La empresa plantea una enfoque comercial sin precedentes, al preguntar a sus clientes “¿hamburguesa normal o con carne?”
El 25 de agosto se celebró en el Reino Unido el Día Nacional de la Hamburguesa, por lo que Burger King regaló 10.000 Whoppers y Royales veganos. La promoción “Whopper Swapper” tenía por objetivo animar a los clientes a cambiarse a su línea vegana, o al menos probarla.
La Whopper Vegana de Burger King es una hamburguesa de soja con tomate, lechuga, mayonesa vegana, pepinillos, ketchup y cebolla en rodajas. La Vegan Royale es una hamburguesa vegana apanada con lechuga iceberg y mayonesa vegana.
Para conseguir la hamburguesa gratis, sólo fue necesario descargar la aplicación de Burger King en la App Store o en Google Play. Los clientes podían añadir la hamburguesa vegana al pedido, elegir un restaurante participante y pagar. No se requirió una compra mínima, y la única limitación fue una hamburguesa gratuita por cliente hasta agotar existencias.
El menú de Burger King en el Reino Unido estará libre de carne en un 50% para 2030. La promoción Whopper Swapper de Burger King es una de las numerosas iniciativas para conseguir que los británicos prueben los platos de su menú a base de plantas.
“Estamos increíblemente orgullosos de nuestro nuevo menú sin carne”, dijo la directora de marketing de Burger King UK, Katie Evans, en un comunicado. “Ofrece absolutamente un gran sabor sin concesiones y refleja nuestro compromiso continuo de servir a nuestros clientes una gama de productos diversa e innovadora”.
Además de su establecimiento libre de carne en Londres, Burger King está probando menús similares en Alemania, Suiza, Austria, España y Chile.
En Austria, Burger King llevó a cabo una campaña similar a la de Whopper Swapper, en la que preguntaba a los clientes si querían Whoppers “normales o con carne”, comercializando esencialmente la carne vegetal como la norma. Las reacciones de los clientes se filmaron como parte de un spot publicitario para acompañar la campaña y muchos respondieron positivamente.
“En Burger King estamos convirtiendo nuestros productos sin carne en un elemento permanente del menú, porque la carne ya no es algo natural para todo el mundo”, dijo Jan-Christoph Küster, Director de Marketing del Grupo TQSR, el franquiciado principal austriaco de la marca Burger King, en un comunicado. “Con la provocadora pregunta ‘¿Normal o carne?’, queremos demostrar que nos tomamos en serio a nuestros clientes y sus necesidades”.
En el Día Mundial de la Leche Vegetal, reflexionemos sobre el hecho que los productos lácteos provienen de una industria aborrecible, que abusa sistemáticamente de madres y crías durante años, para luego enviarlas al matadero, ya sea siendo terneros, o seis años después, como vacas lecheras ya “gastadas”, en palabras de la propia industria.
El 22 de agosto es el Día Mundial de la Leche Vegetal, una jornada internacional que celebra las numerosas alternativas veganas a la leche de vaca. El ascenso del veganismo ha provocado un auge tanto en la variedad como en la disponibilidad de las leches vegetales.
Desde nuestra infancia, la mayoría hemos visto publicidad que muestra a granjeros atentos que ordeñan con cariño a sus vacas, casi siempre teniendo como telón de fondo idílicos paisajes bucólicos. El propósito: hacernos suponer que la leche es producida para el consumo humano de forma natural, que es saludable, y que ordeñar a las vacas es casi un acto de amabilidad, claro, al aliviarlas del peso que cargan en sus ubres hinchadas. Sin embargo, lo que nos han contado sobre los lácteos es una mentira, una táctica mercadotécnica, un engaño deliberado.
La mayoría de la gente se cree los embustes que le cuentan sobre la industria láctea. Una industria tan grande, omnipresente, que genera empleos, frecuentemente subsidiada por el Estado no puede ser mala, ¿verdad?
Lo que la mayoría de la gente no sabe es que la producción de leche es un proceso cruel e inhumano por diseño.
Como todo mamífero, las vacas no dan leche sin tener terneros. Para que una vaca produzca leche, antes debe haberse producido un embarazo y parto. La vaca tampoco produce leche sin tener un estímulo, que por naturaleza habría sido la visualización de su ternero o la succión mamaria de este. En la industria de la leche, esto no es posible, ya que esa leche está pensada para el consumo humano, por lo que se usan estímulos como el masaje mecánico de las ubres.
