Hacerse vegano es cada vez más común, y el proceso es más fácil que nunca.
Tanto si las personas optan por el veganismo por razones éticas o medioambientales, o simplemente porque quieren adoptar una dieta saludable basada en plantas, ser vegano es realmente un acto de amor: hacia animales inocentes, hacia la sostenibilidad de nuestro planeta y hacia la propia salud.
Hace diez años, empecé como vegetariano y relativamente pronto -tres años más tarde- me di cuenta de que quería ser totalmente vegano. Me gustaría compartir con ustedes tres conclusiones de mi propia experiencia.
Pide consejos y opiniones a tus conocidos y amigos veganos
Si tienes un amigo vegano, no tengas miedo de preguntarle cómo vive un estilo de vida vegano. Estoy seguro de que estarán encantados de ayudarte a seguir una dieta vegana y de enseñarte el camino. Cuando empecé a llevar una dieta vegana, compartí experiencias, ideas, recetas, etc., con algunos amigos veganos. Por aquel entonces, el veganismo había empezado a cobrar fuerza y nos alegraba darnos cuenta de ello y compartir consejos, por ejemplo, sobre qué supermercados estaban incorporando opciones veganas en sus pasillos. Si no tienes ningún vegano en tu vida, echa un vistazo a los canales veganos de las redes sociales, que hay muchos.
Está bien cometer errores
Como en cualquier reto o experiencia, no pasa nada por cometer errores. Si accidentalmente comes algo que contiene queso o huevos, no debes reprocharte por ello. Incluso si no ha sido exactamente un accidente, reconoce que no pasa nada y que seguirás intentándolo. Un error o una elección que lamentes no significa que no seas vegano o que no te importe llevar una dieta vegana. Es preciso reconocer que al principio vas a cometer errores. Ciertamente yo cometí errores y comí algunos productos no veganos en mis primeros meses. Lo que hice fue reconocer que me esforzaba al máximo y continué mi camino. No te rindas cuando tengas un tropiezo. Sigue haciéndolo lo mejor que puedas y disfruta de la comida.
Puedes seguir comprando comida para llevar en tus restaurantes favoritos
A algunas personas les preocupa que cuando se vuelvan veganas, perderán toda su comida favorita. Afortunadamente, es 2021, y muchos establecimientos tienen opciones veganas. Ahora hay muchas más opciones y puedes seguir degustando la comida de un montón de restaurantes tanto establecidos como nuevos. Las startups veganas están floreciendo y la disponibilidad de opciones veganas está en todas partes.
Hacerse vegano –ya sea durante un mes o para toda la vida- merece la pena, no sólo por ti, sino también por el planeta y los animales. Para mí, hacerme vegano fue una de las mejores decisiones de mi vida.
La preocupación por la sostenibilidad global, la salud y la compasión por los animales, están haciendo que personas de todo el mundo examinen detenidamente sus hábitos de vida.
Recientemente referíamos un pronóstico según el cual los alimentos de origen vegetal van a dominar la economía. En efecto, el veganismo poco a poco va dejando de ser una dieta marginal o simple nicho de mercado. Aunque todo comenzó con pequeños emprendimientos, las grandes empresas tradicionales se van sumando al ver una oportunidad de negocio y lucro.
De hecho, se prevé que el mercado vegano mundial alcance los 31.400 millones de dólares en 2026. Aunque los veganos siguen siendo una parte relativamente pequeña de la población, numerosos países reportan una curva ascendente en el número de veganos. Iniciativas como Veganuary contribuyen a tal efecto. Cabe preguntarse entonces, ¿qué está liderando el cambio cultural?
El cambio proviene de las generaciones más jóvenes, que sitúan la salud personal, el bienestar de los animales y el cambio climático a la cabeza de sus hábitos de consumo. De hecho, el 87% de la Generación Z está más concienciada con el medio ambiente, y el 35% quiere no comer carne, según Finder. Más relevante aún es el incremento en el número de personas que no son estrictamente veganas pero que se consideran flexitarianas; es decir, que están probando antes de dar el paso definitivo hacia el veganismo como estilo de vida. Este término utilizado para describir a los consumidores ocasionales de carne es cada vez más popular. Otro avance importante son los productos cárnicos alternativos, cuyas ventas están creciendo a un ritmo anual del 24,5%, según Nielsen Total Food View.
Esta tendencia está influenciada por una serie de factores. La Generación Z quiere entender y tomar decisiones informadas sobre su nutrición y la cadena de suministro de alimentos. Se interesa por la forma en que el clima impacta los procesos productivos. Son conscientes de que la oferta puede acabar siendo eclipsada por la demanda debido a los problemas medioambientales que están surgiendo por doquier a escala global.
También tienen presente su salud y bienestar. Un estudio publicado en el British Medical Journal recomendaba reducir en un 50% el consumo de carne y azúcar por la salud de la persona media y del planeta.
