En Noruega, los productores de cerdo, el gremio que los representa, la autoridad administrativa que los controla, y la autoridad política que los gobierna se han confabulado, en la práctica, contra el bienestar de los animales. Así, una combinación sistemática de violencia y negligencia, incompetencia administrativa e indiferencia política no hace sino aumentar la indefensión y sufrimiento de los animales.
Luego de un bullado escándalo en 2019, en que la Corporación de Radio y Televisión de Noruega, NRK, reveló graves violaciones a la normativa de bienestar animal por parte de productores de cerdo, representantes del sector prometieron una “revisión exhaustiva” de sus procedimientos de control que “resultaría en una nueva era, donde el bienestar de los animales estaría garantizado“. El Gobierno también hizo lo suyo, cuando la Ministra de Agricultura manifestó su “molestia y decepción” respecto de los infractores.
El documental, titulado “Los secretos de la industria porcina“, se basó en filmaciones realizadas durante varios años por una mujer que trabajó en varias granjas porcinas noruegas. Las grabaciones muestran imágenes estremecedoras de crueldad sistemática con los animales y graves violaciones de la Ley de Bienestar Animal, como por ejemplo cerdos sometidos a golpes de pies y puños, o con bastones, matanzas de cerdos pequeños con martillos, castraciones ilegales y problemas generalizados de bienestar, como cerdos viviendo en ambientes fétidos y húmedos, entre sus propias heces y orines, muchos con heridas abiertas y abscesos.
El documental permitió constatar actitudes atroces entre los criadores de cerdos. “Estas actitudes no surgen por sí solas. El sistema de producción intensiva de cerdos trata al cerdo como una máquina para obtener carne barata, y no como un individuo sensible“, comentó NRK en la oportunidad, agregando que la normativa es demasiado deficiente en la industria de producción de cerdos en Noruega. En tal sentido, NRK observó en 2019 que la falta de control del cumplimiento de la ley es común en todas las granjas porcinas incluidas en su documental. “Además, la normativa para la industria porcina es tan mala que los cerdos incluso sufren en granjas que no infringen la ley“. Como ejemplo de tales prácticas se mencionó que casi todos los cerdos noruegos se mantienen confinados en un pequeño contenedor de hormigón durante toda su vida, sin tener la oportunidad de satisfacer sus necesidades innatas. “El estado de la producción porcina es testimonio tanto de un fallo del sistema como de graves problemas de mentalidad“, reveló NRK.
Los eventos de junio de 2019 concluyeron cuando la Ministra de Agricultura, Olaug Bollestad declaró – luego de concluir la última de tres reuniones con representantes de la industria porcina – estar “impresionada por el buen trabajo de reparación que se ha hecho“. NRK escribe: “Entonces se apagó el debate y continuó implacablemente la temporada de barbacoas. Ese verano, la venta de carne de cerdo aumentó en 15%“. Un año más tarde, la Asociación de Agricultores de Noruega (Norges Bondelag) concluyó que el bienestar de los cerdos noruegos era bueno.
Sin embargo, una vez que pasó la tormenta mediática de 2019, todo volvió a la normalidad, es decir, al abuso y crueldad sistemática contra generación tras generación de cerdos.
El sábado 5 de junio, NRK publicó un reportaje en su sitio web junto con un documental de televisión, un podcast y diversas entrevistas, donde aborda los resultados de una investigación y documentación realizada por la organización animalista noruega Red por la Libertad de los Animales (Nettverk for dyrs frihet), que buscaba confirmar o desmentir si las granjas de cerdos habían cumplido lo prometido en 2019. El titular del reportaje ya anticipa las conclusiones: “Las promesas rotas de los productores de cerdo”.
El reportaje comienza recordando una reunión sostenida en 2019 por la Ministra de Agricultura, Olaug Bollestad, quien dijo estar “enojada y decepcionada” frente a las revelaciones hechas mediante cámara oculta, que mostraban violencia extrema y, con ello, hechos delictivos, perpetrada en contra de cerdos en granjas noruegas. La Ministra exigió al sector un plan de acción inmediato para poner remedio a la situación.
La respuesta de quienes NRK denomina “los jefes de la carne” fue “prometer, prometer y prometer”. Las promesas conducirían, a decir de estos jefes, a que “fuese bueno ser cerdo”, objetivo que se conseguiría con la instalación de cámaras de vigilancia en los mataderos, capacitación de los agricultores y un programa obligatorio de bienestar animal.