Como la producción de leche sólo se activa después de un parto y no suele durar más de 10 semanas, es necesario que la vaca para una vez al año, que comience a producir leche poco después de parir y que vuelva a quedarse preñada mientras aún produce leche. Por esto, los ciclos reproductivos de las vacas lecheras se solapan unos con otros, dejando apenas dos meses sin ordeñar (al final del embarazo), con un corto período de recuperación de las ubres antes del siguiente ciclo.
Entonces, la vaca da a luz, comienza el ordeño. A los 60 días vuelve a quedar preñada. Se ordeña leche 300 días más, aproximadamente. Se deja 50 días de recuperación de las ubres. Se insemina artificialmente a la vaca y a los 9 meses se produce otro parto.
Cuando nacen las crías, se les retira de sus madres a las pocas horas. Esto se hace para que las vacas puedan ser ordeñadas para obtener la máxima cantidad de leche posible para el consumo humano, y las crías puedan ser destinadas a la producción de carne de ternera. Los terneros suelen ser atados dentro de pequeños cubículos en los que prácticamente no pueden moverse. Debido a la falta de movimiento, su carne se mantiene pálida y tierna, ideal para los platos a base de ternera. Los terneros se mantienen solos durante aproximadamente dos meses y se les alimenta con un sustituto de la leche. Las terneras hembras acabarán sufriendo el mismo destino que sus madres, mientras que los machos tienen como destino el mercado de la carne. En el caso de Chile, algunos terneros, o “novillos”, no sólo sufren el trauma de ser apartados de sus madres después de nacer, sino también son explotados en el rodeo, un “deporte tradicional”.
Pero las vacas madre forman poderosos vínculos con sus bebés, al igual que los humanos. Ser separadas de sus crías es enormemente traumático, y a menudo llorarán y bramarán por ellas durante días después de la separación.
Las vacas utilizadas en la industria láctea han sido criadas selectivamente para que produzcan alrededor de 4,5 veces más leche de la que producirían de forma natural. Esto significa que a menudo sufren de mastitis, una dolorosa inflamación de la ubre.
Debido al entorno en el que se encuentran, y al hecho de que se ven obligadas a estar de pie sobre suelos de concreto durante largos periodos, las vacas suelen cojear. La cojera también se produce por la desnutrición, el corte inadecuado de sus pezuñas, las infecciones y la mala calidad de las instalaciones.
Los productos lácteos son sumamente perjudiciales para el medio ambiente, al consumir muchos más recursos y contaminar más que las leches vegetales, desde todo parámetro de comparación. En términos de uso de la tierra, uso de agua dulce y emisiones de gases de efecto invernadero, los lácteos son, lejos, la leche más nociva que hay. Aparte de ello, el consumo de lácteos es nocivo para el ser humano.
Según la ONU, por cada litro de leche, los productos lácteos utilizan 8,95 m2 de tierra (la segunda en uso de espacio, la leche de avena, utiliza 0,76 m2). Un litro de leche también requiere 628,2 litros de agua dulce (la segunda más alta, la leche de almendras, requiere 371,46 litros). Ese mismo litro de lácteos también emite 3,15 kg de gases de efecto invernadero (en segundo lugar se sitúa la leche de arroz, que emite 1,18 kg).
El metano es un gas de efecto invernadero muy dañino. De hecho, los expertos predicen que es unas 80 veces más potente que el carbono cuando se libera a la atmósfera. Sin embargo, tiene una vida media mucho más corta, persistiendo alrededor de una década antes de degradarse en CO2. Esto significa que la reducción del metano podría dar a la humanidad más tiempo para abordar las emisiones de carbono. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), sostuvo recientemente que “reducir el metano es el elemento más potente que tenemos para frenar el cambio climático en los próximos 25 años y complementa los esfuerzos necesarios para reducir el dióxido de carbono”. Un informe de la ONU de 2021 afirmaba que los países deben realizar “reducciones fuertes, rápidas y sostenidas” del metano y que “reducir ese gas es la estrategia más importante y rápida para frenar el calentamiento global”.
Según la WWF, en el mundo hay 270 millones de vacas lecheras, y su número va en aumento a la par con una mayor demanda proveniente principalmente de China. En su sitio web, la entidad escribe: “Las vacas lecheras y su estiércol producen emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. La mala manipulación del estiércol y los fertilizantes puede degradar los recursos hídricos locales. Y la cría de ganado lechero y la producción de piensos no sostenibles pueden provocar la pérdida de zonas de importancia ecológica, como praderas, humedales y bosques”.