Si consideramos la leche de origen vegetal como ejemplo, está claro que el veganismo no sólo se ha convertido en un debate global, sino que puede sustituir el uso de la leche de vaca tradicional en la próxima década. Un informe de AT Kearney sugiere que el 60% de la carne ya no procederá de animales, sino de carne cultivada o alternativas basadas en plantas para 2040. Pero mientras la alimentación está dando forma a nuestros mercados e incluso a las identidades culturales, está claro que esta transición holística afectará a todos los rincones de nuestro estilo de vida y del planeta.
Grandes oportunidades para nuevos emprendimientos
Aunque este sector del mercado está creciendo rápidamente, hay espacio para las nuevas empresas innovadoras que estén interesadas en emprender un negocio basado en plantas. Hay muchas maneras de que las empresas de nueva creación puedan crecer y aprovechar esta tendencia.
Un ejemplo de lo anterior es la consultoría sobre nutrición vegana y estilo de vida vegano. Esto obedece a que muchas personas o incluso empresas tienen intenciones de explorar el veganismo, pero no saben cómo hacerlo de forma sostenible. Los dietistas y asesores de salud formados pueden trabajar con los clientes y las empresas para lograr este objetivo. Al ayudar a los clientes en la transición a un estilo de vida vegano o principalmente basado en plantas, están ofreciendo un valioso servicio que eliminará el estrés y la ansiedad del proceso.
Al hacerse veganos, muchas personas se dan cuenta de que necesitan apoyo a la hora de encontrar tiendas de comestibles, planificación de comidas, productos de belleza e incluso ropa.
El auge de los influenciadores veganos
Las redes sociales han desempeñado un papel preponderante en la promoción de la concienciación y el veganismo. Un análisis de Brandwatch reveló que el veganismo es el tema de nutrición más popular cubierto por el 54% de los influenciadores de alimentos. Influencers como Tabitha Brown, Fearne Cotton, Kim Kardashian y Ariana Grande son veganas y tienen un gran número de seguidores. Como resultado, la comunidad global está creciendo en un entorno en el que los temas globales se discuten y enganchan a través de las redes sociales.
Cuando se trata de sumarse a esta tendencia internacional, las posibilidades son ilimitadas. No hay escasez de posibilidades en este mercado. Con más gente que nunca interesada en la sostenibilidad, los empresarios y start-ups pueden salir ganando si tienen en cuenta la sostenibilidad en su plan de negocio. Tener un negocio respetuoso con el medio ambiente sólo puede ser beneficioso y atraer a un mercado más amplio.
El veganismo, que antes se consideraba una dieta marginal, es ahora un movimiento mundial que crece a gran velocidad.
La organización británica Business Expert escribe que, de hecho, en los últimos diez años las cifras globales se han multiplicado por más de siete, especialmente entre los menores de 35 años.
El Reino Unido parece estar a la cabeza. Uno de cada ocho británicos, es decir, casi el 13% de la población, es ahora vegetariano o vegano, y otro 21% se identifica como flexitariano, lo que significa que al menos un tercio de la población sigue una dieta reducida en carne.
Entonces, ¿qué ha impulsado esta expansión masiva del comportamiento herbívoro? ¿Y cómo ha afectado eso, a su vez, a los negocios globales?
En un artículo acompañado de una llamativa infografía, Business Expert presenta una visión de conjunto sobre el crecimiento de la economía vegana, analizando por qué está ocurriendo y qué podemos esperar para las próximas décadas.
¿Qué está impulsando el aumento de la economía vegana?
Las estimaciones del mercado mundial de la alimentación vegana prevén que alcance los 31.400 millones de dólares en 2026.
Frente a la disminución del mercado mundial de la carne (una industria de 1,8 billones de dólares) en un 3% durante 2020, está claro que la economía basada en las plantas va a llenar el vacío.
En lo que respecta al cambio cultural, las pruebas sugieren que está siendo impulsado principalmente por las generaciones más jóvenes que sitúan el bienestar de los animales, la salud personal y la crisis climática al frente de sus elecciones como consumidores.
La Generación Z y la Generación del Milenio son, con creces, los grupos de edad más propensos a ser veganos y vegetarianos:
El 87,5% de la Generación Z se preocupa por el medio ambiente
El 41% de la Generación Z considera que el cambio climático es el problema más importante al que se enfrenta el planeta.
El 35% de la Generación Z aspira a no consumir carne en 2021.
El auge de los influencers veganos
No hay duda de que las redes sociales han desempeñado un papel crucial en la promoción del veganismo entre los más jóvenes. Como nativos digitales y de las redes sociales, los adolescentes de la Generación Z nunca han conocido un mundo sin Facebook, Tiktop e Instagram, observa Business Expert.
Un análisis realizado por Brandwatch muestra que el veganismo es, de hecho, el tema de nutrición más popular en las redes sociales, sobre el que escriben un 54% de los influencers de la alimentación.
“Personas como Ariana Grande, Lewis Hamilton, Kim Kardashian, Serena Williams y Moby son veganos y tienen un enorme seguimiento en las redes sociales”, señaló Scott McCulloch (fundador del esquema de cajas The Vegan Kind), a la publicación, agregando que “la Generación Z está creciendo en un entorno en el que se preocupan por el futuro del Planeta Tierra y utilizan las redes sociales para debatir y comprometerse con estos temas.”
