrero que “el Estado español nunca ha pretendido resolver el problema y velar por el bienestar de los animales”.
La pesadilla de los terneros del Karim Allah y el Elbeik demuestra que no se puede garantizar el bienestar de los animales durante los viajes de larga distancia y que, en situaciones de crisis, las intervenciones son imposibles o ineficaces, especialmente cuando se trata de la exportación fuera de la UE.
No se sabe si los animales fueron siquiera alimentados en sus últimos días. Es bastante improbable, ya que su destino estaba sellado desde hace mucho tiempo, y todo lo relativo a ellos sólo ocasionaría un gasto adicional. Ahora, la disputa en España pasa por quién paga los costes de la matanza y la eliminación de los cadáveres. En un sistema indolente y cruel, donde los animales son simples mercancías, las verdaderas preocupaciones gravitan en torno al dinero.
En Sociedad Vegana hacemos, por la presente, un llamamiento a la Comisión Europea para que investigue a fondo e identifique y sancione a los individuos responsables de violar la legislación de la UE en materia de salud y bienestar animal. Dirigimos también un ruego al gobierno español, para que recapacite y coopere con la investigación, corrigiendo así sus maniobras de ofuscación y bloqueo en contra de la eurodiputada.
Eurogroup for Animals, junto con sus 70 miembros de toda Europa, pondrá de manifiesto los fallos y la escasa aplicación de la actual legislación sobre bienestar animal y pedirá a la Comisión Europea que se comprometa a revisar toda la legislación, “sin dejar a ningún animal atrás”.
Las organizaciones firmantes tienen 7 demandas, que abarcan diferentes aspectos del bienestar animal. Una de ellas tiene relación con el trágico destino sufrido por los animales a bordo del Karim Allah y el Elbeik: “Cada año, millones de pollos, ovejas, cabras, caballos, cerdos y bovinos son transportados vivos dentro de la UE y a terceros países. Los viajes pueden durar varios días o incluso semanas, exponiendo a los animales al agotamiento, deshidratación, lesiones, enfermedades e incluso la muerte. Las investigaciones llevadas a cabo por los miembros de Eurogroup for Animals han descubierto en repetidas ocasiones graves infracciones del Reglamento de Transporte de la UE”. El documento menciona el caso específico de los citados barcos.
Esperemos que la campaña consiga crear conciencia y sensibilidad entre los políticos europeos, y que tal sensibilidad se traduzca en la abolición del transporte de animales vivos. Esto, a su vez, podría inspirar a otras naciones, a otros gobiernos, a instaurar políticas similares.
Nos sumamos a la petición a las instituciones de la UE, de utilizar la actual revisión de la normativa con miras a poner fin al transporte de larga distancia de animales vivos, permitiendo únicamente el transporte de carne.
Idealmente, todo el comercio de carne debería ser cosa del pasado, pero esa es otra historia.
El rápido crecimiento de las alternativas vegetales a la carne hará que Europa alcance el tope de consumo de carne en 2035, según un nuevo informe.
El estudio Food for Thought, publicado por Boston Consulting Group (BCG) y Blue Horizon Corporation, sugiere que el consumo de carne habrá disminuido considerablemente para 2035 en Europa, a medida que las alternativas proteicas basadas en plantas alcancen la paridad de precio y calidad.
Sólo en 2020, los consumidores de todo el mundo comieron 574 millones de toneladas métricas de carne, marisco, lácteos y huevos, lo que equivale a casi 75 kilogramos por persona. En comparación, el año pasado se consumieron en todo el mundo alrededor de 13 millones de toneladas métricas de alternativas proteicas, lo que supone sólo el 2% del mercado.
El informe prevé que las proteínas de origen vegetal conquisten el 11% del mercado de la carne, el marisco y los productos lácteos en 2035, llegando a 97 millones de toneladas métricas.
Con el crecimiento del veganismo en todo el mundo, un número creciente de personas ya ha hecho el cambio a las alternativas basadas en plantas.
Opción cada vez más popular en Europa
Una investigación realizada en 2020 por la cadena alemana de supermercados vegetales Veganz constató que el número de veganos sólo en Alemania se había duplicado en cuatro años, pasando de 1,3 millones a 2,6 millones, es decir, el 3,2% de la población. El estudio también analizó los hábitos de consumo en seis países europeos, entre ellos Austria, Portugal y Francia. Por término medio, alrededor de un tercio de estos tres países se identificó como “flexitariano”, habiendo tomado la decisión de comer menos carne.