El matadero, fin del camino
Una vez que sus cuerpos se cansan y empiezan a producir menos leche, la industria láctea concluye que las vacas están “gastadas” y, por lo tanto, listas para el matadero. De forma natural, los bovinos pueden vivir unos 25 años, pero en la industria láctea las vacas suelen ser sacrificadas a los seis años.
Cuando llegan al matadero, son aturdidas con una pistola de perno cautivo que debería dejarlas inconscientes. Pero esto se hace a menudo de forma inadecuada; se obliga a los animales a entrar en la caja de aturdimiento, pero al entender lo que está por ocurrir muchas de ellas son invadidas por el terror, desesperándose e intentando escapar. Esto significa que puede ser difícil para los matarifes disparar el perno en el lugar correcto de la cabeza. Por ello, las vacas suelen estar vivas cuando son colgadas de las patas con el fin de degollarlas.
La industria láctea es cruel. Las vacas no merecen este abuso sistemático, con sus órganos reproductivos maltratados, con continuos ciclos de separación entre madres y crías. Con el matadero como destino final.
La industria láctea es un sector insostenible que somete a millones de animales a una vida de sufrimiento. Pero no tiene por qué ser así. Las numerosas opciones de leches vegetales son parte de la respuesta.
Y aunque la perspectiva ecológica, la sostenibilidad y los beneficios para la salud humana son evidentes y relevantes, elegir las leches vegetales y abandonar los lácteos es la única opción ética y compasiva con estos animales inocentes.
La renombrada jugadora inglesa de cricket Mady Villiers dice que adoptó una dieta basada en plantas en consideración a los animales. En una entrevista publicada el 1º de febrero por la BBC, Villiers dijo haber abandonado los productos animales en 2019 después de ver una conferencia en línea sobre el veganismo mientras cuidaba una pierna fracturada.
La jugadora declaró a la BBC que nunca fue consciente de lo que ocurría en el mundo animal y de cómo éste se relacionaba con los alimentos que consumía. “Nunca había pensado en los alimentos que comía. Nunca me detuve a pensar en la vida que habían tenido. En realidad, fui bastante egoista”.
Sin embargo, al entender todo el sufrimiento animal que había de por medio, cambió de la noche a la mañana a una dieta basada en plantas. Comenta que su madre mostró consternación y que incluso la trató de loca, intentando convencerla de revertir su decisión. Villiers, de 23 años de edad, relata: “Le dije que no, que no era una dieta. No es algo que vaya a empezar el lunes, mamá, es diferente”.
Villiers, seleccionada nacional de su país, es según la BBC una de las jóvenes promesas del cricket.
La jugadora estrella recalcó que ser vegana no ha afectado en lo absoluto su juego ni su desempeño. “Por el contrario, me siento mejor. Me recupero mucho más rápido; no esperaba que se produjeran estos beneficios. Ya no estoy tan rígida. En general, me siento mucho más fresca cuando me despierto”.
Enero es el momento perfecto para probar el veganismo. Es la época del año en que la que la gente reflexiona sobre sus resoluciones, o propósitos, de Año Nuevo, conducentes a mejorar sus vidas y, a menudo, su salud. Veganuary -como su nombre sugiere- significa enero vegano. Por tratarse de un periodo de tiempo limitado, un mes, es fácil para empezar, pero a la vez representa una oportunidad de informarse mejor sobre el verdadero impacto que tiene la alimentación, y descubrir a la vez recetas nutritivas y deliciosas. A muchos sorprende darse cuenta de lo fácil que es suprimir los productos animales de sus dietas.
Veganuary es una organización sin fines de lucro fundada en el Reino Unido en 2014, pero que desde entonces se ha extendido por todo el mundo. Anima a los participantes a probar una dieta vegana durante el mes de enero.
Los usuarios que se apunten al compromiso de Veganuary en el sitio web de la organización, ahora con interfaz en español, recibirán correos electrónicos diarios con recetas y planes de alimentación, junto con consejos útiles sobre cómo obtener nutrientes y cómo adquirir comida vegana. La organización también enviará a los participantes información sobre el impacto que tiene la alimentación en nuestra propia salud, en el bienestar de los animales y en el medio ambiente. Indudablemente, la esperanza y visión de la iniciativa es que, si la gente tiene una buena experiencia con Veganuary, mantenga sus hábitos basados en plantas durante todo el año.