La batalla por el centro del plato
Desde la hamburguesa vegetal de Mcdonalds hasta la suite vegana del hotel Hilton London Bankside, un sector tras otro está despertando al poder de la economía vegana.
Aunque en un principio se limitaba a empresas de nicho con una ética vegana fundamental, ahora vemos que marcas como Nestlé lanzan en Europa la hamburguesa Garden Gourmet’s Incredible, Kraft-Heinz vende mayonesa vegana y el gigante lácteo Danone lanza su primera gama Actimel de origen vegetal.
Dado que las proteínas constituyen un componente esencial de la mayoría de las comidas en la dieta occidental, “se trata de una batalla por el centro del plato”, como dice Justin Sherrard, estratega de Rabobank. Rabbard señala que el mercado de las proteínas vegetarianas es más interesante de lo que su tamaño actual denota por sí mismo, porque indica el cambio cultural más amplio que verá una reducción del dominio de la industria cárnica.
“Lo vegetal no es una amenaza”, afirma Wayne England, que dirige la estrategia alimentaria de Nestlé. “Al contrario, es una gran oportunidad para nosotros. Muchas de nuestras marcas actuales pueden jugar mucho más en este espacio de lo que lo hacen hoy, así que estamos acelerando ese cambio, y también hay espacio para nuevas marcas.”
¿Qué tamaño puede alcanzar la economía vegana?
Si utilizamos la industria de la leche vegetal como ejemplo, está claro que el veganismo no sólo se ha convertido en la corriente principal, sino que podría sustituir a la dieta tradicional en el próximo siglo.
Un informe de la consultora global AT Kearney llega a afirmar que, en 2040, el 60% de la carne ya no procederá directamente de los animales, sino que se derivará de carne cultivada o de alternativas vegetales.
Según estos cálculos, la industria cárnica convencional está a punto de ser sustituida en veinte años, un hecho notable si se tiene en cuenta que su valor es de 2 billones de dólares al año.
Dado que la alimentación condiciona nuestros mercados de trabajo, e incluso nuestras identidades religiosas y culturales, está claro que esta transición afectará a todos los rincones de nuestro planeta.
Recientemente, en Sociedad Vegana citábamos un informe titulado Food for Thought, publicado por Boston Consulting Group (BCG) y Blue Horizon Corporation, según el cual el consumo de carne habrá disminuido considerablemente para 2035 en Europa, a medida que las alternativas proteicas basadas en plantas alcancen la paridad de precio y calidad.
Los animales a bordo del buque Elbeik han dejado de sufrir. Para ellos, la muerte se convirtió en una bendición, por muy desgarrador que suene.
Muchos cadáveres seguían a bordo cuando el Elbeik atracó en Cartagena, España, mientras que otros 179 fueron descuartizados durante el viaje y arrojados al Mediterráneo, según explicó el capitán del buque.
El capitán había declarado inicialmente a las autoridades españolas que los animales se encontraban en buen estado de salud y bienestar, pero luego reconoció que sus condiciones se habían deteriorado progresivamente debido a la larga travesía de tres meses, y que la tasa de mortalidad aumentó a medida que se prolongaba el viaje.
“Terneros muertos y hacinados, sin posibilidad de tumbarse, conviviendo todos en el interior de un barco sucio y oxidado de 54 años, muy próximos entre sí, rodeados de una acumulación fétida y tóxica de heces y orina. Apretujados en su estrechura, con extremidades fracturadas, sedientos, moribundos, moviéndose con dificultad entre los cadáveres de los no habían soportado las condiciones del viaje y no pudieron evitar la muerte”. Estas demoledoras palabras son parte de un informe veterinario elaborado por inspectores del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, (MAPA), sobre el estado de los 1.776 terneros que viajaron hacia Turquía a bordo del buque Elbeik.
En su informe, los funcionarios relatan que “en al menos tres corrales se aprecian animales muertos y semienterrados en el estiércol de sus congéneres. Los terneros muestran signos de haber sufrido un viaje prolongado en malas condiciones, apreciándose una evidente pérdida de peso que en casos extremos llega a la caquexia (desnutrición extrema), problemas oculares, dermatológicos y motores. Muchos de los bebederos automáticos no funcionan y los sistemas de tuberías presentan fugas y roturas, por lo que los animales estaban sedientos”.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España es el mismo organismo estatal cuya incompetencia administrativa — un error en los certificados de origen de los animales — ocasionó el problema. En una declaración oficial publicada el 27 de febrero sobre la carga del Karim Allah, el gobierno español comunicó su decisión de prohibir el regreso a España de los 895 terneros transportados en ese barco. El comunicado busca responsabilizar a Turquía, aunque sin profundizar en sus razones ni aportar documentación. Turquía, en tanto, se limitó a prohibir el desembarco de los animales transportados no solo en el Karim Allah, sino también en el Elbeik, aduciendo que, según los documentos, los terneros provenían de sectores con brotes de lengua azul.