En el Reino Unido, país donde surgió la iniciativa Veganuary, un 2% de la población dice ser vegana.
Entre las ventajas de cambiarse a las proteínas de origen vegetal se encuentran la reducción de las emisiones de carbono, la disminución de las preocupaciones éticas y la reducción del impacto medioambiental de la cría intensiva de animales, afirman los científicos.
La reducción en el consumo de carne eliminará de la atmósfera tantas emisiones de dióxido de carbono como las que emite Japón en un año y ahorrará suficiente agua para abastecer a la ciudad de Londres durante 40 años.
Pero con un esfuerzo concertado por parte de los reguladores, además de las innovaciones tecnológicas para fabricar productos más baratos y de mejor calidad, este porcentaje podría llegar al 22% en la próxima década.
Tod Bradbury, director de campañas de la organización benéfica de defensa de los derechos de los animales Animal Aid, declaró: “El informe Food for Thought es una lectura muy positiva. No es de extrañar que en un futuro próximo el consumo de carne disminuya hasta el punto de que las proteínas vegetales constituyan una parte importante del consumo mundial de proteínas. La producción de proteínas y alimentos de origen vegetal requiere menos recursos y produce muchas menos emisiones de gases de efecto invernadero que la carne y los productos lácteos, y por supuesto no requieren el sacrificio y la explotación innecesarios de los animales”.
La eurodiputada holandesa Anja Hazekamp suele ir a los puertos para inspeccionar el estado de los animales en calidad de observadora y nunca le habían prohibido la entrada a un buque. Mientras que el capitán del Elbeik autorizó su ingreso, el Gobierno de España se lo prohibió.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) denegó el sábado 27 de marzo el acceso a bordo del buque Elbeik a la eurodiputada holandesa Anja Hazekamp, vicepresidenta de la Comisión de Investigación sobre Protección de los Animales durante el Transporte del Parlamento Europeo, que viajó ayer a Cartagena con la intención de controlar cómo se está produciendo el sacrificio de los terneros del Elbeik, ya que el capitán del buque sí que le dio permiso para subir.
En declaraciones al diario español La Opinión, Hazekamp explicó que suele ir a los puertos para inspeccionar el estado de los animales a bordo en calidad de observadora como miembro de esta Comisión y nunca le habían denegado la entrada a un buque. A juicio de la eurodiputada, es evidente que las autoridades españolas, específicamente el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, están tratando de ocultar información. Este inédito proceder no se ajustaría a los protocolos vigentes, por lo que Hazekamp denunciará a España ante el Parlamento Europeo.
Hace tres días que se inició el sacrificio de las 1.600 reses a bordo de este buque. El jueves pasado, el primer día, los técnicos de la MAPA sacrificaron en Escombreras a 380 vacas y el viernes a 450. Al respecto, la eurodiputada Hazekamp dijo sospechar de los métodos que están utilizando para sacrificarlos. “Con la velocidad y la poca trasparencia con la que está actuando el Ministerio, probablemente no están aturdiendo a los animales de manera eficaz, creándoles así un sufrimiento innecesario”.
El procedimiento para sacrificar a las reses difícilmente pudo haber tomado por sorpresa al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España. La organización Igualdad Animal lleva semanas exigiendo al Ministerio conocer cómo van a sacrificar a las reses y más información sobre el caso. La propia eurodiputada Hazekamp, a través de la Comisión Europea, envió una petición de información al Gobierno español de la que no ha obtenido respuesta.
Asimismo, Hazekamp no entiende por qué no se ha puesto freno a la exportación de animales en el puerto de Cartagena después del escándalo de los buques Karim Allah y Elbeik.
Esta es probablemente la realidad que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España (MAPA) prefiere ocultar ante la eurodiputada. Fue en parte la incompetencia administrativa de MAPA que ocasionó la tragedia de los barcos Karim Allah y Elbeik. Imagen de Eyes on Animals en Twitter: “Condiciones del ganado a bordo del Elbeik. Esto es lo que sufrieron antes de ser sacrificados”.
