Categories
Veganismo

Compasión, no superioridad: Comprendiendo el espíritu del veganismo

Las palabras de Michele McCowan: “No me siento superior por ser vegana. La verdad es que soy vegana porque no me siento superior a los demás” son una profunda inspiración. Quiero compartir con ustedes que el veganismo es un estilo de vida que no se basa en la arrogancia, sino en la elección compasiva de extender el respeto y la bondad a todos los seres.

Las palabras de Michele McCowan: “No me siento superior por ser vegana. La verdad es que soy vegana porque no me siento superior a los demás” son una profunda inspiración. Quiero compartir con ustedes que el veganismo es un estilo de vida que no se basa en la arrogancia, sino en la elección compasiva de extender el respeto y la bondad a todos los seres.

En las innumerables conversaciones sobre el veganismo, es común la impresión errónea de que quienes elegimos este camino lo hacemos desde una posición de superioridad percibida. Esta narrativa, a menudo articulada de diversas formas, percibe a los veganos como antipáticos enjuiciadores desconectados de la realidad. Sin embargo, esto no podría estar más lejos de la verdad, especialmente en mi experiencia y en la de muchos otros que han elegido este camino por razones más bien ancladas en la humildad y la compasión.

Michele McCowan ofrece una claridad alentadora: “Soy vegana porque no me siento superior a los demás”. Este sentimiento resuena profundamente en mí, encapsulando la esencia de por qué adopté el veganismo, hace unos 11 años. No se trata de arrogarme superioridad ni de ser más iluminado que los no veganos; se trata de reconocer que no tengo más derecho a la vida y a la felicidad que cualquier otro ser de este planeta.

La base de la empatía

En esencia, el veganismo es un ejercicio de empatía. Es una práctica diaria de ponerse en los zapatos -o quizá en las pezuñas, patas y garras- de los vulnerables y los que no tienen voz. Implica reconocer el dolor y el sufrimiento que nuestro estilo de vida puede infligir a otros seres y decidir tomar un camino que minimice el daño. Esta decisión surge de un sentimiento de humildad, reconociendo que en el gran entramado de la vida no somos más que un hilo entre muchos, cada uno merecedor de respeto y bondad.

Un cambio más allá de la dieta

Para muchos de nosotros, lo que empezó como un cambio dietético evolucionó rápidamente hacia algo mucho más profundo: un enfoque holístico de la vida que busca la armonía con el mundo que nos rodea. El veganismo va más allá de lo que ponemos en nuestros platos; influye en todos los aspectos de nuestras vidas, desde la ropa que llevamos hasta los productos que apoyamos. Es un testimonio de nuestra creencia en un mundo donde la compasión se impone a la comodidad, y las consideraciones éticas guían nuestras elecciones.

Desafiando el complejo de superioridad

La idea errónea de que los veganos se sienten superiores a los demás menosprecia los fundamentos compasivos del veganismo. Pasa por alto la introspección, la vulnerabilidad y la determinación necesarias para desafiar las normas sociales y tomar decisiones que van en contra de la corriente. Adoptar el veganismo no consiste en elevarse por encima de los demás, sino en alinearse con un profundo nivel de respeto y empatía hacia todos los seres, independientemente de su especie.

Invitación a la empatía

Con este artículo, les invito a mirar más allá de los estereotipos y malentendidos sobre el veganismo. Es una llamada a explorar las raíces profundas y empáticas que motivan a muchos de nosotros a vivir de esta manera.

Como dice Michele McCowan, no se trata de superioridad, sino de solidaridad y empatía con seres sintientes. Ya sea usted vegano, vegetariano u omnívoro, la esencia de esta opción es algo que puede unirnos a todos: una empatía compartida y el deseo de un mundo más bondadoso y, por cierto, más sostenible.

Héctor Pizarro, Sociedad Vegana