Hasta ahora, la organización ha tenido éxito en su cometido. En 2021, el 85% de los participantes dijo que planeaba reducir su consumo de productos animales a la mitad durante el resto del año, mientras que el 40% dijo que mantendría su nueva dieta. Asimismo, los participantes reportaron resultados positivos con sólo un mes de alimentación vegana. El año pasado, el 48% de los participantes dijo que su piel había mejorado, el 57% informó de un mejor estado de ánimo y el 61% tenía más energía.
El factor climático
Este año, la campaña hace hincapié en la perspectiva climática como motivación para hacerse vegano, en parte como respuesta a la conferencia climática COP26 de noviembre.
Por desgracia, la COP26 no abordó debidamente la contribución de la agricultura animal a la crisis climática. Según un informe de la CIPF (Convención Internacional de Protección Fitosanitaria) filtrado recientemente, las dietas basadas en plantas pueden reducir las emisiones hasta en un 50% en comparación con la dieta occidental media. La CIPF es un tratado multilateral de 1951 supervisado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación que tiene como objetivo garantizar una acción coordinada y efectiva para prevenir y controlar la introducción y propagación de plagas de plantas y productos vegetales.
A mi entender, la COP26 debería haber dedicado algo de atención a esta sencilla solución, es decir, en el cambio de nuestras dietas, como forma accesible de ayudar a frenar la crisis climática.
Afortunadamente, con o sin COP26, cada vez hay más conciencia de cómo la agricultura animal contribuye a la crisis climática y a otros problemas medioambientales: Es responsable del 14,5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Un estudio de la Universidad de Oxford constató que adoptar una dieta basada en plantas es probablemente la “forma más importante” en que una persona puede reducir su impacto en el medio ambiente. Todo el mundo puede reducir su propia huella de carbono probando el veganismo este mes de enero. Mi decisión de lanzar este sitio web, justamente hace un año, se basó en la simple y conocida noción de que nadie puede hacerlo todo, pero todos podemos hacer algo.
Un investigador de la Universidad de Harvard ha calculado que si Veganuary cumple su objetivo de 600.000 participantes para 2022, es decir, 100.000 más que el año pasado, se conseguirán los siguientes objetivos:
62.304 toneladas métricas de contaminación por dióxido de carbono no contaminarán la atmósfera, lo que equivale a 556.285 vuelos de Nueva York a Washington, EE.UU.
Se evitarán 243 toneladas métricas de eutrofización, o contaminación por nutrientes (también conocida como crisis distrófica o “sopa verde”), que es lo mismo que mantener 987 toneladas métricas de aguas residuales fuera de los cursos de agua.
Dos millones de animales no sufrirán innecesariamente.
La marca de moda de lujo ha abandonado el cuero para fabricar una zapatilla sostenible con un 90% de materiales reciclados y de origen biológico.
Con ello, la marca francesa de lujo se adentra así en el mercado del calzado vegano sostenible. La nueva zapatilla Charlie de la marca es un diseño unisex fabricado en un 90% con materiales reciclados y de origen biológico. Las suelas están compuestas por al menos un 94% de caucho reciclado, mientras que los cordones están hechos completamente de fibras recicladas.
El Biopolioli -un plástico a base de maíz- se encuentra en la parte superior de las zapatillas y el parche de la lengüeta utiliza Econyl, un tejido de nylon renovable que también ha sido respaldado por Prada y Burberry.
Además, la caja de las zapatillas también está hecha de cartón completamente reciclado, y se convierte en una bolsa con asa. Cada par de zapatillas Charlie lleva el sello de LV y se produce en el taller de la marca en Fiesso d’Artico, Italia.
Las zapatillas se ofrecen en un único tono: blanco con acentos negros y grises en versiones de caña baja y alta.
Zapatillas de cuero vegano
Louis Vuitton es el último en entrar en el floreciente mercado de las zapatillas de lujo sostenibles, ya que la crisis climática está cambiando la idea del lujo y la innovación en materiales ecológicos se está convirtiendo en una prioridad para las marcas de alta gama.
A principios de este año, Gucci lanzó una línea de zapatillas fabricadas con pulpa de madera.
Balenciaga, también estrenó un par de zapatos sin cuero que despertó el interés el año pasado.
Channel ha utilizado Piñatex (fabricado con fibras de la planta de la piña).