Igualdad Animal informa además que cuatro barcos de ganado españoles, tres de ellos que zarparon desde Cartagena, se encuentran inmovilizados en el Canal de Suez después de que un buque atascado haya bloqueado su acceso. El diario The Guardian, en tanto, escribe que un total de 20 barcos que transportan animales vivos se encuentran en la misma situación en el canal.
En Twitter Anja Hazekamp comentó: “Mientras las vacas del barco #Elbeik son sacrificadas, la exportación criminal de animales vivos continúa”.
Consumidos hasta la caquexia por la desnutrición. Peleándose a muerte por unas pocas gotas porque no hay agua al alcance. Así encontraron los inspectores veterinarios a los terneros del buque Elbeik, varado en el puerto de Cartagena tras vagar durante tres meses por el Mediterráneo.
179 cadáveres junto a 1.610 supervivientes, algunos moribundos. Tan hacinados que no pueden tumbarse. Con los pies hundidos en un magma de heces, orines, vómitos y sangre. Con fracturas abiertas, ojos reventando por la infección, hongos que invaden todo el cuerpo, tambaleante de neuropatías. Consumidos hasta la caquexia por la desnutrición. Peleándose a muerte por unas pocas gotas porque no hay agua al alcance. Así encontraron los inspectores veterinarios a los terneros del buque Elbeik, varado en la dársena de Escombreras del puerto de Cartagena tras vagar durante tres meses por el Mediterráneo. Así lo reflejaron en un escandaloso informe que debiera estar ocupando tanto espacio informativo como ocupa ahora el Ever Give, ese buque que ha encallado en el Canal de Suez. Cargado de contenedores, ha causado mucho más revuelo mediático que el otro, cargado de vidas, porque el Ever Give tapona las rutas del comercio, de los ingresos económicos, de las divisas extranjeras, mientras que el Elbeik solo obstruye los canales de la bondad, de la empatía, de la compasión, de la justicia. Esos dos buques son hoy un fiel retrato de lo que somos.
Tan espantoso era el estado de los terneros, que el Ministerio de Agricultura informó a la empresa responsable de su transporte de que debía proceder a su “sacrificio” (para referirse a estos crímenes, el sistema siempre utiliza esa palabra, como si aún tuviéramos que embadurnarnos de sangre ajena para complacer a algún dios implacable). Y quienes llevábamos muchos días sufriendo por esos animales sentimos el más desolador de los alivios: con su muerte, acabaría por fin el infierno que ha sido su vida. A esta paradoja moral hemos sido abocadas. Le han llamado “eutanasia”, desde una perversión lingüística que adultera el significado benefactor de esa palabra de justa actualidad. Si bien la muerte de los terneros pondría fin a su sufrimiento, ese sufrimiento podría haberse evitado antes, debiera haberse evitado mucho antes, si sus vidas no hubieran sido consideradas meras mercancías, si sus cuerpos no hubieran sido aviesamente confundidos con objetos, si su existencia no se identificara con un mero negocio, si no hubieran sido víctimas, desde el instante mismo de su nacimiento, de una absoluta desconsideración por su sentir. No se trataba de poner fin a una vida que ha perdido su dignidad, sino de acabar por fin con unas vidas que nunca la han conocido.
Para justificar esas muertes, el Ministerio de Agricultura adujo razones “sanitarias”, en referencia a la presunta ‘lengua azul’ que impidió que fueran descargados en Turquía, en Libia, en Egipto, en Chipre y en Grecia, aunque esa enfermedad no haya sido oficialmente confirmada. Como desechos morales del sistema, los terneros encerrados en el barco vagaron durante tres meses a la deriva. Tres meses. El Ministerio se refirió también al “bienestar animal” para ordenar el “sacrificio”. La situación de los terneros obligaba a matar por compasión. Y, después de esos tres meses, deseamos semejante paradoja, el alivio del crimen, pues no esperamos de un sistema cruel por definición que se plantee siquiera el rescate y la asistencia humanitaria de sus víctimas. Pero estamos obligadas a preguntarnos, a saber, por qué su situación era esa y por qué sucedía, además, solo una semana después de que otros 864 terneros fueran matados en el mismo puerto de Cartagena tras haber llegado a bordo del buque Karim Allah.