Las sospechas contra Madrid se ven acentuadas por su hermetismo, incluso después de haber recibido una petición formal de información enviada por el Comité de Investigación sobre Transporte Animal creado por el Parlamento Europeo al ministro de Agricultura de España, Luis Planas. Por si esto fuera poco, el sábado 27 de marzo surgió una nueva bandera roja cuando el ministerio en cuestión prohibió a la eurodiputada Anja Hazekamp abordar el buque Elbeik para inspeccionar la situación de los animales, a pesar de contar esta con autorización del capitán del barco.
Todo indica entonces que Madrid intentó primero disimular su propia ineptitud, para luego intentar encubrir las consecuencias. El transportista, propietario del Karim Allah, declaró en febrero que “el Estado español nunca ha pretendido resolver el problema y velar por el bienestar de los animales”.
La pesadilla de los terneros del Karim Allah y el Elbeik demuestra que no se puede garantizar el bienestar de los animales durante los viajes de larga distancia y que, en situaciones de crisis, las intervenciones son imposibles o ineficaces, especialmente cuando se trata de la exportación fuera de la UE.
No se sabe si los animales fueron siquiera alimentados en sus últimos días. Es bastante improbable, ya que su destino estaba sellado desde hace mucho tiempo, y todo lo relativo a ellos sólo ocasionaría un gasto adicional. Ahora, la disputa en España pasa por quién paga los costes de la matanza y la eliminación de los cadáveres. En un sistema indolente y cruel, donde los animales son simples mercancías, las verdaderas preocupaciones gravitan en torno al dinero.
En Sociedad Vegana hacemos, por la presente, un llamamiento a la Comisión Europea para que investigue a fondo e identifique y sancione a los individuos responsables de violar la legislación de la UE en materia de salud y bienestar animal. Dirigimos también un ruego al gobierno español, para que recapacite y coopere con la investigación, corrigiendo así sus maniobras de ofuscación y bloqueo en contra de la eurodiputada.
Eurogroup for Animals, junto con sus 70 miembros de toda Europa, pondrá de manifiesto los fallos y la escasa aplicación de la actual legislación sobre bienestar animal y pedirá a la Comisión Europea que se comprometa a revisar toda la legislación, “sin dejar a ningún animal atrás”.
Las organizaciones firmantes tienen 7 demandas, que abarcan diferentes aspectos del bienestar animal. Una de ellas tiene relación con el trágico destino sufrido por los animales a bordo del Karim Allah y el Elbeik: “Cada año, millones de pollos, ovejas, cabras, caballos, cerdos y bovinos son transportados vivos dentro de la UE y a terceros países. Los viajes pueden durar varios días o incluso semanas, exponiendo a los animales al agotamiento, deshidratación, lesiones, enfermedades e incluso la muerte. Las investigaciones llevadas a cabo por los miembros de Eurogroup for Animals han descubierto en repetidas ocasiones graves infracciones del Reglamento de Transporte de la UE”. El documento menciona el caso específico de los citados barcos.
Esperemos que la campaña consiga crear conciencia y sensibilidad entre los políticos europeos, y que tal sensibilidad se traduzca en la abolición del transporte de animales vivos. Esto, a su vez, podría inspirar a otras naciones, a otros gobiernos, a instaurar políticas similares.
Nos sumamos a la petición a las instituciones de la UE, de utilizar la actual revisión de la normativa con miras a poner fin al transporte de larga distancia de animales vivos, permitiendo únicamente el transporte de carne.
Idealmente, todo el comercio de carne debería ser cosa del pasado, pero esa es otra historia.
El rápido crecimiento de las alternativas vegetales a la carne hará que Europa alcance el tope de consumo de carne en 2035, según un nuevo informe.
El estudio Food for Thought, publicado por Boston Consulting Group (BCG) y Blue Horizon Corporation, sugiere que el consumo de carne habrá disminuido considerablemente para 2035 en Europa, a medida que las alternativas proteicas basadas en plantas alcancen la paridad de precio y calidad.
Sólo en 2020, los consumidores de todo el mundo comieron 574 millones de toneladas métricas de carne, marisco, lácteos y huevos, lo que equivale a casi 75 kilogramos por persona. En comparación, el año pasado se consumieron en todo el mundo alrededor de 13 millones de toneladas métricas de alternativas proteicas, lo que supone sólo el 2% del mercado.
El informe prevé que las proteínas de origen vegetal conquisten el 11% del mercado de la carne, el marisco y los productos lácteos en 2035, llegando a 97 millones de toneladas métricas.
Con el crecimiento del veganismo en todo el mundo, un número creciente de personas ya ha hecho el cambio a las alternativas basadas en plantas.
Opción cada vez más popular en Europa
Una investigación realizada en 2020 por la cadena alemana de supermercados vegetales Veganz constató que el número de veganos sólo en Alemania se había duplicado en cuatro años, pasando de 1,3 millones a 2,6 millones, es decir, el 3,2% de la población. El estudio también analizó los hábitos de consumo en seis países europeos, entre ellos Austria, Portugal y Francia. Por término medio, alrededor de un tercio de estos tres países se identificó como “flexitariano”, habiendo tomado la decisión de comer menos carne.