Hugo Boss también ha utilizado Piñatex para fabricar una gama de zapatos de cuero vegano.
Las zapatillas Charlie tienen un precio de 1.080 dólares para las bajas y 1.130 dólares para las altas. Están disponibles en las tiendas Louis Vuitton de todo el mundo.
El diario El País ha recopilado los argumentos dados por celebridades que se decidieron a favor de una alimentación basada en plantas. Muchos argumentos son conmovedores, ingeniosos e inspiradores.
Natalie Portman – Junto con producir el documental Eating Animals, en el que denunciaba las prácticas de la ganadería intensiva, Portman ha pedido: “preocuparnos por lo que hacemos, poniendo esfuerzo en la comida que cultivamos y ser conscientes de lo que introducimos en nuestro cuerpo”.
Dani Rovira – “No tengo hijos, pero mi veganismo pasa por una toma de conciencia y compromiso por dejar un planeta habitable a los vuestros. Es agotador que tengamos que ser nosotros quienes nos veamos obligados a argumentar el no participar en la explotación animal y en el desastre ecológico. Hay una realidad impepinable, y es que el planeta es la casa de todos. Reflexionemos si queremos estar del lado de ‘salvar el convento’ o en el de ‘cagarnos dentro”.
Pamela Anderson – Asegura que los veganos son mejores amantes: “El colesterol en la carne, los huevos y los lácteos provocan el endurecimiento de las arterias. Ralentiza el flujo de sangre a todos los órganos del cuerpo, no solo al corazón. Puedes mejorar tu salud en general y aumentar la resistencia en el dormitorio haciéndote vegano. Dura más, hazte vegano”, corrobora.
Joaquin Phoenix – En su discurso al recibir el premio Oscar: “Vivimos en un mundo egocéntrico, nos creemos el centro de todo y explotamos nuestro entorno para nuestro bien. Cuando una vaca da a luz a un ternero, se lo quitamos y privamos al ternero de una leche que utilizamos para echarla a nuestro café. Creemos que la idea del cambio político es que tenemos la necesidad de sacrificar algo, pero cuando aprovechamos el amor como principio podemos llevar a cabo sistemas de cambio beneficiosos para el ser humano”.
Jessica Chastain – “Nunca tuve tanta energía como en ese momento. Ser vegana no es algo que siempre quise ser, sino que decidí escuchar lo mi cuerpo me decía”.
Billie Eilish – “No puedo saber lo que pasa con el mundo animal y no hacer nada al respecto”. Las prácticas de las industrias cárnica y láctea le abrieron los ojos: “Una vez que lo sabes es complicado dar marcha atrás”.
Ariana Grande– “Creo firmemente que una dieta basada en las plantas puede alargar tu esperanza de vida y convertirte en una persona más feliz”.
Woody Harrelson – “Cuando comencé a cambiar mi dieta no era tanto una búsqueda moral o ética, sino una búsqueda de energía”.
Clara Lago – “He sido omnívora y sé que cuando te pones delante de un jamón no te imaginas al cerdo ni en el sufrimiento animal. Si lo supiéramos, no lo haríamos. Pero la ignorancia es aún mayor en lo referente a la parte medioambiental”.
Héctor Bellerín – “[El veganismo] me ayudó muy rápidamente a alcanzar mi máximo potencial. Mis tobillos, que solían estar siempre inflamados, han mejorado muchísimo. Además, empecé a recuperarme muy rápidamente del esfuerzo hecho tras cada partido”. Ratifica que la salud no es la única razón de su dieta, ya que también le motivan la “crueldad animal y sostenibilidad del medio ambiente”.
Bill Clinton – Los problemas cardíacos (ha sido operado en varias ocasiones) llevaron al expresidente de los Estados Unidos a renunciar a la carne, los huevos y los lácteos. “Era una persona con riesgo alto y no quería hacer más tonterías. Quería poder vivir para ser abuelo. Así que decidí apostar por una dieta que maximizara mis posibilidades de sobrevivir en el largo plazo”.
Sara Sálamo – Desde que practica el veganismo “su salud ha mejorado un mil por mil”. Califica a la industria cárnica de “aberración y desastre ecológico”.
Enrique Bunbury – “El veganismo es tomar conciencia y responsabilizarte de tus actos, y formar parte activa de boicots importantes contra las empresas más peligrosas del mundo (alimenticias, del grano, pesticidas y farmacéuticas). El veganismo es posiblemente la revolución personal activa más importante que un hombre puede realizar de manera cotidiana”.