Ahora, dos años después, Red por la Libertad de los Animales presentó a NRK un abultado dossier consistente de fotografías y videos que muestran animales frustrados, enfermos y heridos, algunos de ellos moribundos o incluso muertos.
El documental demuestra, una vez más, el abuso sistemático y flagrante contra los cerdos noruegos. Integrantes de la Red por la Libertad de los Animales visitaron una selección de granjas durante la noche, constatando y documentando las horrendas condiciones en que viven, mientras esperan morir. Se trata, entonces, de la segunda vez en dos años que la televisora estatal revela un trato inaceptable de los cerdos entre los productores noruegos.
Las fotos y vídeos incluyen imágenes desgarradoras de condiciones indignas. Cubículos estrechos, sucios, oscuros y húmedos, con animales tristes y enfermos.
También queda en evidencia que los productores noruegos mantienen a las cerdas en jaulas ilegales. Esto significa que las cerdas son encerradas en un área minúscula, con un marco de metal alrededor del cuerpo, que les impide moverse. Las cerdas son mantenidas así mientras dan a luz y en el periodo posterior. Los lechones se amamantan a través de los barrotes.
El documental deja de manifiesto que los productores noruegos han demostrado repetidamente que son incapaces de proporcionar a los cerdos un bienestar aceptable, incluso después de las advertencias de la autoridad política y administrativa, y de sus propios clientes: las marcas de productos cárnicos.
Esta es la tercera revelación grave de infracciones en la industria porcina de Noruega en cuatro años.
Según NRK, la Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria (Mattilsynet) también ha detectado por cuenta propia el escaso bienestar animal de los cerdos en Noruega, aunque sin hacer gran cosa al respecto. El hecho de que Mattilsynet haya descubierto malas prácticas es, en sí, algo sorprendente, dado que suele anunciar sus inspecciones a los productores. En otras palabras, éstos tienen tiempo de sobra para hacer los cambios cosméticos necesarios antes de las inspecciones.
En 2017-2018, Mattilsynet llevó a cabo una campaña de inspección en la región de Rogaland, en el sudoeste del país, donde se cría el 30% de todos los cerdos noruegos. La conclusión fue “hallazgos decepcionantes” y que “los cerdos de las granjas de Rogaland no tienen un bienestar animal lo suficientemente bueno”.
El presidente de la junta directiva de Nortura, propietaria de las marcas de carne de cerdo Gilde y Edelgris, dijo a NRK que continúan trabajando por el bienestar animal, aunque no mencionó medidas específicas. Otra marca, Fatland, niega rotundamente las acusaciones de crueldad animal.
NRK contactó a los propios productores con el fin de recoger su opinión, ofreciéndoles pleno anonimato. La totalidad de los consultados se negó a una entrevista.
Paralelamente, un grupo de productores denunció a los activistas de Red por la Libertad de los Animales, exigiendo una investigación policial por “ingreso subrepticio e ilegal a sus instalaciones de producción”. Algunos de los productores dicen sentirse intimidados al saber que extraños entraron en medio de la noche a sus establos. Hay quienes dicen experimentar problemas de ansiedad.
Otros productores incluso han denunciado “el grave riesgo biológico que ocurre cuando extraños entran a un centro de producción porcina”. Previendo esta línea argumentativa, los activistas documentaron, con abundante material gráfico, haber utilizado overoles y calzado de bioprotección, como asimismo mascarillas y guantes, durante sus inspecciones. Incluso sus cámaras fotográficas y de video, excepto los lentes, fueron cubiertas con film plástico adherente. Asimismo, antes y después de entrar a las granjas realizaron un protocolo completo de desinfección preventiva.
NRK entrevistó a Bo Algers, catedrático de higiene animal y uno de los más destacados expertos europeos en bienestar animal porcino, quien luego de analizar las imágenes dijo haber detectado violaciones a la ley noruega de bienestar animal en 26 de las 28 granjas visitadas por los activistas. “Me decepciona ver esto. En ningún caso los cerdos deben caminar entre sus propias heces. Y los estamos obligando a hacer precisamente eso. Veo tristeza en sus miradas, que es una tristeza que yo mismo siento”.
Por su parte, Cecilie Marie Mejdell, científica senior y experta en bienestar animal en el Instituto de Veterinaria de Noruega, dijo: “En estas fotografías está oscuro, y hay que tener presente que no siempre podemos ver toda la superficie del recinto. Habiendo dicho eso, estos corrales, tan sucios y húmedos, son inaceptables para el bienestar animal”.