En el Reino Unido, país donde surgió la iniciativa Veganuary, un 2% de la población dice ser vegana.
Entre las ventajas de cambiarse a las proteínas de origen vegetal se encuentran la reducción de las emisiones de carbono, la disminución de las preocupaciones éticas y la reducción del impacto medioambiental de la cría intensiva de animales, afirman los científicos.
La reducción en el consumo de carne eliminará de la atmósfera tantas emisiones de dióxido de carbono como las que emite Japón en un año y ahorrará suficiente agua para abastecer a la ciudad de Londres durante 40 años.
Pero con un esfuerzo concertado por parte de los reguladores, además de las innovaciones tecnológicas para fabricar productos más baratos y de mejor calidad, este porcentaje podría llegar al 22% en la próxima década.
Tod Bradbury, director de campañas de la organización benéfica de defensa de los derechos de los animales Animal Aid, declaró: “El informe Food for Thought es una lectura muy positiva. No es de extrañar que en un futuro próximo el consumo de carne disminuya hasta el punto de que las proteínas vegetales constituyan una parte importante del consumo mundial de proteínas. La producción de proteínas y alimentos de origen vegetal requiere menos recursos y produce muchas menos emisiones de gases de efecto invernadero que la carne y los productos lácteos, y por supuesto no requieren el sacrificio y la explotación innecesarios de los animales”.
La eurodiputada holandesa Anja Hazekamp suele ir a los puertos para inspeccionar el estado de los animales en calidad de observadora y nunca le habían prohibido la entrada a un buque. Mientras que el capitán del Elbeik autorizó su ingreso, el Gobierno de España se lo prohibió.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) denegó el sábado 27 de marzo el acceso a bordo del buque Elbeik a la eurodiputada holandesa Anja Hazekamp, vicepresidenta de la Comisión de Investigación sobre Protección de los Animales durante el Transporte del Parlamento Europeo, que viajó ayer a Cartagena con la intención de controlar cómo se está produciendo el sacrificio de los terneros del Elbeik, ya que el capitán del buque sí que le dio permiso para subir.
En declaraciones al diario español La Opinión, Hazekamp explicó que suele ir a los puertos para inspeccionar el estado de los animales a bordo en calidad de observadora como miembro de esta Comisión y nunca le habían denegado la entrada a un buque. A juicio de la eurodiputada, es evidente que las autoridades españolas, específicamente el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, están tratando de ocultar información. Este inédito proceder no se ajustaría a los protocolos vigentes, por lo que Hazekamp denunciará a España ante el Parlamento Europeo.
Hace tres días que se inició el sacrificio de las 1.600 reses a bordo de este buque. El jueves pasado, el primer día, los técnicos de la MAPA sacrificaron en Escombreras a 380 vacas y el viernes a 450. Al respecto, la eurodiputada Hazekamp dijo sospechar de los métodos que están utilizando para sacrificarlos. “Con la velocidad y la poca trasparencia con la que está actuando el Ministerio, probablemente no están aturdiendo a los animales de manera eficaz, creándoles así un sufrimiento innecesario”.
El procedimiento para sacrificar a las reses difícilmente pudo haber tomado por sorpresa al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España. La organización Igualdad Animal lleva semanas exigiendo al Ministerio conocer cómo van a sacrificar a las reses y más información sobre el caso. La propia eurodiputada Hazekamp, a través de la Comisión Europea, envió una petición de información al Gobierno español de la que no ha obtenido respuesta.
Asimismo, Hazekamp no entiende por qué no se ha puesto freno a la exportación de animales en el puerto de Cartagena después del escándalo de los buques Karim Allah y Elbeik.
Igualdad Animal informa además que cuatro barcos de ganado españoles, tres de ellos que zarparon desde Cartagena, se encuentran inmovilizados en el Canal de Suez después de que un buque atascado haya bloqueado su acceso. El diario The Guardian, en tanto, escribe que un total de 20 barcos que transportan animales vivos se encuentran en la misma situación en el canal.
En Twitter Anja Hazekamp comentó: “Mientras las vacas del barco #Elbeik son sacrificadas, la exportación criminal de animales vivos continúa”.
Consumidos hasta la caquexia por la desnutrición. Peleándose a muerte por unas pocas gotas porque no hay agua al alcance. Así encontraron los inspectores veterinarios a los terneros del buque Elbeik, varado en el puerto de Cartagena tras vagar durante tres meses por el Mediterráneo.
179 cadáveres junto a 1.610 supervivientes, algunos moribundos. Tan hacinados que no pueden tumbarse. Con los pies hundidos en un magma de heces, orines, vómitos y sangre. Con fracturas abiertas, ojos reventando por la infección, hongos que invaden todo el cuerpo, tambaleante de neuropatías. Consumidos hasta la caquexia por la desnutrición. Peleándose a muerte por unas pocas gotas porque no hay agua al alcance. Así encontraron los inspectores veterinarios a los terneros del buque Elbeik, varado en la dársena de Escombreras del puerto de Cartagena tras vagar durante tres meses por el Mediterráneo. Así lo reflejaron en un escandaloso informe que debiera estar ocupando tanto espacio informativo como ocupa ahora el Ever Give, ese buque que ha encallado en el Canal de Suez. Cargado de contenedores, ha causado mucho más revuelo mediático que el otro, cargado de vidas, porque el Ever Give tapona las rutas del comercio, de los ingresos económicos, de las divisas extranjeras, mientras que el Elbeik solo obstruye los canales de la bondad, de la empatía, de la compasión, de la justicia. Esos dos buques son hoy un fiel retrato de lo que somos.
