Uno de los mejores países donde vivir – para los humanos – es a todas luces el peor país para los cerdos de criaderos.
En reiterados reportajes hemos cubierto las atrocidades perpetradas año tras año por los productores de cerdos en Noruega en perjuicio de sus animales (ver artículos de referencia al final de esta nota). Luego de años de supervisión y control incompetente por parte de la Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria, Mattilsynet, y de la indiferencia de los gobiernos de turno, una vez más queda de manifiesto la barbarie con que se maneja la industria porcina del país nórdico.
La corporación de radio y televisión de Noruega, NRK, publicó el 18 de enero un artículo donde señala que 334 granjas porcinas, de un total de 582 investigadas, violan flagrantemente las leyes de crianza de animales y, por extensión, las leyes de protección animal. En 25 de las granjas la situación de los cerdos revestía tal gravedad, que Mattilsynet ordenó el sacrificio inmediato de los cerdos.
A pesar de tratarse de 334 granjas que violaban la ley, solo en 5 de ellas se cursaron multas, y en 3 de ellas simples amonestaciones. Solo dos granjas fueron clausuradas, únicamente debido a sus violaciones crónicas de la ley.
Carl Andreas Grøntvedt, veterinario y científico a cargo de la división porcina del Instituto Veterinario de Noruega, declaró a NRK: “Se trata de animales que sufren y que tienen una necesidad especial de atención y cuidados, por lo que la situación es grave”. El especialista recordó que la normativa noruega establece claramente un estándar mínimo para el trato que debe darse a los cerdos en las granjas. Estos estándares no definen una situación óptima, sino un mínimo absoluto. Aún así, el 57% de los productores noruegos de cerdos incumplen el estándar mínimo.
La reacción de los gobiernos de turno y la clase política en general ha sido indiferente en Noruega. Consultada por NRK, Olaug Bollestad, diputada democratacristiana en el parlamento noruego dijo: “Es muy grave, se trata de confianza. Confianza en la industria, confianza en que la carne que consumimos proviene de animales que han tenido una buena vida. No se ha hecho lo suficiente. Me siento increíblemente decepcionada“.
Bollestad fue anteriormente Ministra de Agricultura y, como tal, la autoridad política a quien reportaba Mattilsynet. En su condición de Ministra, luego de un reportaje de NRK de 2019, donde se denunciaba la deplorable situación de los animales en las granjas porcinas, Bollestad dijo sentirse “enojada y decepcionada“. En 2021, ante un nuevo documental de NRK, “Promesas incumplidas”, que evidenciaba un empeoramiento de la situación, Bollestad dijo sentirse “verdaderamente irritada“. En 2023, Bollestad dice sentirse “increíblemente decepcionada“. Estos matices anuales en el estado de animo de Olaug Bollestad no parecen tener efecto alguno en la situación de las granjas porcinas de su país.
Marit Epletveit, líder del sindicato de agricultores de la región de Rogaland, donde (dadas las estadísticas de maltrato animal de la propia Mattilsynet) parece ser tradición violar la normativa de crianza de cerdos, declaró: “Es un problema. Sin embargo, queremos lo mejor para los animales. Los granjeros entran al establo con orgullo, cuidan a los animales lo mejor que pueden y tratan de mejorar cada día para evitar incumplimientos y asegurar que los animales tengan una buena vida“. Aún tratándose de una representante gremial, cuyas declaraciones sólo buscan lavar la imagen del sector, no deja de sorprender la desverguenza en el mentir.
Geir Pollestad, parlamentario del Partido de Centro, considerado el partido de los agricultores, opinó que “no hay nada malo con la normativa”, a la vez que hizo un llamado a la calma: “Es importante no tener pánico. Cuando hay violaciones a la normativa, se debe trabajar para que se cumpla. No creo que la solución sea endurecer las reglas”. Pollestad considera importante decir que muchos criadores de cerdos “se manejan bien y que el sector debe más bien utilizar las conclusiones de la campaña de control como aprendizaje y motivación”.
NRK no entrevistó en esta oportunidad a funcionarios gubernamentales. La última declaración disponible sobre la materia corresponde al entonces viceministro de agricultura de Noruega, Widar Skogan (partido Demócrata Cristiano), quien en en agosto de 2021 concluyó que Mattilsynet está haciendo “un buen trabajo”. “Consideramos que el bienestar animal no depende de un factor presupuestario ni de las fiscalizaciones que haga Mattilsynet. Corresponde a los granjeros cumplir con la ley y tener buenas actitudes”.
NRK muestra en su reportaje fotografìas de cerdos cubiertos de sus propios excrementos (ver ilustración de este artículo) y otros mutilados. Cabe señalar que Mattilsynet suele anunciar sus inspecciones a los productores. En otras palabras, éstos tienen tiempo de sobra para prepararse antes de las inspecciones.
En su reportaje de 2021, NRK entrevistó a Bo Algers, catedrático de higiene animal y uno de los más destacados expertos europeos en bienestar animal porcino, quien luego de analizar fotografìas tomadas clandestinamente al interior de una granja porcina por un grupo animalista, dijo haber detectado violaciones a la ley noruega de bienestar animal en 26 de las 28 granjas visitadas por los activistas. “Me decepciona ver esto. En ningún caso los cerdos deben caminar entre sus propias heces. Y los estamos obligando a hacer precisamente eso. Veo tristeza en sus miradas, que es una tristeza que yo mismo siento”.
Nada ha cambiado desde entonces, por lo que sigue vigente la conclusión principal a la que llegó NRK en 2021: “El estado de la producción porcina es testimonio tanto de un fallo del sistema como de graves problemas de mentalidad”.
“No está del todo bien”
En su informe de enero de 2023, Mattilsynet concluye que “no está del todo bien que se haya detectado incumplimiento de las normas mínimas en más de la mitad de las inspecciones”. En otras palabras, la organización encargada de velar por la seguridad alimentaria y el bienestar animal en Noruega no considera directamente “malo”, ni siquiera “negativo”, este panorama, incluso al constatar que en 25 casos fue necesario sacrificar a los animales dada su situación de sufrimiento, como heridas abiertas, fracturas, infecciones y enfermedades. La situación, simplemente, “no está del todo bien”.
El lenguaje es una herramienta potente, algo que Mattilsynet parece desconocer. Utilizar eufemismos o suavizar el lenguaje resta claridad a la comunicación, a la vez que crea confusión. También puede considerarse deshonesto o poco sincero, algo que es dable suponer habida cuenta del historial de ineptitud de Mattilsynet. Ahora, los productores noruegos de cerdo toman nota de que el trato que dan a sus animales simplemente “no está del todo bien”.
En otras palabras, un simple “tirón de orejas” por parte de Mattilsynet. Pronto pasará esta pequeña tormenta mediática y todo volverá a la normalidad en la industria porcina de Noruega, con su crueldad sistemática e impune.
Por Héctor Pizarro, Sociedad Vegana
Fotografía: NRK reprodujo material gráfico captado por Mattilsynet, que ilustra las condiciones en que viven, y mueren, los cerdos de criadero en Noruega.