Benedict Cumberbatch – Cuando fue preguntado sobre los rigores de dieta y entrenamiento que tuvo que afrontar para dar vida al superhéroe de Marvel Doctor Strange, el londinense presumió de no haber necesitado otra cosa que su dieta basada en el consumo de vegetales. Tanto es así que el célebre grupo animalista PETA lo nombró ‘vegano más guapo del mundo’ en 2018.
Gisele Bündchen – “No solo es buena para nuestra salud y nos hace sentir bien, sino que también es buena para el planeta”.
Lewis Hamilton – “Al final quieres sentirte bien y tener energía, no esas grandes oscilaciones de altos y bajos. El veganismo ha eliminado eso. Una de esas cosas era mi patrón del sueño y que no me sentía bien del estómago. Tu intestino es tu segundo cerebro. Hay multitud de cosas y siempre busco subir el nivel”.
Michelle Pfeiffer – Se cambió al veganismo porque “ama los carbohidratos” y reconoce haber notado una diferencia casi inmediata en la salud de su piel. “Así evitas muchas toxinas que pueden envejecer tu piel y tu cuerpo”.
Zac Efron – “Llevo años experimentando con una dieta puramente vegana y ha cambiado completamente la forma en la que funciona mi cuerpo. La manera en la que digiero la comida, la manera en la que duermo… Ha sido brillante”.
En rigor, la lista de El País contiene 18 veganos. La publicación incluye a Miley Cyrus y a Madonna. Por su interés, transcribimos la información.
Miley Cyrus – Cyrus abandonó este año el veganismo, aduciendo que su cerebro “no funcionaba bien”. Lo hizo en el podcast de Joe Rogan, confirmando que había tenido que introducir pescado y ácidos grasos Omega-3 en su vida. Cyrus es una de las pocas celebrities en recular públicamente respecto a esta filosofía alimenticia.
Madonna – La reina del pop sigue una inflexible dieta macrobiótica que prohíbe el consumo de carne, huevos, lácteos y los derivados del trigo. Según contó The Cut, la cantante de 62 años se alimenta principalmente de zumos, frutas, verduras y semillas como la quinoa. Sin embargo, también come pescado, por lo que no podría ser calificada de vegana en el sentido estricto de la palabra.
La preocupación por la sostenibilidad global, la salud y la compasión por los animales, están haciendo que personas de todo el mundo examinen detenidamente sus hábitos de vida.
Recientemente referíamos un pronóstico según el cual los alimentos de origen vegetal van a dominar la economía. En efecto, el veganismo poco a poco va dejando de ser una dieta marginal o simple nicho de mercado. Aunque todo comenzó con pequeños emprendimientos, las grandes empresas tradicionales se van sumando al ver una oportunidad de negocio y lucro.
De hecho, se prevé que el mercado vegano mundial alcance los 31.400 millones de dólares en 2026. Aunque los veganos siguen siendo una parte relativamente pequeña de la población, numerosos países reportan una curva ascendente en el número de veganos. Iniciativas como Veganuary contribuyen a tal efecto. Cabe preguntarse entonces, ¿qué está liderando el cambio cultural?
El cambio proviene de las generaciones más jóvenes, que sitúan la salud personal, el bienestar de los animales y el cambio climático a la cabeza de sus hábitos de consumo. De hecho, el 87% de la Generación Z está más concienciada con el medio ambiente, y el 35% quiere no comer carne, según Finder. Más relevante aún es el incremento en el número de personas que no son estrictamente veganas pero que se consideran flexitarianas; es decir, que están probando antes de dar el paso definitivo hacia el veganismo como estilo de vida. Este término utilizado para describir a los consumidores ocasionales de carne es cada vez más popular. Otro avance importante son los productos cárnicos alternativos, cuyas ventas están creciendo a un ritmo anual del 24,5%, según Nielsen Total Food View.
Esta tendencia está influenciada por una serie de factores. La Generación Z quiere entender y tomar decisiones informadas sobre su nutrición y la cadena de suministro de alimentos. Se interesa por la forma en que el clima impacta los procesos productivos. Son conscientes de que la oferta puede acabar siendo eclipsada por la demanda debido a los problemas medioambientales que están surgiendo por doquier a escala global.
También tienen presente su salud y bienestar. Un estudio publicado en el British Medical Journal recomendaba reducir en un 50% el consumo de carne y azúcar por la salud de la persona media y del planeta.