Tan espantoso era el estado de los terneros, que el Ministerio de Agricultura informó a la empresa responsable de su transporte de que debía proceder a su “sacrificio” (para referirse a estos crímenes, el sistema siempre utiliza esa palabra, como si aún tuviéramos que embadurnarnos de sangre ajena para complacer a algún dios implacable). Y quienes llevábamos muchos días sufriendo por esos animales sentimos el más desolador de los alivios: con su muerte, acabaría por fin el infierno que ha sido su vida. A esta paradoja moral hemos sido abocadas. Le han llamado “eutanasia”, desde una perversión lingüística que adultera el significado benefactor de esa palabra de justa actualidad. Si bien la muerte de los terneros pondría fin a su sufrimiento, ese sufrimiento podría haberse evitado antes, debiera haberse evitado mucho antes, si sus vidas no hubieran sido consideradas meras mercancías, si sus cuerpos no hubieran sido aviesamente confundidos con objetos, si su existencia no se identificara con un mero negocio, si no hubieran sido víctimas, desde el instante mismo de su nacimiento, de una absoluta desconsideración por su sentir. No se trataba de poner fin a una vida que ha perdido su dignidad, sino de acabar por fin con unas vidas que nunca la han conocido.
Para justificar esas muertes, el Ministerio de Agricultura adujo razones “sanitarias”, en referencia a la presunta ‘lengua azul’ que impidió que fueran descargados en Turquía, en Libia, en Egipto, en Chipre y en Grecia, aunque esa enfermedad no haya sido oficialmente confirmada. Como desechos morales del sistema, los terneros encerrados en el barco vagaron durante tres meses a la deriva. Tres meses. El Ministerio se refirió también al “bienestar animal” para ordenar el “sacrificio”. La situación de los terneros obligaba a matar por compasión. Y, después de esos tres meses, deseamos semejante paradoja, el alivio del crimen, pues no esperamos de un sistema cruel por definición que se plantee siquiera el rescate y la asistencia humanitaria de sus víctimas. Pero estamos obligadas a preguntarnos, a saber, por qué su situación era esa y por qué sucedía, además, solo una semana después de que otros 864 terneros fueran matados en el mismo puerto de Cartagena tras haber llegado a bordo del buque Karim Allah.
Las respuestas son muy simples, solo hay que querer oírlas, escuchando a las entidades animalistas que se han preocupado por conocer la verdad frente a una falta de transparencia que es escandalosa: ¿por qué, si no, la prensa no ha sido autorizada a acceder a los barcos? Martina Stephany, directora de la organización austriaca Four Paws, viajó a Cartagena para documentar lo sucedido en la medida que el sistema permite: lo más lejos posible. Escucharla, como escuchar a Igualdad Animal, que también ha estado allí, es encontrar esas respuestas. El sistema del consumo de carne permite exportar a millones de animales vivos en largas travesías que -incluso llegando a su destino, sin que se rechace su desembarco, como ha sucedido con el Karim Allah y con el Elbeik- suponen una tortura para ellos. Exportar animales vivos a terceros países debiera estar prohibido. Millones de pollos, vacas, cerdos, ovejas, cabras y caballos se transportan vivos para su comercio dentro de las fronteras de la Unión Europea, a menudo durante días y semanas. Van hacinados, soportando temperaturas extremas, heridos, con fracturas, a punto de parir, agonizando. No importa que muchos mueran durante la travesía: es un porcentaje contemplado en el plan de negocio.
La UE dispone del Reglamento 1/2005 sobre la protección de los animales durante el transporte. Es una falacia de protección, pero es exigible, al menos, la observación de sus exiguas normas, que se incumplen de manera sistemática. Nadie controla de verdad el bienestar de los animales porque en sus propios términos es una descomunal patraña: no es posible bienestar alguno en la exportación de animales vivos. Ni siquiera nos estamos refiriendo (como moralmente debemos) al hecho mismo de criar y matar animales para el consumo humano. Nos referimos a que, al menos, lo que se transporte en largas y extremas travesías sea la carne ya muerta, los miembros ya despiezados, el semen de los reproductores. Una moral de mínimos. Para desatascar, aún con menor ahínco que el de Suez, el canal de nuestra empatía. Para, al menos, matar con coherencia: porque no importan sus vidas. Y así no caer en la paradoja de tener que matar por compasión.
La compañía apuesta por una gama de productos veganos que venderá al mismo precio que el resto de Telepizzas Gourmet y Quadrollers y se materializa con la incorporación de una línea de productos completa.