Las respuestas son muy simples, solo hay que querer oírlas, escuchando a las entidades animalistas que se han preocupado por conocer la verdad frente a una falta de transparencia que es escandalosa: ¿por qué, si no, la prensa no ha sido autorizada a acceder a los barcos? Martina Stephany, directora de la organización austriaca Four Paws, viajó a Cartagena para documentar lo sucedido en la medida que el sistema permite: lo más lejos posible. Escucharla, como escuchar a Igualdad Animal, que también ha estado allí, es encontrar esas respuestas. El sistema del consumo de carne permite exportar a millones de animales vivos en largas travesías que -incluso llegando a su destino, sin que se rechace su desembarco, como ha sucedido con el Karim Allah y con el Elbeik- suponen una tortura para ellos. Exportar animales vivos a terceros países debiera estar prohibido. Millones de pollos, vacas, cerdos, ovejas, cabras y caballos se transportan vivos para su comercio dentro de las fronteras de la Unión Europea, a menudo durante días y semanas. Van hacinados, soportando temperaturas extremas, heridos, con fracturas, a punto de parir, agonizando. No importa que muchos mueran durante la travesía: es un porcentaje contemplado en el plan de negocio.
Imagen de Eyes on Animals en Twitter: “Condiciones del ganado a bordo del Elbeik. Esto es lo que sufrieron antes de ser sacrificados”.
La UE dispone del Reglamento 1/2005 sobre la protección de los animales durante el transporte. Es una falacia de protección, pero es exigible, al menos, la observación de sus exiguas normas, que se incumplen de manera sistemática. Nadie controla de verdad el bienestar de los animales porque en sus propios términos es una descomunal patraña: no es posible bienestar alguno en la exportación de animales vivos. Ni siquiera nos estamos refiriendo (como moralmente debemos) al hecho mismo de criar y matar animales para el consumo humano. Nos referimos a que, al menos, lo que se transporte en largas y extremas travesías sea la carne ya muerta, los miembros ya despiezados, el semen de los reproductores. Una moral de mínimos. Para desatascar, aún con menor ahínco que el de Suez, el canal de nuestra empatía. Para, al menos, matar con coherencia: porque no importan sus vidas. Y así no caer en la paradoja de tener que matar por compasión.
La compañía apuesta por una gama de productos veganos que venderá al mismo precio que el resto de Telepizzas Gourmet y Quadrollers y se materializa con la incorporación de una línea de productos completa.
Telepizza, que lleva años impulsando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como parte de su compromiso con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, lanza ahora una nueva línea de productos 100% veganos para responder a la demanda social existente y al deseo de ese 57% de la sociedad que indica que estaría abierto a incorporar alimentos de origen vegetal en su dieta para cuidar del planeta.
La empresa pionera en delivery de pizza, con más de 30 años de historia en España, lanza Las Veguis, su primera línea de productos veganos de la mano de The Vegetarian Butcher, líder en el sector en la fabricación de alimentos basados en proteína vegetal, no modificados genéticamente, con diez años de experiencia liderando el mercado y propiedad de Unilever, y de Violife, la marca de quesos vegetales del grupo Upfield líder con la oferta más amplia del mercado.
Línea de productos
La compañía apuesta por una gama de productos veganos que venderá al mismo precio que el resto de Telepizzas Gourmet y Quadrollers y se materializa con la incorporación de una línea de productos completa. Son tres variedades de Telepizza veganas que incorporan como ingredientes el queso de Violife, y el NoPollo y NoPicada de The Vegetarian Butcher, y como snacks, los Nuggets 100% veganos de esta última marca. Todos los productos, con una materia prima de gran calidad y el sabor de siempre, se entregan con su propio packaging para evitar la contaminación entre alimentos. En cuanto a los productos veganos de Telepizza, los clientes pueden encontrar:
TelePizza Montaña Vegui: tomate, queso vegano, champiñón, cebolla y NoPollo
Nacho Martín, Chief Supply Chain Officer de Food Delivery Brands, grupo de restauración al que pertenece Telepizza, afirma: “La seguridad alimentaria es un pilar fundamental en Telepizza. Para el lanzamiento de la línea vegana, en el que llevamos mucho tiempo trabajando, hemos estudiado las mejores opciones y evitado errores cometidos por otras marcas. Hace ya años que los vegetarianos tienen muchos productos en nuestra carta (Telepizzas, helados, ensaladas…), pero para crear un producto 100% apto para veganos necesitábamos hacerlo desde la seguridad y la máxima transparencia, de la mano de partners como The Vegetarian Butcher y Violife que cuentan con una amplia experiencia en el sector”.