Si consideramos la leche de origen vegetal como ejemplo, está claro que el veganismo no sólo se ha convertido en un debate global, sino que puede sustituir el uso de la leche de vaca tradicional en la próxima década. Un informe de AT Kearney sugiere que el 60% de la carne ya no procederá de animales, sino de carne cultivada o alternativas basadas en plantas para 2040. Pero mientras la alimentación está dando forma a nuestros mercados e incluso a las identidades culturales, está claro que esta transición holística afectará a todos los rincones de nuestro estilo de vida y del planeta.
Grandes oportunidades para nuevos emprendimientos
Aunque este sector del mercado está creciendo rápidamente, hay espacio para las nuevas empresas innovadoras que estén interesadas en emprender un negocio basado en plantas. Hay muchas maneras de que las empresas de nueva creación puedan crecer y aprovechar esta tendencia.
Un ejemplo de lo anterior es la consultoría sobre nutrición vegana y estilo de vida vegano. Esto obedece a que muchas personas o incluso empresas tienen intenciones de explorar el veganismo, pero no saben cómo hacerlo de forma sostenible. Los dietistas y asesores de salud formados pueden trabajar con los clientes y las empresas para lograr este objetivo. Al ayudar a los clientes en la transición a un estilo de vida vegano o principalmente basado en plantas, están ofreciendo un valioso servicio que eliminará el estrés y la ansiedad del proceso.
Al hacerse veganos, muchas personas se dan cuenta de que necesitan apoyo a la hora de encontrar tiendas de comestibles, planificación de comidas, productos de belleza e incluso ropa.
El auge de los influenciadores veganos
Las redes sociales han desempeñado un papel preponderante en la promoción de la concienciación y el veganismo. Un análisis de Brandwatch reveló que el veganismo es el tema de nutrición más popular cubierto por el 54% de los influenciadores de alimentos. Influencers como Tabitha Brown, Fearne Cotton, Kim Kardashian y Ariana Grande son veganas y tienen un gran número de seguidores. Como resultado, la comunidad global está creciendo en un entorno en el que los temas globales se discuten y enganchan a través de las redes sociales.
Cuando se trata de sumarse a esta tendencia internacional, las posibilidades son ilimitadas. No hay escasez de posibilidades en este mercado. Con más gente que nunca interesada en la sostenibilidad, los empresarios y start-ups pueden salir ganando si tienen en cuenta la sostenibilidad en su plan de negocio. Tener un negocio respetuoso con el medio ambiente sólo puede ser beneficioso y atraer a un mercado más amplio.
El veganismo está siendo adoptado por un número creciente de personas que intentan alternativas vegetales a la carne. El interés en América Latina es formidable.
Un récord de 500.000 personas se han inscrito en el desafío de Veganuary para comer sólo alimentos de origen vegetal durante un mes. El hito es el doble de los que se comprometieron a hacerse vegetarianos en enero de 2019, y un incremento de 100.000 personas con respecto a la campaña de 2020.
El periódico británico The Guardian escribe que una cuarta parte de quienes aceptan el desafío -125.000- viven en el Reino Unido, y que este año la mayoría de los supermercados británicos, incluyendo Tesco, han publicado anuncios de televisión y radio para promover el Veganuary por primera vez. Otros supermercados como Aldi, Asda e Iceland han creado páginas web y material impreso ad-hoc, incluyendo información y recetas. Por lo tanto, este año se observa una tendencia generalizada a favor del veganismo en el Reino Unido, país donde tuvo su origen la iniciativa Veganuary, juego de palabras entre Vegan y January.
Una reciente investigación del banco de inversiones UBS sobre alternativas a la carne basadas en plantas, como hamburguesas y salchichas veganas, muestra que un número creciente de personas están probando los nuevos productos. La proporción de personas que han probado las alternativas aumentó del 48% al 53% entre marzo y noviembre de 2020, según la encuesta de UBS, realizada entre 3.000 consumidores en el Reino Unido, Estados Unidos y Alemania. El sondeo también constató que la mitad de quienes prueban las alternativas a la carne basadas en plantas continúan comiéndolas al menos una vez a la semana.
Gran interés y adopción en América Latina
Veganuary es una campaña global que ha generado particular interés en América Latina, donde 150.000 personas se han inscrito este año, junto con 80.000 en los EE.UU. y 50.000 en Alemania.