Telepizza, que lleva años impulsando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como parte de su compromiso con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, lanza ahora una nueva línea de productos 100% veganos para responder a la demanda social existente y al deseo de ese 57% de la sociedad que indica que estaría abierto a incorporar alimentos de origen vegetal en su dieta para cuidar del planeta.
La empresa pionera en delivery de pizza, con más de 30 años de historia en España, lanza Las Veguis, su primera línea de productos veganos de la mano de The Vegetarian Butcher, líder en el sector en la fabricación de alimentos basados en proteína vegetal, no modificados genéticamente, con diez años de experiencia liderando el mercado y propiedad de Unilever, y de Violife, la marca de quesos vegetales del grupo Upfield líder con la oferta más amplia del mercado.
Línea de productos
La compañía apuesta por una gama de productos veganos que venderá al mismo precio que el resto de Telepizzas Gourmet y Quadrollers y se materializa con la incorporación de una línea de productos completa. Son tres variedades de Telepizza veganas que incorporan como ingredientes el queso de Violife, y el NoPollo y NoPicada de The Vegetarian Butcher, y como snacks, los Nuggets 100% veganos de esta última marca. Todos los productos, con una materia prima de gran calidad y el sabor de siempre, se entregan con su propio packaging para evitar la contaminación entre alimentos. En cuanto a los productos veganos de Telepizza, los clientes pueden encontrar:
TelePizza Montaña Vegui: tomate, queso vegano, champiñón, cebolla y NoPollo
Nacho Martín, Chief Supply Chain Officer de Food Delivery Brands, grupo de restauración al que pertenece Telepizza, afirma: “La seguridad alimentaria es un pilar fundamental en Telepizza. Para el lanzamiento de la línea vegana, en el que llevamos mucho tiempo trabajando, hemos estudiado las mejores opciones y evitado errores cometidos por otras marcas. Hace ya años que los vegetarianos tienen muchos productos en nuestra carta (Telepizzas, helados, ensaladas…), pero para crear un producto 100% apto para veganos necesitábamos hacerlo desde la seguridad y la máxima transparencia, de la mano de partners como The Vegetarian Butcher y Violife que cuentan con una amplia experiencia en el sector”.
“Un año después de traer The Vegetarian Butcher al canal food service en España, estamos encantados de asociarnos con Telepizza y de ofrecer a los amantes de la carne una fabulosa experiencia sin carne -asegura Ana Palencia, directora de Sostenibilidad y Comunicación de Unilever España-; esta alianza constituye un paso importante a la hora de ofrecer a todo el mundo opciones absolutamente veganas para introducir a su dieta”.
Por su parte, Hugo Verkuil, CEO de The Vegetarian Butcher, admite estar emocionado por este acuerdo: “Hace diez años empezamos con el sueño de enamorar a los amantes de la carne ofreciéndoles todo el sabor y la textura, a base de proteína vegetal y sin sacrificar nada. Ahora, los consumidores de Telepizza podrán disfrutar de nuestra alternativa a los trozos de pollo y carne picada en su gama de Telepizzas veganas”.
“Desde Violife, una marca de Upfield, queremos acercar la alimentación plant-based o vegetal a todos los consumidores y consumidoras, ya sean veganos, vegetarianos, flexitarianos, intolerantes a la lactosa o con interés por cuidarse y por cuidar del planeta”, comenta Cristina Tomas, Marketing Project Lead de Violife. Y añade: “Con Violife ya no es necesario escoger entre sabor o sostenibilidad, ni tampoco comer siempre lo mismo. Para nosotros, la clave está en disfrutar y no en sacrificar. Cada vez es más fácil y accesible disfrutar de opciones 100% veganas y esta colaboración con Telepizza demuestra el avance imparable hacia una alimentación más respetuosa con el planeta y los animales”.
En Sociedad Vegana esperamos entusiastas el anuncio de la línea Las Veguis en los locales de Telepizza en otros países.
El veganismo está siendo adoptado por un número creciente de personas que intentan alternativas vegetales a la carne. El interés en América Latina es formidable.
Un récord de 500.000 personas se han inscrito en el desafío de Veganuary para comer sólo alimentos de origen vegetal durante un mes. El hito es el doble de los que se comprometieron a hacerse vegetarianos en enero de 2019, y un incremento de 100.000 personas con respecto a la campaña de 2020.
El periódico británico The Guardian escribe que una cuarta parte de quienes aceptan el desafío -125.000- viven en el Reino Unido, y que este año la mayoría de los supermercados británicos, incluyendo Tesco, han publicado anuncios de televisión y radio para promover el Veganuary por primera vez. Otros supermercados como Aldi, Asda e Iceland han creado páginas web y material impreso ad-hoc, incluyendo información y recetas. Por lo tanto, este año se observa una tendencia generalizada a favor del veganismo en el Reino Unido, país donde tuvo su origen la iniciativa Veganuary, juego de palabras entre Vegan y January.