“Un año después de traer The Vegetarian Butcher al canal food service en España, estamos encantados de asociarnos con Telepizza y de ofrecer a los amantes de la carne una fabulosa experiencia sin carne -asegura Ana Palencia, directora de Sostenibilidad y Comunicación de Unilever España-; esta alianza constituye un paso importante a la hora de ofrecer a todo el mundo opciones absolutamente veganas para introducir a su dieta”.
Por su parte, Hugo Verkuil, CEO de The Vegetarian Butcher, admite estar emocionado por este acuerdo: “Hace diez años empezamos con el sueño de enamorar a los amantes de la carne ofreciéndoles todo el sabor y la textura, a base de proteína vegetal y sin sacrificar nada. Ahora, los consumidores de Telepizza podrán disfrutar de nuestra alternativa a los trozos de pollo y carne picada en su gama de Telepizzas veganas”.
“Desde Violife, una marca de Upfield, queremos acercar la alimentación plant-based o vegetal a todos los consumidores y consumidoras, ya sean veganos, vegetarianos, flexitarianos, intolerantes a la lactosa o con interés por cuidarse y por cuidar del planeta”, comenta Cristina Tomas, Marketing Project Lead de Violife. Y añade: “Con Violife ya no es necesario escoger entre sabor o sostenibilidad, ni tampoco comer siempre lo mismo. Para nosotros, la clave está en disfrutar y no en sacrificar. Cada vez es más fácil y accesible disfrutar de opciones 100% veganas y esta colaboración con Telepizza demuestra el avance imparable hacia una alimentación más respetuosa con el planeta y los animales”.
En Sociedad Vegana esperamos entusiastas el anuncio de la línea Las Veguis en los locales de Telepizza en otros países.
El veganismo está siendo adoptado por un número creciente de personas que intentan alternativas vegetales a la carne. El interés en América Latina es formidable.
Un récord de 500.000 personas se han inscrito en el desafío de Veganuary para comer sólo alimentos de origen vegetal durante un mes. El hito es el doble de los que se comprometieron a hacerse vegetarianos en enero de 2019, y un incremento de 100.000 personas con respecto a la campaña de 2020.
El periódico británico The Guardian escribe que una cuarta parte de quienes aceptan el desafío -125.000- viven en el Reino Unido, y que este año la mayoría de los supermercados británicos, incluyendo Tesco, han publicado anuncios de televisión y radio para promover el Veganuary por primera vez. Otros supermercados como Aldi, Asda e Iceland han creado páginas web y material impreso ad-hoc, incluyendo información y recetas. Por lo tanto, este año se observa una tendencia generalizada a favor del veganismo en el Reino Unido, país donde tuvo su origen la iniciativa Veganuary, juego de palabras entre Vegan y January.
Una reciente investigación del banco de inversiones UBS sobre alternativas a la carne basadas en plantas, como hamburguesas y salchichas veganas, muestra que un número creciente de personas están probando los nuevos productos. La proporción de personas que han probado las alternativas aumentó del 48% al 53% entre marzo y noviembre de 2020, según la encuesta de UBS, realizada entre 3.000 consumidores en el Reino Unido, Estados Unidos y Alemania. El sondeo también constató que la mitad de quienes prueban las alternativas a la carne basadas en plantas continúan comiéndolas al menos una vez a la semana.
Gran interés y adopción en América Latina
Veganuary es una campaña global que ha generado particular interés en América Latina, donde 150.000 personas se han inscrito este año, junto con 80.000 en los EE.UU. y 50.000 en Alemania.
Los participantes dan una serie de razones para elegir reducir la cantidad de alimentos animales en sus dietas, desde reducir el sufrimiento de los animales, mejorar la salud o disminuir el daño ambiental causado por la producción de alimentos. Mucha gente ya consume carne en exceso, y los científicos dicen que reducir el consumo de carne y pollos es la mejor manera de afrontar las crisis climáticas y de la fauna y flora silvestres.