Los participantes dan una serie de razones para elegir reducir la cantidad de alimentos animales en sus dietas, desde reducir el sufrimiento de los animales, mejorar la salud o disminuir el daño ambiental causado por la producción de alimentos. Mucha gente ya consume carne en exceso, y los científicos dicen que reducir el consumo de carne y pollos es la mejor manera de afrontar las crisis climáticas y de la fauna y flora silvestres.
“Realmente siento que la alimentación a base de plantas ya no es controvertida”, dijo Toni Vernelli de Veganuary. “Casi todo el mundo ha aceptado que debemos reducir los productos animales en nuestra dieta por razones ambientales.”
Aldi, uno de los supermercados que participan en la campaña, escribe en su sitio web: “Comer menos carne o evitar los productos animales es a menudo una manera transparente de mostrar que quieres hacer la diferencia.”
Al respaldar la iniciativa Veganuary y, en lo posible, adoptando el veganismo como filosofía y estilo de vida, podremos crear un mundo más seguro y armonioso para todos, contribuyendo a la vez a evitar futuras pandemias.
Una organización mundialmente reconocida, «Veganuary» tiene el compromiso de sensibilizar a la gente sobre los beneficios de hacerse vegano para el mes de enero y más allá. La organización enfrenta el cambio climático y busca prevenir nuevas pandemias. Ahora, usted quizás se pregunte cuál es el vínculo entre la comida y las pandemias.
La explicación radica en que la cría de animales está llevando a la deforestación y a la pérdida de biodiversidad. Esto en sí mismo es una preocupación creciente ya aunque la deforestación puede ser instantánea – por ejemplo mediante incendios forestales – la forestación es un proceso que toma décadas. Además, las granjas de pollos y cerdos son un semillero para la próxima pandemia mundial. Todas estas granjas ya nos han traído la gripe porcina, conocida como H1N1, y la gripe aviar, conocida como H5N1.
La humanidad está sufriendo sobremanera a causa de la pandemia del Coronavirus. Preocupan además las mutaciones recientemente descubiertas en el Reino Unido, que ya se propagan por todo el mundo. No podemos permitirnos enfrentarnos a otra pandemia mundial en este momento. Por lo tanto, para salvarnos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos, lo mejor que podemos hacer es cambiar a una dieta vegana. De paso estamos respetando y protegiendo la vida de seres inocentes.
Para promover estos principios y animar a más y más gente a probar el veganismo, muchos políticos y celebridades han firmado una carta de apoyo. Entre los participantes se encuentran Ricky Gervais, Bryan Adams, Jane Goodall, Chris Packhman y Paul McCartney.
En la carta abierta se afirma que la ganadería contribuye sustancialmente al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se cita una investigación de la Universidad de Oxford según la cual los productos animales crean más emisiones que casi todos los productos vegetales.
Los científicos han llegado a la conclusión de es necesario producir mil millones de toneladas de alimentos para criar a los animales para producción de carne y productos lácteos. Esto es mucho más de lo que se necesitaría si las personas se dedicaran a comer plantas. La producción de alimentos para animales ha causado una alarmante deforestación, y varios lugares del mundo están incluso perdiendo su biodiversidad. En la misiva se cita en particular el caso de Brasil.
Definitivamente, no podemos hacer frente a los cambios climáticos si seguimos utilizando productos animales. Para cambiar las condiciones climáticas, nosotros mismos tenemos que cambiar primero. Si dejamos de consumir productos animales, el nivel de emisiones bajará, mejorando en última instancia las condiciones climáticas.
La conclusión es que es posible crear un futuro mejor firmando el pacto de enero con Veganuary, ya que esto reducirá las emisiones de carbono y también animará a más y más gente a hacerse vegana en el futuro.
En su sitio web, Veganuary ofrece información completa en español sobre su cometido y beneficios del veganismo. «Desde 2014, Veganuary ha inspirado y ha apoyado a más de un millón de personas en 192 países para que prueben el veganismo en enero, y más allá. Hemos trabajado con empresas para aumentar la provisión de alimentos veganos en tiendas y restaurantes, y hemos hecho que el veganismo sea más visible y accesible a través de nuestro trabajo con los medios nacionales e internacionales».
Durante la campaña de 2020, más de 400.000 personas se comprometieron a probar una dieta vegana, mientras que más de 600 marcas, restaurantes y supermercados promovieron la campaña, y lanzaron más de 1200 nuevos productos y menús veganos sólo en el mercado del Reino Unido.