Una reciente investigación del banco de inversiones UBS sobre alternativas a la carne basadas en plantas, como hamburguesas y salchichas veganas, muestra que un número creciente de personas están probando los nuevos productos. La proporción de personas que han probado las alternativas aumentó del 48% al 53% entre marzo y noviembre de 2020, según la encuesta de UBS, realizada entre 3.000 consumidores en el Reino Unido, Estados Unidos y Alemania. El sondeo también constató que la mitad de quienes prueban las alternativas a la carne basadas en plantas continúan comiéndolas al menos una vez a la semana.
Gran interés y adopción en América Latina
Veganuary es una campaña global que ha generado particular interés en América Latina, donde 150.000 personas se han inscrito este año, junto con 80.000 en los EE.UU. y 50.000 en Alemania.
Los participantes dan una serie de razones para elegir reducir la cantidad de alimentos animales en sus dietas, desde reducir el sufrimiento de los animales, mejorar la salud o disminuir el daño ambiental causado por la producción de alimentos. Mucha gente ya consume carne en exceso, y los científicos dicen que reducir el consumo de carne y pollos es la mejor manera de afrontar las crisis climáticas y de la fauna y flora silvestres.
“Realmente siento que la alimentación a base de plantas ya no es controvertida”, dijo Toni Vernelli de Veganuary. “Casi todo el mundo ha aceptado que debemos reducir los productos animales en nuestra dieta por razones ambientales.”
Aldi, uno de los supermercados que participan en la campaña, escribe en su sitio web: “Comer menos carne o evitar los productos animales es a menudo una manera transparente de mostrar que quieres hacer la diferencia.”
Al respaldar la iniciativa Veganuary y, en lo posible, adoptando el veganismo como filosofía y estilo de vida, podremos crear un mundo más seguro y armonioso para todos, contribuyendo a la vez a evitar futuras pandemias.
Una organización mundialmente reconocida, «Veganuary» tiene el compromiso de sensibilizar a la gente sobre los beneficios de hacerse vegano para el mes de enero y más allá. La organización enfrenta el cambio climático y busca prevenir nuevas pandemias. Ahora, usted quizás se pregunte cuál es el vínculo entre la comida y las pandemias.
La explicación radica en que la cría de animales está llevando a la deforestación y a la pérdida de biodiversidad. Esto en sí mismo es una preocupación creciente ya aunque la deforestación puede ser instantánea – por ejemplo mediante incendios forestales – la forestación es un proceso que toma décadas. Además, las granjas de pollos y cerdos son un semillero para la próxima pandemia mundial. Todas estas granjas ya nos han traído la gripe porcina, conocida como H1N1, y la gripe aviar, conocida como H5N1.
La humanidad está sufriendo sobremanera a causa de la pandemia del Coronavirus. Preocupan además las mutaciones recientemente descubiertas en el Reino Unido, que ya se propagan por todo el mundo. No podemos permitirnos enfrentarnos a otra pandemia mundial en este momento. Por lo tanto, para salvarnos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos, lo mejor que podemos hacer es cambiar a una dieta vegana. De paso estamos respetando y protegiendo la vida de seres inocentes.
Para promover estos principios y animar a más y más gente a probar el veganismo, muchos políticos y celebridades han firmado una carta de apoyo. Entre los participantes se encuentran Ricky Gervais, Bryan Adams, Jane Goodall, Chris Packhman y Paul McCartney.
En la carta abierta se afirma que la ganadería contribuye sustancialmente al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se cita una investigación de la Universidad de Oxford según la cual los productos animales crean más emisiones que casi todos los productos vegetales.
Los científicos han llegado a la conclusión de es necesario producir mil millones de toneladas de alimentos para criar a los animales para producción de carne y productos lácteos. Esto es mucho más de lo que se necesitaría si las personas se dedicaran a comer plantas. La producción de alimentos para animales ha causado una alarmante deforestación, y varios lugares del mundo están incluso perdiendo su biodiversidad. En la misiva se cita en particular el caso de Brasil.
Definitivamente, no podemos hacer frente a los cambios climáticos si seguimos utilizando productos animales. Para cambiar las condiciones climáticas, nosotros mismos tenemos que cambiar primero. Si dejamos de consumir productos animales, el nivel de emisiones bajará, mejorando en última instancia las condiciones climáticas.
La conclusión es que es posible crear un futuro mejor firmando el pacto de enero con Veganuary, ya que esto reducirá las emisiones de carbono y también animará a más y más gente a hacerse vegana en el futuro.
En su sitio web, Veganuary ofrece información completa en español sobre su cometido y beneficios del veganismo. «Desde 2014, Veganuary ha inspirado y ha apoyado a más de un millón de personas en 192 países para que prueben el veganismo en enero, y más allá. Hemos trabajado con empresas para aumentar la provisión de alimentos veganos en tiendas y restaurantes, y hemos hecho que el veganismo sea más visible y accesible a través de nuestro trabajo con los medios nacionales e internacionales».
Durante la campaña de 2020, más de 400.000 personas se comprometieron a probar una dieta vegana, mientras que más de 600 marcas, restaurantes y supermercados promovieron la campaña, y lanzaron más de 1200 nuevos productos y menús veganos sólo en el mercado del Reino Unido.