“Realmente siento que la alimentación a base de plantas ya no es controvertida”, dijo Toni Vernelli de Veganuary. “Casi todo el mundo ha aceptado que debemos reducir los productos animales en nuestra dieta por razones ambientales.”
Aldi, uno de los supermercados que participan en la campaña, escribe en su sitio web: “Comer menos carne o evitar los productos animales es a menudo una manera transparente de mostrar que quieres hacer la diferencia.”
Al respaldar la iniciativa Veganuary y, en lo posible, adoptando el veganismo como filosofía y estilo de vida, podremos crear un mundo más seguro y armonioso para todos, contribuyendo a la vez a evitar futuras pandemias.
Una organización mundialmente reconocida, «Veganuary» tiene el compromiso de sensibilizar a la gente sobre los beneficios de hacerse vegano para el mes de enero y más allá. La organización enfrenta el cambio climático y busca prevenir nuevas pandemias. Ahora, usted quizás se pregunte cuál es el vínculo entre la comida y las pandemias.
La explicación radica en que la cría de animales está llevando a la deforestación y a la pérdida de biodiversidad. Esto en sí mismo es una preocupación creciente ya aunque la deforestación puede ser instantánea – por ejemplo mediante incendios forestales – la forestación es un proceso que toma décadas. Además, las granjas de pollos y cerdos son un semillero para la próxima pandemia mundial. Todas estas granjas ya nos han traído la gripe porcina, conocida como H1N1, y la gripe aviar, conocida como H5N1.
La humanidad está sufriendo sobremanera a causa de la pandemia del Coronavirus. Preocupan además las mutaciones recientemente descubiertas en el Reino Unido, que ya se propagan por todo el mundo. No podemos permitirnos enfrentarnos a otra pandemia mundial en este momento. Por lo tanto, para salvarnos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos, lo mejor que podemos hacer es cambiar a una dieta vegana. De paso estamos respetando y protegiendo la vida de seres inocentes.
Para promover estos principios y animar a más y más gente a probar el veganismo, muchos políticos y celebridades han firmado una carta de apoyo. Entre los participantes se encuentran Ricky Gervais, Bryan Adams, Jane Goodall, Chris Packhman y Paul McCartney.
En la carta abierta se afirma que la ganadería contribuye sustancialmente al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se cita una investigación de la Universidad de Oxford según la cual los productos animales crean más emisiones que casi todos los productos vegetales.
Los científicos han llegado a la conclusión de es necesario producir mil millones de toneladas de alimentos para criar a los animales para producción de carne y productos lácteos. Esto es mucho más de lo que se necesitaría si las personas se dedicaran a comer plantas. La producción de alimentos para animales ha causado una alarmante deforestación, y varios lugares del mundo están incluso perdiendo su biodiversidad. En la misiva se cita en particular el caso de Brasil.
Definitivamente, no podemos hacer frente a los cambios climáticos si seguimos utilizando productos animales. Para cambiar las condiciones climáticas, nosotros mismos tenemos que cambiar primero. Si dejamos de consumir productos animales, el nivel de emisiones bajará, mejorando en última instancia las condiciones climáticas.
La conclusión es que es posible crear un futuro mejor firmando el pacto de enero con Veganuary, ya que esto reducirá las emisiones de carbono y también animará a más y más gente a hacerse vegana en el futuro.
En su sitio web, Veganuary ofrece información completa en español sobre su cometido y beneficios del veganismo. «Desde 2014, Veganuary ha inspirado y ha apoyado a más de un millón de personas en 192 países para que prueben el veganismo en enero, y más allá. Hemos trabajado con empresas para aumentar la provisión de alimentos veganos en tiendas y restaurantes, y hemos hecho que el veganismo sea más visible y accesible a través de nuestro trabajo con los medios nacionales e internacionales».
Durante la campaña de 2020, más de 400.000 personas se comprometieron a probar una dieta vegana, mientras que más de 600 marcas, restaurantes y supermercados promovieron la campaña, y lanzaron más de 1200 nuevos productos y menús veganos sólo en el mercado del Reino Unido.