En cuanto a la observación sobre las áreas reducidas de las fotografías, y la posibilidad de que muestren un espacio seleccionado por los activistas, precisamente por ser imágenes negativas, cabe señalar que NRK menciona en su reportaje que tuvo acceso a fotografías de áreas completas de los recintos de producción, pero que optó por recortarlas digitalmente para así proteger la identidad de los productores.
NRK mostró las fotografías a Trine Hasvang Vaang, de Nortura, empresa propietaria de la marca de carnes Gilde, consultandole su parecer. “Pienso que es terrible”, dijo Hasvang Vaang. NRK insistió: “¿Es terrible para el productor? ¿Es terrible para los cerdos? ¿O es terrible para la venta de carne?”. La ejecutiva dijo: “Yo misma soy granjera. Vivo con animales, y vivo de ellos. Ver imágenes como éstas me causa una gran impresión”. Al consultársele sobre las promesas hechas por su empresa en 2019, que incluyó imprimir en sus paquetes de carne de cerdo el texto “Si el producto lleva la marca Gilde, puedes estar seguro de que los animales tuvieron un buen pasar”, Hasvang Vaang respondió: “Lo que prometimos fue que tomaríamos cartas en el asunto, siempre y cuando detectáramos bienestar animal deficiente. Nuestra promesa sigue vigente”.
Hasvang Vaang aseguró que su empresa sigue trabajando en la consecución de sus metas de bienestar animal, precisando que “nuestro objetivo es que todos los productores que nos entregan carne de cerdo cumplan con la normativa de bienestar animal. Sin embargo, no podemos estar 24/7 en sus granjas para vigilar que hagan bien su trabajo”.
NRK solicitó un comentario a otra de las empresas aludidas, Fatland. La empresa fue categórica en rechazar las pruebas audiovisuales.
Los activistas de Red por la Libertad de los Animales entregaron a NRK dos horas de video y 1600 fotografías que documentan graves abusos contra los animales en una granja de Rogaland, que hasta la fecha entrega carne de cerdo a la empresa Fatland. Por toda respuesta, Fatland envió a NRK un video de 14 segundos de duración que muestra a un grupo de cerdos en un corral que, si bien es pequeño, al menos el suelo está cubierto de heno. Esta secuencia de 14 segundos busca insinuar que la realidad es distinta a la denunciada, aunque no desmiente la autenticidad del material gráfico de los activistas. La empresa se negó a conceder una entrevista a NRK.
El 5 de junio, NRK entrevistó a la Ministra de Agricultura Olaug Bollestad, quien luego de ver parte del material gráfico dijo: “Estoy verdaderamente irritada”, señalando luego que es responsabilidad de los productores cumplir la ley y velar por el bienestar de sus animales. Según se indica anteriormente, en 2019 la Ministra dijo estar “enojada y decepcionada”. Dos años más tarde, se siente “verdaderamente irritada”.
NRK preguntó a Tor Grobstok, de la organización Red por la Libertad de los Animales, por qué habían infringido la ley entrando ilegalmente a las granjas porcinas durante la noche. “Porque es la única forma posible de obtener una imagen honesta, no acicalada, de la producción de cerdos en Noruega. A nuestro juicio, los consumidores, y la sociedad en su conjunto, tienen derecho a saber cómo se producen estos alimentos”, fue la respuesta.
Finalmente, NRK entrevistó a Ingunn Midttun Godal, directora de Mattilsynet, quien señaló que el material gráfico mostraba “numerosas violaciones a la ley de bienestar animal”. NRK le preguntó: “¿No debería Mattilsynet tomar medidas más eficaces para poner fin al maltrato?”. Midttun respondió: “Probablemente, pero estamos frente a un dilema; por una parte, contribuir a que el productor cuide a sus animales, y por otra parte, si adoptamos las medidas más estrictas, quitaríamos el sustento a ese productor”.
Una vez más, entonces, la industria porcina, organizaciones gremiales y las autoridades administrativas y políticas de Noruega participan en un montaje que no solo atenta gravemente contra el bienestar de los animales, sino también defrauda a los consumidores.
Héctor Pizarro
Sociedad Vegana
info@sociedadvegana.com
Todas las fotografías (c) Nettverk for dyrs frihet vía NRK (fotogramas de video y capturas de reportaje)